Atentamente el fantasma.

Atentamente el fantasma.

Xiok

13/04/2022

CAPITULO 1: Es mas fácil salir de un hoyo, que no volver a caer.

— saquen el cuerpo ahora.

Esa había sido la amarga orden de una mujer, en plena mañana del del ultimo día de julio, en un campo despejado de nubes y una esperanzadora llegada del sol. Se escuchaban pisadas livianas por los tablones de madera de las tres casonas. Un lugar tranquilo y relajado para aquel retiro espiritual de una escuela católica. Varias novicias y hermanas bajo el cargo de la hermana superiora, esperaban los buses que traían a los estudiantes, mientras que otras hermanas se encargaban de guardar un par de bolsas negras lejos del campo verde.

Se les veía angustiadas y con una ligera capa de sudor sobre sus rostros. Adoloridas, dejaron con un asco una bolsa negra apestosa casi putrefacta y se fueron mientras golpeaban sus manos como si hubieran terminado un trabajo difícil.

Poco a poco, un afinado pitido llamo la atencion de las mujeres. Estaban listas para recibir a los menores de edad, a pesar de todo lo que tuvieron que vivir en menos de una hora. No solo lograron alejar el maloliente olor de las bolsas, si no que hasta la casona mas antigua y alejada, también estaba limpia. Algunas se acercaron al portón de madera, veían con dedicación los tres buses estacionarse.

Sin embargo, sus delicadas sonrías se destruyeron cuando el sonido de los buses se aportico por culpa de quejas, gritos y alaridos. Las mas jóvenes soltaron un suspiro hondo, mientras las novicias o monjas con mas experiencia veían exhaustas a los pocos profesores bajar con una caja en mano.

Intercambiaron miradas agotadas, «lo que nos espera», pensaron acomplejadas, en especial cuando los primeros estudiantes bajaron. Con aires imponentes y molestos, dejaban sus celulares y videojuegos a cargo de su profesor.

Entre los pocos docentes, un hombre de cabellera castaña y ojos marrones, veía con una sonrisa falsa a cada uno de los menores en fila, obligados a dejar la tecnología fuera por tres días. Cada uno intentaba a su manera proteger sus celulares, aunque todos terminaban en lo mismo, una apenada mirada de parte de él.

Un pobre hombre obligado a venir por la madre superiora, tras aconsejar una maquina expendedora de condones.

— Señor, este es mi castigo? — cuestiono en un susurro poco audible para los estudiantes.

— Harawi, por qué estas aquí? tu solo eres el psicólogo de la escuela — pronuncio un pelirrojo, mientras dejaba a regañadientes su preciado celular

— nunca seas docente de una escuela de monjas, no importa que— contesto harawi

Harawi, el único psicólogo de la escuela tenia la reputación de ser muy sincero, se dice que su llegada sobresalto a la directora, quien estaba a punto de sacarlo si no hubiera sido por que su hijo exonerado de la actividad ,le agrado. Desde ese entonces y gracias a su perspectiva tan diferente de los profesores sobre la vida, se convirtió en el docente mas querido por los estudiantes.

Pocos sobrevivían sin diferir ante un asesoramiento de él, aunque es harawi quien nunca pudo sobrevivir ante una conversacion con la hermana superiora.

— no es justo

Se escucho decir de un chico trigueño de cabello ondulado castaño, estaba parado frente a una joven hermana vestida con su típico habito. Ella sonreía cálidamente ante al joven y su gemelo cercano a ella, disgustada por tener que escuchar a ese par quejumbroso. Por mas que quisiera alejarse de ellos y quedarse frente al lago, suspiro y sonrió.

Ambos con altanería, intentaban convencer a una simple trabajadora y como todos los llegados del bus, obligada por la hermana superiora, aunque ella no lo aceptaría.

— Hermana wayni, no es justo que tengamos que dejar el celular y si nuestra madre nos llama? — pregunto el otro gemelo

— No te preocupes kaipa, llamará a su manager o a tu padre, por favor avancen

Insistió al mover la caja hacia ellos, quienes con una mueca de disgusto, dejaron caer cuidadosamente sus teléfonos, mientras veían molestos a la mujer y después al frente. Wayni, una joven adulta que a temprana edad decidió ofrecer su vida ante dios.

