La historia se inicia en el año 1982, un niño llamado Juanito de piel morena llegaba a casa de la escuela muy contento, -“¡papá, mamá, ya llegue puedo salir a jugar!”- dijo Juanito contento, -“pero hijo primero tienes que comer”- dijo Teresa su madre, -“si hijo, ve a cambiarte ese uniforme que lo traes muy sucio”- dijo Modesto, su padre, -“está bien, pero luego de comer ¿puedo salir a jugar?”- dijo Juanito alegre, -“¿no tienes tareas?”- dijo Teresa, -“si pero es muy poca”- dijo Juanito, -“comes primero, luego haces la tarea y después sales a jugar pero antes que llegue la noche regresas”- dijo Modesto, mientras leía el periódico, Juanito se fue a su cuarto contento, -“ese chico mío, está muy entusiasmado por salir a jugar con la vecina”- dijo Teresa, -“no me gusta que se acerque a esa casa, ese señor no me agrada”- dijo Modesto preocupado, -“no lo conocemos bien, hace unos meses se mudaron”- dijo Teresa, -“la cara que tiene es de pocos amigos y gente como ellos no tratan bien a los de nuestro color, son muy racistas”- dijo el padre preocupado, -“es un doctor, viudo perdió a su esposa no hay que adelantarnos”- dijo Teresa.
(LOA IRACUNDOS- El TRIUNFADOR – CANCION DE FONDO), Juanito se vestía, comía con sus padres, -“tranquilo mi alma, no te vayas atorar”- dijo Teresa, -“es que tu comida está muy deliciosa mamá”- dijo Juanito, -“Juanito, come tranquilo, terminas tu tarea y vas jugar, así que no te apresures”- dijo Modesto, Juanito sonreía al terminar de comer, luego termino de hacer su tarea.
Salían unas niñas, una de cabello rubio y una niña de cabello rojo, -“hola Gabriela, que casualidad volvernos a encontrar en la misma hora que sales al parque con tu hermana”- dijo Juanito sonriente con su pelota en mano, -“no será que nos estarás esperando”- dijo Gabriela sonriente, -“vamos al parque Gabriela, papá nos dijo para ir a jugar las dos solas”- dijo Rafaela la niña de cabello rojo, -“Rafaela podemos jugar los tres”- dijo Juanito, -“no, porque jugaremos con muñecas y los niños no juegan con muñecas, ve a jugar con tu pelota con los demás pelados de este barrio”- dijo Rafaela, -“Rafaela ,no tienes que hablarle así”- dijo Gabriela, Rafaela seria lo veía, -“a mi si me gustaría jugar contigo, podemos jugar otras cosas que no sean muñecas, podemos jugar con tu pelota”- dijo Gabriela sonriente, -“claro que si, como ayer”- dijo Juan sonriente.
Los niños jugaban con la pelota lanzándola uno al otro, cuando Rafaela la lanzo muy fuerte a la carretera, -“Rafaela debes tener cuidado”- dijo Gabriela, -“iré por ella, no te preocupes”- dijo Juanito yendo por su pelota al recogerla, vio un camión que se detuvo frente a él, el chofer toco el claxon, -“¡oye negrito que quieres morir!, ¡que no tienes ojos!, ¡sal de la pista!”- dijo el conductor enojado, Juanito asustado se regresó con su pelota en mano, -“¿estás bien Juanito?”- dijo Gabriela asustada, -“si, no te preocupes, no me paso nada fue solo un susto”- dijo Juanito, -“mejor juguemos en los columpios del parque, es menos peligroso”- dijo Gabriela, -“claro que si”- dijo Juanito sonriente, Rafaela se puso seria al verlos.
