11 de junio.

Antes de empezar este día, se podría creer que hoy era un día como cualquier otro, pero no lo fue. Al menos no para mí, debí haberlo adivinado desde que me desperté pero siempre ignoro las señales que son más que obvias, nunca he querido admitir que poseo un gran intuición, siempre trato de ignorarlo mas creo que no fue la mejor opción que tomé.

Siempre recordaré este día, siempre la recordaré espero que donde quiera que estés, tía querida encuentres la paz y estés libre de dolor. Desde que abrí mis ojos por la mañana sabía que hoy no sería un día común, puesto que me desperté bañada en lágrimas, no podía parar de llorar, las lágrimas seguían saliendo sin razón. De repente hubo un pensamiento que pasó por mi mente, ¿será que mi tía se va morir? Quién diría que ese pensamiento iba hacerse realidad a tan solo unas horas, mi tía querida, iba a dejar este mundo por no resistir un paro fulminante.

Es increíble como las cosas pueden cambiar de un momento a otro, hace unos días ella estaba bien, sin embargo la tuvieron que operar porque le encontraron unos quistes. En la operación tuvieron que sacarle el útero, todo parecía bien hasta ahí, mi tía había salido bien de la operación pero estaba muy pálida así que le tuvieron que hacer unos estudios donde encontraron que la hemoglobina estaba muy baja así que le tuvieron que hacer una transfusión de sangre pero su cuerpo no la aceptó y empezó ahogarse, los médicos encontraron líquidos en sus pulmones y tuvieron que entubarla. En el mediodía empezó a darle un paro, el tercero fue el fulminante y el que determinó su último día en la tierra, mi tío Jhon llamó a mi madre para darle la noticia, ella quedó destrozada, fue un mar de lágrimas y yo solo podía abrazarla tratando de contener las lágrimas para darle apoyo a madre. He estado triste todo el día, sé que no era la persona más cercana a mi tía aún así me duele su muerte, es increíble ya que soy consciente de que tarde temprano todos vamos a morir y que es algo que es inevitable, sin embargo perder a alguien que aprecias y estimas duele mucho. No estamos preparados para aceptar la muerte de un familiar así como así y más si es tan de repente, hoy no he parado de pensar ni he podido evitar que salgan unas cuantas lágrimas, he estado muy baja de ánimo este día, tanto que no he podido hacer lo que me había propuesto hacer el día de ayer. Estoy intentando animarme escuchando mi música favorita pero ese pensamiento no sale de mi mente. Si me siento tan mal con la muerte de mi tía a quien no era muy cercana ¿cómo será cuando muera uno de mis padres? O mis hermanos y mis amigos más cercanos. Lo más probable es que esté destrozada. Hoy quiero darles un consejo, déjense de tanta cosa, discusiones y demás, disfruten la compañía de quienes están a su lado. Uno nunca sabe cual será el momento en que partan y cuando ese día que creerías lejano se volverá hoy, como le sucedió a mí y familiares este 11 de junio.