Te fuiste sin despedirte aquella noche, desde entonces eres una niebla perdida. No soñaste jamás que un poeta te amara, como estoy aquí sentado acariciando tu recuerdo. Te advierto una cosa me vengaré de ti escribiendo un soneto y bailaras en mi recuerdo con música de Bach o quizás de Mozart te lo advierto. Que escribir un poema en tu nombre es dejarte desnuda como una rosa sin jardín. Pues el amor jamás será olvidado. Una vez que lo tocas cambia tu vida por entero y este poema viajará de mano en mano y de alma a enamorados y dirán los que lo lean quien fue la ingrata, que despreció el amor de este poeta.
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