Juan empujaba en el columpio a Gabriela y sonreía, -“oye negrito puedes empujarme a mí también”- dijo Rafaela seria, -“se llama Juanito, Rafaela”- dijo Gabriela seria, -“bueno como sea, todos los de su color son iguales para mi”- dijo Rafaela, Juan empujaba a ambas, -“más alto, más alto, más alto negrito, vamos, más alto”- dijo Rafaela siendo empujada por Juanito, -“creo que es suficiente”- dijo Juanito, -“si no te vayas a caer Rafaela”- dijo Gabriela preocupada, -“eh dicho más alto o le diré a mi papá que estamos jugando con el negrito”- dijo Rafaela seria, Juanito la empujo más alto, cuando Rafaela se cayó del columpio, -“¡Rafaela, hermana!”- dijo Gabriela asustada, -“me duele, mi brazo me duele mucho, Gabriela llama a mi papá”- dijo Rafaela llorando, -“perdóname fue sin querer, es que Rafaela me dijo más alto”- dijo Juanito asustado, -“llama a mi papá por favor, mi hermana está herida”- dijo Gabriela asustada lloraba, -“me duele el brazo”- dijo Rafaela llorando.
Juanito corrió a casa de las gemelas, al llegar vio al padre de ellas salir con su maletín, -“se me hace tarde para llegar al consultorio”- dijo el hombre apresurado, -“señor Leonardo, Rafaela se cayó del columpio en el parque está llorando, creo que se lastimo el brazo”- dijo Juanito, -“¿qué dices, mi hija?”- dijo el señor preocupado fue a ver a su hija.
Al llegar, la veía en el suelo, -“me duele papá, me duele mucho”- dijo Rafaela, -“¿pero cómo te caíste?”- dijo Leonardo cargándola, -“el negro me empujo del columpio muy fuerte y me caí”- dijo Rafaela entre lágrimas, -“si pero ella me lo pido”- dijo Juanito asustado al ver la cara del padre, -“¡cállate!, ya les dije a ustedes que no jueguen con gente de este barrio, vete a tu casa muchacho y no te acerques a mis hijas o te acusare con tus padres de atentar por la vida de mi hija, ¡vete!”- dijo Leonardo furioso, -“papá no le grites, Juanito no tiene la culpa”- dijo Gabriela, -“¡silencio Gabriela!, vamos a casa, tienes que cuidar a tu hermana, ambas deben de cuidarse”- dijo Leonardo llevando en sus brazos a Rafaela, (LOS IRACUNDOS- Y HOY LLORAS POR MI- CANCION DE FONDO) Gabriela se fue y miro triste a Juanito, con los ojos que quería llorar, Gabriela levanto su mano y se despedía de él, Juan levanto su mano.
-“Es una torcedura lo que tienes pero como pudo hacerte ese muchacho esto, hablare con sus padres que lo castiguen”- dijo Leonardo enojado mientras la examinaba, -“papá pero Rafaela le pidió que lo empujara fuerte”- dijo Gabriela, -“no lo defiendas, Gabriela ve y tráeme el cabestrillo, además les dije que jugaran solas, esos negros son salvajes”- dijo Leonardo molesto.
-“¿Que pasa mi cielo, porque estas triste?”- dijo Teresa, -“es que…, yo…”- dijo Juanito triste, en eso tocaron la puerta de su casa, el padre de juan abrió la puerta, -“buenas tardes doctor Sáenz, dígame en que el puedo servir”- dijo Modesto, -“usted no me sirve para nada, vengo a decirle, más bien a exigirle que mantenga a su hijo lejos de mis hijas, hoy le provoco una lesión a mi hija Rafaela, tiene un brazo roto, si vuelve agredirle tendrá problemas legales, me oye”- dijo Leonardo furioso, -“doctor discúlpeme, pero mi hijo no es violento y menos con las mujeres”- dijo Modesto sorprendido, -“cree que estoy mintiendo, quiere que le pase la factura de los gastos médicos que cobro por este tipo de lesiones, pero para que si no tiene dinero para poder pagarme, ya me di cuenta”- dijo Leonardo mirando su casa, -“discúlpeme, tal vez fue un juego de niños, un accidente”- dijo Modesto, -“ya está dicho o lo aleja a su hijo o no respondo”- dijo Leonardo, -“doctor con todo el respeto que se merece, no le voy a permitir que amenace a mi hijo y menos en mi casa, él tiene un padre que lo defienda, así que si no acepta mis disculpas, será mejor que se marche, no tenemos nada más que hablar”- dijo Modesto serio, -“que se puede esperar de gente de su tipo, ya está advertido”- dijo Leonardo marchándose, el padre de juan cerro al puerta molesto, al voltear vio a su hijo con su esposa, -“papá fue un accidente”- dijo Juanito soltando lágrimas, -“te dije que no quiero problemas”- dijo Modesto enojado, -“no le hables así, ya te dijo que fue un accidente, o ¿Qué no vas creer a tu hijo?”- dijo Teresa, -“perdóname hijo, por favor, perdóname, no quise gritarte pero será mejor que te alejes de esas niñas para que no tengamos problemas con nadie si, por favor hijo prométemelo”- dijo Modesto abrazando a su hijo, -“está bien papá”- dijo Juanito soltando lágrimas, su padre las secaba.
