Allí estaba, sentada, con su recuerdo en la mente, observando al cielo, viendo cara a cara a la luna y las estrellas, brillan con intensidad, no podía decirles nada, tan perfectas ellas, y yo con la inundación de tristeza, pensando en el que pasará, queriendo estar en su lugar, siendo espectador de las imperfecciones de los humanos, ellas tan libres y yo tan prisionera de mi mente, deseando que me liberen

Como el agua del mar, siendo golpeada con sus olas a las orillas, siendo libre de ir al cielo para después caer sobre mi piel tan tensa y cansada

el cielo tan opresivo a mi espíritu, no me deja respirar, dame un momento para pensar, y recordar,  quien era yo en realidad…

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