El perroy el gato.

El perroy el gato.

MALO CHINARRO

21/05/2022

Por palabras se acostó el gato sediento de aburrimiento, tranquilo por nacimiento, atormentado por algún momento es un hecho en el que todo el mundo se puede ver retratado, frágil e inamovible como los abuelos, terco y con buen paso como es el que escribe este texto: cabezón que siente los dedos al pasar por el abecedario de las letras y quedarse con el estigma de la última palabra en el paladar, cerrada a cal y canto. Desentrañando mis verdades ya no me quedan falsedades, el café a estas horas no me hace efecto sólo me hace gestos que quedan interrumpidos al levantar del teclado las manos, escribo en verso, ¿la prosa? la dejo para cuando me sienta lejos, para cuando necesite mirarme al espejo: ojalá vea una sonrisa y no las heridas cicatrizadas. ¿Cómo se sienten los perros sin hueso? Me pregunto si alguna vez estuve cerca de esas miradas, haciendo brasas con hierro soy así de intrépido, soy aquel que piensa que aún le queda tiempo para poder expresarse gracias al auxilio de saber que tiene a alguien, desorden en las rimas, dejo quieta las silabas, será que me vacío de nuevo por dentro, aunque es el texto que más lento quiero ver acabar, en busca de la metódica que me haga subir arriba y dejarme caer en sabanas frías.

El calor lo cuento en la piel, ríe el bufón hoy la melodía que cuenta, deja el mañana en un péndulo que sin saberlo tiene final, dirá que todo tuvo un empezar y ya nada termina. Hace mucho que acabaron los desencuentros y las manifestaciones de libertad por llanto, ahogando al desencanto, camino sin descanso, en un haz de palabras se fija el mediodía cuando se levanta y cuando se va a la cama, depende como las 24 horas se midan. Cuándo habrá descanso para una mente engullida por dichas de haberse dado oportunidades que ahoga en tazas que él mismo saborea, ¿A qué te suena? Caladas de humo donde inhalo los textos subversivos de los que ya no hay nada que alterar, tal vez solo haya que contemplar, ¿pero cuántas veces? ten mente fría porque el calor se reinicia, la avaricia la aplaco con duchas de agua nocturnas, mías son las noches en las que duermo, pues sigo pensando que en ellas aplasto la recámara de mis sueños, lucho contra la contradicción, simbiosis hay entre lo que anhelo y lo que deseo, me quedo visitando el fondo de mi alma, analizándome por descarte en épocas en las que no quedaba otra.

Contando que aún sigo de noche, como búho sin alas como lobo sin trote como vida con resquemores, tal vez la nación se haya convertido en un derroche, donde todo el mundo puede opinar, ¿acaso “malo” no estamos en democracia?, ¿acaso Luis no existe la ignorancia?, acaso chinarro vuelta al ruedo veinticuatro horas más sin neoplasia, igual nos hemos quedado sin argumentos argumentando cómo deben hacer las cosas las personas, pecados con los que vive el cura, y el vidente dice que todo lo cura. Hoy comemos pan sin aceite. Aceite hirviendo es lo que debían echarse en el paladar unos hijos de puta que confundieron ser con poseer y por tanto no tiene cabida ni en la locura. Muchos desafortunados salieron del agujero de una África que hoy su sangre desemboca en la mar. Qué decir del que no piensa con sentido común, qué decir del que lo aprendió en algún lugar del sur, si todavía no lo sabes no actúes según tus necesidades y piensa más en los demás, ¿vale? Más vale tarde si la dicha es buena, más vale noche larga que poca luz en las estrellas que iluminan las oscuras calles de alrededores de Zaragoza.

FIN

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