Juanito estaba en su cuarto acostado boca abajo, -“mi alma, tú quieres jugar con ellas verdad”- dijo Teresa acercándose, -“si mamá, Gabriela me cae muy bien, es mi amiga”- dijo Juanito deprimido, -“¿la niña de cabello rubio?, si se ve que es una linda niñita, pero sabes esperemos un tiempo, tal vez más adelante su padre se le pase el coraje y les permita que vuelvan a jugar, vera que eres un negrito hermoso, bueno que quiere solo la amistad de su hijitas”- dijo Teresa acariciándole, -“ojala mamá, ojala”- dijo Juanito.
Rafaela estaba con el cabestrillo en su brazo, -“¿te duele hermanita?”- dijo Gabriela, -“un poco”- dijo Rafaela seria, -“¿porque no le dijiste a mi papá que fue un accidente?, que tú le pediste a Juanito que te empujara más alto en el columpio”- dijo Gabriela, -“yo no recuerdo habérselo pedido, él lo hizo por que quiso”- dijo Rafaela fingiendo no recordar, -“además tú le tiraste su pelota y casi lo atropellan”- dijo Gabriela, -“eso fue algo sin querer, además esa pelota llena de tierra me ensucio las manos”- dijo Rafaela seria jugaba con sus muñecas, Gabriela la miro y se fue.
(LOS IRACUNDOS- Y LA LLUVIA CAERA- CANCIÓN DE FONDO). Gabriela salía de su casa a su escuela, Leonardo esperaba a Rafaela, mientras Juanito miraba por la ventana, Gabriela lo miro, ella le saludo y él a ella, ambos tristes, Leonardo subía al auto, las niñas también, se marchaban a su escuela.
Juanito jugaba con sus amigos al futbol, -“pasa la pelota Juan”- dijo su amiguito, Juanito se detuvo al mirar a Gabriela que jugaba en el parque con su hermana Rafaela, la pelota le cayó en la cabeza, todos le decían que esté atento, Juanito pedía disculpas, Gabriela se reía, -“¿de qué te ríes hija?”- dijo Leonardo apareciendo, -“de nada papá”- dijo Gabriela, Rafaela miraba a Juan.
Un hombre que vendía helados pasaba por la calle, -“¡helados, helados!”- gritaba el comerciante, los niños al verlo salieron a comprarse uno, -“un helado por favor”-dijo Juanito llegando, Gabriela también llego al mismo tiempo, -“hola Gabriela”- dijo Juanito, -“hola Juanito”- dijo Gabriela sonriente, -“¿cómo está tu hermana?”- dijo Juanito, -“bien, ya se recuperó del brazo”- dijo Gabriela sonriente, el heladero los miraba y sonreía, -“les doy a los dos sus helados pequeños”- dijo el heladero, -“gracias, Gabriela, ¿y tu como estas?”- dijo Juanito, -“bien, estoy en clases de piano, pero mi maestra me dio un pequeño descanso, creo que podemos conversar un ratito, pero que no nos vea Rafaela, ni mi papá”- dijo Gabriela, -“te parece si vamos detrás ese árbol”- dijo Juanito señalando uno, -“claro que si”- dijo Gabriela sonriente. Los niños estaban sentados se miraban y conversaban, -“mis clases son muy estrictas, papá dice que debo practicar más para la actuación del colegio”- dijo Gabriela, -“yo estoy en el equipo de futbol de la escuela y metí dos goles, Gabriela tienes un cabello bonito como el sol”- dijo Juanito sonriente, -“¡Gabriela, niña Gabriela!”- le llamaba su maestra, -“me gusto conversar contigo, pero ya me está llamando mi profesora”- dijo Gabriela, -“espero volver a conversar contigo”- dijo Juanito, -“claro que si, en mi próxima clase cuando me den mi descanso nos volveremos a ver”- dijo Gabriela, -“¿cómo a esta hora?”- dijo Juanito, -“si, como a esta hora”- dijo Gabriela marchándose, Rafaela por la ventana miraba a su hermana entrar a casa luego vio a Juanito saliendo por el mismo lugar que había salido Gabriela.
(LOS IRACUNDOS- RETÉN LA NOCHE- MUSICA DE FONDO). Los niños a escondidas se volvían a ver y conversaban, comían helados, otro día los niños conversaban y comían manzanas acarameladas, -“qué bueno que papá no se dé cuenta que salgo a esta hora y así podamos vernos estos días, te ensuciaste tu mejilla”- dijo Gabriela riéndose le limpiaba, Juanito se reía, -“y tú te ensuciaste el cachete”- dijo Juanito sonriente le limpiaba, cuando apareció Leonardo, -“¡¿qué estás haciendo, como te atreves a tocar a mi hija?!”- dijo Leonardo enojado, los niños se separaron asustados, -“papá solo estábamos conversando”- dijo Gabriela asustada, -“si señor”- dijo Juanito temblando, -“mentira, te quisiste propasar con mi hija pervertido”- dijo Leonardo jalándolo del brazo, -“papá, papá”- gritaba Juanito, -“anda llama a tus padres, porque yo llamare a la policía degenerado”- dijo Leonardo furioso, -“suelte a mi hijo, usted no le puede tocar, como se atreve a tratar así a un niño”- dijo Modesto enojado, Teresa abrazaba a Juanito que lloraba asustado, -“su hijo estaba propasándose con mi hija, esto no lo voy a permitir”- dijo Leonardo molesto, -“solo me estaba limpiando”- dijo Gabriela, -“¡silencio!, y ustedes tendrán problemas legales”- dijo Leonardo llevándose a su hija a su casa, -“¿hijo porque me desobedeciste?, me habías prometido no acercarte a esas niñas”- dijo Modesto, su padre molesto, -“papá solo estábamos conversando, no hicimos nada malo créeme”- dijo Juanito entre lágrimas, -“si mi hijo dice que no hizo nada malo yo le creo, nosotros lo educamos sabemos cómo es él”- dijo Teresa, -“el problema que nos metes hijo te das cuenta”- dijo Modesto, -“¿vas a dudar de él?”- dijo Teresa, -“tienes razón, vamos a casa, te voy a proteger y no dejare que nadie te lastime”- dijo Modesto, abrazando a su hijo.
Leonardo metió a su hija a su cuarto, -“en vista que no me obedeces, te voy a llevar una escuela de internado”- dijo Leonardo serio, -“no estábamos haciendo nada malo papá, creme”- dijo Gabriela llorando, Leonardo furioso la dejo sola encerrándola, Rafaela estaba en su cuarto sonreía abriendo su puerta, –“hiciste bien en decirme lo que hacia tu hermana”- dijo Leonardo, -“yo no te desobedeceré papito”- dijo Rafaela sonriente.
(Juan- Gabriel- yo no nací para amar- canción de fondo). Leonardo estaba subiendo a Gabriela en su auto junto con unas maletas, ella en el auto se veía triste, -“no estés triste hijita, en el colegio que te puse, te van a enseñar muchas cosas, continuaras con tus clases de piano, cuando regreses me lo agradecerás”- dijo Leonardo, Gabriela estaba callada miro su muñeca , luego su casa, se marchaba, mientras Juanito por su ventana la veía irse, -“adiós Gabriela, ojala vuelvas pronto de tu viaje”- dijo Juanito triste, sus padres veían a su hijo triste mirando por la ventana.
1990: Juan despertaba, sus padres entraban a su cuarto con un pastel, -“feliz cumpleaños, ya tienes 18 años campeón ya eres todo un hombre”- dijo Modesto contento le dio un abrazo, -“feliz cumpleaños mi alma”- dijo Teresa encendiendo la vela, -“gracias papá, mamá”- dijo Juan sonriente apago la vela, -“ahora ya que eres todo un hombre, terminaste la escuela y estas empezando una profesión”- dijo Modesto, su madre le abrazaba, -“puedes ir a estudiar ahora, que en la tarde te daré tu día libre, hoy no iras a la carpintería trabajar conmigo, así puedes salir con tus amigos o amigas”- dijo Modesto sonriente, -“gracias papá, pero mañana igual iré a trabajar en mi horario normal, tengo buenas ideas para los nuevos acabados de los muebles”- dijo Juan, -“trabajar y estudiar, estamos tan orgullosos de ti”- dijo Teresa, -“yo estoy orgulloso de tenerlos a ustedes como padres”- dijo Juan sonriente los abrazo.
Al salir de casa, se iba a estudiar con su mochila, los vecinos y amigos lo saludaban, Juan paso por la casa de Gabriela, cuando vio un auto llegar, (LOS IRACUNDOS- TE LO PIDO DE RODILLAS- CANCION DE FONDO). Él vio por la ventana del auto a una señorita rubia, ella lo miro a él, -“detén el auto”- dijo la jovencita al chofer, Juan sonrió al verla bajar, -“¿Gabriela?”- dijo él contento, -“Juan”- dijo ella sonriente, ambos se veían contentos, se dieron un abrazo soltado lágrimas de felicidad.
-“Hoy llega tu hermana, ¿vas a recibirla en esas fachas?”- dijo Leonardo serio, -“hay papá, es Gabriela, no es la duquesa de otro país”- dijo Rafaela masticando chicle, -“escupe eso”- dijo Leonardo serio, Rafaela seria obedeció, -“ya debería estar aquí”- dijo Leonardo mirando por la ventana, -“tal vez se quedó por ahí con algún amigo”- dijo Rafaela sonriente, -“deja de hablar tonterías”- dijo Leonardo serio.
-“Vaya pero que cambiada estas, estas más hermosa”- dijo Juan sonriente se secó las lágrimas de felicidad, -“gracias, tú también estas muy guapo, cuanto has crecido, eres más alto que yo, Juan me da mucho gusto volver a verte, ver que estas bien, ¿y a dónde vas?”- Dijo Gabriela sonriente, -“me voy a estudiar, estoy en una universidad, estudiando administración y por las tardes trabajo en la carpintería de mi papá”- dijo Juan, –“qué bueno, salúdalos de mi parte a tus padres, pero no te quito tu tiempo más, espero volver a verte más tarde ahora me esperan en casa, te dejo y de nuevo un gusto volver a verte”- dijo Gabriela, -“el gusto es mío y me encantaría volver a platicar contigo, hay mucho que contarnos”- dijo Juan, -“claro que sí, ahora ya estamos grandes, y no hay nada de malo en que dos amigos se reúnan, por cierto, feliz cumpleaños”- dijo Gabriela marchándose, –“está muy hermosa, Gabriela sigue gustándome igual que cuando éramos niños”- dijo Juan suspirando siguió su camino.
