Veo como las gotas de lluvia resbalan tan rápido por mi ventana. Las parejas montando bicicleta, escuchando sus gritos de risa y sintiendo la brisa que corre por sus rostros.
A veces pienso que cada persona tiene su encarnación, y yo sé que estás cerca. Lo oigo, lo siento como esas noches donde mirábamos a la luna y te hacía dormir en mis hombros, acariciando tu bello rostro, viéndote a los ojos, admirando ese lunar fijado entre tus pupilas.
Y mi historia con ella empieza así …
CLEAR
Conocí a Hanna un martes 4 de abril del año 1965, veía cómo corría por los pasillos del colegio, su cabello brillando y esa hermosa sonrisa que hacía que mi cuerpo se endureciera. Estábamos en la misma aula cursando el 4to de secundaria. Recuerdo cuando me castigaron la primera vez por defenderla, a veces digo por qué no se fijó en mí, cómo es que no se daba cuenta de lo que sentía por ella. Me arrepiento de no haber expresado en ese momento mis sentimientos, soy un completo idiota, ahora día a día estoy lamentandome de lo que te paso. Hanna era tan hermosa como el sol, su cabello color marrón, ojos azules como el mar y verla correr mientras el sol la alumbraba, era como un cuento de hadas.
Ella vivía a unas cuadras de mi casa. Yo en mi jardín sembraba flores de jazmin porque sé que a ella le encantaban. Pasaba cada día antes de ir al colegio a agarrar una flor para ponérsela en su cabello. Eso me daba de menos que agarrara mis flores, ya que con verla feliz mi corazón lo era más.
Tenía miedo al hablarle, ya que ella cada vez que sonreía me miraba con una cara como si me tuviera odio, no sé por qué. Un día decidí hablar con ella, pero Taylor me empujo e hizo romper mis lentes, todos se quedaron riéndose y mirándome fijamente a los ojos, menos Hanna.
Solo salí corriendo de esos pasillos sin mirar atrás, me moría de vergüenza por lo que me habían hecho. Pero que cobarde que soy, no puede hablar con ella. No puede expresar mis sentimientos al saber que siento que me estoy cayendo en pedazos. ¿Qué debí hacer en ese momento? Me preguntó todo los días.
Sufría de bullying desde 6to de primaria, no le tomaba mucha importancia porque solo quería ver a Hanna siempre, me llamaban el chico de » cuatro ojos con frenillos de caballo» aunque todo eso haya acabado. Desde que rompieron mis lentes pase la peor vergüenza frente a Hanna, me sentí tan débil que en ese momento me propuse no ir por algunas semanas al colegio. Por las tardes me acercaba a mi ventana y veía a Hanna regresar del colegio, cada vez que se acercaba a las flores de jazmines, yo acercaba mis manos a la ventana y desde la distancia imaginaba que acariciaba su hermoso cabello.
HANNA
Cada vez que regresó del colegio veo a Clear como me mira aunque él piense que no lo noto de vista, se como intenta hablar conmigo en el colegio; cada vez que intento querer hablar con él. Taylor me interrumpe y me aparta de Clear. Si supiera Clear que ando enamorada de él, no me importa lo que los demás piensen de él. Es un chico muy hermoso y estudioso, veo como ama las flores y el huerto de flores de jazmines que tiene creo que son sus favoritas como las mías.
Había pasado algunos semanas cuando Clear decidió ir otra vez al colegio, todos se quedaron mirándolo fijamente por el cambio de look que se había hecho; Clear optó antes de regresar al colegio hacer crecer su cabello y dejar de utilizar sus lentes. No puedo negar que se veía más hermoso de lo que me imaginaba, creo que fui la única que notó que Clear había bajado un poco de peso.
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