Es mi primer día de clases en esta escuela, donde mi madre me cambio por conflictos que tuve en la antigua secundaria.
– ¡hola mi nombre es Alison! Y aquí empieza mi historia.
Soy una chica un tanto conflictiva que suele tener muchos problemas tanto en casa como en la escuela, mi padre me abandono a mí y a mi hermana cuando tenía 8 años, desde ese día he crecido sola ya que mi madre se la pasa trabajando para cumplir con las necesidades del hogar.
Me cambiaron de secundaria porque fui expulsada al golpear a una niña después de que intentara bofetear a mi amiga.
Entro a mi salón de clases donde todos me miran como si fuera un bicho raro. Me siento y procedo a ver mi teléfono.
– hola- saluda amablemente una chica.
– ¿hola? – contesto un tanto déspota
– ¿Cómo te llamas? – pregunta la chica
– Alison, ¿y tú? – respondo mirándola directamente
– Yuli- contesta emocionada
Para ser sinceros no me interesaba entablar amistad con nadie, pero esta chica fue muy amable y me invitaba a juntarme con ella en descanso.
Poco a poco nos fuimos haciendo más unidas y todo el tiempo estábamos juntas e incluso los maestros comenzaron a reconocernos porque éramos las típicas amiguitas que no se separan ni para ir al baño.
Un día Yuli llego emocionada y me dijo:
-amiga, hay un chico que te quiere conocer, ya le pasé tu numero para que hablen.
– ¿ESTAS LOCA? Yo no quiero conocer a nadie- conteste alterada.
-no seas payasa, solo van a hablar, nadie los está casando- contesto en un tono burlón.
omití respuesta y opté por una mirada seria.
Paso el día y esa noche llegando a casa recibí un mensaje de aquel chico.
-hola linda! –
-hola- respondí cortante.
– ¿Cómo estás? – contesto.
– bien, gracias ¿y tú?
– me da mucho gusto preciosa, igual bien, gracias por preguntar.
No sé si era porque jamás había tenido novio, pero realmente esto me fastidiaba, el tener que responderle sus mensajes o procurar ser lo menos grosera para no verme mal.
Al otro día, al llegar a la escuela y mirar a mi amiga, lo primero que hice fue reclamarle por haber pasado mi numero sin antes preguntarme.
-por tu culpa ahora tengo que lidiar con ese chico-
-tranquila Alison, no tiene nada de malo conocer a un chico-
-pero yo no quiero, no me importa conocer a nadie- conteste exaltada.
-inténtalo amiga, dale una oportunidad, si no te convence le dejas de hablar y listo- respondió Yuli con una mirada ingenua.
Pasaron los días y siempre llegando de la escuela conversaba con aquel chico, que tenía como nombre Ángel. Poco a poco me fueron gustando sus conversaciones, después de todo no era tan molesto como pensaba, al contrario, era muy atento conmigo y eso de una forma u otra me provoco sentimientos hacia él.
En una ocasión el me invito a salir, a lo cual acepte emocionada, sin antes pensar en cómo pediría permiso ya que mi madre jamás me permitía salir. Asi que idee un plan, el cual consistía en pedirle permiso para salir con mi mejor amiga y ya de ahí irme con Ángel.
Llegando del trabajo la intersecté y le pedí permiso para ir a casa de mi amiga para hacer un trabajo que habían solicitado de la escuela, ella un tanto indecisa me comenzó a interrogar acerca del trabajo escolar, pero termino accediendo. Me sentí completamente feliz, ya que por primera vez conocería a Ángel.
Le conté esto a mi amiga y aunque un poco pensativa me apoyo, me puse de acuerdo con Ángel para vernos en un parque cerca de mi casa y el accedió. Llego aquel día y todo salió como lo tenía planeado mi madre me dejo en casa de mi amiga y de ahí me fui rápidamente al parque donde me varia con aquel chico.
Llegue y él ya estaba ahí, antes de llegar a la banquita en donde se encontraba sentado, me mire en el reflejo de mi teléfono y me asegure de que mi maquillaje y cabello estuvieran en orden, comencé a sentir como mi corazón latía mas rápido cada que me acercaba a él.
