Casi sin notarlo, volví a encontrar en mi living a la mariposa que me visitó.
Mágicamente creada, aborreciendo la complejidad, un aleteo simple coronaba su existencia.
La mariposa que me visitó, nunca supo que por un momento, ella fue todo.
El tiempo, el espacio y mi ser,.se sintetizaron en un aleteo, en un punto de sus alas, en un color.
Así conocí aquello a lo que nunca volvería y que nunca pude explicar.
Aquello que solo fue, con la mariposa que me visitó.
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