Probablemente todos recordamos nuestro primer día de clases en el colegio, y más que un simple primer día, fue un día en donde aprendí una gran lección, una lección norteadora en mi vida.
La profesora Doris era bastante «mayorcita», quizá por eso tenía una sabiduría increíble, cuando ella ingreso al salón de clases, todas automáticamente nos pusimos de pie para recibirla y con un buenos días señoritas, ella nos respondió el saludo.
Nos pidió tomar asiento, dejó su maletín en el pupitre y empezó a conversar con nosotras, se presentó diciendo su nombre y luego empezó con una dinámica: nos pidió cerrar por un momento los ojos para pensar en la respuesta a la pregunta que ella nos haría.
Yo cerré mis ojos, y con una voz calidad, muy suavemente, ella nos preguntó: ¿Qué es lo que han hecho hoy por otros?; todas estábamos en silencio solo escuchando el ruido de sus zapatos bocacines al caminar de un lado a otro.
Después de 5 minutos, volvió a preguntar: ¿Algo simple no?, no quiero respuestas para mí, quiero respuestas para ustedes mismas. Nosotras aun nos quedamos así, con los ojos cerrados por un tiempo más, pareció que nunca nadie nos había preguntado eso o más bien yo creí que nadie se había puesto a reflexionar en que es lo que hace por otros.
La profesora dijo: “en mi caso ayudé a mamá a recoger los platos de la mesa, sostuve la mano de mi alumna hasta dejarla sentada en su aula de clase, preste mi lapicero rojo a mi colega, le di una botella de agua a mi amiga que tenía mucha sed, y también las salude a ustedes para cambiar su ánimo o tensión. Lo que les quiero dar a entender es que no necesitan deslumbrar a los demás, la respuesta a esa pregunta siempre serán cosas simples, hasta pueden hacer mucho por otros con tal solo sonreír “.
“Y para hacer un poco más mágico su servicio simplemente encuentren a alguien que esté pasando tiempos difíciles, o que estén enfermos, o solos, y hagan algo por esa persona, ahí sabrán lo que es la magia “.
Todas sentimos desde el primer día el aura especial de la profesora Doris, por ello siempre la recordamos, y esa pregunta se quedó siempre conmigo para cada día hacer algo por otros.
En recuerdo de mi querida profesora de comunicación de 1° año de secundaria.
OPINIONES Y COMENTARIOS