Y muy a su pesar se fue.

Dejando atrás una vida llena de recuerdos.

Agravando el hecho de un futuro incierto.

Sin nadie que lo espere al otro lado.

Con tan solo una mochila y un puñado de pañuelos húmedos llenos de rabia, impotencia y dolor. Jamás había echado tanto en falta su aburrida rutina. Así la describía él. Una vida construida con esfuerzo y un sinfín de sueños por cumplir. Y ahora le queda solo esa mochila que pudo rescatar de entre los escombros de su casa. Un hogar destruido, como tantos otros, por las bombas.

Y en la memoria el miedo. Miedo a dejar atrás una vida antes feliz. Miedo a emprender un viaje nuevo y desconocido. Solo. Echando de menos esa rutina que antes le parecía tan triste y tan aburrida.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS