La vida es un conjunto de sucesos extraños, nos demos cuenta de ello o no. Jamás un evento de tú vida se repetirá en la vida de alguien más, simplemente porque cada persona es un mundo con su propia orbita y aun que a todos nos llegue la luz del sol no todos amanecemos a la misma hora.
Quizás sea por esta peculiaridad de la vida misma que tendemos a buscar en otros una conexión, para no sentirnos solos, y aun que mi dolor no sea el mismo que el tuyo nos alivia saber que al menos no somos los únicos dolidos.
¿Qué hay en el dolor, que hace que la gente se una más? tal vez sea por que la felicidad es liviana y fácil de guardar, mientras que las penas son enormes objetos pesados que nos obstruyen la salida y sin darnos cuenta nos empiezan a agotar.
Me siento agotada pero no arrepentida, odio admitir que me duele la duda, la duda carcome por dentro y de a poco se va exteriorizando sin que yo me de cuenta.
Quisiera tener a quien culpar, ni siquiera estoy segura de que la culpa sea mía, al menos no enteramente o quizás eso quiero creer, quizás es lo ultimo que me mantiene cuerda.
Hoy se levanto de la cama como todas las mañanas, más temprano que yo, para irse a trabajar. Ya no me besa al despertarse mientras finjo seguir durmiendo y no parece importarle azotar la puerta de salida al irse apurado.
Tras cinco años de matrimonio lo único que parece mantenernos unidos es la inercia de la rutina y las deudas mancomunadas.
– RESERVA CONFIRMADA (Hotel Plaza) – decía el mensaje automático que leí en su celular hace ya dos meses. Dos palabras que hicieron que algo dentro mío se quebrara.
*** EVATEST ***
La maldita duda, de las horas extras en el trabajo, de las salidas con los amigos, de las llamadas que me rebota, de la reserva en el puto hotel plaza y de este Evatest.
Suelo quedarme viendo el anillo matrimonial pensando si valió la pena, imaginando que diferente seria mi vida de no tenerlo y como duele recordar todo lo que sacrifique en los últimos 4 años para lograr tener éste positivo en mi mano. Y ahora en contra de todo lo que imagine, en vez de ser mi alegría mas grande es mi terror mas profundo.
Devolví el evatest a su caja original, la guarde en mi bolso para llevármela camino a la clínica y desecharla en un basurero publico. Mi prueba de sangre tenia lugar a las 10:00 am y llegue con tiempo de sobre a pesar de la lejanía.
La vida es extraña sin duda, ella tiene su propio ritmo y no obedece leyes terrenales, escapando a nuestros designios. A veces si tenemos suerte nuestros deseos logran alinearse con los planes de la vida pero esos sucesos son escasos. Todo tiene razón de ser, sabemos escuchar ante aquello que escapa a nosotros, una suerte de consuelo mental que nos damos para no desesperar. ¿Cuál será la razón de esto?
Mi cobardía hace que me mueva lento porque aun que quiero saber la verdad también es cierto que me asusta conocerla.
Esta mañana desperté imaginando que todo había sido un mal sueño, que me había besado antes de irse anhelando que ésta vez si se produjera el milagro. Yo lo esperaría con una cena de celebración y la comida se enfriaría por que lo único que iba a querer comer sería a mi. Pero la cena nunca va a suceder. Abro los ojos y la realidad me invade con gusto amargo, el cuerpo me pesa y el silencio dispara recuerdos en mi cabeza.
*** LA GRAN PELEA ***
No recuerdo o mas bien no se cual fue el momento o el suceso que hizo que nos empezáramos a distanciar pero si recuerdo lo que yo llamo «la gran pelea», la primera vez que nos gritamos con tanto odio, retrucando la repuesta del otro con un nuevo reclamo y repartiendo culpas por toda la casa, Nuestros gritos escalaron a tal altura que los vecinos llamaron a la policía y yo sintiendo la bronca dominar mi razón aproveche la situación para callar, resultando en el arresto de mi marido. Ese momento fue nuestro punto de inflexión y mientras se lo llevaban note como la mirada en sus ojos cambiaba para siempre.
¿Que hace mas daño, las constantes pequeñas peleas o guardar rencor hasta explotar en una guerra?
Ahora me arrepiento de haber hecho cosas por él sin haber querido hacerlas realmente y por lo que me dio a entender él también guarda arrepentimientos.
La gran pelea se llevo nuestras cenas, los tiernos besos, las duchas juntos, el «cuídate» y el «te espero», los almuerzos sorpresas, las caricias, el amor. Y nos dejo solo el sexo, miradas frías, silencios incomodos, escapadas misteriosas y muchas dudas.
A veces me pregunto si lo sigo queriendo o es que en realidad añoro el recuerdo de nosotros dos antes de todo esto, esperando tontamente que todo pase cual noche tormentosa y al fin llegue una soleada mañana, dejando atrás todo mal sueño. ¿será muy iluso de mi parte, será que él también lo piensa o será ya hora de tirar la toalla?
Luego de sacarme sangre, la enfermera prosigue a llenar una planilla con mis datos para ingresarme al registro de la clínica, al notar mi pesado silencio desiste en sus intentos por sacarme charla y solo se concentra en su trabajo, lo cual me alivia.
– No esperaba encontrarte por aquí – dijo una voz a mis espaldas mientras me dirigía a la salida. Una voz que me resultaba familiar pero que no encontraba rostro en mi memoria inmediata. Por lo que al darme vuelta para acabar con el misterio se me helo la sangre al ver que se trataba del hombre que ponía en duda mi todavía dudoso embarazo.
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