Wayni alzo sus hombros, cansada de estar parada. No fue hasta que localizo a una joven de cabello negro y ojos verdes, se dispuso a mostrar autoridad, nuevamente no quería escuchar quejas o malos entendidos. No es que la menor fuera difícil de tratar, pero cada vez que un docente hablaba con ella, un malestar retuerce su cuerpo.

Permaneció alegre ante los penetrantes ojos de la chica que saco un celular con tapa, uno antiguo. Enseguida inclino un poco la cabeza, por una extraña razón quería entregar un celular de generaciones pasadas como si fuera suyo.

— khaya? — pregunto wayni, sorprendida con su mirada sobre ella.

— oh, perdón —se disculpó apenada, casi parecía triste — No sabia que tenia que traer el celular mas moderno, no tengo mucho dinero.

Wayni, asintió no quería debatir con ella, volvió a acercar a la caja y mover su cabeza hacia adelante. La menor entendió , dejo su celular y camino en dirección al portón

— ustedes tres chicas a la cabaña A, habitación 6. Los chicos a la cabaña B, habitación 2

Dijo una novicia de cuerpo regordete, frente a un grupo de tres chicos y tres chicas, entre ellos una pareja que ve con furia a la mujer. Una larga pelea de mirada empezó entre la mujer y un chico de cabello oscuro que abrazaba a una castaña con cerquillo y pecas, después de segundos, la castaña lo empujo hacia atrás con la misma mirada de enojo.

— gracias umiña — volvió a hablar la mujer, aunque esta vez se sorprendió cuando la tranquila mirada de la chica volteo con furia — ah, claro umi

— nos vemos, hermana — pronuncio ella y se fue junto a sus amigos.

La hermana suspiro alegre de ya no tener que ve a ese grupo fastidioso y en especial a la apodada umi, quien a pesar de ser madura y amable con todos, tiene en su espalda a una de las familias mas poderosas de la escuela.

Si bien no pueden cambiar algo, el dinero que invierten obliga tanto a los docentes como monjas, no acercarse a Umi. Aunque la mayoría siempre termina por renunciar, mientras, otros se acostumbran a vivir en ese lugar.

Una hora paso desde que el campo volvió a un tranquilo silencio, mientras los estudiantes se acomodaban en sus habitaciones. En el interior de una habitación con dos camarotes, wayni soltó su mochila sobre una cama y saca una caja de cigarrillos. Volteo hacia la ventana con vista al bosque, emocionada de poder fumar un poco antes de las clases.

Ella sabia que no podía fumar o siquiera quitarse su habito dentro de una habitación compartida con mas principiantes, atraída por su olor y tranquilidad que otorga, camino hacia la única ventana del cuarto. Palmeo y jugo con el cigarro hasta que una conversacion agitada entre dos chicas y un chico, llamo su atencion.

— bolita de escarabajo

Se escucho y bajo su mirada cansada de tener que escuchar a adolescentes en plena pubertad. Dio un largo suspiro, mientras ocultaba el cigarro.

Parecían dos chicas divertirse de aquel chico obeso de cabello negro, ellas entregaron una caja de galletas al alegre chico inocente. «El típico abuso superficial corporal» pensó la hermana desde su habitación, no era la primera vez que veía al chico ser molestado por ambas chicas. Conocía su estilo de juego, hacían sentir mal al pobre chico y luego pedían favores.

« ya no puedo decir esa palabra» pensó wayni. Cubrió sus ojos molesta, después de todo, no podía hacer mucho cuando se tratara de las hijas de padres de familia que entregan fondos para las ferias escolares.

Mientras tanto en el campo, el chico vio la caja y a las chicas desconfiado, después de todo no podía confiar mucho en ellas.

— no te gusta? Nuestros padres nos dieron la caja, pero pensamos usar estos días para empezar dieta — dijo apenada la chica ondulada, mientras su amiga asintió tristemente

— si no te gusta

— no es eso — respondió él cabizbajo — la ultima vez que me dieron galletas de chocolate, fui acusado de robo

— pero ese día fue diferente, alguien nos vio y pensó eso. pero nosotras siempre te apoyamos, o no recuerdas cuando te ayudamos con el grupo de fútbol? — entono la otra chica — si no lo quieres, no tienes que complicarte

— no, si lo quiero! gracias — dijo y tomo la caja

Tawa, un joven del equipo de futbol, tan generoso y complaciente, que desde pequeño se negó a lastimar a alguien. Aun no recuerda como paso, pero esta en contra del maltrato, por lo que en poco tiempo se convirtió en objeto de diversión por esas dos chicas, contemplo por segundos su nuevo alimento. Alzo su mirada y se detuvo cuando vio a wayni.

Fue por aquella mirada intensa del chico, que ambas amigas voltearon a la mujer, mientras tawa fuera de su trance, escapo de ambas en sus narices. Una de ellas intento seguirlo, pero su amiga la detuvo y volteo de nuevo a wayni. Con una sonrisa falsa y mano alzada, wayni las saludo, sin nada que decir y derrotadas, la morena tomo la mano de su amiga de cabello ondulado y arrastro en dirección a una de las cabañas.

Minutos mas tarde y sin hacer caso a los preparativos del almuerzo, la chica ondulada intento serenarse, caminaba tambaleante por las escaleras de la cabaña dirigida a las mujeres. Respiro hondo, mientras su amiga abrió la puerta y se sorprendió al ver a una chica con una trenza atenta a un experimento.

Se vieron sonrientes, cómplices de un nuevo plan. Akio soltó la mano de yana y camino hacia la chica de menor altura y toco su cabello, enseguida, la menor lanzo un pequeño chillido sobresaltada, se incorporo a unos pasos de ella e intento ocultar su objeto.

— thani — murmuro akio — que tienes ahí? es un experimento?

— Por favor, no digan nada —rogo apenada thani — Si la hermana superiora se entera, no me dejaran estar en la feria perla

— no es veneno? — pregunto yana

Thani negó como respuesta, preocupada de que esas dos amigas hablaran. Sabia de los rumores sobre ella misma, la chica que casi enveneno al profesor química en el laboratorio.

Por el lado de yana, vio como la menor se acercaba a tocarla, se alejo y desvió su mirada a su amiga. Ambas accedieron sonrientes, habían tenido suficiente con molestar a alguien , aunque no fuera una gran presa. Estiro sus brazos, mientras caminaba hacia una de las camas bajas del camarote y volvió a ver a la chica de cabello negro.

— te creemos, pero. Puedes hacernos un favor? — volvió a preguntar yana, convencida de que tener poder sobre ella

— claro — tartamudeo thani con sus manos juntas

— sal, nos queremos cambiar y guardarnos sitio en el comedor en estos dos días

Con una nueva orden y tranquila de que su secreto no será revelado, salió de la habitación.

En pocos minutos, se creo una gran fila de estudiantes en espera de recibir su comida, varios hambrientos y ansiosos por la comida. Entre ellos, ambos gemelos conocidos por su madre actriz vieron cada una de los platos, hasta que el menor de ellos, kachi, alcanzo a ver varias piezas de alitas picantes, emocionado golpeo el hombro de su hermano y señalo con un dedo a la comida.

El olor que emitía podría viajar hasta las mesas mas alejadas. Como si fuera el destino o tal vez un pedido de su propia madre, se apuraron a ver la cantidad de personas entre ellos y su amada comida. Kaipa calculo rápido, cada uno tomaba una pieza, temía de no comer. Sin embargo, cambio su vista hacia una trenza, era thani concentrada en servirse comida.

Sonrió satisfecho, sabia como controlar a la chica enamoradiza que los odia. El mayor de los gemelos, respiro y se inclino entre la multitud

— thani — grito sonriente para llamar su atencion — guarda dos alitas picantes, por favor

La chica lo vio con sorpresa, incomoda intento no ver a sus compañeros molestos por la intromisión. Si bien el par de hermanos, era conocido por su carisma, también eran caprichosos. Thani quiso negar con una sonrisa, pero fue entonces que vio los ojos cálidos de kachi

Intercambio miradas con los gemelos y los demás estudiantes, en segundos se sintió acorralada. Ella asintió resignada, sin apartar su mirada baja, tomo dos piezas mas y apenada se alejo de los demás. Mientras los dos hermanos sonrieron victoriosos.

Por otro lado, a cuatro personas. Un pelirrojo los veía con desagrado, hasta que un balón de básquet se interpuso sobre su mirada. Un chico de cabello negro y lentes, golpeo el balón y sonrió frente a sulay, ambos emocionados por jugar un rato antes de las clases.

