¿Cómo llorar en el paraíso sin ser juzgada ?

¿Cómo llorar en el paraíso sin ser juzgada ?

Alguna vez a cierta mujer le consedieron el paraíso. Un cuarto modesto con vista al mar, en una torre donde en la punta, las nubes y las estrellas se sentían más cerca.Aquella mujer había deseado demasiado tiempo el paraíso y se estuvo preparando toda su vida para ello; se visualizaba en la llegaba, la felicidad en la imaginación le sabía orgásmica y se regocijaba cuando se sentía cerca de ser la merecedora de dichoso evento.

Una vez en el paraíso, la mujer se sintió desnuda pero esto no le incomodaba, ya se había posado frente al espejo a admirarse despojada de las ropas. El sitio le pareció mejor de lo pensado cuando llegó pero una vez ahí , se enfrentó con que su deseo no era más que un castillo sin pilares, era un castillo en el aire que se estaría enfrentando en próximas fechas a un huracan. La pobre mujer se dejó llevar por la vanidad de sentirse dichosa, pero nunca planeó qué le aportaría al paraíso con su presencia. La mujer empezó a sentirse pequeña al ver a tanta gente danzando entre los árboles , en contonearse frente al océano . Ella no había pensado más allá que en su llegada y los demás empezaban a mirarla deambular. Clavaban su mirada en cada uno de sus pasos y sus movimientos torpes. 

La mujer ya no sabía que hacer para sentir que encajaba en tan idílico lugar y comenzó a marchitarse. Empezó a ocultarse en la torre, no quería que los demás la hicieran sentir desencajada así que se guardó para dejar de mirar la grandeza y poder mirarse así misma. A lo largo de las horas se sentaba a contemplarse por dentro, cada una de sus callejones internos. La mujer empezó a ver demonios pero también a toparse con escaleras infinitas que le brindaban puertas por las que ya había entrado. La mujer se escondía de si misma y lloraba porque no entendía su propia jugada, no sabía porque había abierto tantas puertas o a dónde quería llegar.
El paraíso te quedó grande, le gritaban algunos desde los árboles que se posaban frente a su torre, la mujer corría desconsolada en círculos dejando la marca de sus pasos de tanto haber hecho el recorrido y lloraba y se escondía y se escondía corría y lloraba. Todo en secreto porque ¿Quién llega al paraíso a sentirse miserable ?

La mujer se escondió ahí demasiado tiempo, el secreto a voces es que aún no sale de la torre pero entre los habitantes del paraíso , se rumora su salida próxima y la celebración del pueblo por su reencuentro.