¿Qué hay de ti? Casi no hablas de tu mamá, pude observar que en la parte de familia solo pusiste a tu padre. Sabes… también soy psicólogo y veo señales de que no quieres tanto a tu mamá como a tu papá. Es importante saber tales detalles en la entrevista, podría dejarte fuera por omitir información que sabías que era importante. Adelante, te escucho.
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¿Es importante de verdad? Es decir, yo soy buena en lo que hago. Póngame a prueba, no me crea nada… solo póngame a prueba y usted vera si es verdad o miento, o yo veré si su idea es infundada o no.
Hija, ¿ Cómo voy a confiarte a una familia unida y feliz si estas mal con tu propia madre? Todo influye y si, es muy importante que me des la razón por la cual tu madre no está en tu retocada solicitud y » se me terminaron las hojas» no es una escusa ¡por favor!
Mire, yo quise mucho a mi papá.
No, no, no., no estamos hablando de papá ahora, has dejado claro lo que representa para ti. ¿Qué pasa con tu mamá?
No hay nada con ella, no hay problemas; por ahora estamos bien, pero la verdad no hay mucho que contar. Usted es psicólogo, ¿usted sabía que los primeros 4 años hacen la vida?
Si que lo sé.
Ah, entonces no me dejará mentir cuando le digo que todo lo que haya vivido al lado de mi madre SI QUE INFLUYE en como la vea ahora. Fue lindo alguna vez pero mientras más pasa el tiempo, los días que valían la pena se comienzan a ver borrosos. Hubo un día en que comenzó a odiarlo todo y a mí junto con todo.
¿Cómo puedes aseverar tal cosa? Por Dios.
Los niños no mienten señor entrevistador psicólogo. Los adultos con ciertas cargas emocionales, a menudo solíamos ser niños tristes, no escuchados, entre mucha porqueria a la que muchos niños estan expuestos. Mucho tiempo estuve enojada con ella, LA ODIE por no quererme como yo queria ser amada, por no ponerme atención como lo hacía con todos los demás, me hizo llorar, me hizo sentir culpable por cosas que una niña de 5 años no sabe ni como sucedió.
Pero a veces me hacía una que otra demostración de amor… y me sentía bien. Una vez dormimos en el piso de la central de Zapopan, llegamos a las 12 de la noche y mi cita a mis examenes para la Universidad eran a las 6. No llevabamos abrigos, ni cobija… mucho menos dinero para un hotel. Me llevo a un rincón donde no estorbaramos y nos acostamos. Me acuerdo que la quise mucho ese día y sentí que me quería y que le importaba. A la vez me sentí culpable por hacerla venir a acompañarme y hacerla gastar el dinero que no teníamos. Me dió mucha pena.
He sentido un millar de sentimientos por ella y otro tanto contra ella… pero ya soy lo suficientemente desarrollada como para comprender que me dió lo que tenía para dar. Quizá tuvo más cosas buenas pero obviamente a mi no me tocaba eso. Es un camino largo y feo si somos ignorantes, pero es aún peor cuando teniendo la posibilidad de quitarnos toda esa mierda de entre los pies, decidimos seguir caminando a lo largo de nuestra vida embarrados de esa peste y manchar todo lo que tenemos.
Así que voy a finiquitar su sencilla y dificil pregunta. No odio a mamá… LA ODIE – No amaba a mamá… LA AMO – Tuve de ella lo que debía darme, me dió lo que tuvo, lo que conoció. Ahora yo conozco la verdad, ¿ Por que voy a seguir odiandola?
¿Y cual es la verdad?
Ella es un mundo y yo otro… que ella lo dirija, no es mi problama, el mío es mi problema. Ahora que sabe mi respuesta YA NO QUIERO SEGUIR CON LA ENTREVISTA.
Entiendo ¿Vienes mañana?
No. ya no estoy interesada en el puesto señor. Gracias.
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