¡Mucho gusto, mi nombre es Covid!

CAPITULO 1: CUENTA REGRESIVA

-10…,9…,8…,7…,6…,5…,4…,3…,2…,1…… ¡Feliz año 2020!- dijeron en la radio.

En ese momento, como cada año, sonaron los fuegos artificiales de la cuadra de mi casa y de cuadras aledañas, dando luz al oscuro cielo y formando una ola de estruendosos sonidos, que se mezclaban con los gritos de júbilo de niños y adultos, y los ladridos de algunos perros. Mientras todo el espectáculo empezaba, nos abrazamos y felicitamos. Luego me paré mirando al cielo, mientras pedía mentalmente mis deseos para ese año y agradecía por el que había pasado. Tenía muchas expectativas de ese año ya que era el primer año nuevo que pasaba con mi enamorado, con el cual en un mes íbamos a cumplir 2 años.

Siempre me encantó la celebración de año nuevo, ese día todo era felicidad, celebración y emoción de empezar un nuevo año, así como también, ansias de saber cómo será ese nuevo año. Normalmente viajaba a Chiclayo a pasarlo con mis abuelos, tíos y primos, pero ese año nuevo por cuestiones de trabajo no pude, sin embargo, no me podía quejar ya que gracias a ello pude pasar mi primer año nuevo junto a mi enamorado.

Para la cena con mi enamorado habíamos preparado wantanes y tequeños. Mi mamá se encargó del pavo y la ensalada.

Antes de cenar, al entrar a casa luego de apreciar por un momento los fuegos artificiales, brindamos los tres con copas repletas de uvas, como era una costumbre en año nuevo. Luego de hacer una sesión de fotos, nos sentamos a comer, mientras conversábamos y reíamos a carcajadas. Al terminar la cena, nos pusimos a hacer karaoke, hasta que el sueño se apodero de nosotros.

Esa noche mi enamorado durmió en mi cuarto y yo dormí en el cuarto de mi mamá. Al principio así era tarde y estaba cansada, no podía conciliar el sueño por la felicidad que sentía en ese momento, quería estar junto con mi enamorado y dormir abrazaditos como a veces lo hacíamos cuando tomábamos una siesta por la tarde cuando venía a mi casa o cuando yo iba a la suya.

Finalmente imaginando y soñando despierta en todo lo maravilloso que traería ese año me quedé dormida.

Al amanecer mi mamá ya se había despertado, así que fui a la cocina, tratando de no hacer ruido para evitar despertar a mi enamorado.

Al llegar a la cocina, la ayude a preparar el desayuno, luego de unos minutos mi enamorado también se despertó y ayudó a poner la mesa. Al terminar de desayunar nos cambiamos y nos sentamos en el sofá a conversar y escuchar un poco de música. Ya en la tarde, después de almuerzo, volvió a su casa. Luego con mi mamá ordenamos algunas cosas de la casa y después nos pusimos a descansar, ya que teníamos sueño por la amanecida de la noche anterior, además, el 2 de diciembre (al día siguiente) se acaba el feriado y debía volver al trabajo.