Vagabundo de sentimientos 1ra parte

Ignacio tiene apenas 38 años. Para algunos, un viejo; para otros, muy joven.

Hoy se levantó temprano; y al mirarse en el espejo, notó que algo había cambiado.

Hoy se despertó sin corazón.

Según el diccionario, “el corazón es un órgano de naturaleza muscular, común a todos los vertebrados y a muchos invertebrados, que actúa como impulsor de la sangre. En el hombre, está situado en la cavidad torácica”.

En esos términos, Ignacio si tenía corazón; pero el diccionario no menciona absolutamente nada acerca del corazón que siente, que ama, que sufre; del que unomismo es responsable de contener y sostener. Y ese, precisamente, era el que hoy, le faltaba a Ignacio.

Se observó unos minutos en el maldito reflejo del espejo.

Giró. Se tomó la cara y como esperando algo, se miró nuevamente.

Nada. Seguía sin corazón.

Y eso no se ve en una radiografía. Se vislumbra en los ojos entristecidos, opacos, carentes de toda señal de vida.

Seguro sería el día; tal vez se prolongaría a lo largo de la jornada, o duraría una semana. Un mes… un año? O una vida?

Trató de arreglarse como todos los días: ropa elegante, el mejor perfume, peinado a la moda; pero nada lograba regresarle su brillo acostumbrado. Miró hacia su cama, observando el cuerpo de una mujer cubierto por lassábanas blancas, ondulante médano de cabellos rubios,acomodados sobre la almohada.

Cerró la puerta tras de sí, y caminó. En silencio se dirigió hacia su oficina en busca de un…

Cómo era que lo llamaban?

Ah…si…

Un milagro.