Mientras late un corazón.

Imaginar y soñar, no cuesta nada soñar, cualquiera con un poco de imaginación lo puede lograr, es posible de alcanzar. Vivir es lo que cuesta tanto; vivir, claro que se puede existir, pero, para poder ser alguien aunque no importante, un valor económico se tiene que poseer.

Mas en los sueños y en la imaginación yo puedo hasta volar, entonces, ¿quién me va a detener?, ¡los límites los pongo yo!, entonces ven yo te invito y, puedes encender mi imaginación, que es allí donde se puede hacer libre y completo el vivir, en la imaginación, mientras late el corazón.

Viendo tus fotos, contemplando tu belleza, razón de que muchas imágenes sean creadas en mi cabeza; y la ilusión parece tan real, que aquí a mi vera, casi te puedo tocar, mientras late mi corazón, yo te puedo desear.

Con tu hermosa mirada, llévame a soñar y a mi corazón, alegría ven a regalar.

Invítame a fantasear, con tu linda sonrisa, por favor, ayúdame a vivir.

Aviva mi imaginación con tu ineludible belleza, ven y enciende mi ilusión.

Hazme dichoso, aunque sea sólo un poco y en mi imaginación.

Haz que se encienda, lo que desees con pasión.

Qué es allí, en los sueños y en la imaginación, en donde no existen condiciones ni limitación.

Imaginemos; hagamos y dancemos con pasión, la más increible canción.

Claro que el dinero no lo es todo, pero sin dinero es casi imposible vivir, aunque para imaginar y soñar no se necesita ni un solo centavo. Preguntémosle a aquel pobre vagabundo desventurado. ¿Qué sueña o qué está imaginando?

Y no es de imaginar que el morir es una regla del vivir; en los asunto de esta existencia al partir, también es muy necesario tener bien lleno un monederero, pero para morir, tampoco es un requisito poseer dinero. Pues el muerto no disfruta más del soñar ni de éste mundo suculento.

Y si no hay dinero, tan sólo invitame a soñar e imaginar, te lo pido y lo permito, antes de que llegue el momento del frío final, bailemos y jugueteemos, viviendo libremente, sólo imaginemos. Sueña e imagina si está necesitando de alegría, como el mío, tu corazón; inúndalo con fantasías por la noche o por el día.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS