El hombre corrió por el pasillo como nunca antes se había visto; vestido con un traje negro a la medida llevaba consigo un portafolios negro. Dentro de este una carpeta envuelta cuidadosamente con el sello de «alto secreto»; su carrera continuó hasta llegar al fondo del pasillo principal a lado del área de verificación de procesos donde la puerta marcaba en un letrero grande de letras rojas la advertencia de prohibido el paso, tecleó una secuencia de números 09-10-02-04-03-18, una secuencia secreta que solo un grupo selecto de personas sabía. Al pasar por la puerta dos grandes hombres con gafas y trajes tácticos de combate lo detuvieron. Cualquiera que hubiese visto la cara del hombre, al igual que los guardias, pudo haber notado como su cara se tornaba blanca cual papel, demostrando el miedo e impotencia que sentía por aquella enigmática reunión.
-identificate- sentenció el guardia de la derecha
-Efrén Gomez Días -dijo el hombre- número de autorización 1011030519- el segundo guardia le pasó una tableta y un lápiz táctil; a continuación introdujo la siguiente secuencia:
«. ..-. –. — -.. ..»
la pantalla se iluminó de un color verde y el segundo guardia, el de la derecha, lo escoltó hasta una segunda puerta donde introdujo un segundo código; el nerviosismo era notable en ambos pero Joaquín, el segundo guardia se preguntaba por qué había aceptado ese trabajo.
Al entrar en la siguiente habitación un acogedor despacho los recibió, las paredes, de madera pulida, un escritorio y una silla de espaldas hechas del marfil más blanco que se pudiera encontrar, lo que causó sobresalto en ambos, guardia y hombre fue la calva blanca de el hombre que los esperaba.
lentamente la silla giró sobre si misma revelando a una persona mayor vestida con un traje gris y unos ojos negros y profundos que al verlos quebrantaría a cualquier hombre, y Joaquín no fue la excepción, al toparse con la mirada de su jefe la impotencia fue tal que le hizo bajar la mirada y alejase a la esquina más reprimida de la habitación
-toma asiento- dijo el anciano -siéntate y cuéntame cómo te fue en tu misión
Efrén se sentó sin antes dirigir una mirada furtiva al guardia y puso su maletín sobre el escritorio; nunca antes había estado en la oficina del jefe, solo había hecho contacto por una plataforma privada por Internet y las visitas constantes para recordarle su misión, así que tomó su tiempo para analizar el lugar, el la pared del fondo se encontraba el cráneo de un elefante africano adulto aun con los colmillos, en las paredes laterales se podía observar todo tipo de armas imaginables, en una esquina un mini bar y en la otra, una vitrina con el único ejemplar de «kapocades» un material descubierto cuando un meteorito se estrello en la superficie lunar mientras se hacia una exploración, un material capaz de destruir una civilización entera, el material que se cree que extinguió a los dinosaurios estaba ahí; todo esto Efrén lo ignoraba.
-¿trajiste lo que te pedí?- preguntó el hombre
Efrén abrió tembloroso el maletín recién robado y extrajo el folder rasgando el envoltorio y revelando una solo hoja con texto escrito a mano, difícil de leer desde una posición alejada y leyó:
«a quien lea esto:
Si la autorización del supervisor de la división de inteligencia es negada se deberá eliminar a todo aquel que lea o escuche lo siguiente – las miradas se posaron primero sobre Efrén y después sobre el guardia- el día dos de marzo del presente año se localizó el «kapocades» y la existencia de una bacteria capaz de neutralizar los efectos del kapocades a cambio de la cordura de una persona- al decir esto el hombre de las facciones fuertes sacó de su saco un frasquito con un líquido morado, lo mostró y lo volvió a guardar – se sospecha que Shiroizou Dakushima, el mayor traficante de drogas y armas posé dichos artefactos, se le avisa al lector, no hay forma de escapar, no hay forma de evitar el colapso mundial si es que Dakushima los tiene en su poder; es por eso que se le solicita al lector mantener esto en est…- lo que seguía estaba cubierto por una gran mancha de sangre seca
-lo acordado se debe cumplir, ¿no es así?- dicho esto le entregó un frasco amarillo que impedía ver el interior- dáselo y quedará curada – Efrén le ofreció una ultima mirada a su compañero Joaquín y regreso a la de su jefe- hace 20 años me prometí que algún día le regresaría el honor a la familia Dakushima, aquel que fue robado por el gobierno y finalizado en la cuarta gran guerra – al escuchar el apellido Dakushima, Efrén y Joaquín hicieron notable su miedo ocultado hasta el momento- el mundo esta lleno de basura y plagas, y el ser humano es la mayor de ellas; asesiné a una gran cantidad de traficantes durante la guerra haciendo de la competencia algo superable y a su vez empecé a trabajar en lo inevitable; el mundo enferma cada vez más y no tardará en que su flama se extinga, mi propósito es ese, adelantar la fecha de caducidad del mundo, y no podía permitir por nada del mundo que alguien, en especial José Arellano, el supervisor de la división de inteligencia, y a su lacayo, algo lamentable su muerte, era u gran amigo, dicha muerte la has causado tu sin darte cuenta que la necesitaba, pero a la vez manchaste el documento, sin embargo eso no me importa demasiado, tengo lo que quería, pánico. Mi sueño es purificar la tierra, dejar a los justos y necesitados dejándome al cargo de todo el mundo, o lo que quedará, muchos lo han llamado mi «Sōdai-sa no senmō» mi delirio de grandeza. cuando llegué a este pobre país me vieron como un salvador, su sorpresa fue tal que me ofrecieron todo a su alcance, hasta sus propios elefantes, por eso es que hoy me conocen como Shiroizou, elefante blanco, logré que este lugar se volviera primermundista y prosperara,¿y para que tú negro de porquería trates de traicionarme?- esto ultimo lo gritó- se muy bien lo que ambos son y planean y no los dejaré- presionó un botón en su escritorio, las puertas se cerraron y unas ventanas se abrieron- ahora el caos comenzará, muté el kapocades para hacerlo resistible al virus manteniendo la locura que causa-
Abrió el frasco morado y lo estrelló contra su escritorio. «es inflamable y caliente» se acordó Efrén, así que salto hacia el mini bar y aventó la primera botella que vió contra la vitrina del kapocades liberando el virus.
Las noticias cuentan que Shiroizou murió quemado en su ofician y que una sola nota se encontraba en el escritorio de este la cual decía:
«los vigilamos desde hace mucho, no se preocupen por su existencia, preocupen por el bienestar social»
El kapocades desapareció sin dejar rastro alguno.
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