-hola- salude nerviosamente.
– ¿holaaaaa Alison! – respondió con su hermosa voz
– perdón por la tardanza- conteste apenada.
– no te preocupes no tiene mucho que llegue-
Mi corazón poco a poco se fue tranquilizando, mis nervios bajaron, me sentí segura con él, sentí que con él podía ser yo misma, esa tarde estuvimos dando vueltas por el parque, compramos helados y estuvimos charlando de cualquier cosa que se nos ocurriera. Fue el mejor día de mi vida. Cuando comenzó a oscurecer Ángel se ofreció a llevarme a mi casa a lo cual yo accedí ya que me daba miedo regresarme sola. Llegamos y nos quedamos otro ratito hablando afuera de mi casa, cuando vi la hora y dije:
-ya es tardísimo, te van a regañar en tu casa por mi culpa
-tranquila, valdrá la pena, si eso significa estar más tiempo contigo.
Sonrojada lo miré y respondí:
-Anda ve a casa, que ya es tarde, y no quiero que algo malo te vaya a pasar
-está bien linda, solo porque tú me lo dices- respondió con una voz dulce.
Se acercó a mi rostro lentamente, mientras me miraba fijamente y beso mis labios, dulcemente a lo cual yo correspondí. En ese instante me perdí y me sentí en un sueño.
Me separe y lo mire apenada.
-perdóname, me deje llevar, juro que no volverá a pasar- me dijo
-no te preocupes, está bien- respondí
Nos miramos por un momento y me dijo:
-me tengo que ir, espero verte pronto.
Asentí con la cabeza mientras miraba como se iba alejando.
Pasaron los días, semanas, meses y yo seguía conversando con aquel chico, y cuando menos sentí estaba completamente enamorada de él, nos hicimos novios me sentía muy feliz de estar con él. Hubo otras cuantas salidas, claro, a escondidas de mi madre, y en todas me la pasaba muy bien, me sentía completa estando a su lado.
Un día las cosas comenzaron a complicarse, dejo de ser atento, se empezó a comportar muy distante conmigo, hasta que un día recibí un mensaje que decía lo siguiente:
“Hola Alison, lamento decirte esto por mensaje, sé que es algo muy cobarde de mi parte, pero siento que esto ya no funcionar, la verdad estoy conociendo a otra chica, nos llevamos muy bien, tuvimos conexión y me siento bien hablando con ella, la verdad no puedo engañarte y seguir contigo mientras me veo con otra chica, perdóname por esto, tu no mereces nada de lo que te estoy haciendo, espero encuentres a alguien mejor, se feliz cuídate, te amo”
Al leerlo mis ojos se llenaron de lágrimas, sentí como si algo se hubiera roto dentro de mí, llore inconsolablemente en silencio dentro de mi habitación. Después de eso deje de comer, comía muy poquito y debido a esto baje de peso, lloraba todas las noches hasta quedarme dormida, termine muy mal, mi madre noto esto y se acercó a mí, me pregunto que me pasaba, que yo no era asi, que el brillo de mis ojos se estaba apagando y que le preocupaba mi salud, no lo pude ocultar y termine contándole todo, y al recordarlo nuevamente volví a llorar sin parar, cuando termine de contarle mi madre me abrazo y me dijo:
-tranquila hija, esto es parte de la vida, del amor, a veces amamos a personas equivocadas que nos enseñan muchas cosas, ese chico no era para ti, simplemente paso por tu vida para enseñarte que no todos los “para siempre” se cumplen y que las personas no siempre son como ellos dicen ser. Mírate en un espejo, eres muy linda, cualquier otro chico moriría por estar contigo, no te dejes apagar por uno que no te supo valorar, la vida sigue, con o sin él, el amor muchas veces duele, pero solo con el amor verdadero te darás cuenta porque con las otras personas no funciono, te amo hija.
La abrace y llore.
Desde ese día comencé a pensar en mí, cada día pensaba menos en Ángel, Salí adelante, y tal y como lo dijo mi madre “la vida con o sin él continua”.
A pesar de que fue mi primer novio.
Mi primer beso.
Mi primer aventura
Mi primera ilusión.
Mi primer amor…
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