Parte 1: Llamado al 911

Todavía me acuerdo la noche en que la encontraron… Estaba frio, demasiado, inclusive para mi (lo cual es raro ya que soy de aquellas personas que adoran el invierno) pero esa noche… esa noche el clima estaba tétrico, como anticipando lo que iba a suceder.

-Necesitaría ir a mi casa lo más rápido posible- le dije a Genaro, mi compañero de guardia

– ¿Para qué? ¿Para renegar con tu marido? No nena, mejor que estés acá hasta que se calmen un poco las aguas

En ese momento las cosas no estaban bien con mi esposo, de hecho, estábamos en la peor etapa de nuestro matrimonio (llevábamos casi 10 años juntos y teníamos una hija de 5… María, mi princesa especial)

-Tenes razón… pero en momentos así quisiera estar con mi hija, ella me reconstruye todos los días

– ¡Ay esa nena! Es toda una dulzura, juraría que saco tu carácter

Sonreí. Genaro era un señor mayor, llevaba casi 30 años en la fuerza y no le quedaban muchos para jubilarse, realmente era una de esas personas que no se consiguen a la vuelta de la esquina. Todos sabíamos su orientación sexual, pero nadie comentaba nada al respecto, a menos no delante de él… Mas de una vez escuche a un par de compañeros desubicados largar comentarios como «ahí va el viejo puto” pero a él no le importaba, siempre me decía «nena, la gente va a hablar por todo, asique que te importe un pedo y viví la vida», me hubiese gustado tener su espíritu, más aún imaginando el calvario que vivió cuando era joven, en su época la homosexualidad era una enfermedad, por lo que, casi toda su vida, vivió escondido

-Y… 50 y 50 diría yo, cuando se enoja puede ser brava la niña

-Me imagino, pero tenes que tenerle paciencia, está en la etapa en la que su cabecita va absorbiendo y comprendiendo el mundo, yo a su edad….

El sonido del teléfono interrumpió nuestra charla

-911 ¿en que lo puedo ayudar? – respondió Catalina, la operadora de nuestra estación

Del otro lado se podía escuchar a una mujer que gritaba, no lográbamos entender que decía, solo que se oía bastante desesperada

– ¿Está segura que esta sin vida? – Seguía Catalina- ¿Hay alguien más ahí con usted? …Señora…. Señora si no respira no voy a entenderla…. Señ… Señora dígame la dirección- comenzó a tipiar- Bueno… bueno, ahora va un patrullero al lugar, no cuelgue el teléfono por favor- dejo el tubo sobre la mesa y se dirigió a nosotros

-Chicos, tenemos un 10-50 en curso, aparentemente encontraron una chica sin vida en la calle San Martin al 1020

La casa de Nadia

Pensé inmediatamente

– ¡Carajo! Y yo que creí que iba a ser una noche tranquila- se levanto de su asiento, tomo su arma y me miro- Bueno Julieta, hora de trabajar

Ambos salimos del lugar con rumbo a la casa, tenía un muy mal presentimiento… ¿Qué le había pasado? Jamás me imagine todo lo que había detrás de esta muerte

Parte 2: Los Ponce de León

Camino a la casa de Nadia no podía concentrarme, era imposible, es decir, había visto a esa chica hacia una semana con mi hermana Vanina (ellas eran mejores amigas) y ahora me encontraba yendo a ver su cuerpo

– ¡Julieta! – me grito Genaro

– ¿Qué? – respondí un poco sobresaltada

– ¿Estas bien? Te estoy hablando desde que salimos y ni siquiera parpadeas

-Perdón, pero conozco a la chica, es la mejor amiga de mi hermana… No entiendo que paso

-Mira… vos y yo sabemos que esto es mucho más común de lo que parece… pero no quiero hablar al pedo, vamos a ver que nos encontramos allá

Al llegar, notamos que ya había un patrullero estacionado en la casa de dos pisos de los Ponce de León

-Seguro que los envió Catalina

– ¿Quiénes patrullaban hoy? – pregunte

-Hernández y Ramírez- me miro como advirtiéndome que no perdiera la cabeza antes de tiempo

-Genial… – solo suspire y baje del auto

Los Ponce de León eran conocidos en la ciudad, si bien no eran millonarios, su familia podía darse ciertos lujos que otros no y eso se reflejaba en su flamante hogar, el cual era mucho más extravagante de lo que, seguramente, sus bolsillos podían pagar

La puerta estaba abierta y, desde dentro, se escuchaba una mujer gritando, inmediatamente nos dimos cuenta de que se trataba de la misma persona que llamo al 911 unos minutos atrás. En la vereda, Hernández nos esperaba para llevarnos a la escena del crimen

-Detective Gómez, señorita Pietra- nos dio la mano

Nunca entendí porque algunos “colegas” se negaban a saludarme igual que a Genaro, después de todo, los dos estábamos en el departamento de homicidios, lo único que nos diferenciaba eran los años de experiencia, al menos para mi

Ingresamos al patio trasero por el lateral derecho de la casa y pudimos verla en la rama del árbol, alumbrada sólo por la linterna de Ramírez

– ¿Suicidio? – pregunto Genaro

-No lo creo

– ¿Cómo están seguros de eso?

-Al alumbrarla se observan grandes moretones en las piernas y parece que en el cuello también

Caminamos unos metros hacia la escena, que ya estaba cercada y nos acercamos a Ramírez

-Es toda una pena, una chica tan linda y terminar así

No quise responder, solo me dediqué a observar el cuerpo

-Seguramente se metió en un juego que le salió mal- continuo

– ¿Qué quiere decir? – no pude contenerme

-Mira el vestidito que tenía puesto- alumbro el pijama-camison negro de la niña

– ¿Me está diciendo que un vestido corto es justificación para que termine así?

-Solo voy a decir que, si andas por la vida jugando o provocando con ciertos atuendos, tenes que estar preparado para lo que sea

-Con el debido respeto Ramírez, pero que un hombre de su edad se sienta provocado por una niña de 15 años me parece totalmente repugnante

Genaro puso su mano en mi hombro en señal de «calmate»

-Ramírez ¿Ya llamaron al forense?

-Estaba visitando a la madre en el pueblo vecino, pero en media hora va a estar acá

-Bueno, puede ir a esperarlo a la entrada junto con Hernández, nosotros nos vamos a quedar a ver si encontramos algo más

Asintió y se alejo

– ¡NO PUEDE SER TAN PELOTUDO! – solté apenas se fue

-Creo que hizo lo que ya sabíamos que iba a hacer

-Genaro, hay una nena de 15 años colgada y a él lo único que le importa es el vestido… ¡Aparte que ya da por sentado como murió sin siquiera haberla descolgado!

-Si, es un pelotudo que se merece un sopapo en la cara, pero…

– ¡Mínimo! Un sopapo es lo mínimo que se merece

-Pero nos tenemos que concentrar acá… me dijiste que conocías a la nena ¿no?

-Si

-Bueno, anda a hablar con la mamá si te parece, tenemos que saber que hizo esta chica antes de llegar acá y de paso… dale un fuerte abrazo, le va a venir bien

Volteo y comienzo a caminar con mil preguntas en mi mente. Mientras más me acerco a la puerta del patio, más siento que los gritos de la mujer se internan en mí. Mi corazón palpita a mil por hora, con mi mano derecha giro el picaporte

Parte 3: Las últimas horas

Los gritos se agudizaban… no podía mantener los ojos abiertos… sin darme cuenta llegué a la sala y la vi, tirada al lado del sillón, sola, dejando la vida en cada suspiro

-Sandra…

Levantó la vista y vi en sus ojos que su alma se despedazo mas de lo que ya estaba

-Ju… Julieta- se lanzo en mis brazos… creo que no fui consciente de lo rápido que se levantó del suelo

La abrace… quería decirle mil cosas, pero no me salía nada. La conozco desde que tengo memoria, fui testigo de lo que lucho para tener a su hija, fui testigo de como la juzgaron las personas al enterarse de que estaba embarazada y no tenia pareja… Decidió ser madre soltera, hasta que conoció a Raúl, su marido y padre de su segundo hijo, Ariel, de solo 3 años

– ¡SE ME, FUE JULIETA… SE ME FUE! – repetía

No quise responder con frases cliché del tipo «tranquila»
o «lo siento mucho» por lo que solo la abrace más fuerte y cerré mis ojos, intentando no llorar, intentando mantener mi lugar de investigadora

No estoy segura de cuánto tiempo paso, solo sé que mi mente entro en una especie de vaido, en el que la escuchaba llorar, pero no entendía nada de lo que me decía, la voz de Genaro fue quien me devolvió a la realidad

-Julieta- dijo desde la puerta de entrada- Lamento tener que interrumpir, pero el forense llego

Asentí y la miré

-Necesito hacerte unas preguntas ¿Puede ser?

Acepto y se sentó en el sillón, yo me quede parada, después de todo, aun no sabíamos si la escena del crimen se limitaba solo al patio, Genaro regreso a vigilar al forense

-A simple vista parece suicidio- comencé- ¿Cómo veías a tu hija estos últimos días?

-Normal- seco sus lágrimas- Ella no era de contarnos sus cosas, mas bien era reservada… creo que sus amigas sabían mas de ella que nosotros

Por dentro supe, desde el comienzo, que tendría que hablar con mi hermana

-Pero ¿no mostro señales de estar teniendo un problema?

-No que yo sepa- se quedo en silencio un momento- Espera… hoy… ¿hoy o ayer?… perdón, pero estoy tan perdida que no me acuerdo bien

-Tranquila, te entiendo, son momentos difíciles

-Creo que fue hoy… estaba en la tienda…

Sandra y Raúl son dueños de la segunda juguetería más grande de la ciudad. No tienen empleados por lo que ellos están casi todo el día ahí

-… y me llamo…como a las 17hs… me dijo que estaba volviendo a casa… ahora que lo pienso… la escuche un poco nerviosa, como si estuviese por llorar o asustada, no estoy segura

– ¿Y usted no le pregunto qué le pasaba? – intervino Genaro

-No… había mucho movimiento en la juguetería, por lo que le dije que después la llamaba y…- comenzó a llorar nuevamente- y cuando la llame… ya…. Ya no me respondió

– ¿Por eso decidiste regresar a la casa?

-Llámame loca Juli… pero te juro que tuve el presentimiento de que ella no estaba bien y bueno, cuando llegue ya estaba en el árbol

– ¿Su marido donde esta?

-Son las 21- miro el reloj cucú de la sala- debe estar cerrando para volver

– ¿Usted le aviso de lo que paso con Nadia?

-No… solo le dije que iba a volver porque Nadia no me contestaba y cuando lo quise llamar me dio apagado… cuando trabajamos no somos de darle mucha importancia a los celulares

-Ella tiene novio ¿no?

Antes de que me respondiera, Genaro me llamo al patio. Salí y me acerque al árbol, ya habían descolgado su cuerpo

-Mira… Hernández tenía razón

-Tiene moretones por todos lados… no parece su cara

No tenía palabras, no era la niña dulce y tímida que conocía, solo era un cuerpo morado, hinchado, con sangre seca en algunas de las partes del mismo

– ¿Quién habrá sido?

-Alguien sin experiencia seguramente

– ¿Cómo estas tan seguro Genaro?

– ¿Un asesino experimentado colgaría un cuerpo evidentemente maltratado para simular un suicidio? Ni en el documental policial más berreta se animarían a tanto

-Bueno… parece que había rabia en quien lo hizo… Disculpé Sanz- me dirigí al forense- ¿En cuanto tiempo estarán los resultados de la autopsia?

-Tal vez en 48hs- me respondió mientras cerraba la bolsa que contenía el cadáver- Trataremos de iniciarla lo más rápido posible

-Hay algo que me parece raro en todo esto

– ¿Qué Genaro?

En ese momento vimos el reflejo de las luces de un vehículo, por lo que nos dimos cuenta de que Raúl había regresado. Ambos nos dirigimos al interior de la casa, el suicidio ya había sido descartado, por lo que era momento de comenzar a eliminar posibles sospechosos

Parte 4: El interrogatorio

Su cara no transmitía ningún tipo de sentimientos… ni siquiera se sorprendió cuando ella le dijo que Nadia estaba muerta, solo la abrazo y, mientras ella volvió a caer en esos gritos desgarradores, él se quedo mirando un punto fijo, como si su mente se hubiese ido

Genaro y yo los observábamos desde la puerta del patio, ambos nos dimos cuenta de que el ambiente estaba raro. Él me miro y me dio la señal

-Señores- me acerque- Necesito que nos acompañen a la estación de policía, en este momento están en camino los peritos que van a examinar su casa mientras nosotros hablamos con ustedes

Se mostraron un poco sorprendidos, pero ninguno puso excusas para acompañarnos. Yo no podía apartar la mirada de Raúl, quien se acomodaba los lentes con una mano y con la otra el bigote, siempre mirando la nada, pensando

-Si lo seguís mirando se va a dar cuenta- me susurro

-Perdón, pero…

-Sí, yo también pienso igual, pero en la estación vamos a ver, no te apures

Cuando Sandra volvió con su campera, todos salimos de la casa. Nos subimos al auto y, por el espejo retrovisor, los vimos subir a su Chevrolet Chevy coupé negro mate con vidrios polarizaos (el señor Raúl era amante de los autos clásicos con un toque de modernismo). Comenzaron a seguirnos, los vidrios polarizados impedían que pudiésemos verlos ¿Aprovecharían esto para pactar una coartada?

Al llegar, les dijimos que íbamos a hablar con ellos por separado, los ojos de la señora Ponce de León me dejaron ver que no le agrado mucho la idea. Los llevamos a diferentes habitaciones al mismo tiempo, como yo había hablado con Sandra en la casa, Genaro decidido interrogarla

Cuando entre a la sala, Raúl estaba sentado, su mirada perturbaría hasta al mas insensible, sus ojos no transmitían vida, muchos menos sentimientos

– ¿Está todo bien señor?

-Si… solo que todavía no lo creo

– ¿Sabe usted de algún problema que pudo haber tenido Nadia? O ¿Alguien que quisiera lastimarla?

-Él único que se me viene a la cabeza es ese noviecito que tenía, es repugnante

– ¿Por qué dice eso?

-Es un pendejo… Tiene 16 años nada más, no sabe ni limpiarse el culo y la busco a ella, una chica tan pura e inocente

– ¿Puede ser un poco más específico?

-Nadia era una nena, no estaba lista para un novio, yo tuve esa edad y se lo que buscan los pendejos como Marcos… pensé que la iba a usar un tiempo y se iba a cansar, nunca me imaginé esto

Sus respuestas no eran concretas, no sabía si quería distraerme o realmente pensaba lo que decía. Estuvimos alrededor de 4hs hablando con ellos y lo único que pudimos sacar fue que, ambos, apuntaron a Marcos como el asesino, el resto de las horas solo fueron llantos de ellas y silencios de él

-Se van a tener que quedar en un departamento mientras se realizan las pericias en su casa

-Muchas gracias Julieta- se me acercó- Por favor, habla con tu hermana, ellas eran muy unidas, estoy segura de que sabe mucho más que nosotros- tomo mi mano

Sus ojos estaban hinchados de tanto llorar, pero su mirada no me transmitió tristeza, si no miedo… sentí que sus ojos me pedían ayuda, pero no hice nada. Ellos se retiraron y nosotros nos sentamos en mi oficina

– ¿Algo relevante? – me pregunto

-Sacando lo de Marcos, no

– ¿Cuál fue su coartada?

-Que estuvo en la juguetería desde las 15hs hasta las 21hs

-Ella dijo lo mismo que en su casa, sus coartadas son similares, quizás demasiado

-Y si los dos trabajan juntos, así debería ser- me saque los lentes- Genaro, vos me dijiste que había algo que no te cuadraba…

-Si, la reacción de ella- se prendió un cigarrillo- Demasiado llanto y gritos, por momentos me pareció actuado

-Pero es la madre Genaro, creo que todos reaccionaríamos así…

-Que los sentimientos por esa familia no te obnubilen la lógica Julieta…

Me quede en silencio por un momento

-Tenemos que hablar con Marcos, con Vanina… ¿Para cuando van a estar las pericias?

-Seguramente que para mañana a la mañana

-Supongo que no va a quedar otra que esperar- mire el reloj, faltaban 6 horas para que mi turno finalizara, pero en este momento, no estaba segura de poder regresar a casa

Parte 5: Las primeras pistas

El reloj marcó las 7am, normalmente suelo culminar mi turno a esta hora, pero esta mañana es diferente, los peritos terminaron de revisar la casa y encontraron «un par de cosas interesantes», según las propias palabras de Ivana.

– ¿Qué irán a traer? – pregunte ansiosa

-No se nena, a esta hora solo tengo una neurona funcionando y ya está buscando apagarse – me respondió bostezando

Sonreí, de hecho, fue la primera risa de la noche, no podía sacarme la imagen de Nadia en el árbol, tan chiquita y terminar así… en mi mente solo había una pregunta «¿Quién habrá sido el o la hija de puta que le hizo esto?»

Comencé a escuchar una voz que se acercaba por el pasillo. Ivana entro a la oficina y puso sobre mi escritorio 3 bolsas de papel

– ¿Qué hay ahí? – pregunte sin siquiera saludarla

Genaro, quien se estaba durmiendo en la silla, se levantó y buscó unos guantes en el cajón del escritorio. Tomó la primera bolsa y saco otra bolsa, mas pequeña, que contenía un hisopo con sangre

-Esto fue extraído del marco de la puerta de la habitación de la niña, es la única gota visible que encontramos en toda la casa, aunque cuando aplicamos el luminol… – saco un sobre de su bolsillo

-Uff- fue la única expresión que me salió al ver las fotos- Esta chica sangro por toda la habitación

-Así es, pero tuvieron el tiempo suficiente para limpiar todo

– ¿Vos sentiste olor a productos de limpieza cuando entramos? – pregunto Gena

-No, bueno, no subimos a la segunda planta

– Pero ¿Cuánto tiempo tenes que tener para matar alguien, colgarlo y limpiar? Según la madre, a las 17hs hablo con ella por última vez y a las 20:45hs llamo a la estación

-Mucho, salvo que haya sido mas de una persona o…

-O Sandra miente- respondió abriendo la segunda bolsa, de la cual saco un celular- Esta todo mojado- dijo observándolo detenidamente- ¿Dónde estaba?

-En el inodoro

– ¿Es joda no?

-No señor Gómez, Alanís lo encontró, pero obviamente no funciona

– ¿Es de ella? – pregunte

-No tenemos forma de saber eso todavía

Abrió la tercera bolsa y saco una especie de cuaderno

-Parece un diario íntimo- respondí acercándome

-Estaba abierto, en la cama de la chica, creemos que pudo haber estado escribiendo cuando la atacaron

No tiene ni una mancha de sangre

Pensé. Genaro volvió a guardar los objetos en sus bolsas

– ¿Cuánto van a tardar en examinar la sangre y el celular? – pregunto

-Obtener el ADN puede tardarnos tres meses, mínimo

– ¡¿TRES MESES?!- Me sorprendí – ¿Por qué tanto tiempo?

-Hay demasiadas muestras que analizar… este año no ha sido el mas favorable en numero de homicidios- Respondió Ivana tomando dos de las bolsas

-Bueno Julieta, creo que mientras esperamos los resultados de la autopsia y de estas pruebas, vamos a tener que enfocarnos en las últimas horas de la chica, toma- me dio la tercera bolsa- Fíjate que podés sacar en limpio de acá

Con mis guantes ya puestos, saqué el cuaderno y lo miré por encima, era rojo, similar a uno que usan los niños en las escuelas primarias, todo lo contrario a un clásico diario íntimo de niñas o adolescentes

-Voy a tratar de empezar lo más rápido que pueda, pero ahora me tengo que ir, mi mamá esta por ir a buscar a María

Tome mis cosas, salude a mis colegas y me dirigí al auto para regresar a casa

Parte 6: Julieta

Entre a casa. Él estaba sentado en el living, tomando su café, como todas las mañanas antes de irse a su trabajo. Era contador de Lokette, una empresa de muebles la ciudad

-Hola- digo mientras dejo mi cartera y abrigo en el sofá

No obtengo respuesta, solo una mirada en señal de «te vi»

– ¿Todo bien? – insisto como buena tonta

-Si- se levantó, tomo sus cosas y antes de salir pude oír un suave «chau», ni siquiera me dio tiempo de decir una palabra sobre Nadia

-Nos vemos- susurre un poco frustrada

Esta situación se había vuelto normal en las ultimas semanas, pero no siempre fue así, de hecho, cuando nuestros turnos nos desencontraban, buscábamos la forma de compartir esos valiosos minutos que teníamos antes de que él se fuera y volviera cuando yo ya estaba en la estación, lamentablemente, eso hoy se veía como un recuerdo lejano

Tomé una taza para prepararme un té, solo faltaban unos minutos para que el reloj de María sonara. A pesar de mi cansancio, siempre la llevaba al jardín, no podía perderme ese pequeño pero indescriptible tiempo con mi princesa.

La puerta del patio se abrió sigilosamente

– ¡HIJA! – gritó en voz baja mamá- ¿Te enteraste lo que le paso a Nadia?

Mamá venía a ayudarme con María para que yo pudiese descansar

-Mamá- voltee y la mire mientras revolvía mi te- Yo tengo su caso, ¿Cómo sabes lo que paso?

Quedo perpleja, sus ojos se abrieron cuan paraguas bajo la lluvia

– Entonces… ¿vos la viste? – ignoro totalmente mi pregunta

Asentí mientras daba el primer sorbo

-Chiquita- acaricio mi cara- Todavía no le dije nada a tu hermana, no quería despertarla con semejante noticia

-Mejor, a la tarde voy a ir a hablar con ella, asique si podes hacerme el favor de quedarte con María- ella asintió- Gracias… espero que no reaccione tan mal

– ¡Pobrecita! – dejo sus cosas en la mesada la cocina- Yo le dije a Sandra… «esa nena es muy chica todavía para tener novio Sandra…”

-Mamá… – la interrumpí- Estuve pensando en ella toda la noche, necesito un minuto para aclarar mi mente

-Tenes razón, perdón… Mejor voy a levantar a la nena

-Gracias- sonreí

Mamá no era mala persona, pero tenia un pensamiento un tanto retrogrado para mi gusto. Se que paso muchas cosas cuando fue joven, y lamentablemente mis abuelos no fueron los mas comprensivos en ciertos temas

– ¡Hola mi amor! – mis ojos se iluminaron al verla entrar en los brazos de mi mamá. Es imposible no derretirse al escucharla decir «mami»
con su dulce voz

La abrace y le di su desayuno. Amaba los cereales con leche, siempre decía que le daba toda la energía que necesitaba para jugar en el jardín. Mientras comía en el living, yo la observaba desde la cocina, con mi te aun en mano

– ¿Cómo siguen las cosas con el otro? – me preguntaba mama mientras se preparaba un café

-Mal- deje la taza en la mesada- De hecho, estoy pensando en separarme

– ¡¿Vos estas loca?! – casi tiró su desayuno -No no no de ninguna manera, pensa en la nena, ¿Qué va a decir la gente?

-Es mi vida, no de la gente

-Pero ¿Qué hay de la nena? ¿Qué ejemplo le estas dando? Tenes que pensar en su salud mental

-Claro, porque es mejor para su salud mental vernos juntos e infelices que vernos separados pero bien

-Te dije que tenes que hacer un esfuerzo para no perderlo Julieta

– ¿Esfuerzo? – Comencé a irritarme- Vos y yo sabemos que él me está cagando y ¿me pedís un esfuerzo a mí? Me canse de hacer como que no pasa nada mientras él pasa de mujer en mujer

-En algo le estas errando hija, si no el no buscaría en otro lado

Simplemente no quise responder, salí de la cocina en dirección al dormitorio de María para buscar su uniforme. No voy a negar que quería gritarle un par de cosas a mi madre, pero sabía que era en vano, además, ella cuidaba a mi hija mientras yo no podía, por lo que debía conservar los buenos términos

Me despedí de mi niña con un beso y un hermoso abrazo, mientras la veía correr hacia la entrada de la escuela llegué a decirle que su abuela iba a retirarla al mediodía, mientras, yo reponía fuerzas para la guardia de la noche

Regrese a casa, mamá acomodaba la cocina por lo que solo pase a avisarle que me iba a descansar

-Anda tranquila, yo te aviso cuando traiga a la nena- me dijo dulcemente

Entré a la habitación, dejé todas mis cosas sobre la cama y vi la bolsa de papel sobresaliendo de mi bolso… se suponía que iba a dormir de inmediato, pero no pude aguantarme. Tomé mis guantes, puse el cuaderno sobre el escritorio y con una mini pinza, abrí la tapa

15 de enero de 2013

Querido diario….

Parte 7: Querido diario…

15 de enero de 2013

Querido diario…

Hoy decidí empezar a escribir mi diario intimo (leí en internet que es una forma de expresarse y ser uno mismo, cosa que estaría necesitando mucho) no se cuanto pueda durar ni si voy a escribir todos los días o cuando se me dé la gana… Solo voy a dejarlo fluir

En casa todo igual (¿Qué va a pasar de interesante acá?) lo único bueno de este lugar es Ariel ¡y ni siquiera habla bien! Pero al menos me hace reír con sus pequeñas frases y corridas por la casa. Mama y Raúl, como todos los años están armando las valijas para irnos de vacaciones, ¿A dónde? A Mar del Plata (que raro…) habiendo tantos otros lugares hermosos, siempre caemos ahí (se se ya se que parezco una desagradecida, pero no sé, me gustaría que tomaran mas en cuenta mis ideas… bueno, hay cosas que nunca cambian…) demasiado por hoy, nos vemos más tarde diario

Tengo un anotador al lado para escribir cada cosa que me parezca interesante y la única frase que se queda en mi es «me gustaría que tomaran mas en cuenta mis ideas» siento una sensación de desamparo al releer esa parte. Una parte de mi cerebro quiere apagarse y dormir, pero la otra siente curiosidad, necesito saber que dice la página siguiente

25 de enero de 2013 Mar del Plata

Querido diario…

¡Cuánto me alegro de haberte traído conmigo! Realmente no se que seria de mi sin tu presencia aquí haciéndome compañía. Acabado de discutir con mamá ¿Por qué? Por Marcos (raro seria discutir por otra cosa) parece que les molesta hasta que me llame… ósea, soy su novia ¡es obvio que va a llamarme! Pero Raúl no parece entender eso… el me caía bien hasta que cumplí los 13 años y me di cuenta de que no es el ser tierno y buena persona con la que me crie, solo voy a decir que es un hijo de mil… (¡Basta Nadia! No necesitas gastar reglones explicando porque se rompió tu relación con ese bastardo repulsivo) y mi madre, como una buena perrita faldera, lo sigue en todo y le da la razón aun cuando no la tiene, si solo supiera… en fin, a veces me da lástima… sé que su actitud (mas allá de que realmente lo ama) es por todo lo que hizo por ella, ósea, la saco del pozo depresivo y económico en el que la dejo el hijo de puta de mi «progenitor» cuando despareció) pero eso no justifica que haya que aguantar ciertas cosas… En fin… no pienso hacerles caso, esta noche cuando se duerman, voy a llamarlo, les guste o no, no pienso quedarme con el «agradece que te deje tener novio, no te imaginas la vergüenza que me da cuando me preguntan por eso las vecinas» que mi madre soltó antes de irse a duchar… Dios, basta… solo espero que estas «vacaciones» terminen pronto

-Ay Nadia…- me reclino en mi silla, refregando mis ojos- Si solo hubieses gastado esos reglones…

Sabía que quizás más adelante podría haber descripto el por qué se quebró su relación con Raúl, pero, por el momento, no quería adelantar páginas y perder información importante

Raúl jamás menciono llevarse mal con Nadia, de hecho, hablo bien de ella, como si fuese su propia hija, pero acá la historia parece ser otra y, casi sin darnos cuenta, ya tenemos el primer sospechoso

Puedo sentir mis ojos hinchados por el cansancio. Como por arte de inercia, mi cuerpo se levanta de la silla para estrellarse en mi cama

……………………………………………………………………………………………………………….

El sonido del celular me despertó. Como pude, lo tomé y atendí

– ¿Hola?

– ¿Todavía estas durmiendo nena?- dijo riendo

– ¿Quién habla?

-Ay nena, ¿me vas a decir que no reconoces mi voz?

– ¿Genaro?

– Me imagino que no te tomaste nada para dormir ¿no?

-No, yo duermo así de profundo

-Te llamo por algo que no vas a poder creer

– ¿Qué paso? -pregunto asustada

-Si estas sentada, acóstate porque si no…

-Por Dios Genaro ¿Qué paso?

-La nena estaba de novia con un tal Marcos ¿no?

-Si- respondo ansiosa

-Bueno, al mediodía, cuando desperté, me tomé el atrevimiento de intentar rastrear a este chico y…

– ¡GENARO! Me estas matando con el prologo

-Resulta que esta mañana, después de que salimos de nuestros turnos, apareció la madre de este chico a denunciar su desaparición

– ¿¡QUEE!? – no pude evitar sentarme de golpe

-Según la madre, lo ultimo que supo del hijo es que iba a ir a la casa de Nadia a «tratar de arreglar las cosas»
pero no tiene ni idea a que se refirió con eso… intento llamarlo pero su celular esta apagado… – hablaba sin obtener mi respuesta – ¿Julieta?

Parte 8: Sospechoso

Escuchaba la voz de Genaro a través del teléfono pero no podía responderle, simplemente las palabras no salían de mi boca

– ¡CONTESTAME CARAJO!

-Perdooon – comencé a escupir las palabras- pero todavía no procese lo que me acabas de decir

-Ay nena, no me gusta gritarte, pero no soporto que la gente no me responda cuando le hablo, disculpa el exabrupto

-No te preocupes, esta noche hablaremos de esto en nuestra guardia, mientras, vos manteneme al tanto de cualquier información que recibas, yo voy a ir a la casa de mi madre a hablar con mi hermana

-Espera… ¿Cómo están las cosas con el quetejedi?

-Igual que ayer, igual que las últimas semanas…

-Ufff, sabes lo que pienso, pero si necesitas algo, no dudes en llamarme

-Muchas gracias Gena… nos vemos esta noche- colgué el teléfono

Genaro era como el padre que nunca tuve (en realidad, si tenía un padre, pero no supe nada de él en unos 30 años… él se enamoró de otra persona y decidió olvidarse de su familia… si, decidió dejar a su hija de 8 años por una mujer) hacía 10 años que hacíamos guardia juntos. Él estuvo en muchos momentos claves de mi vida, sin mencionar que es el padrino de María.

Me levanté y revisé la hora

Las 14hs… que raro que mamá no me despertó para el almuerzo

Me puse mis pantuflas y antes de dirigirme a la puerta, lo vi. La curiosidad era muy tentadora, quería sentarme y leer ese diario completo, pero sabía que tenía otras cosas que hacer

– ¡Hija! – mamá volteo, estaba lavando los platos

– ¿Por qué no me despertaste? – me senté al frente de la mesada

-Estabas durmiendo tan tranquila, que decidí dejarte un ratito más… en el horno te dejé la comida

Me incline, abrí la puerta y sonreí

-Déjame adivinar ¿alguien quiso comer hamburguesas hoy?

-Así es… tu hija es muy insistente cuando quiere- rio- Eso lo saco de vos, estoy segura

– ¿Está durmiendo?

-Sí, cayó redonda después de comer

Almorcé un poco rápido y regresé a mi cuarto a cambiarme, necesitaba hablar con Vanina

-Mamá- tomé las llaves del auto- Voy a tu casa a hablar con la reina Isabel

-Solo trata de no hacerla enojar- sonrió mientras me veía salir

-No hace falta mucho para eso- cerré la puerta y me dirigí a mi destino

……………………………………………………………………………………………………………….

– ¿Nunca vas a limpiar tu habitación?

-Si viniste a criticarme, allá esta la puerta- me respondió sin levantar la vista de su celular

-Siempre tan cálida mi hermana- ella hizo una mueca- Voy a ser breve porque no tengo mucho tiempo

-Gracias al cielo por eso

-Nadia…

Apenas dije su nombre, su mirada se dirigió a mí, parecía inquieta, como sabiendo lo que estaba a punto de decirle. Respiré profundo, sabía que no era la mejor manera, pero era la única que encontré en ese momento

-Está muerta…

Su teléfono voló a un costado de la cama mientras ella se sentó abruptamente

– ¿Quién la mato? – fueron las primeras palabras que pronuncio

– ¿Cómo? – su respuesta me dejó helada- Yo no dije que la habían matado…

-Bueno… – se puso aun mas nerviosa- si hubiese tenido un accidente me hubieses dicho «Nadia tuvo un accidente» lo mismo si se hubiese suicidado

-Vanina- el sonido de mi voz se ponía más serio- ¿Qué sabes?

-Nada

-Vanina…

– ¡TE DIJE QUE NO SE NADA JULIETA! ¿POR QUÉ NUNCA ME CREES NADA?

– ¡Porque una persona normal estaría llorando por su mejor amiga y no a la defensiva! Sin mencionar la respuesta que me diste

Se levantó y se dirigió a la sala, obviamente yo la seguí

-Vanina por favor- intentaba calmarme- Necesito que me digas todo lo que sepas, estamos hablando de Nadia

Ella se detuvo delante de la chimenea de la sala y cuando volteó, pude ver lágrimas en sus ojos

-Te dije que no se nada Julieta y no quiero hablar más con vos

-Vanina…

– ¡NO QUIERO HABLAR JULIETA! ¡¿QUÉ PARTE NO ENTENDES?!

Se acercó a mí de manera violenta y comenzó a empujarme en dirección de la puerta de entrada. Traté de calmarla, pero ella solo repetía «ándate»

Nuestra discusión terminó cuando ella cerró la puerta en mi cara y le puso llave

No voy a negar que tenía miedo, algo en mi pecho me decía que, de una u otra forma, mi hermana esta involucrada en todo esto

Parte 9: Marcos

– ¡JULIETA! – me gritó- ¿me estas escuchando?

-Si mamá, solo estoy un poco estresada

No le había comentado a mi madre lo que había pasado con Vanina, no solo no quería preocuparla, si no que no debía olvidarme que esta era una investigación, por ende, todo tenía que mantenerse lo mas secreto posible, al menos hasta que estuviesen los resultados

– ¿Mami? – esa vocecita que tanto amo

– ¿Si, mi amor? -La miré. Se veía tan hermosa dibujando en su cuaderno del jardín

– ¿Podemos ir a la placita?

-No hija, son las 18hs- señalé el reloj- Mamá tiene que entrar a trabajar a las 19hs, pero te prometo que, en mi día libre, te voy a llevar a donde quieras

Ella sonríe y vuelve a su mundo. Odiaba decirle que no, me hubiese encantado estar las 24hs del día a su lado, sabía que su papá no le prestaba la atención que necesitaba, pero lamentablemente, tenía que poner la comida en la mesa

– ¿A qué hora tiene que volver Jorge?

-Depende- tomé un sorbo de café- Si no tiene que ir a ver Xiomara, a las 19:30hs

Mi madre me lanzó una mirada fatal, por suerte, María estaba lo suficientemente entretenida como para no escucharme, todavía no superaba el hecho de que mi marido me estaba engañando y menos con alguien que fue tan cercano para los dos

-Tenes que encontrar la forma de arreglar las cosas con él

Sin decir nada, me levanté y me dirigí a mi habitación, ni siquiera se me cruzaba la posibilidad de discutir este tema con mi madre y menos delante de mi hija

Luego de una relajante ducha, estaba lista para ir a mi trabajo

-No hagas renegar a la abuela- la abracé fuerte, como cada noche

-No mami, te amo- me dio un beso que me desarmó

-Yo también te amo mi princesa hermosa

……………………………………………………………………………………………………………….

Entré a la estación sin saludar a nadie. Estaba tan perdida en mis pensamientos que pasé al lado de Catalina, sin siquiera mirarla. Me senté en mi escritorio y puse el diario sobre él

-Buenas noches, ¿Cómo estuvo tu día? El mío bien, gracias… – entró

-Genaro, buenas noches, disculpa, estoy en otra

-Veo, la caripela que tenes me dice que no fue un buen día

Le di una mirada triste y no pude evitar que mis ojos se nublaran por un instante, él se sentó frente mío y tomó mi mano

-Sabes que podes contar conmigo…

Respiré profundo y asentí

-A la tarde fui a hablar con Vanina y… -mi voz se quebró- Ella… dios ni siquiera puedo decirlo- las lagrimas bajaban por mis mejillas- Creo que ella tiene algo que ver en esto…

Sus ojos mostraron sorpresa, aunque su cara no se inmuto, solo yo pude reconocerlo, no en vano nos conocemos tanto

– ¿Por qué decís eso?

-Cuando le conté, lo primero que dijo fue «¿Quién la mato?» y… – me seque las lágrimas- Ni siquiera lloro, solo se enojo y me saco de la casa

Genaro ya no ocultaba su sorpresa. Bajó la mirada hacia el escritorio

-Bueno- se aclaró la garganta- No podemos adelantarnos a nada, tenemos que esperar los resultados

-Pero…

-Aparte, los adolescentes son imposibles de descifrar- se reclino- Nunca debes esperar una reacción lógica porque… siempre te sorprenden

No respondí porque quería concentrarme en la investigación. Como si comprendiera lo que sentía, Genaro se puso sus guantes y tomo el diario

– ¿Leíste algo?

-Las primeras dos paginas y saque un par de cosas importantes…

– ¿Sí? – lo abrió y fue hasta la tercera página- ¿Qué cosas?

-Corrobore que a los padres no les gustaba Marcos y que la relación con Raúl no era buena, para nada…

Levanto sus ojos, mirándome y suspiro

-Bueno… vamos a ver que más tiene pare decirnos

10 de marzo de 2013

Querido diario

Marcos es… Dios, ni siquiera puedo describirlo. Puede pasar de ser el chico más romántico, hermoso e increíblemente atento, a ser la persona mas celosa, toxica y violenta con la que te podrías haber cruzado. ¡TODO LE MOLESTA! Mis amigos, mi familia, mi ropa… yo

El otro día realmente me asusto. Cuando salí del baño, lo vi revisando mi celular (obviamente me enoje y le gite, mi peor error) Se levanto cegado, sus ojos no parecían los suyos, tiro mi celular al piso y se acercó.

«¿Quién es Daniel?”

Trate de explicarle que es mi mejor amigo de toda la vida, que tiene novia y todo, pero nada lo calmo… Me arrincono contra la pared y golpeando al lado de mi cara me dijo

«Cuidado con lo que haces»

Después se fue… Todavía no caigo, hacia mucho no lo veía así por nada, sinceramente a veces le tengo miedo, pero lo amo… lo amo, aunque siento que no lo conozco

Ambos nos miramos, definitivamente había mucho que investigar en esta muerte. Antes de que pudiésemos decir una palabra, Catalina entró a la oficina

-Disculpen, pero hay alguien que quiere hablar con ustedes

Salimos del cuarto y me quedé inmóvil al ver sus ojos verdes encontrándose con los míos. Miré a Genaro y también estaba boquiabierto

-Marcos…

Parte 10 ¿Inocente?

Se levantó bruscamente de su asiento y corrió hacia nosotros hasta caer de rodillas en mis pies

– ¡Les juro que yo no fui! – repetía desesperado – ¡Jamás le haría daño! Yo… ¡YO LA AMABA!

Genaro lo tomo del brazo y con toda la paciencia del mundo, lo ayudo a levantarse

-Bueno… bueno cálmate, pasa- abrió la puerta de la sala de interrogatorios- Sentate ahí, ahora vamos a hablar

Marcos entró, se sentó y apoyó su cara sobre la mesa mientras intentaba no llorar

-Entra conmigo- le digo

– ¿Le tenes miedo? – me pregunta sorprendido

-No… pero lo que acabo de leer en el diario de Nadia no me da una buena referencia sobre él

Genaro le hizo seña a Catalina para que encienda la cámara de la sala

No sentamos frente a él, nos miró y suspiro

-Nunca pensé que iba a estar en este lugar y menos hablando de ella- comenzó- Era… era tan dulce, no merecía terminar así

– ¿Dónde estuviste el día en el que la encontraron muerta? – comencé

– Fui a su casa- nos sorprendió – Creo que eran las 16 o 16:30, no lo recuerdo bien- secaba sus lágrimas- Necesitaba hablar con ella, pero nadie me abrió la puerta, supuse que no estaba, entonces me fui

– ¿La llamaste a su celular? – continuo Genaro

-Muchas veces señor, pero no me respondió ninguna…

-Tu mamá hizo la denuncia porque no podían encontrarte… ¿Y tu celular?

-Me lo robaron… -Levanté una ceja

– Si ya se – levantó sus manos- Suena falso, pero les juro que es verdad

– ¿Y cómo podrías probarnos que no estas mintiendo? – puso sus manos sobre el escritorio

-Me robaron en la esquina de Burger Fon, creo que el local tiene una cámara, pueden pedir el video

Ambos nos miramos

-Que oportuno lugar para un robo – dijo Genaro anotando

– ¿Cómo era tu relación con Nadia?

-Intermitente- apretó sus puños- Yo… yo puedo ser un imbécil a veces, suelo ser un poco celoso y a veces… a veces se me salen de control las cosas

– ¿Lo suficiente como para matarla?

– ¡NO! – Abrió grandes sus ojos- Puedo ser una persona difícil pero no soy un psicópata

-Todavía no me respondiste hijo, ¿Dónde estuviste el día en que la encontraron?

-En casa por la mañana… discutí con ella por WhatsApp y decidí ir a su casa- se aclaro la garganta- y Como le dije no estaba, entonces me fui a la casa de mi viejo y en el camino me asaltaron

– ¿Y tu papá no pudo avisarle a tu mamá que estabas allá?

-Ellos no se hablan… Por eso no le dije que iba a su casa, porque sabía que se iba a enojar, no quiere que tenga mucho contacto con él

Un brillo en sus ojos surgió al referirse a la turbulenta relación de sus padres

-Entonces decidiste venir acá…

-Me entere por Gary, mi mejor amigo, lo que paso con Nadia y vine

– ¿Y cómo se enteró Gary? – pregunté

-No… no sé, ni siquiera le pregunté, apenas me lo dijo, vine corriendo

Genaro se levanto y salió, yo lo seguí

– ¿Qué te parece? – me preguntó

-No se… parece que está afectado, pero…

-Pero tiene un porque para todo, hasta para el robo del celular- se prendió un cigarro

-No te voy a negar que es sospechoso, pero no tenemos motivos para retenerlo

-No, le voy a decir que puede irse- dio una bocanada- Pero lo vamos a tener vigilado

Asentí mientras Genaro volvía a ingresar a la sala

No va a ser fácil corroborar su coartada… No es muy sólida, hay demasiados huecos que llenar y pocas personas que pueden validarla…

En ese momento levanté la vista y vi a Ivana acercándose con un sobre en sus manos

-Buenas noches Ivana

-Buenas noches Julieta, tengo novedades

– ¿Qué hay en el sobre?

-Las pericias del teléfono de Nadia- me lo entrego- No te imaginas lo que descubrimos…

Parte 11: Los mensajes

– ¡COMO MIERDA NO LO LEI ANTES!

-Calmáte Julieta, no teníamos forma de saber

-Con razón Vanina estaba nerviosa… ¡QUE HIJA DE MIL…!

-Ey, ey, ey- levantó un dedo- Cálmate, enserio, que te va a hacer mal

– ¿Cómo esperas que me calme con lo que acabo de leer? – me senté- Si lo hubiese leído antes de dejar ir a Marcos…

-Repito, no teníamos forma de saber de esos mensajes

Mis piernas temblaban, mis manos sudaban, sentía que estaba a punto del colapso

– ¡QUE PENDEJA ESTUPIDA! – grite mientras volvía a caminar de un lado hacia el otro del salón

-Disculpen- se asomo Catalina- Pero tengo un señor que vino a denunciar un robo y sus gritos no me dejan concentrar…

– Perdón, pero yo no estoy gritando – levantó sus manos

-No… Disculpa Catalina, estoy algo impactada con la evidencia

-Tomate un te de tilo nena, lo necesitas- me dio una palmada en el hombro y se acerco a la puerta- Vamos, yo te ayudo con la denuncia

Volví a sentarme. Sabía que no debía volver a leer las fotocopias con los chats, pero no podía contenerme

Todavía no logro entender como pudieron recuperar esto… yo ni en un millón de años lo hubiera logrado

Nadia: Hola Vani, ¿Cómo estás? Quería hacerte una pregunta…

Vanina: Hola gorda, sisi decime

N: me llego un mensaje, de un numero anónimo, que decía que vos y Marcos se estaban viendo…

V: ¿Y?

N: Y quería preguntarte qué onda… ósea, no entiendo porque me llego eso

V: ¿Vos me estás hablando enserio Nadia? ¿Realmente pensas que puedo meterme con Marcos?

-No sabe mentir… por lo menos no a mi- pongo mis manos sobre mi cabeza

Vanina… ¿Qué mierda hiciste?

N: No dije eso Vanina, mejor déjalo así, hace de cuenta que no te dije nada

V: Na que déjalo así, sos cualquiera si pensas que soy capaz de eso

N: Perdón, no quería hacerte sentir mal

V: Andate a la mierda

N: Perdón gorda, enserio

N: Eu, perdón, de verdad

N: ¿Vanina?

Encima tuvo la caradurez de bloquearla- me levanté y comencé a caminar- Dios, me vas a matar de un infarto

– ¿Seguís martirizándote con esos mensajes? – pregunto Genaro ingresando nuevamente a la oficina

-Me estoy volviendo loca Genaro… Es mi hermanita ¿entendes?

-Si, te entiendo, pero también entiendo que esto es una investigación y no podemos adelantarnos a nada- tomó asiento

-No se como lo haces, de verdad- vuelvo a sentarme y me prendo un cigarrillo- Y eso que todavía no imprimieron los mensajes de Marcos y los últimos de Vanina

-Preparate para algo peor entonces- bromeo

En otro momento me hubiese reído, pero estaba demasiado enojada como para pensar en eso

Miro el reloj, las 06:50hs me dicen que en 10 minutos puedo irme, esta vez Vanina me va a escuchar

Parte 12: Perdón…

Salí de la estación, subí a mi auto y me dirigí a su casa. Luego de convencer al imbécil de mi marido que se quedara un rato mas con maría, llame a mi madre para decirle que saliera lo más rápido posible, necesitaba hablar con Vanina a solas

Cuando llegue a la entrada note que estaba sola, pues el auto de mi madre no se encontraba estacionado allí. Entré sin hacer ruido, sabía que si ella me escuchaba iba a tratar de echarme nuevamente. Miré el reloj de la sala, 07:15hs, sabía que se preparaba para ir a la escuela, por lo que me dirigí a su cuarto. Su puerta entreabierta me dejo asomarme y verla sentada en la cama, de espaldas a mi

-Jurame que no tenes nada que ver- escuche- No… no estoy desconfiando de vos, pero sabemos que el resto si y, si soy sincera, yo también lo haría si no te conociera

Intentaba controlarme para no patear la puerta y tomarla de los pelos, sabia con quién estaba hablando

-Bueno, bueno calmate amor… mira, sabes que estoy con vos… Yo también te extraño, pero no pueden vernos juntos- suspiro- Si tan solo Nadia hubiese intentado comprendernos…

Sin que ella notara mi presencia, entre y tome su celular, su falta de reacción me dejo en claro que realmente la tome por sorpresa

-Espero que te presentes a la estación voluntariamente o no tendré ningún problema en mandar un móvil a buscarte Marcos- le dije- Veo que hay muchas cosas que no nos contaste la otra noche

Corte y la mire, sus ojos mostraban un miedo que hacia mucho no veía. En mi mente le di diez cachetadas seguidas, pero sabía que, si le levantaba la mano, seria el comienzo y el fin de nuestra charla, si algo me enseño la crianza de mi madre es que a los golpes nunca llegamos a ningún lado

– ¿En qué te metiste Vanina?

-Te juro que no quería Julieta- sus ojos se empañaron- Solo paso

– ¿Sos consciente de la gravedad de esto?

-Yo no tengo nada que ver con su muerte, por favor créeme- lagrimas comenzaron a caer

– ¿Sabes quién la mato?

-No… no se nada, y creo que Marcos tampoco sabe nada

Por alguna razón le creí, por lo menos la parte en la que ella no estaba involucrada

-Necesito que colabores Vanina, necesito que me digas todo lo que sabes de ella, estoy segura de que te ha contado muchas cosas personales

Asintió nerviosa

-Bueno… por lo menos hasta hace un mes… cuando… bueno, ya te imaginas- bajo la mirada

Mi rabia volvió a ocupar mi ser. Me senté en la cama intentando comprender todo lo que había pasado. Yo, mas que nadie, sabia lo que se sentía ser traicionada por su mejor amiga, de hecho, Vanina había sido quien mas me sostuvo en ese tiempo ¿y ahora?

– ¿Qué te paso? – susurre

Ella solo me miro unos segundos sin lograr responderme

-Me-me tengo que ir o voy a llegar tarde a la escuela- bajo la mirada, entrelazando sus manos

-Esta noche los quiero a los dos en la estación, oficialmente son sospechosos de matar a Nadia

Su mochila quedo entre su brazo y hombro, sus ojos celestes se pusieron negros, dilatados completamente, su boca a medio abrir dejaba ver sus brackets, hasta su pelo lacio se veía asustado

-Se te va a hacer tarde- le dije señalando la puerta

No me dijo nada, solo camino.

-Vanina- se frenó sin voltear a verme- Convéncelo de que vaya o va a tener problemas más grandes

Lo siguiente que escuche fue la puerta de entrada cerrándose. Lloré, lloré un rato, no tenia idea en lo que podía terminar esto y sinceramente no sabía si quería saberlo

Mi celular comenzó a sonar, secando un par de lágrimas, lo tomé y respondí

-Genaro…

-Julieta ¿estas ocupada?

-Ahora no, ¿paso algo?

-Me acaban de avisar que llegaron los resultados de la autopsia

Parte 13: Los resultados

El café enfriándose sobre el escritorio, mis ojos fijos en él, mi mente en algún lugar lejano. El sueño me estaba consumiendo y, por la cara de Genaro, note que a él le pasaba lo mismo

– ¿No es muy temprano para un Spedd?

-Mi cuerpo esta acostumbrado nena- tomo un trago- Y por mi estado mental, creo que podría agregarle un champagne sin ningún problema

Sonreí, estábamos esperando a Sanz, quien aviso que estaba en camino con los resultados de la autopsia

No dejaba de pensar en mi hermana, todavía no entendía, ¿Cómo pudo ser capaz de algo así? Justamente ella que sabía, por mi experiencia, lo que podía causar semejante traición

La puerta se abrió y la cara arrugada de Sanz se asomo

-Acá están- mostro el sobre- Espero que tengan estomago para esto

Nos miramos y asentimos, hoy agradezco que el sueño me haya nublado la mente lo suficiente como para no entender, en ese momento, lo mórbido de este caso

Abrimos el sobre y sacamos las fotos, Genaro las tomo e instantáneamente frunció el ceño ante la primera

-Dios santo… ¿Quién puede hacerle esto a una persona?

Tomé la foto y pude ver su cuerpo completamente desnudo sobre la mesa de la morgue. Su color era violeta azulado, ni siquiera se percibía un rastro del color natural de su piel

-Ese es el resultado de los múltiples golpes que sufrió- comenzó Sanz- Y de la estrangulación claro esta

-Pero… esta muy golpeada- mi voz se quebró

Si bien la habíamos visto cuando la descolgaron, no la habíamos observado detenidamente

-Si y eso no es todo… pudimos detectar agresión sexual

– ¿Acceso carnal?

-Acceso carnal, de igual manera, la causa de muerte fueron los recurrentes golpes en su cabeza

-Dios…- deje las fotos en el escritorio, sentía que iba a vomitar

-Por eso la sangre en el cuarto- me miro- Ahí es donde tiene que haber muerto

-Sigo sin entender como alguien puede hacer todo eso en tan poco tiempo

-He visto cuerpos en un estado similar al de esta niña y su agresor, por lo general suele ser alguien cercano, alguien que les guardaba un profundo rencor

-Bueno, acá hay muchos cercanos como sospechosos- respondí

-También debo decir que ella se defendió y mucho… sus uñas marcan un claro desgaste- señalo en la foto- Y de ahí pudimos extraer una muestra de ADN…

-Déjeme adivinar, va a tardar mínimo 3 meses

-Quizás mas

-Genial- me quede en silencio un minuto hasta que no pude más- ¡MALDITO PAIS PRIMERMUNDISTA DE HOMICIDIOS! – golpee la mesa

-Debo admitir que eso fue muy original- intento calmarme Genaro

-Si me permite- interrumpió- Personalmente creo que hay mas de una persona involucrada… y- se aclaro la garganta- El asesino es un hombre

– ¿Lo dice por el abuso?

-No solo por eso señor, si no por las marcas en el cuello de la niña y la fuerza que se necesito para quebrarle la tráquea, una mujer no podría hacer eso, salvo que su estado físico lo permitiera

-Sinceramente no conozco a ninguna mujer, allegada a ella, que tenga la fuerza de hacer eso

-Creo que vamos a tener que revisar bien a cada uno de los sospechosos Julieta. Quizás un hombre fue quien la mato, pero si hay más de un involucrado…

-Es muy probable que una mujer lo este encubriendo- Respondí con la imagen de la cara de Vanina en mis pensamientos

Parte 14: Xiomara

Llegue a casa pasadas las 10:00AM. Al entrar vi a mi madre tomando un café, como todas las mañanas, en la cocina. Me acerque y la salude, instantáneamente note que algo no estaba bien

– ¿Pasa algo?

-Hija… No sé si te lo tendría que contar, es decir, yo no me tengo que meter en estos temas pero…

-Mamá… ahora me tenes que contar- le respondí con mi cara de pocos amigos potenciada por el cansancio

-Esta mañana entre a la casa sin que Jorge se diera cuenta y lo escuche hablando por teléfono en el living- hizo una larga pausa

– ¿y?

-Y estaba hablando con ella…

– ¿Xiomara? – asintió- ¿Cómo sabes?

-Porque la nombro, es más… no se fue en el auto de él, lo vinieron a buscar y creo que era ella… hija tenes que hacer algo para recuperar a tu marido…- continuo hablando, pero en ese momento mi mente bloqueo sus palabras

Xiomara era mi mejor amiga de la infancia. Crecimos juntas, por lo que, obviamente, conocía toda mi historia, desde lo que paso con mi padre, hasta el nacimiento de María, fue mi gran sostén casi toda mi vida, hasta esa noche en la que los encontré…

María tenia 3 años en ese momento, hacia un año que mi marido estaba trabajando como contador de Lokette, la empresa que fabrica y vende muebles de algarrobo, la empresa de Xiomara (si, es su dueña) supongo que esa fue una de las tantas cualidades que Jorge vio en ella, además de su escultural cuerpo de gimnasio, pelo rojo pasión y ojos verde esmeralda, todo lo contrario a mi… mujer normal, rellena, con un pelo alocado que apenas besa mis hombros y unos lentes que sobresaltan mis redondos ojos marrones… ¿Cómo mi 1,60mts podría competir con su 1,75mts? Era una batalla que perdí el mismo día que los presente

Recuerdo haber notado muchas cosas raras… de repente sus horarios cambiaron y sus regresos a casa eran cada vez mas tarde, horas extra que jamás había hecho, viajes de «negocios» de los que Xiomara jamás me hablo, su celular, al que casi nunca daba importancia, se volvió una prolongación de su ser, siempre con clave obviamente, hasta el interés por su familia había cambiado, ya ni siquiera le prestaba atención a María, ni hablar de mí, yo pase a ser una carga y no perdía oportunidad de hacérmelo saber, con más acciones que con palabras

«Seguramente esta estresado» «Trabaja mucho» «No tenemos mucho tiempo para nosotros»

Buscaba cualquier excusa que me pareciera razonable para no pensar en lo obvio, además, la única mujer en la oficina era Xiomara, mi mejor amiga, ¿Cómo voy a creer una cosa así? Después de lo generosa que fue al darle semejante puesto de trabajo, con tan buen sueldo y tan buenas prestaciones

Se lo difícil que fueron estos meses para ustedes, se lo difícil que fue para vos Juli ser el sostén de la familia, por eso vengo a proponerles una cosa- sonrió dejando ver sus dientes blancos y perfectos- Jorge ¿te gustaría ser el nuevo contador de Lokette? Mi contador renuncio hace unos días y bueno, pensé en ustedes

Esas fueron las palabras que, sin saberlo, sentenciarían el fin de mi matrimonio. En ese momento fui la mujer mas feliz del mundo, la llene de abrazos, besos y «te amo, gracias», sin contar que mi hija la adoraba… hasta el día de hoy me suele preguntar por su «Tía Shio,» espero tener el valor para contarle esto algún día

– ¿Qué estas haciendo mal hija? – la voz de mamá me devolvió a la realidad

-Yo nada mamá y vos lo sabes, no voy a hacerme cargo de sus errores

– ¡Pero hija! Si vos lo tuvieses contento él no saldría a buscar a otra mujer

Me reí irónicamente, tenia ganas de gritar y revolear todo lo que había sobre la mesa de la cocina, pero no valía la pena, no por él

-No es un chiste Julieta, si sigue así te va a dejar y… Dios mío, ¿Qué va a decir la gente?- se tapó la cara- ¿Qué es lo que le está dando esta chica que vos no?

-No lo se mamá y no me interesa

-Tenes que tomarte esto enserio hija… No quiero que termines igual que yo y que todo el mundo te apunte con el dedo

-Mamá- la miré seriamente- Le di una familia, le di amor y una gran parte de mi vida… Le soy fiel aun sabiendo que él me esta engañando… Si no le interesa no es mi problema y francamente creo que el divorcio seria lo mejor que nos pudiese pasar a los dos

La cara de mi madre no tenía sosiego, el desconsuelo en sus ojos era evidente

-Si todavía estamos juntos es gracias a gente como vos… que nos llena la cabeza con estas cosas y nos hacen sentir que ser felices cada uno por su lado esta mal, pero estar criando a una hija, juntos e infelices, está bien- suspire- Perdón mamá, pero hasta acá llegue, esta noche, antes de irme a trabajar le voy a pedir el divorcio y que se vaya de esta casa- me levante y comencé a caminar

-Julieta…

-Necesito descansar- me dirigí a mi cuarto

Caí, de espaldas en mi cama, mis ojos nublados por las lágrimas, no voy a negar que me duele, fueron 10 años y hubo muchos momentos de felicidad y amor, pero no puedo aferrarme a eso o creer que algún día podríamos volver a aquellos tiempos, en el fondo sabía que la cuenta regresiva comenzó aquella noche en la que decidí sacarme la duda y me dirigí hacia su trabajo

El seguridad me dejo entrar porque sabía quién era.

La esposa del señor contador- solía decirme mientras sonreía al abrir la puerta

Subí por el ascensor hasta el piso 4, el último, en el que se encontraban sus oficinas

Al llegar note que las luces eran tenues, lógicamente ya que se suponía que a esa hora ya no había empleados. Afortunadamente, mi madre accedió, de mala gana, a cuidar a María, si no, creo que hasta el día de hoy seguiría ciega. Me acerque hasta la puerta de la oficina de él, abrí y… nada, por lo que, con el corazón latiendo a dos mil por hora, me dirigí a la puerta de la oficina de ella y allí los escuche… dos respiraciones agitadas, sonidos que no pienso describir. Reconocí sus voces de inmediato, por lo que, al asomarme sigilosamente, termine de confirmar lo que ya sabía… Allí estaban ellos… mi marido y mi mejor amiga en pleno acto… sin pensar en nada ni nadie, solo ellos

Fue tan grande el shock que me dejo la imagen que solo di la vuelta y salí del lugar (ahora que lo pienso, ni siquiera me despedí del guardia) solo corrí a mi auto y volví a casa a pensar en el infierno que se desataría cuando lo viese cruzar por la puerta de entrada

Tengo que dejar de recordar esto… no gano nada más que amargura

Pensé mientras secaba la única lágrima que llego a recorrer mi mejilla

Me senté, mire mis manos y me saque mi anillo de bodas, tirándolo sobre el escritorio. Paradójicamente, como si se tratara de una señal, cayó sobre el diario de Nadia

-Vos me entendes ¿no? – Dije mirando el cuaderno- Te prometo que voy a encerrar al que te hizo esto

Me levante y me dirigí al escritorio, me coloque mis guantes, lo tome y abrí en el lugar que habíamos quedado

-A ver Nadia… ¿Qué más tenes para decirnos? – murmure mientras buscaba la siguiente pagina

Parte 15: Querido diario II

Ojeando un poco me percate de que, a pesar de que el cuaderno tiene 48 páginas, solo 10 están escritas… ¿Le faltan hojas quizás?

15 de abril de 2013

Querido diario…

Tengo un mal presentimiento… no se porque, pero siento una fuerte presión en mi estomago… como si algo o alguien, en algún lugar de este mundo, quisiera decirme algo, ósea… ¡Ay es que no se como explicarlo! Es una cosa que viene y se va, principalmente cuando me siento a escribir en el patio, debajo del árbol que mamá y yo plantamos cuando tenia 4 años (Que lindas épocas…) pero bueno, esto que te estoy contando no es reciente… Empezó cuando volvimos de Mar del Plata, una tarde en la que salí y me senté en el patio a tomar tereres… Por alguna razón mire una de las ramas altas del árbol y sentí miedo, como si algún hecho macabro hubiese o estuviese por pasar y estuviese conectada a él… Se lo conté a mi mamá y obviamente su respuesta fue que estoy imaginando cosas o que me estoy volviendo loca ¡JA! Yo se por algo siento esto, lastima que no tengo con quien hablarlo

Bueno mi bello diario (se que no escribo mucho en tus paginas, pero te juro que tengo mucho que hacer, prometo estar más presente aquí 😊) te dejo porque mas tarde viene Marcos y tenemos que pasar a buscar a Vani para ir al cine (hace poco se lo presente y dice que le parece super simpático y ama verme con el♥ ¿No es la mejor amiga del mundo?) Nos vemos pronto.

-Que ironía- pensaba mientras me sacaba mis lentes

Ella ya presentía su muerte… esto es algo muy poco común, de hecho, si no lo estuviera leyendo, no lo creería, es decir, literalmente esta niña sintió todo poco más de un año antes

Necesito dormir, tengo demasiada información en mi cabeza. Vanina, Jorge, Nadia, Xiomara… nombres que me quitan el sueño

Tengo que hablar con los padres de Marcos, buscar la cámara de Burger Fon, hablar con Raúl…

Pensaba mientras mis ojos se cerraban

……………………………………………………………………………………………………………….

Me despierto sobresaltada, tuve varias pesadillas, pero, como siempre, no recuerdo ninguna. Miro la hora y veo que tengo tiempo de avanzar, tomo mi celular y llamo a Genaro

– ¿Hola? ¿Gena?

– ¡Hola nena! ¿Necesitas algo?

-Si, quería preguntarte si me acompañas a pedir las cámaras en Burger Fon

– ¿Te parece?

-Tenemos que avanzar… Se las pedimos bien y si no quieren mostrarlas, solicitamos una orden

-Bueno dale, de paso me pido una hamburguesa, dicen que son buenísimas

-Pero son las 15:00hs- reí

-Mi estomago no tiene horario nena y ya me esta pidiendo una de esas asique me cambio y voy… menos mal que al pibe le robaron al lado de un local que esta abierto todo el día

Solté una carcajada y le dije que en 10 minutos lo pasaría a buscar

Salí de mi habitación y me dirigí al living, donde mi madre estaba bordando un vestido para María

-Hola- le dije seriamente

Ella solo me miro, pude notar la molestia en su cara

– ¿Y María? – pregunte

-Durmiendo su siesta- respondió en tono neutro

-Me tengo que ir- me serví un vaso de agua- Solo voy a volver a cambiarme e ir a trabajar

– ¿No pensas pasar un rato con tu hija? – me sorprendió su pregunta

-Es lo que más deseo en la vida, pero lamentablemente tengo que encontrar a quien mato a Nadia…

-Al final la nena prácticamente no ve a sus padres, solo a mí… Vos con tus casos y el otro con la amante y el trabajo

-Por lo menos yo estoy trabajando para darle de comer y si te esta molestando cuidarla solo hacemelo saber y busco a alguien que lo haga por vos

-No dije eso… solo que…

– ¿Sabes qué? No te quiero escuchar más- me moleste- Realmente tengo que avanzar con el caso y necesito saber si cuento con vos o no

-Sabes que no dejaría sola a mi nieta

-Espero…

Regrese a mi habitación, me cambie y fui hasta mi auto. Antes de entrar veo a una mujer que viene corriendo hacia mí, está llorando y muy asustada, a medida que se acerca puedo ver que su cara esta ensangrentada

– ¡SANDRA! ¡POR DIOS! ¿QUÉ TE PASO?

Parte 16: Raúl

La lleve hacia la cocina, allí mi madre la recibió

– ¡DIOS SANTO! – se levantó y se acerco a nosotras- Sandra… oh por favor ¿Qué te paso?

– ¡Ra… Ra…Raúl! – repetía entre llantos y gritos

Luego de ayudarla a sentarse, llame a Genaro, mientras, mama le ofrecía un vaso de agua para calmarla. Después de convencerlo de que no necesitaba ayuda, me uní a ellas en la cocina

Se la veía un poco mas relajada, pero su cara aún estaba roja por toda la sangre que había perdido. Mi madre fue la encargada de limpiarle las heridas, tenía su labio superior partido y un corte muy profundo al costado de su ojo izquierdo, similar a la que ocasionaría una navaja de bolsillo, sin contar un gran moretón en su frente. Me senté a su lado y comenzamos a hablar

– ¿Qué paso Sandra?

-Raúl…- suspiro- Se molesto por una pavada y bueno… acá estoy

-Sandra- intervino mamá- Podes confiar en nosotras…

-Lo se Juana- sonrió- Por eso vine, la primera persona que se me cruzo por la mente fue Julieta

Tenia sentido, la juguetería estaba a unas pocas cuadras de mi casa y a esa hora muy poca gente (por no decir nadie) andaba en la ciudad

-Creí que me iba a matar- miro la mesa- No lo reconocí

– ¿Es normal este comportamiento en él?

Asintió y me miro

-Si, pero no con este nivel de intensidad… jamás lo vi tan enojado y eso que ya me ha golpeado antes- tomo un trago de agua

Instantáneamente Nadia vino mi mente… «eso no justifica que haya que aguantar ciertas cosas…» ¿A esto habrá hecho referencia en su diario?

-Sandra- tome su mano- Sabes que tengo en mi poder el diario de Nadia ¿no?

-Si- sonrió- La señorita Ivana me informo cuando te lo entregaron, por las dudas que decidiera buscarlo

-En él, ella hacía referencia a que vos «aguantas» cosas que no deberías o que hay cosas que no sabes… ¿Se refiere a los golpes y el maltrato?

-Tal vez… no lo sé- miro la mesa- Aunque siendo sincera ella nunca supo que me pegaba, al menos yo no le comente… Creo que debe haber hablado de su infidelidad

– ¿Te es infiel? – pregunto mi madre sorprendida

-Ufff, hace años Juana… con una señorita de la edad de Julieta

-Entonces ¿Nadia sabia que te estaba engañando?

-Así es, pero no se animaba a decirme… pensaba que yo no tenia idea o que me iba a hundir en la depresión y el alcohol

-Pero… ¿Cómo sabes que ella sabía?

-La escuche una noche hablando con Vanina en su habitación

– ¿Y nunca se te ocurrió decirle que vos ya lo sabias y sacarle esa presión?

-Mamá…

-No Julieta, tu mama tiene razón, es lo que debería haber hecho pero bueno, creí que dejar todo como estaba sería mejor

-Te comprendo… a veces uno no toma las mejores decisiones- mire a mi madre, quien bajo la mirada

Esto daba un giro en el caso. A lo leído en el diario de la niña se le suma el temperamento violento de Raúl y una infidelidad ¿Acaso la mato para callarla? Sin tener idea de que su mujer ya sabía todo

– ¿Y Ariel? ¿Dónde está?

-Lo está cuidando la niñera en la casa

– ¿Queres que te lleve allá?

-Sinceramente tengo miedo de volver a acercarme a él… esta vez fue diferente a las demás peleas- sus ojos se llenaron de lágrimas- Tenia una mirada diabólica, casi asesina diría yo

-Creo que lo más conveniente es que vayas a hacer la denuncia y pidas una orden de alejamiento o protección, con la cara así no te la van a negar

– ¿Hay que ir media desfigurada para que te ayuden? – rio irónicamente

-Lamentablemente si… me ha tocado presenciar a muchas mujeres tener que volver a dormir con el hombre que las quiso matar, solo por no tener grandes moretones en su cuerpo

-Si me acompañas te lo agradecería mucho

-Si Sandra… ni lo dudes

-Estoy segura de que Nadia esta muy agradecida con todo lo que haces por mí y por ella

Quise responder esas lindas palabras, pero no me salió. Su mirada me desestabilizo, una mezcla de tristeza, miedo y amor me envolvió el cuerpo y me dejo recalculando. Sin hablar mucho más, nos subimos al auto y nos dirigimos a la comisaria. Si aprobaban la denuncia, un móvil procedería inmediatamente a la detención del señor Raúl Ponce de León

Parte 17: La comisaria

Entramos a la comisaria y Vanessa nos recibió

-Buenas tardes detective Pietra, que raro verla por aquí de día…

-Buenas tardes Vanessa, vengo con ella- le señale a Sandra, quien estaba detrás de mi

-Oh… veo, bueno… por aquí señora

Ella me miro preocupada, pero yo le dije que podía ir tranquila, Vanessa era buena chica

Salí a la puerta y me prendí un cigarrillo, tome mi celular y le marque a Genaro

-Gena, anda preparándote que en 20 minutos paso a buscarte

-Nena ¿me podes explicar qué carajo paso?

-En el camino te cuento… te corto, llego Ramírez en la patrulla

-Trata de no acogotarlo por favor… acordate que te quedan 20 años para jubilarte

-No te prometo nada- corte

Creo que ya mencioné que Ramírez no es una persona de mi agrado… El típico estereotipo de policía estadounidense, de 45 años, que ejerce la ley más en beneficio propio que para el pueblo, sin contar que es un cerdo machista y violento.

-Buenas tardes Julieta

-Buenas tardes Ramírez

– ¿Qué andas haciendo por acá a esta hora?

No es asunto tuyo…

-Vine a acompañar a una conocida a realizar una denuncia

-Déjame adivinar- rio- ¿Violencia de género?

-No veo la gracia en eso

-Siempre es la misma historia- miro hacia la puerta- La mujer provoca una situación, el hombre reacciona, la golpea y ella es la victima

Imagine mi puño estrellándose en su cara, quizás, si no valorara lo suficiente mi trabajo, no lo hubiese dejado terminar la frase

-Una persona normal no golpea a otra, ni siquiera en una discusión… justificar los comportamientos violentos echándole la culpa al damnificado sinceramente me parece una locura

-Lamentablemente algunas mujeres necesitan un buen escarmiento para que se enderecen en la vida- sonrió cínicamente y comenzó a caminar

No le respondí y no porque no tuviese que decir, si no porque mi autocontrol estaba al limite

Voltee a verlo ingresar a la comisaria y, mientras él sostenía la puerta, Sandra salía

-Buenas tardes señora- sonrió mirándola de arriba a abajo

-Buenas tardes- respondió sin levantar la mirada

Me miro y cerró la puerta riéndose abiertamente de la situación

Hijo de puta

-Es desagradable ¿verdad? – me dijo

– ¿Tanto se le nota?

-De hecho, tu cara lo dice todo- sonrió

Me sentí un poco avergonzada, se supone que debemos mostrar respeto por nuestros compañeros, independientemente de nuestras emociones

– ¿Necesitas que te lleve?

-No quería molestarte, pero estamos un poco lejos de casa

-No hay problema… vamos

Subimos al auto y emprendimos viaje, era la primera vez que regresaba al lugar desde el asesinato de Nadia

– ¿Cómo te has sentido? – le pregunte

-Es difícil- respondió entrelazando sus dedos- Nosotros volvimos ayer a la casa y bueno… ya te imaginaras lo que fue para mi entrar a su habitación y ni hablar del árbol

-Mentiría si dijera que te entiendo, pero si me llegase a pasar, no sé si podría seguir

-Bueno, creo que me pasaría lo mismo si no tuviese a Ariel, sin él yo no estaría aquí

Debo reconocer que se ve muy tranquila hablando de la muerte de su hija, quizás más de lo que yo esperaba

Freno en el semáforo y por el espejo del retrovisor veo a la patrulla de Ramírez acercándose

Qué ironía

Pensé, un misógino que odia a las mujeres yendo a detener a un hombre por violencia de género…

Parte 18: Miedo

Llegamos a la puerta y todo se veía muy diferente, como si el lugar se hubiese deteriorado de golpe, basura en el frente, el pasto sin podar, algo impensado para todo aquel que conociera a los Ponce de León.

Antes de bajarse, Sandra se percató de mi mirada observadora

-Mi casa refleja mi espíritu- abrió la puerta

-Discúlpame… yo… no quería hacerte sentir incomoda

-Oh no Juli, es la verdad… y seguro lo que todos piensan…- se quedo mirando la nada- ¿Cuándo alguien ha visto a los Ponce de León así?

-Raro seria si estuvieran bien

Me miro, sus ojos no me transmitieron nada, solo un vacío, como si no hubiese nada en su interior, ¿Quizás se molestó?

-Gracias por traerme- me respondió en tono neutro

-Sandra…- antes de que pudiese preguntarle si mi comentario la hizo enojar, cerró la puerta e ingreso a la casa sin voltear a verme

Suspire y

Apoye mi cara en el volante, una sensación de frustración me invadió y lo extraño de la situación me puso mas incomoda de lo que esperaba

Cuando me dispuse a marcharme, miré hacia la casa y pude verla observándome desde la ventana, mi piel se erizo y, casi sin darme cuenta, puse primera y salí

¿Qué mierda fue eso?

Mi corazón palpitaba demasiado fuerte, mis manos en el volante estaban temerosas y tenía la sensación de que me estaban siguiendo, por lo que miraba constantemente por el espejo retrovisor

Aproximadamente a las quince cuadras esa sensación desapareció, me sentí a salvo. Pasé por la juguetería y el lugar estaba vacío, por lo que asumí que Raúl ya había sido detenido. Luego de unos 15 minutos manejando, llegue a la casa de Genaro, quien me estaba esperando en la puerta

– ¡Al fin nena! Mil años te estuve esperando- dijo mientras subía al auto

-Si lo sé, pero me surgieron unos problemas…

– ¿Vas a seguir con el misterio? Mira que me muero por saber

Sonreí y emprendimos el camino hacia Burger Fon, lugar donde, supuestamente le robaron el celular a Marcos

-Estaba saliendo para venir a buscarte cuando apareció Sandra Ponce de León toda ensangrentada

-Jodeme… ¿Qué le paso? ¡No para! Déjame adivinar, fue el marido

-Según lo que ella nos comentó, Raúl tiene un temperamento bastante complicado pero esta vez fue más intenso

-Ósea que no es la primera vez que le pega- miro hacia afuera

-No… además me dijo que él le esta siendo infiel con una chica de mi edad

Los ojos de Genaro se abrieron como dos pelotas de tenis

– ¿Cómo sabe que es de tu edad?

-No lo sé, ni siquiera se me cruzo preguntarle

– ¿No serás vos Julieta no? – bromeo

-Asumo que es una joda ¿verdad? – lo mire

-Si, a menos que quieras decirme algo en este momento

-No tengo nada que decir- volví a poner mi vista en el camino

-Bueno, creo que eso, sumado a la violencia y lo que encontraste en el diario de Nadia, Raúl es el sospechoso perfecto

-Si… solo habría que esperar los resultados de la muestra de sangre y del ADN que se encontró debajo de las uñas de ella

-Espero que el tiempo pase pronto… ¿Y que paso con Sandra? ¿La dejaste en la comisaria? Recuerdo que me dijiste que estabas allá

-Vanessa tomo su denuncia y enviaron a Ramírez a detener a Raúl

-Justo al más indicado- prendió un cigarrillo

-Lo mismo pensé, pero bueno, cuando salió de la comisaria la deje en su casa

-Pobre… vivir en donde asesinaron a tu hija debe ser brutal

-Se nota que lo es, tanto ella como su casa están irreconocibles… Bueno, acá estamos- dije mirando el letrero

-Muero de hambre para ser sincero

Volví a sonreír. Estacione el auto en la entrada del local y bajamos dispuestos a pedir las cámaras y corroborar la coartada de Marcos

Parte 19: Burger Fon

Entramos al local, muy pintoresco y con un espacio bastante amplio. Los pocos clientes del lugar fueron los primeros en voltearse al vernos ingresar. Nos acercamos a la caja en donde una de las empleadas nos observaba

-Buenas tardes- le dije

-Buenas tardes señores, ¿Qué van a querer? – respondió amablemente

-Quiero una completa con papas

Lo miré seriamente

– ¿Qué? – me miro- Te dije que tenía hambre

-Bueno, además de su hamburguesa, necesitamos hablar con el gerente del lugar

-Su orden estará lista en 15 minutos señor- le entrego el ticket – Si señora, ¿ha tenido algún inconveniente con la atención del lugar?

-No señorita, pero con todo respeto, preferiría hablar de este tema con el gerente

-Si me permite un minuto, déjeme llamarlo y ver qué puedo hacer

Asentí y nos sentamos a esperar

Luego de unos 20 minutos, la chica se acercó a nosotros con la orden de Genaro

-Aquí tiene su hamburguesa señor y disculpe la demora

-5 minutos no es demora hija, ¿Alguna vez has esperado una pizza que viene con delivery? ¡Eso si es espera!

Ella sonrió y estaba a punto de retirarse cuando la frené

-Disculpe señorita, ¿pudo hablar con el gerente?

-Oh si señora, casi lo olvido, me dijo que no puede atenderla en este momento

-Okey…- me puse de pie

Genaro me miro confundido

-Dígale que Julieta Pietra, detective de la sección de homicidios de la policía central de la ciudad, quiere hablar con el de manera urgente- dije mostrando mi placa

La joven se quedo sin palabras por unos instante, le costó salir de su asombro

-Em… s-si señora, ahora le digo- dijo temblorosa y se retiró. Yo volví a sentarme

-BUEEEENO- rio Genaro- ¿Dónde guardabas ese carácter tan serio y desafiante?

-Solo sale cuando es necesario- robe una de sus papas

-Me gusta nena, ese es el carácter que tenes que imponer con el cara de sapo de tu marido

Intente contenerme, pero, esta vez, la risa me gano

– ¡Genaro! – le grite entre carcajadas

-Me debes esa charla he- respondió dando el ultimo bocado a su hamburguesa

-Vaya, realmente tenías hambre

Antes de que pudiese responderme, un joven, de unos 30 años, alto y pelirrojo, vestido de traje, se acercó a nuestra mesa

-Buenas tardes- dijo- Me comento la señorita de la caja que usted es detective y quería hablar conmigo

– ¿No tiene nombre la señorita de la caja? – se levanto Genaro

-Si… si, disculpe mi forma, Natali es la señorita que atiende la caja y ya que estamos, me presento, soy Juan Drimo, gerente de esta sucursal- estiro su mano

-Un gusto señor Drimo- le devolvió el saludo- Yo soy el detective Gómez y ella la detective Pietra

-Un gusto señorita- estrecho mi mano, sonriendo

-Igualmente señor- lo solté rápidamente- Estamos investigando un homicidio que ocurrió hace unos días y necesitamos revisar las cámaras del local para corroborar la coartada de uno de nuestros sospechosos

-Si… Si como no, por favor, pasen por aquí- nos señalo la parte de atrás de la cocina, donde se encontraba su oficina

Ambos lo seguimos con la esperanza de encontrar las pruebas que corroboraran que Marcos nos estaba diciendo la verdad

Parte 20: Ese joven…

Entramos a su oficina y me sorprendí al ver lo pequeña que era, normalmente no soy de prejuzgar, pero, por los aires de grandeza con los que se presento el señor Juan, creí que iba a encontrarme con un lujo digno de una oficina de ejecutivos de grandes empresas

-Lamento si el espacio no es de su agrado señorita- me dijo con una sonrisa pícara en su rostro

¿Es que acaso lees mentes niño?

-Oh… discúlpeme usted si se sintió incomodado por mi manera de observar- respondí seriamente

El joven se sentó en su escritorio y giro la pantalla de su computadora hacia nosotros, señalando las 3 cámaras de seguridad

-Necesitamos la grabación de 3 días atrás, mas precisamente de las 16:30hs en adelante

-Si quiere señorita puedo entregarle la grabación de ese día completo en un pendrive

-Sería lo mejor señor

-Oh, por favor, dígame Juan- sonrió- Aun no me encuentro en la palabra señor

Sin darme cuenta, yo también esbocé una sonrisa, pero, a los segundos, recobre mi profesionalismo

-Bueno detectives, si no tienen inconvenientes, puedo acércales el pendrive con la grabación esta noche- se levantó- No porque sea complicado el paso, sino porque son muchos gigas, por ende, puede tardar un par de horas en cargarse

-Por mi esta bien… ¿vos que decís Julieta?

-Si nos garantiza que es cierto lo que dice, yo no tengo problema…

-Tome- saco su billetera y me entrego su DNI- Espero que esto le sirva de prueba de que estoy diciendo la verdad

-De acuerdo- guarde el documento en el bolsillo de mi campera- Lo esperamos esta noche

– ¿En que horario esta usted señorita? Digo… por mi documento

-A partir de las 19:00hs comienza NUESTRO turno

-Bueno, creo que van a tener que apresurarse porque son las 18:00hs

Genaro y yo nos miramos y, casi sin despedirnos del joven, salimos del local y nos subimos a mi auto

-No vamos a llegar- decía mientras manejaba lo más rápido posible (dentro de los límites, claro está)- Ni siquiera voy a poder saludar a María

-Tranquila nena, cuando llegue a casa voy a llamar a Catalina para avisarle que vamos a entrar a las 20:00hs, estoy seguro de que no va a haber problema

-Gracias, sos lo mejor de lo mejor

-Y como lo mejor de lo mejor, me siento autorizado para preguntarte… ¿Te gusto ese chico?

– ¿Qué? – lo mire haciéndome la desentendida- ¡No! ¿Por qué me preguntas eso?

-Porque a él parece que sí, o por lo menos se interesó en tu persona

-Genaro… mírame- me señale de cabeza a pies- ¿Vos crees que alguien puede fijarse en esto?

-Julieta Pietra, agradece que en tus manos esta mi vida, si no te daría un sopapo, no quiero volver a escucharte hablar así

– ¿Miento?

-Si, porque la belleza es solo un concepto que lo único que ha logrado es que la gente se sienta insegura e, incluso, deprimida si no se encuentra dentro de los parámetros que este moldea, para mi belleza es todo… porque si algo no es bello para mí, lo será para otro, hasta tu marido

– ¿Cómo sería eso? – dije riendo

-Claro, para mi tu marido es un cara de sapo, pero vos lo encontraste atractivo en algún momento seguramente

-Sos de terror Gena

Luego de unos minutos de viaje, dejé a Genaro en su casa y me dirigí a la mía

El cielo se nublo, parecía que iba a llover, el frio, que estaba en su pico máximo, envolvía todo mi cuerpo, traspasando el pesado abrigo que tenía puesto

Entre a casa y note que la mayoría de las luces estaban apagadas, solo el velador, que estaba al lado de la puerta, y la luz de la cocina, estaban prendidas. Llame varias veces a mi mamá sin obtener respuesta. Me asomé a la cocina y ahí lo vi… sentado, con la cabeza entre las manos y una botella de wiski, casi vacía, a su lado

– ¿Qué haces acá? – pregunte dejando mi cartera en la mesada

-Me llamo tu mamá- respondió sin levantar la cabeza- Me dijo que te queres divorciar

– ¿Y María?

-Se fue con tu madre, le dije que quería hablar con vos, a solas

Me miro… sus ojos estaban rojos, una mirada vacía, su cuerpo tenso, como el de un tigre a punto de capturar a su presa

Parte 21: La pelea

-Sí, me quiero divorciar- respondí mirándolo fijo

Comenzó a reírse, la mezcla perfecta entre burla e ironía. Se levanto y se acercó a mí lentamente

– ¿Sí? Y ¿vos te pensas que yo me voy a ir, así como así, perdiendo todo lo que construí?

– ¿Perdón? Vos no construiste nada solo… A la casa la pagamos los dos, vos tenes tu auto y yo el mío… a María la estoy criando yo

-Tú mamá la está criando

-Pero estoy más con ella que vos, es más, me importa más a mí que a vos

-Vas a destruir todo Julieta- me señalaba mientras volvía a su asiento

Para esa altura ya había confirmado que estaba borracho

-Vos destruiste todo al meterte con Xiomara… desde ese momento no…

– ¿Otra vez con lo mismo? Ya te dije que era eso o perder el trabajo, ¿vos queres que me echen?

Comencé a reír (sarcásticamente obvio) él me miro, levanto una ceja en señal de confusión

– Ah… ¿No era un chiste? Vamos Jorge, por favor

– ¿Qué? ¿No me crees?

-Por lo menos tene un poco de dignidad y admití tus errores

-Yo no voy a perder todo esto Julieta- abrió los brazos, haciendo alusión a la casa- No por vos

-Pensa Jorge… vos y yo no somos felices, ¿para que seguir? María tiene que tener un lugar donde vivir, vos tenes los recursos para alquilar…

– ¡NO ME VOY A IR DE MI CASA! – golpeo la mesada

Era la primera vez en 10 años que lo veía tener una reacción violenta, lo he visto borracho, hemos peleado, pero jamás hizo algo similar

-Vos no me vas a dejar- comenzó a acercarse a mi- No voy a perder a María y mi casa por un capricho tuyo…

-No me vas a hacer más esto, no me vas a echar la culpa de tus errores nunca más- respondí sin retroceder- Si realmente te importara María, no hubieras hecho lo que hiciste

-No- comenzó a reír- Vos no me vas a echar- repetía- ¿Qué paso? ¿Conociste a alguien que ya te queres separar? Porque ustedes son así, aguantan hasta que encuentran otro tipo

-No necesito tener «otro tipo» para sacarte de mi vida, no necesito un hombre para salir adelante y menos alguien como vos

-Decime… ¿Quién es? – se paró delante de mi

-No tengo a nadie Jorge- mantenía mi firmeza, siempre mirando sus ojos- Y si lo tuviera, ya no es cosa tuya, nosotros ya no tenemos nada que ver

Volvió a reír. No voy a negar que sentía terror, pero sabía que no debía demostrarlo, si el llegaba a oler una pizca de miedo en mí, estaría perdida. Sus carcajadas terminaron y sus ojos se posaron en los míos, unos segundos de silencio siguieron y sin presentir nada, me golpeo. Caí de rodillas, estaba aturdida, oía que gritaba, pero no entendía lo que decía, volteé mi cabeza y lo vi tomando un cuchillo, en ese momento mi instinto de supervivencia se activo y supe que tenía que actuar, era él o yo

Antes de que se abalanzara sobre mí, saque mi arma de la cintura (siempre portaba una pistola Heckler & Koch USP, que solo debía usarse en casos de emergencia) y apunté

Se sorprendió, quedándose de pie

-Ni un paso más Jorge… no quiero lastimarte

– ¿Realmente crees que vas a ser capaz de dispararme?

-No me pongas a prueba- recargue el arma

Hizo un gesto de incredulidad y salto sobre mí… No lo pensé, solo cerré mis ojos y disparé

Parte 22: Un secreto de dos

Abrí mis ojos y solo vi el techo, el silencio que me rodeaba era ensordecedor. Quería levantarme, pero mi cuerpo estaba en shock

¿Qué mierda paso? ¿Realmente hice lo que estoy pensando?

Suspire profundo y cuando estaba a punto de levantarme, lo escuche

-Me disparó- reía- La maldita hija de puta realmente me disparó

No sé cómo, pero en un pestañeo ya estaba de pie. Allí estaba él, tirado boca arriba, sosteniendo su mano cubierta de sangre mientras seguía riendo. Por más sínico que suene, no voy a negar que me desilusione un poco al saber que estaba vivo y que la bala atravesó su mano y rozo el costado derecho de su rostro

Unos centímetros más a la izquierda y no tendría que volver a escucharte nunca más hijo de puta

Sin decir una palabra, me acerque a mi bolso y tome mi celular, pero cuando estaba a punto de marcar al 911, él me frenó

-Si llamas nos condenas a los dos- levanté mi cabeza y lo vi de pie- Sabes perfectamente que es un gran error

-Gran error es no hacerlo- respondí temblando

-Pensa en María- su sangre cubría la mitad de su cara y ni hablar del estado de su mano- Pensa en Nadia… ¿Queres que te aparten del caso?

-Fue en defensa propia

– ¿Cuantos amigos tenes en la estación? Aparte del viejo ese

Suspire frustrada, sabía que en el fondo tenia razón. Lamentablemente en estos tiempos, cuando una mujer esta a cargo de una investigación, no es raro que se fijen hasta en los más mínimos detalles para tratar de apartarla y poner a un hombre en su lugar. Triste, injusto, pero real

– ¿Y vos que vas a decir?

-Solo diré que me asaltaron

-Bueno, espero que tengas una buena excusa porque ya están acá

Jamás debí acceder a ese trato, pero en el momento, no veía otra salida

Las luces de una patrulla se veían a través de la oscuridad de la sala, mi disparó alerto a los vecinos y uno de ellos, llamo a la policía

Antes de que golpearan, Jorge salió

– ¡Señor! ¿Se encuentra bien? – oí desde la cocina

Hernández… bueno, sigue siendo mejor que Ramírez, de hecho, cualquiera es mejor que Ramírez

– ¿Qué ocurrió? ¡Necesita asistencia de inmediato!

-S-sí, n-nos quisieron asaltar y…. y Julieta disparo y bueno, yo me atravesé en el camino de la bala

Mierda, hasta con el cuerpo infectado de alcohol es capaz de mentir esta basura

Antes de que preguntaran por mí, salí a la puerta

– ¡Julieta! – se acercó- ¿Estas bien?

Solo asentí. Hernández era el mas pequeño de la estación, 22 años para ser mas exactos. No era mala persona, pero el hecho de que le hayan asignado tantas veces a Ramírez como su compañero, me hacia verlo con malos ojos

-Necesito ir a la estación, tengo que trabajar

-No creo que sea una buena idea Julieta, acabas de pasar por una mala situación, estoy seguro de que los superiores entenderán, además Genaro puede hacerse cargo- intentaba calmarme

-No- respondí mirando a Jorge- Tengo que estar allá

-Pero… ¿no queres acompañar a tu marido al hospital? Estoy por llamar a la ambulancia

-Él puede cuidarse solo… de hecho, el va a prestarte declaración mientras esta en el hospital, ¿no mi cielo? – Jorge rio y asintió- Yo tengo cosas más importantes que hacer

La cara del pobre Hernández no tenia precio, supongo que, en cualquier matrimonio, medianamente normal, cuando suceden estas cosas, sus miembros se apoyan entre sí, pero este no era mi caso

Espere en mi auto a que llegara la ambulancia. No se que historia iba a inventar Jorge, solo sé que, por la forma en la que miente, iba a ser creíble para todos. Después de unos 10 minutos de espera, el bastardo fue trasladado, seguido por la patrulla de Hernández, por lo que, arranque mi auto y, sin siquiera cambiarme, me dirigí a la estación (ojalá me hubiese percatado de que parte de mi ropa y cara tenían salpicaduras de sangre y ni hablar del ojo en el que Jorge me golpeo, pero en su momento no sentía nada, solo ira)

Llevaba unos minutos conduciendo cuando llego un WhatsApp a mi celular. Me orillé y lo abrí, quizás el chisme ya le había llegado a mi madre, pero no

Juli, ya estamos en camino a la estación… lo convencí de que les cuente la verdad

Vanina

Parte 23: El interrogatorio II Marcos

Estacione en el mismo lugar de siempre y apoye mi cabeza sobre el volante. Sabia que tarde o temprano se sabría lo que realmente paso, necesitaba prepararme psicológicamente para enfrentar lo que vendría, empezando por mis compañeros. Suspire y baje. Camine lento, en el fondo no quería entrar, pero Nadia me necesitaba y no podía fallarle. Cerré la puerta, levanté la vista y vi a Vanina, Marcos y Catalina de pie, mirándome fijo, las expresiones en sus caras eran de sorpresa pura

– ¡Julieta! ¡Por Dios! ¿Qué te paso? – se acercó corriendo Vanina

-Nada, estoy bien- respondí en tono neutro

– ¡Pero Julieta! Tu ojo…- tomo mi brazo

– ¡ESTOY BIEN! – le grite, soltándome

Ella se quedó quieta, en silencio. Se que la hice sentir mal, pero yo no me sentía mejor que ella

-Ustedes prepárense porque ya los vamos a llamar- mire a Marcos- Y espero que esta vez me digan la verdad… TODA LA VERDAD

Me dirigí a mi oficina y me senté, podía escuchar los murmullos, sabia que estaban hablando de mí, hasta que escuche la voz de Genaro… el solo hecho de saber que ya estaba en el edificio hizo que mis ojos se llamaran de lágrimas, no podía mentirle a él. No paso mucho tiempo hasta que entro… otra vez la expresión que vi en los demás, esta vez no pude ser fuerte y comencé a llorar, él, sin decir nada, se acercó y me abrazó, obviamente mi llanto se convirtió en un grito del alma. Tomó mi cara entre sus manos, pude ver como unas lágrimas recorrían la suya, su expresión de desconsuelo solo causaba más dolor en mi

– Te pego ¿no? – aparte la mirada- Por favor, no me mientas… a mí no

Quería gritar a los 4 vientos todo lo que había pasado, pero no me salía la voz, era como si mis cuerdas vocales se hubiesen apagado, por lo que solo asentí

-Hijo de puta- respondió llorando, sin apartar sus ojos de los míos- Perdón… perdón por no estar ahí para protegerte… Sos la hija que nunca voy a poder tener y… te fallé

Vos no tenes la culpa Genaro, siempre dije que, sin vos, no sé qué sería de mi

– ¿Po- podemos hablar de esto después?

Él sonrió tiernamente y asintió, verdaderamente me conocía como nadie, inclusive más que mi madre

-Encárgate de Marcos- se dirigió a la puerta- Sabes que, por cuestiones profesionales, no podes interrogar a Vanina

-Lo sé… y Genaro…- volteo- Gracias- sonreí

-Después hablamos hija- salió

Tomé el espejo para secar mis lágrimas y vi mi ojo

Con razón todos se quedaron mirándome

No solo estaba hinchado, si no que el morado intenso que lo cubría contrastaba demasiado con mi tono de piel, sin contar que la esclerótica (la parte blanca de mi ojo) se veía rojo fuego, aunque, increíblemente, esto no afecto a mi visión, por suerte. Inspeccionándome un poco más encontré unas manchas de sangre en la manga izquierda de mi campera, pero, creí que no se notaba lo suficiente como para llamar la atención, en ese momento, Marcos ingreso a la oficina, mi expresión facial cambio por completo, aun no podía superar la rabia de saber que, tanto él, como mi hermana, habían traicionado a alguien que los amaba

-Sentate- le ordene

Obedeció, sin levantar la mirada y sin decir una palabra

-Creo que está de mas decirte que nos ocultaste mucho ¿verdad?

-Más de lo que ustedes saben, señora

– ¿Cómo? – me tomo por sorpresa

-No se como decir esto sin caer más bajo

-Si te réferis a estar bajo nuestra lupa, lamento decirte que ya lo estas- lo sé, no debí decir eso, pero mi temperamento me ganó

-Yo no hice nada, se lo juro

-Tu juramento no cambia la situación Marcos, por favor, continua con lo que estabas por decirme

-Bueno… desde ya le pido perdón, pero quizás entienda- suspiró- Emmm… Mi…- volvió a suspirar- Mi celular no fue robado

Miento si digo que mi rabia no paso a furia en ese instante, es que ¿Cómo alguien pretende dejar de ser sospechoso mintiendo? Es decir, se que, a veces los adolescentes no tienen el poder de razonamiento tan pulido, pero Marcos era un caso sin igual

-Marcos…

-Si si ya se- me interrumpió- Pero me deshice de el para que no encontraran mis mensajes con Vanina y complicarla… en ese momento no se me ocurrió que el celular de Nadia podía tener algo relacionado a nuestra relación

– ¿Vos sos consciente de que esto solo te perjudica?

-Ahora si… pero le juro que en ese momento no lo pensé- sus ojos se llenaron de lágrimas- Y, por mi madre señorita Julieta, yo no maté a Nadia… Si, la engañé, y eso no está bien, lo sé, pero no la mate- tapo su cara con sus manos mientras lloraba

Fue demasiado para mí, por lo que me levanté y salí de la oficina. Suspirando me apoyé en la pared y prendí un cigarrillo

-Señorita Julieta- dijo la voz de un hombre

Levanté la mirada y lo vi

Por dios me había olvidado de este chico

Parte 24: La verdad de Raúl

Su expresión facial fue cambiando a medida que se acercaba a mí

-Julieta… ¿Qué le paso? – pregunto preocupado

-Solo tuve un accidente

Tomo mi cara entre sus manos y se acercó, observando mi ojo. Un calor comenzó a recorrer mi cuerpo, la incomodidad se apodero de mí, solo rogaba que no se notara en la parte de mi cara que no tenía hematomas

– ¿Acaso, accidentalmente, un puño se estrelló en su cara?

-Con todo respeto joven, eso no es asunto suyo- saque sus manos y me aleje un poco

-Si… tiene razón- miro a un costado- Disculpe por ser entrometido, tome- estiro su mano y me dio un sobre- Ahí esta el pendrive con las grabaciones de ese día, tomo menos tiempo de lo que pensé

-Muchas gracias, pero ya no lo necesitamos…- quise devolvérselo

-Bueno, quédeselo, por si lo llega a necesitar

-Bien, gracias

Se quedo mirándome, no voy a negar que me puse nerviosa, ese chico tiene un «no sé qué» que me llama la atención, pero no debo pensar en eso… no ahora

– ¿Necesita algo más?

-Emmm, ¿Mi DNI?

-Oh…- deje que toda mi vergüenza saliera y busque en el bolsillo de mi campera- Tenga, me disculpo, lo había olvidado

-No hay problema- sonrió y lo recibió- No la culpo, es normal después de lo que ha pasado esta noche, muchas gracias

Sonreí incómodamente y el volteo para irse, pero no avanzo. De su bolsillo saco una especie de tarjeta

-Sabe, si necesita algo, no dude en llamarme- estiro su mano

-Gra-gracias- respondí sorprendida y acepté

Ahora sí, luego de otra cálida sonrisa, volteo y se fue. Suspiré profundo y me dirigí al baño

¿Qué mierda fue eso? Esta sensación, este nerviosismo, la última vez que lo sentí fue hace 10 años

Lave mi rostro y volví a revisar mi ojo, con el correr de los minutos se hinchaba más, sabía que, en algún momento de la noche, debería dirigirme al hospital, por las dudas

Salí y escuche la voz de un hombre, murmurando, quejándose. El baño se encontraba casi al fondo de la estación, junto a la sección de las celdas, donde más de una vez, pasaban la noche los detenidos

Conozco esa voz.

Pensé y me dirigí a la tercera celda. Allí, iluminado solo por el foco del pasillo, estaba sentado con su cabeza entre sus brazos, casi sollozando, al escuchar mis pasos, levanto su mirada y su expresión facial paso de angustia a molestia

-Supongo que está satisfecha

-Ver a un golpeador encarcelado me genera una enorme satisfacción- respondí

-Golpeador- comenzó a reír- Yo no la toque

-Eso dicen todos…

Se levanto y se dirigió a los barrotes

-Solo voy a decirle que, si le sucede algo a mi hijo, será su culpa

-Su hijo esta con su madre, nadie va a cuidarlo mejor que ella

– ¡SU MADRE ES UNA PSICOPATA! – grito

Retrocedí, veía como lloraba repitiendo el nombre de Ariel, aferrado a los caños, pidiéndole a Dios o la vida que lo protegiera de esa mujer

– ¿Por qué dice eso con tanta seguridad?

-Mire donde estoy- estiro sus brazos- Yo no la toque

Miré el suelo, no podía probar que lo que decía era cierto, pero algo en su lamento parecía real

-Señora- levante la mirada- Si le gusta ver a los golpeadores tras las rejas, espero que encierre al que le dejo el ojo así- retrocedió y volvió a sentarse en la silla

Comencé a caminar en dirección a la sala de interrogatorios, mientras los lamentos de Raúl se perdían en la distancia

Parte 25: El hospital

Regrese a la puerta de la sala y Genaro me estaba esperando

– ¿Estas bien?

-Si solo que…- me quede mirando la nada unos segundos- Solo que, acabo de hablar con Raúl

– ¿Qué te dijo?

-Fue… fue muy extraño… me dijo que Sandra es una psicópata

-Típico, culpar a la víctima- se prendió un cigarrillo

-Pero… tenía miedo por su hijo

Genaro me respondió, pero su voz se escuchaba cada vez más lejana, comencé a sentir un hormigueo en mis piernas, al mismo tiempo en que mi vista era cada vez más borrosa, en ese momento mi mundo se desvaneció unos minutos, solo recuerdo que, al despertar, Genaro, Vanina y Marcos estaban a mi alrededor y me ayudaron a ponerme de pie

-Tendrías que ir al hospital nena- me dijo Gena sosteniendo mi brazo

-Yo puedo llevarla si quiere

-No Marcos, vos te quedas conmigo

-Yo te acompaño- intervino Vanina

Asentí, tome del brazo a mi hermana y susurre al oído de Genaro

-Me dijo que lo del robo fue mentira- él asintió y me dirigí a la puerta

– ¿Segura que podes manejar? – pregunto al verme subir tambaleante al auto

-Si Vanina

Con un poco de esfuerzo, pude poner la llave y dar arranque al auto

Ella me miraba, sabía que quería preguntar, pero no se animaba, decidí que no podía callar, como dije antes, tarde o temprano, todos lo iban a saber

-Él fue- pude ver de reojo su expresión- Estaba borracho, discutimos y me golpeo, ahora está en el hospital

-Ese hijo de…

-Lo voy a dejar, si estaba decida antes, ahora más- la mire- Prometeme que nunca te vas a dejar golpear, maltratar o humillar por nadie y menos por un hombre

Ella asintió

-Te lo digo enserio Vanina- volví mi vista al camino- Marcos es uno de esos

-Él nunca golpeo a Nadia

-No es necesario ponerle un dedo encima a alguien para ser violento y él es alguien controlador, celoso y posesivo… quizás no te lastime físicamente, pero si lo hará psicológicamente, de hecho, lo sabes por Nadia

Bajó la mirada, sabía que tenía razón

-Y eso sin contar que le fue infiel contigo, su mejor amiga… ¿Cuánto tiempo crees que le llevara hacerte lo mismo?

Sin obtener respuesta, estacioné e ingresamos a la guardia. Una doctora que se encontraba allí, al ver el estado de mi cara, se acerco de inmediato. También ayudo el hecho de que no hubiera nadie esperando a ser atendido

-Por aquí señorita- me hizo entrar a uno de los consultorios, Vanina se quedó afuera

– ¿Qué le sucedió? – se sentó

-Violencia domestica- respondí sin titubear- Igual, no vine por el ojo, vine porque me desmaye hace rato

-Bueno… creo que no debo explicarte lo que deberías hacer con el tema de la violencia

-Soy detective… veo casos de violencia a diario y en mi defensa, es la primera vez que me pasa- sonreí

-Bien…- se acercó y comenzó a palpar la zona hinchada, haciéndome saltar de dolor- Bueno, a simple vista parece que el golpe no afecto su visión, de todas formas, le haremos una tomografía para ver el estado de su cerebro

– ¿Cómo el golpe no afecto mi visión, pero si mi cerebro?

-No afirme que lo haya afectado, pero es posible, además, un desmayo repentino siempre tiene que ser un síntoma preocupante y voy a tratarlo como tal

Tomó uno de sus papeles, escribió el tipo de estudio que debía de pedir y me lo entrego. Salí del consultorio, busque a Vanina y ambas nos dirigimos al segundo piso, en busca del encargado de hacer las tomografías

Note que ella no me dirigió la palabra en ese corto trayecto

– ¿Estas bien? – pregunte

-Si… solo pienso un poco- respondió sin apartar la mirada del piso

-Si necesitas hablar sabes que podés contar conmigo

La puerta del ascensor se abrió y comenzamos a descender

-Bueno… Yo…- levanto la vista y se quedó paralizada

– ¿Qué paso?

Me señalo el frente. Giré mi cabeza y lo vi caminando hacia nosotras

Por el amor de Dios, lo único que me faltaba…

Parte 26: Revelación

Genaro

No podía dejar de pensar en Julieta… ¿Estará bien? ¿Necesitara algo? Tenía muchas ganas de tomar mi auto y dirigirme al hospital, pero debía terminar con Marcos

-Bien hijo… me dijo Julieta que mentiste sobre el robo de tu celular ¿no?

-Si señor- bajo la mirada- Tenía miedo de que se dieran cuenta que estaba saliendo con Vanina

– ¿O estas ocultando algo más?

-No señor, lo juro

-Bueno, en ese caso, supongo que no tendrías problema en entregarme tu celular

-Lo haría, si no lo hubiese tirado al rio

Julieta tenía razón, este niño puede ponerle los pelos de punta a cualquiera

– ¿Acaso tú tienes idea de lo perjudicial que puede ser esto para ti?

-Ahora sí señor, pero si usted me lo permite, mañana puedo ir al rio y ver si lo encuentro

Comencé a reír, pero debo confesar que su propuesta me pareció una locura

– ¿Y por qué se supone que debería creerte? – pregunte sin dejar de reír

-Porque soy inocente- respondió seriamente

Incrédulo y sorprendido decidí darle una última oportunidad

-Está bien- me erguí sobre el asiento- Tienes hasta mañana a las 19:00hs, si para cuando yo llego no estás aquí con el celular, tendrás grandes problemas muchacho- lo intimide, solo para probar si podía confiar en el

-Si señor, estaré aquí con el celular- dijo con total seguridad

Lo deje ir. Ya había estado más de una hora hablando y sentí que no tenía más que decir, o al menos eso me pareció

¿Por qué tardaran tanto?

Recordé lo que ella me dijo antes de desmayarse, «Tenía miedo por su hijo», ¿Acaso nos estábamos perdiendo una parte de la historia?

Me prendí otro cigarrillo (debería dejar de fumar, mis pulmones me lo agradecerían) y camine hacia la celda de Raúl, para mi sorpresa, estaba despierto, sentado en el piso y de muy mal humor

– ¿Qué quiere? – pregunto en un tono desafiante

-Escuchar su versión de la historia

Noté que lo sorprendí porque enseguida se puso de pie y sus manos corrieron a abrazar los barrotes

– ¿Usted me habla enserio? – asentí – Oh muchas gracias, no sabe cuánto necesito hablar de esto con alguien que realmente esté dispuesto a escucharme de verdad

-Lo escucho

-Sandra- suspiro- Ella es una mujer tan complicada…tan consumida por el dolor y la ira… no sé en qué momento se convirtió en lo que es ahora

– ¿Puede ser un poco más específico?

-Cuando yo la conocí no tenía nada, salvo por un trabajo que solo le permitía comer, vivía con la madre, la que siempre le recordaba la vergüenza de tener una hija siendo soltera… Yo fui su salvación, o al menos eso me decía

– ¿Y qué paso?

-El dinero… la edad… Usted sabe que yo le llevo diez años de diferencia, bueno, al principio no le importo, pero estos últimos años si… descubrí que me es infiel hace rato…

Ella dijo que él era el infiel

-…creo que tiene la edad de Julieta, no estoy seguro

-Y usted ¿nunca la confronto?

-No- antes de que pudiese preguntar el porqué, se adelantó- No quiero perder a mi hijo y separarme de ella, implicaría eso- suspiro- En fin, la mujer tierna de la que me enamore desapareció y en su lugar apareció un ser oscuro, preocupantemente posesivo… comenzó a revisar mi celular, mi ropa, mi cuenta bancaria… Creo que, como ella me estaba engañando, tenía miedo de que yo le hiciera lo mismo… me celaba por todo, hasta con Nadia

-Disculpe ¿Cómo que lo celaba con Nadia?

-Si… decía que como estaba creciendo, seguramente yo la estaba mirando con otros ojos y que ella, para experimentar, buscaría acercarse a mí, estaba perdiendo la cabeza

Esto se está poniendo jodidamente preocupante

-Desde que ella murió tengo miedo… tengo un mal presentimiento, al comienzo estaba convencido de Marcos, de hecho, ella me decía todo el tiempo que este chico maltrataba a Nadia y yo le creía… pero después de que cremaron el cuerpo…

– ¿Cómo que lo cremaron?

