Ni en mi vida tenía planeado encontrarte entre números y letras, pero sabía que la vida todavía me aguardaba tu presencia
Mientras que el solo besaba a la luna en ese bello transcurso del atardecer a la noche yo me encontraba perdido entre tu voz y tus ojos
Aquella personalidad auténtica me atrapó, desde el primer momento, incluso hasta el resto del dia
Mantuviste mis días tranquilos así como también llegué a sentirlos interminables, fue por culpa del constante deseo por verte, el mismo día que sigue perdurando al día de hoy ante la inevitable posibilidad de un nuevo acercamiento
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