Mientras ambos juntos a otros chicos, empiezan a idear un plan para hacer un entrenamiento de basquetbol. El grupo de amigos de umi, ven acercarse a thani a la mesa vacía colindante a la suya, con superioridad, el grupo intercambia miradas por la presencia de la chica de trenzas. Como si no estuviera ahí, siguieron hablando animados, hasta que los dos gemelos llegaron frente a thani.

— gracias por ayudarnos — agradeció kaipa sonriente, mientras jalaba su comida.

— Cuidado gemelos achokalla de seguro que thani puso veneno en la comida — comento burlón el chico de cabello negro, sentado en la mesa de a lado.

— tranquilo — dijo umi en un tono delicado — no creo que thani tenga tanto tiempo como para poner veneno específicamente en dos piezas de pollo. además, solo es un rumor, aunque no se puede decir nada hasta que se compruebe

— oh y todos aquí somos unos santos, no es así umiña? — pregunto kaipa sarcástico por la actitud de su conocida.

Con superioridad, el gemelo mayor la vio sonriente. Por lo que, el saliente de umi a la vista de todos, se levanto furioso, aunque umi tomo con fuerza la muñeca de él. Cada uno de los chicos sentados vio la escena, pero sana, la chica lacia vio con desagrado el agarre de la pareja.

— no pensamos pelear, ni hablar con ustedes. Claro si no quieren tener problemas dentro de un retiro religioso. que dirían sus padres? — pregunto kachi, mientras tomaba la tercera pieza de pollo sobre el plato de la chica

Sin poder quejarse, voltea consternada al gemelo menor mas pacifista, quien sonrió en un intento de amortiguar la situacion por la cantidad de alumnos a su alrededor. Con cuidado, empujo a su hermano lejos de la mesa, al mismo tiempo que umi volteo hacia a thani.

Al mismo tiempo que el grupo de amigos volvían a conversar. Alejados de ellos, en una mesa cercan a un cubículo de basura, cinco estudiantes compiten en lanzamiento de servilletas arrugadas a la basura, mientras sulay ve el juego y come al mismo tiempo.

— otro? — pregunta un chico, quien al ver la servilleta del pelirrojo intenta tomarla, pero es detenido por él

— no pienso comer rápido por tu juego, lanza otra cosa — respondió sulay

Sin apartar los ojos del pelirrojo de ojos oscuros, fulmino con un suspiro y bajo su rostro molesto, hasta que vio a el balón de básquet. Sonrió por lo que puede ser una travesura.

«Esta loco», pensó sulay. Cabeceo de un lado a otro por lo que podría ocurrir, tenia que estar seguro de que lo que ocurriera no lo perjudique a él o a su familia.

El chico lanzo el balón entre su amigos, hasta que uno froto la textura y volteo al basurero. En un momento de éxtasis y acompañado de sus amigos, lo lanzo, al mismo tiempo que una monja caminaba con una bandeja roja. En segundos, el balón impacto sobre sus manos, envió lejos la bandeja y un grito de susto salió de ella, mientras su habito negro se manchaba con las pocas sobras de comida.

Todos en la mesa se quedaron inmóviles, mientras los demás sentados perplejos por la situacion se miraron entre si, asustados por la expresion roja de colera de la monja.

— como se te ocurre? es la hermana superiora — susurro sulay. Pero el chico shusheo, nervioso.

— quien fue!? — grito ella

La mujer, de cuerpo alargado y de aspecto elegante. Vio a cada mesa y volteo a ver el balón de básquet, alzo su rostro con superioridad y regreso su mirada sobre la mesa de sulay. Todos tenían el mismo aspecto, nervioso y asustados, con una capa de sudor mas visibles que sus entrenamientos después de clase.

Camino a ellos, mientras sulay escuchaba susurros de sus compañeros. El jadeo hondo y alzo su mirada a la adulta cercana a la tercera edad.

— Equipo de basquetbol, de quien es el balón?

— nuestro entrenados nos recomendó seguir entrenado — confeso ekan

— repito, de quien es el balón?

Volvió a preguntar ella, mientras suspiro hondo molesta, ekan insistió preocupación y otros viendo su capitán, movían sus pies sobre el césped en un intento de emitir sonido delante de sulay. Después de segundos en la practica, alzo su mano cabizbajo y molesto

« A veces odio ser el capitán» Se dijo a si mismo.

