La Ciudad sin Nombre

Capítulo 1

Luces de conciencia

No sé en qué momento tuve conciencia, solo recuerdo escuchar voces en la oscuridad, sin forma, luz ni sonido. Pero en algún momento se escucharon las voces, estas eran fuertes, débiles, susurrante, distorsionadas entre otras. Tal vez ellas fueron quienes me otorgaron la Luz.

Quizás solo fue un milagro o un accidente lo que me permitió despertar, no lo sé. Seguramente encontrare la respuesta si sigo observando a las voces que me otorgaron esta conciencia. Tal vez en ellas hallé la respuesta a mi existir, después de todo nací por ellas, me nutrí por ellas y de seguro creceré con ellas.

Al despertar lo primero que observe fueron luces en todas partes, seres caminando por todo mi alrededor y aquello que me dio luz, sus voces. Los primeros días me quede observándolos desde mi posición, en este lugar llamado Plaza Estatal. En realidad, no entiendo cómo se la definición del término “Plaza Estatal “. Estoy seguro que las voces me lo dijeron o eso quiero creer pues no encuentro otra explicación.

Los observe por horas, como se desplazaban de un lugar a otro llegando a un destino designado. Todos tenían expresiones diferentes cada uno siendo particular a su manera, aunque varios matices se sobreponían con otros dando colores diferentes. Todos tenían la misma luz en el centro, aunque, esta cambiaba con cada segundo, minuto, hora o día.

Su Luz, desprendía del pecho hacia todo su cuerpo colores distintos dándole una forma un poco espantosa en algunos casos por sus colores fuertes, otras eran lindas con colores fascinantes, intrigantes al poseer una suavidad muy tenue, inentendibles pues cambiaban demasiado rápido, divertidas al moverse con colores muy llamativos. Aunque esos eran los colores que eran más fáciles de distinguir, porque si miraba más profundo encontraba otros colores casi indistinguibles, como si aquellos seres fueran pinturas. ¿Pinturas?

Me gusta acercarme a ellos, cada momento que camino a su lado siento como si una parte de mi creciera o se saciara. Esta sensación es maravillosa, cada pequeña parte de ellos se adhiere a mí, es algo que no puedo explicar porque en realidad no sé cómo describirla. Pero le daré un nombre “Unión”.

Intente tocarlos cuando quería entenderlos más. No quiero volver a hacerlo, no fue agradable.

La Unión me hacía sentir más completo, como si una pieza encajara en el lugar correcto espléndidamente unida a mí. Cada vez que me Unía a otro ser sentía que me acercaba a ellos, como si la distancia que me separaba con cada uno de esos seres se volviera más minúscula, más Unida.

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