A veces vivimos bajo conceptos arraigados por nuestros propios
fantasmas, pensamientos que se escapan bajo lágrimas y sensaciones
porque escuchamos canciones y escribimos tristes palabras con
nuestras propias manos. Esa es la vida de escarabajos que han buscado
una mejor lejos de su familia e idiosincrasia. Es una tristeza que
abarca cada rincón de paredes con colores tristes, de pensamientos
que se desnudan bajo el miedo al cambio, al racismo, al color de un
nuevo comienzo sin amigos y falsas palabras, ese es el concepto que
todo fantasma debe cambiar cuando quiere llorar, encontrar en cada
rincón un perdón hacia su propia alma, encontrar las fuerzas para
levantarse cada día y perdonarse así mismo, porque existen sus
objetivos y esos objetivos son más importantes.
Escapar de propios argumentos, de angustias que lastiman sus propios ánimos
y caminar bajo miradas estupefactas por su color de piel, es la
imagen perfecta de un fantasma que desea regresar a sus antiguas
andadas, a ese calor que sentía cada mañana al levantarse bajo el
abrigo de unos de sus demonios, al luchar con las ridículas
dificultades de cada minuto de su vida antes de llegar a su presente
desgarrador y lleno de dolor. Esa felicidad que sin aviso se escapa
porque su vida se ha arruinado en busca de sueños que dejarán
marcas en su profunda convicción a lo desconocido. Levántate
fantasma, canta canciones porque tu vida debe seguir, porque estas
destinado a triunfar bajo el miedo de ignorantes miradas, porque tu
familia, la más cercana, está allá lejos y espera que levantes tus
pies y endurezcas tu corazón.
Realiza viajes incontables, entra en esa libertad donde tu sonrisa sea
regalada para esos pequeños infantes que te hablan bajos pequeños
espejos desde la distancia, y si, duele, pero no puedes evitar amar
la grandeza y sencillez de tu interior, porque de esas lágrimas que
estas derramando, nacerá la fortaleza de un mundo mejor. Recuerda,
cada vocablo que se escapa es porque has sentido otros mundos bajo
tus pies, y esa sensación es la que no debes dejar escapar.
Llénate de valor y deja que tu ser único sea capaz de renacer bajo las
cenizas de tu propia tristeza.
Este mundo está lleno de almas imantadas bajo sus propias hipocresías y falsedades, sólo tienes que hacerte fuerte y no creer en sus ridículas ganas de decir cosas sin sentidos sobre oídos parecidos.
Adiós fantasma, nos vemos en otro amanecer.
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