— hermana superiora — comenzó sulay y aclaro su garganta al ver su mirada tenebrosa — Ekan, dice la verdad. sabe que el próximo juego es en un mes? No tenemos mucho tiempo

— sulay, yo respeto todo el esfuerzo que hacen para los campeonatos. tu respeta las creencias de la mayoría de tus compañeros y convive dentro de nuestro retiro — se quejo en un tono que detalla superioridad, mientras acomodo su habito — Que diría tu madre si supiera que su hijo está reclamando respeto cuando no lo entrega?

Sulay bajo la cabeza y apretó sus puños molesto. Se sintió ahogado por una mirada parecida a un océano infinito cubierto de neblina, siempre ah sido difícil hablar con la superiora y aun mas cuando esta frente. Con nervios aguanto su respiración, hasta que varios huesos eran lanzados en diferentes lados. En segundos, una guerra de comida empezó delante de ambos.

La mujer volteo alrededor, delante de un gran alboroto y adolescentes divirtiéndose. Por el lado del menor, volteo hacia sus amigos sentados y cómplices, sonrieron al chico.

— sulay! — grito nuevamente la hermana superiora

Un frio recorrió su sangre y agito sus músculos al verla exaltada y con un par de comida pegada a su habito. Ella señalo hacia una cabaña, enojada, mientras los demás seguían en la guerra y sulay solo podía experimentar el miedo.

Camino hacia ella y luego delante, trago saliva sin apartar la mirada de los demás. Ahora estaba en un mundo paralelo, donde si gritara o disparara a la superiora, seria irrelevante para los demás.


Por otro lado, Umi negaba en desacuerdo pero con una sonrisa las acciones de su novio, quien divertido, lanzaba comida contra otras mesas. Sin embargo, al ver a sulay caminar como preso y a kachi tropezar contra la mujer. Intento hacer sentar al chico y Negó cuando él bajo la mirada a ella.

— que te pasa? vamos diviértete — dijo y se inclino a verla — solo hazlo umi. nadie se dará cuenta

— eres un mal ejemplo — murmuro coqueta delante de él, quien siguió el juego y se acerco.

— mira aquí! — grito su amiga a lado de sana

Un repentino y pequeño pudin cayo sobre ambos.

— aprovecha, mientras nadie nos ve — hablo el chico, quien beso su mejilla y volteo el rostro de ella en dirección a thani.

Mientras la chica de menor estatura intentaba cubrirse de los disparos, umi dudo por segundos y se acerco. Sin que la chica de trenza se diera cuenta, dejo un pequeño hueso entre su cabello. Sonrió nerviosa pero con burla volteo y corrio hacia sus amigos, sin saber que fue vista por tawa.

Desde su lugar a metros del campo de guerra, frunció su ceño con impotencia. Después de segundos, golpeo su bandeja contra atrás y salpico contra akio y yana.

— que te pasa!? — grito akio enojada y obligo al chico voltear con miedo

— Discúlpate ahora mismo! — agrego yana enojada. Mientras tawa asustado dio un paso atrás intimidado ahora por sus dos acosadoras — ensuciaste nuestra ropa. Eres un asqueroso!

Volvió a gritar y con ayuda de su amiga jalo al chico lejos de la vista de los demás. En pocos pasos, llegaron detrás de una cabaña, mientras tawa intentaba soltar su agarre sin lastimar a las dos chicas que no paraban de gritar.

— No era mi intención! — grito y detuvo el agarre de ambas

— Tropezar? Tus nos lanzaste la comida! Porque hiciste eso? — cuestiono akio con un timbre de autoridad. Sin embargo en poco tiempo, pequeñas lagrimas brotaron del chico — enserio vas a llorar? nosotras somos las victimas

— ustedes estaban detrás de mi cuando lo lance — hablo el chico fustado por su presencia

— oye. Será tu palabra contra la nuestra , qué tan mal quieres dejar a la escuela? chico que maltrata a compañeros, que mal se vera? — cuestiono burlona yana y empujo al chico al suelo

— Así esperas graduarte? Cuando atacas sin importar?!

Grito enojada pero satisfecha por ver al chico en el suelo con su mirada baja, él solo movía sus puños y rechinaba sus dientes sin saber que hacer. Ambas chicas se vieron sonrientes, iban a dejarlo en el suelo, pero es entonces que aplausos cercanos las alarmaron y voltearon a ver a khaya, con un celular en mano y aplaudiendo contra su muñeca.