-Si, la misma tarde en que se lo entregaron, de hecho, yo me entere cuando llegue a casa esa noche y le pregunte por qué no había ido a la juguetería en el día… Creo que inconscientemente asumí que estaba con su amante- rio- Pero no, cremo el cuerpo de su hija y no fue capaz de decirme nada- sus ojos se llenaron de lágrimas- Yo la crie ¿sabe? No tenía mi sangre, pero era mi hija…

Yo estaba fuera de mí, necesitaba ir corriendo al hospital y contarte todo esto a Julieta ¿Acaso la asesina de Nadia era su propia madre?

Parte 27: ¿Adiós?

-Veo que ya te dieron el alta- le dije cruzando mis brazos

-Si, por suerte- respondió tranquilo, con su mano y media cara vendadas- Ahora Hernández me va a llevar a la estación para relatar lo que nos paso

Mire a Hernández, quien me observaba de pies a cabeza, creo que ya sabía que todo lo que le decíamos era mentira, pero opto por simular creernos, Vanina no le sacaba los ojos de encima, lo miraba con una cara que pocas veces vi, sus tiernos ojos celestes, se volvieron negros, mostrando la rabia intensa que sentía, pero no dijo nada

– ¿Viniste a buscarme?

-No- respondí y seguí caminando, Vanina me siguió mientras él se quedó mirándonos

-No logro entender como le pudo haber dado la cara para venir a hablarnos- me dijo

-Se le paso la borrachera y quiere arreglar las cosas, pero no… esta vez no

Nos dirigimos a la sala indicada y, luego de esperar una hora, pude hacerme la tomografía y regresé a la estación (dejando a mi hermana en casa de mi madre claro está. De más está decir que no baje del auto, decidí enfrentarla más adelante). En unos días tendría los resultados

Genaro estaba en su oficina, caminando de un lado hacia otro sin parar

– ¿Qué te pasa? – le pregunte al ingresar

– ¡Nena! ¿Cómo estás? ¿Qué te dijeron? – se acercó, casi corriendo, y estiro sus brazos

-Calma- reí y tomé sus manos- En unos días voy a tener los resultados

-Ay nena, me vas a matar de un infarto- se desplomo en su silla

-Tranquilo- me senté en la silla de enfrente

-Tenemos mucho de que hablar ¿sabes?

-Lo se… tengo que contarte lo que paso esta noche y…

-Y yo tengo que contarte lo que me dijo Raúl

– ¿Hablaste con él?

-Si, lo que me comentaste me dejo con dudas y me dijo un par de cosas interesantes…

– ¿Cómo por ejemplo?

-Que cremaron el cuerpo de Nadia…

– ¡¿Qué?! ¿Cómo es posible que no me haya enterado de eso?

-No lo sé, pero dijo un par de cosas más

Me acomodé en mi asiento, y le pedí una taza de café a Catalina

Y, así, entre charlas, hipótesis y café, trascurrió nuestra noche…

Parte 28: El inicio del fin

El aire de la primavera se había hecho presente… al salir del trabajo ya podía sentir el sol en mi rostro, el pequeño calorcito que me recordaba que el verano no esta tan lejos

Habían pasado 3 meses desde aquella llamada que nos llevó a la casa de Nadia. 90 días en los que mi vida dio un giro de 180° y no me arrepentía de ello

Jorge se había ido de casa (en realidad Xiomara se lo llevo de los pelos cuando le llego el rumor de que él estaba intentando recomponer las cosas conmigo, pero, para su tranquilidad, yo no quería tenerlo cerca) lamentablemente parece que, al irse de mi lado, se había olvidado de su pequeña hija, hacía un mes que María no tenía contacto con su papá, pero se lo tomo con mucha calma (creo que el hecho de que no tuviesen demasiada relación, cuando estábamos juntos, ayudo bastante) demás está decir que le realicé muchas llamadas, que fueron rechazadas, y le mandé miles de mensajes que nunca obtuvieron respuesta

Genaro estaba en pareja (lo cual me llenaba de alegría, porque se merecía todo el amor del mundo) con Paolo, un peluquero de 60 años. Verlos juntos me hacía creer en la existencia de las almas gemelas, ellos nacieron el uno para el otro, se complementan en todo sentido, estar con ellos era sentir una explosión de risas y amor, demás está decir que María amaba a Paolo («el más mejor» como solía decirme)

Al final, Sandra, a la semana del episodio de violencia, retiro la denuncia contra Raúl, por lo que él pudo salir y regresar a casa con ella. Desde entonces nos evitaba (creo que aquella charla con Genaro tuvo mucho que ver)

En cuanto a la investigación, se había estancado. Marcos, no sé cómo, recupero su celular y nos lo trajo a la estación. Luego de hacerle las pericias correspondiente (obviamente el móvil estaba en terrible condiciones por el agua) pudimos comprobar que no ocultaba nada relacionado al caso (solo unos cuantos mensajes, fotos y videos subido de tono, de mi hermana, lo que les costó su relación, o eso nos hicieron creer, ya que mi madre le prohibió todo contacto con él, pero son adolescentes…) Todas las coartadas de los sospechosos fueron corroboradas y las últimas páginas del diario de Nadia no revelaron nada que pudiese darnos una pista de su asesino (solo describía la vida de un adolescente, quejarse de sus padres, de su vida y, obviamente, el dolor de perder a su mejor amiga). Lo mismo sucedió con su celular

Lo que realmente, llamaba mi atención, era que nadie, absolutamente nadie, de la familia de los Ponce de León, se acercó, en ningún momento, a preguntarnos si habíamos avanzado en el caso (creo que, si no hubiese sido por Genaro y por mí, esta muerte hubiera quedado impune y a su familia no le importaría)

No voy a negar que todo esto generó un gran estrés y frustración en mi (inclusive mayor al de mi separación) pero tenía esperanza porque esa semana llegaban los resultados de la muestra de sangre que encontramos en la casa y el ADN encontrado bajo las uñas de Nadia

Parte 29: Nueva vida

María era la niña más hermosa del mundo (bueno, cualquier madre/padre diría lo mismo de sus hijos, pero ella es especial) con solo 5 añitos asimiló, mucho mejor que yo, la separación y futuro divorcio

-Mami, estas más linda- me dijo sonriente mientras tomaba su desayuno

– ¿Sí? – sonreí- ¿Y por qué me ves más linda?

-No se- comió una cucharada de cereal- Desde que mi papá se fue estas más linda

Es increíble lo mucho que uno puede cambiar cuando se desprende de aquello que le hizo tanto daño, y no, no estoy hablando en términos físicos, si no del alma, sin darme cuenta me había convertido en una persona un tanto sombría, temerosa de perder a mi familia y del que dirán y volví a ser Julieta Pietra, la chica fuerte, «rebelde» para los que no concuerdan con mi forma de pensar (como mi madre) y «adelantada para mi época» para aquellas chicas que piensan como yo, pero se resignan a una vida en la que su rol es ser la sombra de un hombre

La puerta de la cocina se abrió

– ¡Lela! – gritó y saltó corriendo a los brazos de su abuela

– ¡Hola mi Mariita preciosa! – respondió levantándola

La relación con mi madre no pasaba por su mejor momento, de hecho, desde mí separación, estaba distante conmigo, como si se sintiera dolida u ofendida por no cumplir con sus expectativas a la hora de retener a mi marido, ni siquiera le importo el verme con un ojo a la miseria ya que, sus únicas palabras fueron “seguro algo le dijiste» y «era la forma de que entendieras de una vez que, a tu marido, hay que respetarlo», no voy a entrar en detalles de como le respondí, pero me olvide de que era la mujer que me dio la vida y la confronte como si fuese una desconocida, desde ese día todo se había puesto tenso entre las dos

-Mari, avísame cuando termines así vamos al cole- me levanté sin saludar y me dirigí a mi cuarto

Menos mal que tenía trabajo, si no hubiese estado durmiendo en el suelo. Si, el señor se llevo todo lo que más pudo, incluyendo la cama. Por suerte, con un préstamo de Genaro, pude comprarme una cama de una plaza, usada, chica, pero cómoda y sobre todo MIA (lo más importante)

Me senté y tomé mi celular, un nuevo mensaje de WhatsApp se asomaba en la pantalla

Juan♥

Buen día señorita, espero que tenga un día tan hermoso como usted, un beso…

No pude evitar sonrojarme como adolescente en su primera relación

Juan se había vuelto alguien bastante importante en ese último tiempo. Nos encontramos de casualidad en la puerta del colegio de mi hija (el mismo en el que van sus sobrinos) y nos fuimos a tomar un café, allí descubrimos que tenemos muchas cosas en común y nos agrada la compañía del otro, demasiado diría yo…

Lamentablemente solo habíamos compartido un par de salidas y unos cuantos mensajes y, a pesar de que él dejo en claro sus intenciones de comenzar una relación conmigo, yo no quería nada serio, es decir, hacía tres meses que me había separado de la persona con la que compartí 10 años de mi vida, no estaba en condiciones de entablar algo nuevo, por suerte, él, a diferencia de Jorge, si tenía en cuenta mi opinión y aceptó el «vernos sin que pase nada» (y cuando digo nada, es nada, ni siquiera un beso o abrazo). Sentía una conexión emocional tan grande con él, tan difícil de explicar, pero aún no estaba lista para nada físico. Demás está decir que todavía no conocía a María (si sabía de su existencia) y, a pesar de sus suplicas para que se la presentara, yo, ni en un millón de años pondría en la vida de mi hija a una persona de la que no estaba segura y que aún no conocía del todo

Muchas gracias señor… espero que usted también tenga un gran día

La diferencia de edad tampoco nos jugaba a favor (aunque a él no le importaba). Era mayor y por varios años y, sinceramente, era un estereotipo con el que me costaba mucho luchar

Unos segundos después de enviar el mensaje, una llamada entrante sacó de mi mente a este joven

– ¿Hola Genaro? ¿Qué paso?

– ¡LOS RESULATOS JULIETA! – gritó y yo… yo me quede sin aliento

Parte 30: La ruta

-Nos vemos más tarde mi vida- le di un beso y un abrazo

-Te amo mami- me dijo como todas las mañanas

La vi entrar y regresé a mi auto. Aunque llevé a cabo mi rutina con aparente normalidad, lo cierto es que internamente me invadía un tornado de emociones

Era demasiado bueno para ser verdad, es decir, la mayoría de los casos tardaban años en resolverse y solo habían pasado 3 meses, tal vez ese día sabríamos quien fue el asesino

Para cualquier persona, ese lapso de tiempo es importante, pero si hablamos de una investigación por homicidio, 90 días no es nada (obviamente que hay excepciones, todo depende del caso)

Respiré hondo, pero no podía contener mi emoción. Decidí tomar la ruta para llegar más rápido a la estación, siendo las 08:00AM el centro suele estar muy concurrido de vehículos

Carajo, se nubló, espero que la lluvia me deje llegar

Como si me escuchara, unas diminutas gotas comenzaron a caer sobre el vidrio

Gracias por tanto universo

Nuevamente me escuchó, porque solo bastaron unos segundos para que esas diminutas gotas se transformaran en una cortina de agua que dificultaba bastante la visión

Está bien, tú ganas

Orillé mi auto y esperé. Mi mente volaba… muchas caras pasaban frente a mí. Intentaba no sonreír como idiota cuando pensaba en Juan, pero se me hacía imposible

¿Quién te habrá hecho tan bello, niño?

Cerré mis ojos. La lluvia se intensificó, manejar en la ruta con este clima era tentar al destino e invitarlo a desatar una tragedia. Saqué mi celular y busque su nombre, ya que no sabía por cuanto tiempo iba a estar ahí, necesitaba alguien con quien hablar. Comencé a marcar el número de Genaro, cuando de repente…

Mis oídos solo percibían un chillido ensordecedor en su interior. Voltee y el asiento trasero estaba a unos 30cm de mi rostro. Por suerte, el impacto no fue lo suficientemente fuerte para aplastarme. El sonido de la lluvia se intensifico. Mi luneta trasera había desaparecido, sin embargo, increíblemente, los demás vidrios, estaban sanos

¿Qué carajo paso?

Trataba de ver qué o quién me choco, pero las luces altas me estaban encandilando. Sin previo aviso, el vidrio trasero derecho estalla. Me ahogue en un agudo grito al ver a un hombre encapuchado con una barreta en su mano

-Tanto tiempo puta- sonrió

– ¡JORGE! ¡¿QUÉ MIERDA HACES?!

-Me quitaste todo lo que tenía- golpeo la puerta- Y ahora, vengo a devolverte el favor

¿Dónde mierda esta la pistola? ¿La traje? ¡Mierda! Si no la traje estoy muerta

Siempre tenía la costumbre de dejar mi bolso, arma y celular en el asiento del acompañante, pero no la veía allí

Sentí los pequeños cristales del vidrio delantero en mi cara, el estallido de este me dejo sorda

-Hasta acá llegaste hija de puta- su voz parece estar lejos, pero estaba delante de mi

Nuevamente era él o yo, nuevamente tenía que luchar por mi vida

Parte 31: Calvario

Se metió dentro del auto y comenzamos a forcejear. Mis manos sostenían las suyas, sabía que, si recibía un par de golpes de esa barreta, estaría muerta en minutos

-Sé con quien estas hija de puta- gritaba- ¡Te vi! ¡Te vi! – repetía

¿Acaso me ha estado siguiendo?

Intentaba concentrarme, necesitaba encontrar el arma, pero, con medio cuerpo de él encima del mío, parecía imposible

Tomo mi cuello con una de sus manos y empezó a golpearme en la cabeza

Estoy muerta

Cerré mis ojos, casi resignándome al adiós, pero la cara de mi hija se hizo presente

Estas más linda mami

Era la primera vez en años que ella me veía así, no podía dejar que él me arrebatara la posibilidad de disfrutarla, no ahora

No sé cómo hice, ni como me acomodé, solo sé que fue un segundo… un segundo en el que mi cuerpo tomo una fuerza sobrenatural y logré quitarle la barreta y darle un golpe en el medio de la cara. Retrocedió, gritando de dolor. Aproveché el momento y abrí mi puerta, instantáneamente vi que algo cayó al piso

Acá estas la puta madre

Tome el arma y le quité el seguro, Jorge, salió de mi auto y comenzó a correr hacia su camioneta. No lo dude y vacié mi cargador, lo siguiente que la cortina de agua me dejo ver, fue a su Hilux salir a toda velocidad

Ojalá te mueras hoy

No suelo desearle el mal a nadie, pero era imposible no rogar que, al menos una de mis balas, le hubiese atravesado algún órgano vital. Si hubiese cesado la lluvia, estaría muerto

Nuevamente mi cara estaba llena de sangre, en el momento no lo sentí, pero sabia que estaba mal herida. Toqué la zona donde recibí los golpes y mi pelo se había pegado a la cabeza

Me subí al auto y comencé a manejar, tenía que llegar rápido a la estación

Luego de unos largos 5 minutos, estacioné y bajé. Para mi sorpresa, Ramírez, quien estaba observando la lluvia desde el otro lado de la puerta, salió corriendo

– ¡JULIETA! ¡POR DIOS! ¿QUÉ TE PASO MUJER? – tomo mi cintura y me ayudo a caminar

Vaya, hay un gramo de decencia en este hombre

Me senté en una de las sillas de la entrada y en un parpadeo Genaro, Hernández y Vanessa, estaban a mí alrededor

– ¡NENA POR DIOS! ¡DECIME ALGO! ¡LLAMA A UN MEDICO HERNANDEZ!

El muchacho, obediente, corrió al teléfono

-Necesito hacer una denuncia Vanessa

Ella asintió, pero Genaro me dijo que no era momento, debía esperar a que un doctor me revisara

Luego de unos 30 minutos, el doctor terminó de examinar, suturar y limpiar mis heridas. Resulto ser que esos golpes abrieron mi cráneo unos 3cm

-Tiene mucha suerte- dijo mientras aplicaba el desinfectante- Con estas heridas podría haber quedado inconsciente o peor…

-Lo sé, pero no era mi hora

-De igual manera le recomiendo que se dirija al hospital para hacerle una tomografía y descartar cualquier golpe interno que pueda derivar en otra cosa

-Quizás vaya más tarde, ahora no

– ¿A quién saliste tan terca niña? – Se quejó Genaro

Después de unas advertencias más, el medico se retiro

-Creo que Sanz ya está aquí, hazlo pasar

-Ay nena- me miró sorprendido- Acabas de escaparle a la parca, ni siquiera me contaste como se te apareció ese hijo de puta, podemos esperar

-Espere 3 meses para saber quien mató a Nadia… ni Jorge ni nadie me va a arruinar esto, aunque me vea como una momia resucitada, necesito ver esos resultados

-Esto es lo que admiro de vos hija- sonrió, se levantó y se asomó hacia el pasillo- Sanz, ¿Puede venir?

La figura del forense apareció y, luego de cerrar la puerta, dejo el sobre en el escritorio

Por fin…

Parte 32: Resultados

Ni siquiera esperé a que ellos terminaran de sentarse, tomé el sobre y lo abrí… obviamente no entendía nada de lo que decía (vi mil documentos similares, pero para explicar tenemos a Sanz)

-Tengo buenas y malas noticias- me miraba fijamente

-No me diga eso por favor- señalé mi vendaje- No he tenido un buen comienzo del día

-Veo… – Tomó el papel que saque del sobre – ¿Por dónde empiezo? ¿Por lo bueno o lo malo?

-Por lo bueno, hágame el favor- respondió Genaro

-Los resultados de la muestra de sangre- nos miró- La gota encontrada no es de Nadia, es del asesino

Me ergí en mi silla y abrí mis ojos como platos, miré a Genaro y estaba igual que yo

-Y aquí comienzan los problemas…

Genial…

-Es un tipo de sangre muy raro… AB-, solo el 0.6 de la población la tiene y… ninguno de los sospechosos coincidió

Me levanté y comencé a caminar

No puede ser… estaba segura… tenía que ser uno de ellos… pero no

-Ósea- me frené – ¿Ninguno? ¿Está seguro?

Asintió

-No sé qué decir- me volví a sentar

– ¿Qué hay del ADN?

-Bueno- suspiró- Si he de ser sincero, creí que iba a ser la prueba condenatoria, pero…

-No le meta suspenso Sanz, por favor se lo pido- se quejó Gena

-Perdón- sonrió- Pero quería cortar la tensión del ambiente

-Ya la cortó bastante, gracias

-Seré breve, la muestra de ADN no fue suficiente para lograr identificar al asesino

-Pero… usted me dijo que ella se defendió

-Al parecer, sus manos fueron lavadas con algún tipo de químico bastante efectivo

-No puedo creerlo- tapé mis ojos- Creí que hoy ya iríamos a esposar al asesino

-No todas son malas noticias señorita, ya le dije eso

-Además de la sangre ¿Cuál seria la otra buena noticia?

-El ADN no fue suficiente para lograr algo sólido, pero nos permitió elaborar un perfil genético y, una pequeña parte de este, coincidió con Sandra, por lo que nos indicaría que se trata de algún familiar

Para esa altura ya no sabía dónde estaba parada… había tenido tanto tiempo una idea que me costaba pensar que el asesino estuvo fuera de nuestro radar todo ese tiempo

– ¡No podemos mas con esto! – se levantó -Ya mismo me voy a la casa de Sandra y no me iré de allí sin obtener una respuesta, esta mujer nos estuvo mintiendo todo este tiempo

Traté de frenarlo, pero fue imposible, salió de la estación despedido y, antes de que pudiera llegar a la puerta, ya se había ido…

Parte 33: La confesión

Genaro

La vida de mi amiga fue consumida por este caso, es momento de ponerle fin…

Estaba cegado, ni siquiera sé cuánto tiempo tarde en llegar a su casa ni cuantas normas de transito rompí en el camino. Quizás la angustia de Julieta fue lo que me motivo a no esperar más, quizás el hecho de que Nadia podría haber sido mi nieta (en caso de que hubiese tenido hijos) o el saber que Sandra supo algo todo este tiempo, hacía que me hirviera la sangre

Golpeé la puerta lo más fuerte que pude. Raúl salió

¿Por qué está en su casa en un día y horario laboral?

-Necesito hablar con la señora Sandra por favor

-No se encuentra en la casa ¿Puedo ayudarlo? – respondió cordialmente, como siempre

Para ese momento, mi profesionalismo se había ido al carajo, por lo que, en lugar de seguir el «protocolo» establecido, decidí hacerlo a mi manera

-Ya tenemos los resultados Raúl- su rostro cambio por completo- Sabemos que Sandra y, quizás usted, están involucrados

Intentó cerrarme la puerta, pero, mi mano en ella, se lo impidió

-Piense en su hijo señor… él puede ser el próximo

Abrió la puerta de par en par y camino hacia adentro, sabía que Ariel era una fibra muy sensible para él, además, es una persona fácil de doblegar, lo mostro esa noche en la cárcel

-Sé que usted sabe más de lo que dijo Raúl- lo seguía por el comedor- No podrán sostener esta mentira por mucho tiempo

Se sentó en el sofá y comenzó a llorar, sabía que tenían los días contados

-Está bien- dijo con su voz entrecortada- Voy a decirles todo lo que sé, pero con una condición- me miro

-Lo escucho- sonreí

-Que puedan garantizarnos seguridad a Ariel y a mí, Sandra es una mujer peligrosa y no quiero que mi hijo termine en un reformatorio

-Por supuesto señor, acompáñeme a la estación, allí hablaremos bien

Nos subimos a mi auto y emprendimos el pequeño viaje, él decidió no usar su auto por precaución. Fuí todo el camino con una sonrisa victoriosa, sin embargo, ninguno de los dos dijo una palabra

Lo logré Julieta, ya estamos cerca

Llegamos. Al bajar, Vanessa me dijo que Julieta se había quedado dormida en su oficina, por lo que decidí hablar solo con Raúl

-Por aquí

Abrí la puerta y ambos ingresamos a la misma sala de interrogatorios en la que él hablo con Julieta por primera vez, 3 meses atrás

Parte 34: El operativo

– ¿Usted está completamente seguro de lo que me dice? – no salgo de mi asombro

-Ella me lo confeso… la misma noche en la que salí de prisión- suspiró- No ha perdido oportunidad para amenazarme con ello

-La verdad es que no puedo creerlo… ni siquiera sabíamos que Sandra tenía un hermano

-Trata de ocultarlo, y yo no me opongo a la idea, Pablo es un delincuente desde muy pequeño y mi apellido es muy importante como para mezclarlo con esa clase de gente

-Entiendo… – me levanté y comencé a caminar- Y… ¿Dónde podemos encontrar a este Pablo?

-Bueno, no sabría decirle, ni siquiera sabía que estaba en la ciudad cuando pasó lo de Nadia

– ¿Y por que no vino corriendo a decirnos cuando ella se lo confeso?

-Mi hijo… no podía arriesgarme a que le hicieran daño

A pesar de que no concuerdo con esto, lo entiendo, es decir, nuestro sistema tiene la cantidad de fallas suficientes como para generar desconfianza en la gente a la hora de pedir ayuda

Siento en mi que Raúl esta diciendo la verdad, la preocupación que mostro por su pequeño los días que estuvo preso hacía que lo que me decía tuviese sentido

-Necesito que su esposa confiese que encubrió el crimen

– ¡Pff! Ella jamás va a hacerlo

-Ahí es donde entra en juego usted, ya que es el único que sabe la historia, usted…

-Señor- interrumpió- Recuerde que puedo poner la vida de una criatura de 3 años en juego

La puerta de la sala se abrió y Julieta entró

-Yo voy a hacer que confiese- su cara transmitía múltiples emociones

– ¿Estaba escuchando? – pregunto Raúl, sorprendido

-Le recuerdo señor que todo interrogatorio es filmado aquí- redirigió su mirada a mi- Yo me haré cargo

– ¿Cómo? – le pregunté

-No sé, pero esta misma tarde iré a su casa, voy a necesitar que una patrulla se quede por la zona, solo por si acaso- suspiró- Ella nos mintió- sus ojos se llenaron de lágrimas- Me vio la cara todos estos meses… siempre supo quien era el asesino de SU HIJA y nunca dijo nada- lagrimas recorrían su cara- Y pensar que le creí ese llanto desconsolado que mostró cuando llegamos a su casa, es decir, ¡NI SIQUIERA ME DIJO QUE TENIA UN HERMANO!

-Tranquila… no teníamos forma de saber- le di un pañuelo

La fuerza de esta chica me sorprende día a día… aun con media cabeza destruida, quiere traer justicia para esta niña

-Está bien- asentí- ¿Puede hacer que se quede en su casa? – Miré a Raúl

Asintió

Las 17:00hs, del martes 23 de septiembre del 2014, fue la hora fijada para la «operación final», como la llamo Julieta, para saber de una vez por todas, como murió Nadia Ponce de León

Parte 35: El crimen

Tranquila… solo pensá en Nadia… lo haces por ella

El reloj marcó las 17:00hs y golpee la puerta, trataba de no pensar en el micrófono que llevaba en mi sostén. Sabía que, si había problemas, solo tenia que gritar y Genaro junto con Hernández, se harían presentes

La puerta se abrió y una demacrada Sandra se asomo

Mierda… la culpa realmente consume el alma

– ¡Nena! – me abrazo- ¿Qué te paso? – acariciaba mis vendajes

-Es una larga historia Sandrita- sonreí

Entramos y nos sentamos en los sillones (los mismos en los que hablamos al comienzo de este caso). Me ofreció una taza de té y acepté. Al verla caminar hacia la cocina, observe mejor el deterioro… piel y hueso, su cabello lleno de canas (la Sandra que yo conocía iba a la peluquería cada 15 días) y ni hablar de sus ojeras

-Toma nena- me dio la taza- Ahora si- tomó un sorbo- ¿Qué te pasó?

Relaté brevemente mi encuentro con Jorge y, antes de que me preguntará algo más, decidí dar el golpe

-Sandra- deje mi taza en la mesita de vidrio- Ya lo sabemos

Instantáneamente soltó su taza (demás está decir que se rompió en varios pedazos)

– ¿Q…Qué saben? No te estoy entendiendo – su nerviosismo era evidente

-Sabemos que Pablo, tu hermano, mató a Nadia y que vos, lo encubriste

– ¡¿CÓMO PODES ACUSARME DE SEMEJANTE COSA JULIETA?! – gritó

-Tenemos pruebas… Tenemos todo lo necesario para encarcelarte en este momento- todos sabíamos que eso era mentira, pero debía conseguir su confesión

Puso su cara entre las rodillas y comenzó a llorar

– ¡NO TENIA OPCIÓN! – gritaba- ¡SI NO LO AYUDABA ME IBA A MATAR! – sollozaba- Nadia me dijo que había abusado de ella varias veces y no le creí… ¡no le creí!

Me puse de pie y ella me miro

-Lamento mucho esto- saque las esposas- Sandra Ponce de León, esta oficialmente arrestada por ser cómplice en el asesinato de su hija

Salimos de la casa, allí, los hombres nos estaban esperando. Hernández subió a la señora a la patrulla, Genaro y yo fuimos a su auto y emprendimos el regreso a la estación

-Te felicito- me dijo a mitad de camino

-Gracias por apoyarme- sonreí- No pude haber pedido mejor compañero que vos

-Te quiero nena- tomo mi mano

-Yo también te quiero- sonreí, con mis ojos llenos de lágrimas

Llegamos a la estación e ingrese, junto con Sandra, a la sala de interrogatorios

-Te escucho- me senté

-Pablo es problemático desde niño- comenzó- A los 10 años ya robaba en los kioscos del barrio, tuvimos que mudarnos por eso- suspiró- Mi madre se canso y lo mandó a un internado, cuando cumplió 18 salió y vino a verme, yo ya estaba con Raúl, de hecho, él lo sorprendió aspirando cocaína una noche y, obviamente, lo echo- comenzó a llorar nuevamente- Unos días después Nadia me dijo que él la había manoseado- trago saliva- Tenia solo 10 años… y no le creí

-Pero ¿Por qué no le creyó? Los niños no mienten en estas situaciones

-Mi hermano era un ladrón y un drogadicto, no un violador o pedófilo…no quería creer eso

– ¿Qué hacía su hermano en la ciudad?

-Vino a pedirme plata, por lo que me conto, no podía mantenerse y es mi hermano… en Mendoza le regalaron el pasaje para acá, se ve que logro dar la suficiente lastima- sonrió- Obviamente no le dije a Raúl, me dejaría si sabia que sacaba dinero de la juguetería para pagarle la pensión

– ¿Nadia sabía que Pablo estaba acá?

-No… él llego una semana antes de que…- hizo una pausa- De que pasará lo que pasó

-Contame como fue ese día

-La llame varias veces y no me respondía- silencio nuevamente- Cerca de las 16:00hs me fui a casa…

Entonces mintió con eso de que la había hablado con ella a las 17:00hs

-Deje el auto a unas cuadras, porque tenía un mal presentimiento… entré a la casa, casi sin hacer ruido y escuche sus últimos gritos de auxilio- comenzó a temblar- Subí lo más rápido que pude y cuando llegue a la puerta de su habitación… silencio- levanto su mirada, la cual, todo el tiempo había estado en la mesa- Me asome y lo vi- su expresión cambio a rabia- Estaba cubierto de sangre… mi hija lo había apuñalado con una tijera que tenia en su cajón, luchando por su vida

Mis ojos se llenaron de lágrimas, simplemente no podía entenderlo

-Ella estaba ahí… acostada boca arriba, con su hermoso vestido levantado y su ropa interior en el piso, sabia que este hijo de puta la había violado

– ¡¿POR QUÉ LO ENCUBRISTE POR EL AMOR DE DIOS?!

– ¡POR QUE TENÍA MIEDO JULIETA! Tenía miedo de que me matara a mi también

Tengo una hija, si yo hubiese estado en su lugar, lo último que me importaría seria mi vida

-Bajo amenaza lo ayude a limpiar todo. Pasadas las 16:30hs llamaron a la puerta- trago saliva- Era Marcos, no se que quería, pero no le abrí y, después de un ratito, su fue

– ¿Quién la colgó en el árbol?

-Él… yo solo le facilite la escalera para que se suba, creo que eran cerca de las 20:15hs, obviamente nos aseguramos de que no hubiese vecinos y el frio nos ayudo

– ¿Qué paso con su hermano?

-Le di efectivo para que se fuera del país, creo que se iba a volver a Mendoza y de ahí, a Chile

– ¿Así, mal herido?

-Ese ya no era mi problema…

Su mirada no transmitía nada… Recordé el día en que la deje de nuevo en su casa, luego de haber ido a denunciar a Raúl por violencia doméstica (después terminaría admitiendo que fue un intento de culparlo por el crimen de Nadia)

Mi casa refleja mi espíritu

Ahora todo tenía sentido… Salí de la habitación, teníamos que hablar con la INTERPOL para realizar un pedido de captura internacional para el señor Pablo Moro, de 23 años de edad por homicidio en primer grado agravado por el vínculo

Ya lo tenemos Nadia… lo tenemos

Parte 36: ¿El fin?

Un año… ese fue el tiempo que le tomo a la INTERPOL encontrar a Pablo. Fue interceptado en el aeropuerto internacional de Mataveri (ubicado en Rapa Nui, Chile) su destino era la ciudad de Pepeeté (situada en la isla de Tahití). De no haber sido por su pasaporte falso, posiblemente jamás lo hubieran capturado

Lo trasladaron de nuevo a Argentina, en donde se le tomaron muestras de sangre y saliva y… ¡Oh sorpresa! Coincidencia absoluta.

Aún espera su juicio (si, los tiempos de la justicia de este país pueden ser eternos), por su parte, Sandra fue trasladada al penal de Bowen, en donde permanece hasta hoy.

Genaro, junto a su fiscal amigo, el señor Mateo Reveré, son los encargados de llevarlos a juicio. Por lo que vi, pedirán cadena perpetua para ambos, desearía poder acompañarlos

Nadia está feliz, está en paz, sufre mucho el no poder estar al lado de su hermano y padrastro (con quien se llevaba muy bien) ¿Cómo es posible si el diario decía lo contrario? Bueno, Sandra nos confeso que, mientras su hermano terminaba de limpiar y se duchaba, ella se encargo de escribir todo eso, aprovechando lo que sabia de su hija y lo que le había comentado acerca de su conflicto con Vanina y Marco, para desviar el curso de la investigación que, sabía, se iba a iniciar. Jamás leímos algo escrito por la niña

Raúl, gracias a su colaboración, no fue a la cárcel, pero si le pintaron los dedos, por lo que este «pseudo encubrimiento»
estará en su historial para siempre. Él, junto a su hijo, se fueron a vivir a España, en donde tiene a su familia materna

María esta intentando superar todo lo que ocurrió en casa esa noche…

Juan, con quien por fin había decidido comenzar una relación, se preparaba para ir a buscar la cena

-Ya vengo mi vida- me dio un tierno beso

-Te voy a extrañar-respondí abrazándolo

Los últimos meses habían sido los mejores de mi vida. Resolvimos el caso de Nadia, todos mis amigos y afectos estaban bien, la relación con mi madre había mejorado y Juan era adorado por ella y mi hija. Todo era perfecto

Marcos se fue a estudiar a USA, la culpa lo persiguió hasta el punto que decidió abandonar el país e, increíblemente, desde que mi madre le prohibió a mi hermana verlo, jamás volvieron a tener contacto

Mi hermana esta yendo al psicólogo, la veo muy afectada, desearía decirle que la amo, que todo va a estar bien y que el tiempo la ayudara a encontrar su camino, pero ella no me escucha

Mi madre, gracias al cielo, es fuerte por las dos, no es que tenga opción, pero ahora tiene una niña a su cargo

-Anda a bañarte, así estas hecha una princesa para la cena- le dije abrazándola

-Te amo mami

Gracias a dios por haber dicho eso

Comencé a buscar los platos, la cena iba a ser sorpresa, asique estaba emocionada

Sonó el timbre. Creyendo que era Juan, ya que casi nunca llevaba sus llaves, fui corriendo. No tuve posibilidad de reacción. Al abrir la puerta, una luz, un estallido y un dolor en mi pecho. Caí de espaldas, no sentía nada… lo siguiente que vi fue a Jorge mirándome

-La tercera es la vencida, puta- sonrió

Volteo y se fue. La policía aún está intentando localizarlo, solo desapareció en medio de la noche. Lo último que mama dijo es que están barajando la posibilidad de que se haya suicidado en algún lugar

Corrí a buscar a mi hija, abrí la puerta y comencé a llamarla. Ella estaba sentada en la esquina de la ducha, llorando, era evidente que había escuchado el ruido del arma

Repetía su nombre y nada, no se movía, solo lloraba

Corrí de nuevo a la entrada y ahí comprendí todo

Mi cuerpo… tirado en un charco de sangre

Solo unos minutos después, Juan de rodillas, con sus manos en su nuca, mi madre llevándose a María a su auto, Hernández sosteniendo a Genaro mientras Sanz colocaba mi cadáver en la típica bolsa. Miré hacia el jardín delantero y Vanina estaba de rodillas, mientras Gina, una de sus amigas de la secundaria, intentaba ponerla de pie

– ¡NO! ¡NO PUEDE SER! NO…- tiraba su cabello- ¡JULIETA NO PUEDE SER UNA MÁS! NO PUEDE…- su grito retumbo en mi – ¡CUANTAS DENUNCIAS LE HIZO A ESE HIJO DE PUTA! – tomó a Gina de la cara- ¡15 DENUNCIAS LE HIZO ESTE AÑO GINA! ¡15! Y NO HICIERON NADA- su respiración era desesperante, a tal punto, que la hiperventilación hizo de las suyas, sucumbiéndola en un desmayo bastante profundo

Sin pensarlo, sin esperarlo, sin poder defenderme… me había convertido, al igual que Nadia, en una más… una mujer más, asesinada a manos de alguien cercano

Estoy muerta, eso ya no lo puedo remediar, pero no abandonaré a mi hija, donde quiera que vaya, donde quiera que esté, ahí voy a estar y, hare todo lo posible, desde mi lugar, para que no sea la próxima. María no será una victima

Semanas después se dio la siguiente manifestación de #NIUNAMENOS en la ciudad

-Mira Abu- señaló la tele- Ahí está mi mamá- sonrió

-Si hija, ahí está tu mamá

Sus ojos se llenaron de lágrimas al ver a Vanina sostener un cartel con mi foto.

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