Capítulo 1
-Mi nombre? Creo que no tiene importancia, llámame como tu gustes….
¿Qué? ¿por qué estoy aquí?….No quisiera hablar ahora pero llegue por una equivocación……¿tal vez? ….
Está bien, le contaré que pasó…..
Hace unos años en el condado de….. algún lado en medio de la nada, llegó un chico, tendría unos 17 años, todavía no sabía que hacer con su vida, culpando a la vida ya sus padres de cualquier mal que le pasaba -que idiota- se mudo a la casa «azul», la casa con los secretos más oscuros del pueblo, -aunque eso no lo sabía en su momento- el primer día en esa casa todo transcurrió medianamente normal, al menos eso consideraba un día normal en esas últimas semanas, desempacando cada caja sin que mi madre se enterara sobre «la caja especial» al momento de encontrarla lo primero que pensé fue: «solo 5 minutos», después de media hora, al ser interrumpido con un fuerte estruendo viniendo de la cocina.
Era mi madre, sacaba chispas ya que en el momento de que estaba acomodando sus amados trastes, se cayó de espaldas ya que subió a un banco para alcanzar el estante más alto, pero no se lastimó. Sorprendido le pregunté:
-¿cómo no te has lastimado?
Mama:- no lo sé, al momento de caer sentí que alguien me atrapó por detrás. No me he roto nada. Aunque la vajilla no corrió la misma suerte…
Mamá se entristeció al ver que la vajilla de la abuela se hallaba rota en el suelo. Pero la consoló el hecho de que ella pudo haber quedado igual de rota al momento de caer. La abuela había fallecido hace unos días, justo una semana antes de que nosotros nos mudarnos a nuestro nuevo hogar. Recogí los restos de lo que había sido la vajilla. Cuando salí de la casa todavía era de día, soleado, con viento refrescante, un día que no se espera mucho en la época de verano, salí rumbo a una colina llena de árboles para matar el tiempo.
Mientras estaba en el sendero de la vida, junto con las canciones de three days grace llegue a un roble muy grande, parecía ya tendría muchos años de edad, me recosté junto al árbol para disfrutar la brisa fresca. Todo transcurría normal, me quedé dormido aunque tuve un sueño extraño, soñé que la tierra me trataba, haciendo que llegara a una especie de cueva, toda iluminada por piedras preciosas que emitían luz, me espante cuando me percate que no había salida, solo lo que parecía un pasillo de piedra y musgo, seguí por ese oscuro pasillo hasta que llegue a una especie de cráter en donde se encontraba un gran árbol con hojas moradas, este se encontraba en medio de un estanque, iluminado con las mismas piedras de hace un momento, parecía una noche estrellada.
Camine hacia el inmenso árbol cuando vi en una de las ramas a una chica, con los ojos más hipnóticos que pude en mi vida había visto, eran de un color ámbar brillante. Ahi conprendi que cuando en los libros dicen que no hay nada perfecto..jaja…están equivocados, no hay nada más perfecto que ella, incluso con sus imperfecciones.
Ella al notar mi presencia no me recibió con los brazos abiertos, para ser exacto quiso atacarme con algo que parecían piedras que cuando impactó con mi cara salió un líquido viscoso transparente.
Yo me protegí atrás de unas rocas que se encontraban cerca.
-¡soy amigo! Deja de arrojarme esas cosas, no saben precisamente a rosas jajaja
-¡¿cómo entraste aquí?!
-Creeme que no era mi intención estar aquí, ¿sabes dónde está la salida?
-¡se que has venido por algo, pero no lo conseguirás, he sido la guardiana de este lugar por más de 300 años y ningún humano ha salido con vida de aquí!
-(creo que me pasé de dosis) no entres en pánico, en cualquier momento despertarás en una cama de hospital, un doctor entrará a la habitación y dirá que el lavado de estómago salió bien…. ¡Esto no puede estar pasando!
-¡¿Qué tanto balbuceas humano?!
-¿humano?…¿Tú también eres una humana, no….?
-soy la ninfa protectora de este lugar, ¡no lo repetiré de nuevo! *se va acercando* ¿¡Cómo llegaste aquí?!
-¡No lo se! Solo me quede dormido y desperté aquí *queda acorralado*
-¡Tus falsos testimonios serán castigados por la muerte! *se acerca amenazante*
-¡No, no, espera! ¡Podemos dialogar! Te juro que no estoy diciendo mentiras *trata de tranquilizarse* te contaré todo lo que pasó
-No lo sé humano, ¿por qué debería confiar en ti?
-Porque si no lo haces no sabrás cómo es que entre aquí, y que tal que llegan más humanos aquí *lo dice en tono burlón*
-mmm tienes un punto humano, están bien por ahora te dejaré vivir, pero mi paciencia es poca, así que explícate *sigue con su postura amenazante*
Continuará…
OPINIONES Y COMENTARIOS