Por un par de segundos palidecieron por la intromisión de la trigueña de mentón alzado, quien las veía sonriente. Poco les importa tener que lidiar con la apodada psycho de la escuela, muchos decían que estaba loca, pero solo pocos chicos decían que esa fachada confiada les atraía.

Sin embargo, a las dos chicas no apoyaban ese pensamiento. yana suspiro y con confianza poso sus manos en la cintura.

— qué haces aquí? Psicópata — pregunto yana

— Cállate y Déjame hablar, quiero felicitarlas. No esperaba que alguna de ustedes dos dijera algo tan cierto — interrumpió con serenidad — ustedes deben saberlo mejor que nadie, ya que lo emplean hasta al revés. Les funciona bien? Estoy interesada

— suficiente largo! — grito akio

— Estoy en vivo — confeso

Desde su lugar, inclino su cabeza inocentemente ante la miradas absortas y perdidas de los tres. Alzo una ceja y soltó una pequeña risa que tapo con sus manos.

« Que patéticas, también creerán esos tontos rumores?» Pensó khaya. En un intento de calmar su risa, que enfado mas a ambas amigas

— perdón, es broma. — se disculpo sin dejar a un lado su sonrisa — El internet tiene seguridad y no gastare mis datos en ustedes. Oye tú, vete de aquí — termino por decir con su mirada sobre tawa.

Él no dudo y se fue corriendo, siendo vistos por su persecutoras.

— no te metas en nuestros asuntos, psycho! — grito yana, mientras akio tomo el hombro de ella

— Shhh… — interrumpió aun con su celular grabando la escena y una mirada sádica — no arruines la toma. Al fin tengo una toma con luz

— Ah?! Eres una — recrimino akio en voz baja

— Porque no mejor te tragas todo que se te ah metido? — pregunto en voz alta yana y sorprendió a la chica de ojos verdes

— Oh, parece que jugar a mi estilo. Bien, desde ahora te doy la bienvenida a mi pequeño mundo — entono en una falsa inocente mirada — tres — dijo enseguida.

Un escalofríos recorrió el cuerpo de los tres. Desde su ingreso a la escuela un mes después, la apodada psycho a cargado con rumores sobre su pasado y sobre todo con sus amenazas. ¨Ella te da tres segundos para disculparte, o si no…¨.

— Dos

— Lo siento! — grito akio y cayo arrodillada con miedo. Mientras su amiga, resistió enojada

— Idiota! Qué haces?!

— Cállate! No escuchaste los rumores? Es tolerante con quienes se disculpan. Por favor, psycho. soy creyente! — confeso en el suelo

— Y eso que?! — cuestiono yana sorprendida, ante la ultima palabra sin sentido de su amiga. Regreso a ver a khaya sonrojada de colera — eres una porquería

Antes de que pudiera terminar de contar, visualizo a harawi con comida sobre su ropa a lado de tawa de ojos lagrimosos. Khaya giro la mirada, jadeo por tener que escuchar otro sermón del según ella, el peor docente y abrumada por dejar a un lado su diversión.

Una vez que las dos chicas divisaron a su supuesto salvados, corrieron a él.

— Ella … no ellos dos, se pusieron de acuerdo para agredirnos! — grito yana con su amiga en mano — Estoy segura que khaya amenazo a tawa para que nos encontráramos aquí y puedan robarnos dinero.

Harawi la vio por segundos, confundido por tener que escucharla y ver la mirada asqueada de khaya. Suspiro resignado, no comprendía como el dinero podría ganar al debate en esa escuela, pero agradecía su pago mensual. Dio un paso atrás y recogió su cabello hacia atrás.

— oye, no me grites. no quiero usar aparatos de la sordera en mi flor de juventud. Khaya, tawa, acompáñenme.

Empezaron a seguirlo, pero la chica de cabello negro se detuvo frente a akio y volteo sonriente

— Uno, estás perdonada y tu, gracias por ayudarme con el video — dijo dulcemente hacia las dos chicas y volvió a seguir al psicólogo.

Conforme sus pasos la llevaron a una pequeña terraza entre las cabañas y su mirada mostraba agotamiento, jadeo al ver a la hermana superiora frente a ambos gemelos y sulay. Fue entonces que se dio cuenta del problema en el que se metió. Movió su mirada periférica, quería disculparse de alguna forma con harawi y alejarse de ellos, pero el hombre parecía mas asustado que ella, con una expresion de estreñimiento que no temía mostrar.

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