-“Hola papá”- dijo Gabriela contenta abrazándolo, –“hija mía, estas toda una señorita, cuanto te extrañe”- dijo Leonardo alegre la abrazaba, -“y tu hermanita, ¿no me vas a dar un abrazo?”- dijo Gabriela, -“claro que sí, que bien arreglada te veo”- dijo Rafaela mirándola sonriente, -“cuéntanos que es lo que aprendiste en el internado, hay mucho que nos debes contar, las cartas que me envías era muy poco para mi”- dijo Leonardo, -“hay papá, aprendí a tejer, cocinar, muchas cosas, mis clases de piano también continúe”- dijo Gabriela, -“y por eso mira, lo mande reparar tu piano, ya que tu hermana lo había malogrado”- dijo Leonardo mostrando el piano, -“papá esta como nuevo, muchas gracias”- dijo Gabriela contenta, -“mi papá quiso que yo también aprendiera a tocarlo pero no es lo mío”- dijo Rafaela, -“para ti nada es lo tuyo, ningún taller para que aprendieras algo y en la escuela sus calificaciones son muy bajas, deberías aprender a tu hermana que le avanzaron de grado”- dijo Leonardo serio, -“yo no soy tan matadita como mi Gabriela”- dijo Rafaela, -“esos peinados que traes, eres tan distinta por dentro a tu hermana a pensar que son gemelas”- dijo Leonardo serio, -“tenemos una diferencia le cabello papá, yo lo saque al de mamá”- dijo Rafaela, -“ya no hablemos de eso, que les parece si les preparo de cocinar lo que aprendí en el internado”- dijo Gabriela, -“mi papá ya mando cocinar a la empleada”- dijo Rafaela, -“si hijita, luego de comer quiero que descanses, tuviste un viaje largo”- dijo Leonardo sonriente, Rafaela seria los veía subir al cuarto.
La noche llego, Juan estaba en su casa pensativo, reunidos en la mesa, -“¿hijo y esa cara sonriente, en que piensas?”- dijo Teresa ingresando, -“mamá, papá no saben quién llego al barrio, la vi hoy llegar después de nueve años”- dijo Juan alegre, -“¿de quien se trata?”- dijo Teresa, -“de Gabriela, ya es todo a una mujer, está muy bonita, conversamos y me dijo nos volveríamos a ver”-dijo Juan, -“¡no Juan, te prohíbo que te acerque esa esa muchacha!”- dijo Modesto poniéndose de pie todo serio, Teresa y Juan lo miraron sorprendidos.
-“¿Porque me dices eso papá?”- dijo Juan, -“ese señor, no quiere verte cerca de sus hijas y yo tampoco, no quiero tener más problemas, así que te prohíbo que te les acerques”- dijo Modesto marchándose, -“mamá solo somos amigos no hay delito alguno”- dijo Juan, -“no queremos que te hagan daño hijo, esa familia solo ha traído problemas tu sabes como es el padre de esas muchacha, por favor obedece a tu padre, no quiero que te vayan a denunciar por cual quiero motivo que encuentren, no quiero”- dijo su madre abrazándolo y llorando, Juan se veía triste.
Leonardo y sus hijos estaban en la mesa, -“¿y ahora a dónde quieres ir a estudiar?”- dijo Rafaela, -“no lo se aun, papá te parece si primero descanso un poco y luego decido entrar a la universidad”- dijo Gabriela, -“está bien hija, como gustes pronto cumplirás tus 18 años y tu disidirás lo que quieras dedicarte”- dijo Leonardo, –“ya termine la escuela y no pienso seguir estudiando”- dijo Rafaela, -“deberías aprender como tu hermana, estudiar una carrera, ella recibió una beca para estudiar en una de las mejores universidades”- dijo Leonardo, -“que flojera me da la gente perfectita de mi hermana”- dijo Rafaela seria, -“¿porque dices eso hermana?”- dijo Gabriela, -“a mí me choca quedar de bien ante los demás, que flojera”- dijo Rafaela, Gabriela la miro, -“entonces si no piensas estudiar, debes salir con alguien del club, que andar saludando a todos los mugrosos de este barrio, y no lo niegues que te eh visto saludando al carpintero mestizo”- dijo Leonardo, -“Juan solo es el vecino y no seré mal educada si no le regreso el saludo, que por cierto es todo un caballero conmigo”- dijo Rafaela, Gabriela no decía nada, -“prefiero que te reúnas con gente que sea de nuestro mismo nivel”- dijo Leonardo, -“papá, la condición social no importa sino los valores que lleva la persona”- dijo Gabriela, -“las dos quieren darme la contra, eh dicho que no las quiero ver relacionarse con la gente de este mugroso barrio y aquí se obedece lo que yo diga, no quiero que me echen a perder la comida”- dijo Leonardo molesto, Gabriela no decía nada, Rafaela la miraba.
