Hace mucho tiempo, en el principio de los tiempos los dioses crearon al ser humano éste estaba echo de barro y un poco de agua, pero había algo que no les gustaba éstos seres estaban huecos y ellos estaban insatisfechos; pues al ser una creación divina el ser tenía que ser perfecto como ellos.
Así pasaron los meses intentando crear al ser perfecto, experimentando con el ser humano a su antojo les dieron poderes inigualables habilidades ahora impensables como mover montañas, controlar los elementos o pintar de colores el mismo cielo. Sin embargo ellos aún estaban insatisfechos pues aún el ser humano se sentía vacío y sin ningun propósito.
Después de varias creaciones fallidas por fin encontraron lo que faltaba sentir en verdad así que les regalaron un poco de su corazón pero con este acto surgió algo que ellos no habían planeado aún así les gustó ya que esto hacía a él ser humano más interesante a esto le llamaron «AMOR» este era un sentimiento con el cual los humanos se sentían felices ya que este provocaba la aclaración de su corazón, ver s alguna persona les daba paz o los hacia volar y perderse de el mundo.
Los dioses estaban fascinados con su creación pero pronto sabrían que ese sentimiento traería consigo a más y no tan gratos como el, primero apareció la tristeza provocada por no ver a la persona que amaban, después la duda eata surgiría al pensar si la otra persona sentía lo mismo que ellos esta venia acompañada de los celos los cuales corrompiendo toda forma de pensar y de actuar avía muchos más sentimientos nuevos e inexplicables pero el más peligroso era el odio sentimiento que se alojaba en lo más profundo y oscuro de el corazón y los obligaba a hacer cosas terribles como lastimar o hasta matar solo por alguna tontería.
Los dioses pronto vieron que su reino de paz y armonía se vio afectado por estos nuevos sentimientos al no poderlos arrancar de los seres humanos decidieron desterrarlos a él mundo terrenal que hoy nosotros conocemos y si nosotros somos esa creación de los dioses podemos amar ser felices pero todo es momentáneo esas mariposas en el estómago los nervios que sientes al ver a esa persona que te gusta el sentir paz cuando estás con ella pero que con el mínimo indicio de duda o desafecto nos convertimos en un monstruo capaz de dañar a la persona que decíamos amar y aún así después de terminar con ese amor que teníamos continuamos en una búsqueda de el olvidando que este sentimiento es efímero y trae consigo nuestra propia destrucción.
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