AHORA ES ASI

Les voy a platicar un poco de mí, soy a mi parecer un joven comportado, lo que, a muchos de mi edad, les parece aburrido, ya que casi no hablo en especial cuando había una chica bonita, como ahora le dirían mi “CRUSH”, pues me dejaban sin poder soltar una sola palabra, tan grabe era mi problema que mi primera relación fue un poco disfuncional, dejando aparte que ella se me declarara, más bien fue porque no podía desaprovechar la oportunidad de saber que se siente tener una novia. Pero bueno creo ella se dio cuenta y me dejo en poco tiempo, a partir de eso ya había aprendido la primera lección, en el amor, ama a quien esté dispuesto a amar.

Después entrando a la pubertad, la mayoría de compañeras, no sé, ¿atrevidas?, pues desconozco la razón, pero me acercaban mucho su cintura y bueno quiero pensar que ustedes saben a lo que me refiero, pero, yo me separaba rápido, pues ya, con el simple hecho de hablarme, me ponían nervioso y luego en esas situaciones……

Incluso recuerdo una vez estar con dos compañeras y de la nada me ofrecieron sexo oral, yo todo nervioso y sin saber ni siquiera que hacer busque la forma de irme del salón, después me quede pensando o ¿si las estaba respetando? o ¿yo era muy estúpido.? Creo esa respuesta me la resolverá el tiempo.

Cuando esa etapa pasaba me encontré en mi camino a Grisel, en ese tiempo para mí una niña hermosa, con un bonito cuerpo, (razón por la cual muchos presumían haber salido con ella). Recuerdo mirarla, en la butaca del salón de clases, después de un tiempo yo estaba seguro de que yo igual le atraía, mis amigos confirmaban lo que me suponía, y el cielo me los ven disca, me facilitaron las cosas, hablándole de mí y mi forma de ser.

Una vez después de unas semanas la desesperación me llevó a mandarle un mensaje, en el que yo le expresaba mis sentimientos para con ella, pero ella quería que lo tratáramos de frente, y me mentalice esa misma noche para pensar que decirle al otro día, pero la mordaza que el amor me pone en la boca, hacia que no tuviera confianza en mí.

Al día siguiente, con un nudo en la garganta, me acerque y dije lo que dicen todos los improvisados, ¿quieres ser mi novia?, obtuve un sí, ella se empezó a acercar a mí con la intensión, ¿creo?, de besarme, yo asustado pues no tenía experiencia en eso me avance y solo la abrase, le di un beso en la mejilla y me despedí de ella.

Empecé después a reflexionar acerca de lo que me pasaba y llegué a la conclusión de que me preocupaban mis padres y su posible reacción ante la noticia de que yo mantuviera una relación.

Pero poco tiempo tuve para resolver ese problema pues, Grisel, me corto a unas cuantas semanas, pues yo casi no le hablaba, pero no crean que no intentaba hacerlo, había veces que le tomaba la mano esperando que de esa forma pudiera ella sentir lo que yo sentía, pero al parecer eso ya no era suficiente.

Paso el tiempo, experiencias y emociones, pero nada serio, y para acabar con la poca confianza que había ganado, que llega la pandemia, claro que al inicio todo fue paz para mí, pero la inactividad mental ya me empezaba a pesar, por lo que empecé a buscar en que entretenerme.

LA AZOTEA

Mi papa tiene gallos, cuando iba a la escuela, solo les tenía que dar de comer los fines de semana y cuando no hubiera clases, ahora les daba diario, y como no había nada que hacer, empezaba a chismosear en las casas vecinas. Una vez recuerdo haber visto a tres personas, 1 mujer y 2 hombres, que estaban discutiendo y cuando me agache a darle de comer al gallito de enfrente, me enderece y vi a la señora, en medio, con un hombre a los extremos de cada mano, intentando separarlos, pero uno de los señores tenía un ladrillo en la mano, mientras gritaban la señora alzo la mirada, pero logre agacharme rápido y en ese mismo instante escucho: -AUUUUU,

Señora: ¡ya déjalo José!

Hombre- no que muy chingón.

Desde ese día no volví a asomarme a ese lado de la azotea. Ya solo me quedaba voltear a la casa de mi vecina, amiga de mi mama, que es muy sonriente, sabía que tenía una hija que llegue a conocer, pero eso hace ya muchos años.

