Fin de una etapa

Buenas tardes a todos, buenas tardes también a vosotros; casi graduados.

¿Qué ingenuo, no? Que esté yo a punto de dar un discurso y que no esté el proyector encendido y nosotros seamos los oyentes. 

Lo primero que quiero deciros es: Felicidades por haberlo logrado. Chicos, ¡Qué lo hemos conseguido! Qué ya estamos cerrando esta etapa, la etapa de tantas horas en la universidad, descansos al sol, risas, enfados y miles de presentaciones.
Mirad hacia atrás, ¿Cuántos recuerdos, no? Que fuerte cuando pisamos por primera vez la universidad y hoy, sin embargo, estamos dando los últimos pasos por nuestra segunda casa.

Solo quiero que hagamos juntos una promesa: Prometamos juntos, y a la vez, que al menos una vez cada año vamos a vernos. Prometamos que nuestro lugar de encuentro será nuestro bar favorito, que las noches las pasaremos en casa de él y que vamos a seguir siendo un equipo. Si es que, una vez que pasas por esta universidad, ya no hay vuelta atrás; siempre nos unirá.

Por último, solo pediros que siempre os esforcéis en crear vuestra propia historia profesional y que lo que decidáis hacer os haga únicos y especiales.

¡Si! Ya sois expertos en la carrera universitaria XXXXX pero aun así, tened en cuenta que la principal marca que debemos gestionar es nuestra marca personal y el principal activo que deberemos cuidar es nuestro nombre y apellidos. Hoy ya hemos creado un capítulo extraordinario de cada una de nuestra historia, sigamos llenándola de nuevos capítulos.

Hoy es nuestro gran día, ¡¡Nos han graduado!!

Salgamos a celebrarlo, nos lo merecemos.

Nunca os olvidaré, siempre vais a ser vosotros.