¿Somos animales?-me preguntó un amigo hace poco, en respuesta a esa pregunta le contesté: ¡si!; somos los únicos animales conscientes de nuestra existencia, conscientes de lo que somos y de lo que sentimos. Y es que somos los únicos animales que tenemos conocimiento dé nuestra razón y significado, nuestra ley de vida es hacer el propósito con el que nuestra alma, nuestro cuerpo y espíritu se sientan identificados. ¡Pero hemos muerto!, muerto en vida, ya no se persigue este propósito, solo vivimos de acuerdo a el poder y a los intereses personales (son igualmente importantes que los intereses como humanidad), esto ha generado que nos convirtamos en instrumentos de la ley (ley que determina quien posee y quien no, y de acuerdo a eso es que somete a sus ciudadanos), obedecerle a la sociedad es mas importante que obedecernos a nosotros mismos, humanamente hablando, esto ha convertido que nuestro valor lo defina la mayoría y no nuestra capacidad como individuos, la capacidad es nivelada según las opiniones y normas y no según nuestra felicidad al desarrollarla.
Pero lo que llamamos «intereses personales» no es lo que humanamente conocemos como «seguir los sueños»; debido a la necesidad de sustituir nuestra incapacidad de ser nosotros, hemos adoptado la opinión como un juicio de valor, y nuestra dependencia a esto ha creado la sumisión humana, sumisión que a su vez a hecho que el ser humano sea masoquista, y renuncie a sus intereses por darle importancia a lo que «bien se ve». Esto genera que la nueva generación sea una sociedad dependiente, que solo quiera complacer a su circulo social (casi como una obra de arte, en la que las criticas hace que se vean los errores en ella, y a su ves que el autor mejore su obra) carente de ideales, amante de la ignorancia y sumisa ante el poder; somos nuestra propia obra de arte, y nuestro autor, pero la diferencia es que nuestra perfección no se basa en las criticas, nuestra perfección se basa en nuestro propio conocimiento, y es la carencia de esto lo que nos ha convertido en dependientes siendo capacitados e iguales. El conocimiento se ha perdido, el conocer del mundo y el conocernos a nosotros es algo ambiguo al día de hoy, no conocemos nuestro mundo, como se rige ni porque hacemos lo que la ley «considera que es nuestro bienestar», preferimos elogios, éxito, reconocimiento, influencias, etc., a cambio de conocer, vivimos ingenuamente pensando que lo que la sociedad imponga es lo que mejor se ve, de esta forma anulamos nuestra esencia, morimos cuando acaba nuestra existencia terrenal (carecemos de historia), debido a esto la desigualdad es el nuevo regir, el que destaque una determinada cantidad de individuos en el éxito a costa de otros menos afortunados es lo que mejor se ve, la falta de conocimiento y la ausencia de querer obtenerlo ha impregnado a nuestra sociedad, y ha hecho que el mundo vaya en picada hacia un abismo en donde la libertad, el conocimiento y la paz, sean sustituidas por la sumisión, la ignorancia y la guerra.
Lo que llamamos interés como humanidad ha perdido su significado a el día de hoy, el interés como humanidad no se basa en el bienestar humano, este interés se basa en el poder humano y que tanto pueda aprovechar este pueblo del otro, el interés como humanidad es mas sinónimo de conveniencia, y es el pensamiento hegemónico el que ha establecido esta nueva sociedad que solo busca la conveniencia, el poder, el dinero son los mayores incentivos del mundo de hoy, abandonando el honor y la dignidad creando así el un mundo donde la cobardía abunda y donde luchar por lo justo es ambiguo, revelarse es castigado con la muerte (y la libertad está tan ausente que los pocos individuos que desean luchar por lo justo prefieren morir por luchar que morir cobardemente) los cobardes son dependientes de el poder y el prestigio, los valientes dependen de la justicia y el valor al querer imponerla, la sociedad actual ve con desagrado la justicia, pues esta es contraria a facilidad, ya que aquel que quiere ser justo debe buscar la justicia renunciando a sus principios sedentarios y adoptando el trabajar por un mejor mundo, la causa del descenso de nuestro mundo ha sido el querer todo por conveniencia, el esperar a que llegue algo sin buscarlo, el dejarle todo a la «suerte» , la palabra suerte es simplemente una palabra que usan los cobardes para desprestigiar el esfuerzo de alguien que trabaja duro,
OPINIONES Y COMENTARIOS