No sé, pero ya no era igual, a como la recordaba, creo le cambio la cara, pero siendo honestos muy bonita, con su cabello rizado y se hacía dos bolitas que me hacían recordar un pandita, bebe, su tono de piel, tal como el de las imágenes de la virgen, estaba fascinado, aun me parecía hermosa, cuando hacia muecas, de enojo cuando la hacían enojar sus perros.

Ahora subía con entusiasmo para quizás llegarla a ver, había veces que solo me conformaba con ver su cabello rizado, pasando por la orilla de la marquesina de su casa.

Recuerdo imaginarme como seria si me le pudiera acercar para invitarla a salir. Pero no estaba listo.

Recuerdo una vez ver una lona amarilla y un moño negro en la casa de mi vecina, sentí como se formó un hueco en mi pecho y como se movían de lugar mis intestinos. Baje le avise a mi mama y me dijo que había fallecido el hijo de Raquel, sabía que estaba mal, pero me tranquilice un poco.

En la noche vi a mi mama arreglándose y le dije que yo iba con ella, asintió con la cabeza y sal9imos. Ya en la puerta yo buscaba a quien entonces supe que se llamaba Melanie.

Empezaron los rezos y yo no me senté en ninguno de los rosarios del novenario que hacen cuando una persona fallece.

Durante esos días entre en un dilema, sentía las ganas inmensas, de hablarle, pero no quería aprovecharme de la situación, así que solo la miraba, que a veces se daba cuenta, pero desconozco porque la podía mirar a los ojos sin temor. Terminaron los rezos.

LAS CABEZAS ENFERMAN

Mis padres se enferman se contagian, pero fueron atendidos en casa, por nosotros.

Mi papa con un tanque de oxígeno mi mama con un aspecto espantoso, nosotros nos hicimos cargo. Pero si me guarde lo que sentía y buscando un escape de mi realidad, recurría a la vida de los ojos cerrados, aquel en el que había un paisaje verde y mi hermosa Melanie, que en sueños venia, para abrazarme y convencerme de que todo estaría bien algo que me motivo a no gritar y aguantar un poco más.

Salieron de la enfermedad después de casi un mes y estaban próximas mis vacaciones ya me había acostumbrado a levantarme temprano hacer mi tarea de artes a las 5:00 am, y esperarme a la clase que viniera, mientras veía mis programas de YouTube, pero cuando empecé que la calma había llegado, Melanie ya no aparecía por las noches, y lloraba en la obscuridad sin sentido. La sutil y tan útil tapa de mi realidad, dejo de cumplir su función, salió toda aquella sustancia que se aprisionaba en mí, ansiedad, depresión y miedo, 2 meses sin que el fluido dejará de salir. Terapia, terapia, hasta llegar al medicamento, pero ya podía pensar diferente ya tenía otra perspectiva de la vida, estaba listo.

LA FIESTA

Atrás de mi casa había una fiesta, fui con toda mi familia, estuvimos ahí y vi sentada a Melanie al lado de su mama, sabía que era ese el momento, con toda mi familia enfrente, camina sin pensar y le pregunté, ¿quieres bailas? Y me contesto que sí.

Esa misma escena se repitió en todas las canciones que se prestaran para bailar, en uno de esos momentos aproveche para decirle que es muy bonita. Termino la fiesta.

Llegue a casa a darle gracias a dios, pues había valido la pena esperar y sufrir esos 2 años absteniéndome de más opciones.

Fue entonces que junte a mis papas y hable seriamente con ellos sobre mis relaciones, pues yo quería hacer las cosas bien, se percataron de eso y ahora cuento con su apoyo.

Estaba todo listo solo hacía falta decidirme a invitarla, pero como yo quería hacer las cosas especiales, por lo que fui a su casa y tardé 3 días en tocar la puerta sin tanto miedo.

Yo- ¿Estará su hija?

Raquel- si(dudosa)

Yo- ¿le podría hablar? Por favor

Raquel-claro

Melanie-sale corriendo

Yo con voz temblorosa- hola

Melanie- hola ¿Qué paso?

Yo-quería saber si ¿te gustaría ir a hacer algo?

Melanie-claro

Cambiamos redes sociales y quedamos de mandarnos mensaje.

WhatsApp

Yo- hola

Melanie- hola, oye, ¿Por qué quieres salir conmigo?

Yo- la verdad me encanto tu forma de ser, tu cabello tu sonrisa tan tímida, con y sin tus lentes, el humor y animo con el que te expresas y todas las comisuras que se forman en tu rostro.

Melanie-A bueno, pero, es que hace tiempo, que a mí ya no me gustan los hombres, digo para que sepas.

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