Cuenta una leyenda que un joven leñador que se dirigía a su casa por la noche después de trabajar, en un bosque por el que siempre pasaba se encontró a una joven muchacha tirada en el suelo. El leñador se agachó y comprobó si la joven estaba viva o no, al ver que respiraba, que solo estaba inconsciente, la cogió en brazos y la llevo a su casa.
Después de media hora la joven se despertó poco a poco y fue mirando en que lugar se encontraba. Empezó a mirar a su alrededor y cuando vio al leñador sentado delante de la chimenea, que estaba haciendo un par de conejos en brocheta, la joven se levanto poco a poco y se fue acercando con cuidado al leñador, este se giro y al ver a la joven levantada la invito a sentarse a su lado, junto al fuego para calentarse de manera muy amable se lo dijo.
La joven con un poco de miedo se acerco al fuego y se sentó junto a él cerca del fuego, él le dio una brocheta de conejo para que comiera algo y trajo una jarra de agua con un par de vasos. La joven aceptó la comida, comieron los dos juntos, el leñador al ver que la muchacha no estaba tan asustada le preguntó que hacia en el bosque tirada, la joven dejo la comida y le contó la historia de lo sucedido.
El leñador no daba crédito de lo que estaba escuchando, le ofreció su casa durante el tiempo que ella quisiera quedarse, la muchacha acepto encantada y durante varios meses convinieron juntos. El leñador se pasaba casi todo el día fuera de casa, cortando árboles para hacer leña y luego se iba por el pueblo a vender la leña a los vecinos.
La joven se quedaba en la cabaña, limpiando y haciendo cosas en ella ya que por precaución el leñador le dijo que intentara no salir de casa ni de una zona marcada del bosque por precaución. El rey de ese reino, un ser despreciable y muy caprichoso, se enteró por uno de sus espías que había una joven muy bella escondida en algún lugar. El rey mandó a su ejercito a buscar a esa joven y que no regresaran si no la habían encontrado. Los soldados del rey fueron por todas las casas, por todos los lugares del reino, destrozando lo que se les ponía por delante para encontrar a esa joven.
A los dos días, nuestro joven leñador fue a vender la leña a la aldea y al ver lo que paso no se lo pensó y ayudo a la gente que vio que estaba muy mal, ayudó a montar casas que estaban casi destruidas. Cuando acabo de ayudar, la gente de la aldea, le dieron las gracias y una ancianita le dijo que escuchó a los soldados del rey decir que encontraran a una joven muy bella, tras contarle esa noticia, el leñador fue corriendo hacia su cabaña para ver si la joven seguía allí. Al llegar vio que la joven estaba a salvo, la abrazo y le contó lo que le dijo la ancianita. La joven se sorprendió por la noticia que él le dijo y empezó a sentir algo por él, ya que la cuidaba y la trataba muy bien.
El rey se enteró de donde estaba la joven escondida por uno de sus espías, le dijo que no había entrado en el bosque pero sabia que se encontraba en dicho bosque. Nadie entraba en ese bosque porque decían que era maldito, al rey le pareció una absurdidez lo del bosque y con su ejercito se adentró en el bosque, solo había una cabaña en todo el bosque, y la rodearon. El rey gritó que la joven saliera de esa cabaña si no querían que la destruyeran, la joven se asustó al oír lo que dijo el rey y toda nerviosa intento ocultarse, pero él la cogió y la tranquilizo dándole al final un beso en la mejilla, la joven se tranquilizo por las palabras y porque ella ya supo que él también se gustaba de ella.
El rey volvió a decir las mismas palabras y de la cabaña salio el leñador con un par de hachas y grito que se fueran de su cabaña, que no había nadie dentro, pero el rey que no se lo creía mando a los soldados a atracarlo, el leñador se defendió con sus dos hachas y en en un descuido del leñador por la espalda, lo desarmaron y lo apresaron entre cinco para que no pudiera moverse, al ser capturado el rey se rió y grito que si la joven no salía lo decapitarían. La joven con miedo salio poco a poco y pidió que no le hicieran nada, los soldados la cogieron y el rey se bajo de su caballo y fue hacia la joven para admirar su belleza, tras admirar su belleza el rey le dijo que fuera con el a su palacio para que fuera su reina, ella miró al leñador y le dijo que no. Tras oír esas palabras el rey se enfado y se lo dijo más enfadado, pero la joven le volvió a decir que no y miró al leñador, el rey al ver las miradas dijo que si no seria de él no seria de nadie.
El rey saco su espada y fue a matar a la joven, el leñador al ser lo que pretendía el rey, se enfado, y se escapó de los soldados que lo tenían apresados, y cuando el rey se disponía a matar a la joven, el leñador se interpuso en la trayectoria entre la espada y la joven.
La joven al ver lo que sucedió, se agachó y le pidió al leñador que no se muriera, que se quedara junto a ella el rey iba a volver a asestar otra estocada a la joven cuando de repente una rama cogió la espada y le tiró muy lejos, el rey se dio la vuelta y vio como una rama lo cogía lo convirtió en un árbol que colocó en lo más profundo del bosque, donde nadie lo viera jamás.
Los espíritus que tenia el bosque vieron todo lo que pasó, a los soldados que habían muerto los convirtió en plantas y árboles, la joven le pidió al espíritu que le devolviera la joven, si era necesario entregaba su vida por la de él. El espíritu le dijo que no podía y a él lo convirtió en un ser inmortal, en un lobo de color negro como el carbón y el espíritu al ver a la joven enamorada del leñador y herida por la estocada que recibió cuando el rey mató al leñador, la convirtió en una luna llena. El espíritu les dijo que cada vez que la luna llena estuviera en la noche el lobo la podría ver. El lobo cada noche miraba al cielo a ver si veía a la joven convertida en luna, ya que para él era lo más bonito que había tenido y la joven cada vez que veía al lobo, cada vez que aparecía en forma de luna llena, brillaba igual que sol para que aunque el lobo la aullara por amor él supiera que ella la quería.
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