Gabriela ya en su cuarto, cuando entro Rafaela, -“¿Qué haces hermanita?”- dijo Rafaela, -“pensando, porque papá es así de clasista con la gente”- dijo Gabriela, -“tú sabes cómo es, un viejo amargado”- dijo Rafaela, -“no hables así, es nuestro padre”- dijo Gabriela, -“lo dice quien no tuvo que soportarlo todos estos años, espero que ahora que regresaste se dedique a cuidarte a ti y a mí me deje tranquila, porque no quería que me relacione con a nadie del barrio”- dijo Rafaela, -“dime una cosa, Juan y tú se han vuelto muy amigos”- dijo Gabriela, -“siempre venia verme a invitarme a salir, parece que le gusto, bueno todo el barrio cree que está enamorado de mí, peor yo lo rechazo solo le digo que puede haber amistad, tus aves papá no me dejaría estar con alguien como él, ni a ti mucho menos, así que apuntaríamos mejor a otro lado”- dijo Rafaela, -“¿entonces tú crees que le gustas a Juan?”- dijo Gabriela, -“no lo sé, pero cuando me mira extraño y como viene a buscarme, yo no fijaría en alguien como él, es un don nadie, dime una cosa Gabriela, ¿a ti te afecta que Juan se enamore de mí?”- dijo Rafaela, -“no como crees, solo era una pregunta”- dijo Gabriela evitando darle la mirada, –“deberías verlo, esta guapísimo”- dijo Rafaela sonriente, -“si lo vi, cuando llegue en el taxi me lo encontré, conversamos un momento le dije que luego seguiríamos con la plática”- dijo Gabriela, Rafaela celosa la miraba, -“pues deberías tener cuidado si papá lo sabe, la que se te va a armar”- dijo Rafaela, -“ solo somos dos viejos amigos, no habría nada de malo en encontrármelo”- dijo Gabriela pensativa.
Juan estaba en su cuarto pensativo, recordaba cuando de niño se divertía con Gabriela, cuando salían a jugar, cuando al volvió a encontrarse con ella, -“está más bella, mucho más”- dijo Juan sonriente.
A la mañana siguiente, Gabriela salía al parque a leer un libro, Juan con su mochila llegaba y la veía, -“es ella, es Gabriela”- dijo Juan entusiasmado, se le acerco, -“hola Gabriela”- dijo Juan con una sonrisa, -“hola Juan”- dijo Gabriela sonriente, -“¿cómo estás? Bonito día verdad”- dijo Juan algo nervioso, -“si lo es, ¿de dónde vienes?”- dijo Gabriela, -“bueno, hoy salí temprano porque estamos en exámenes, me iba a ir a la carpintería de mi padre”- dijo Juan, -“debe ser muy cansado estudiar y trabajar”- dijo Gabriela, -“ya estoy acostumbrado”- dijo Juan sonriente.
Rafaela estaba en su cuarto escuchando música, -“¿dónde está tu hermana?”- dijo Leonardo, -“hay papá, deberías tocar la puerta, no lo sé no soy su niñera, está muy grandecita para que pueda cuidarse sola no crees”- dijo Rafaela, -“no me contestes así, no me gusta que este sola, puedes ir a buscarla, ya te dije que las quiero a las dos juntas”- dijo Leonardo, -“pero papá me estoy pintando las uñas”- dijo Rafaela, -“¡ahora!”- dijo Leonardo apagando la radio, -“ya regreso, voy por mi hermanita”- dijo Rafaela seria se marchó a buscar a su hermana.
-“pronto cumpliré mis 18 años, voy a elegir una carrera, quiero ser maestra”- dijo Gabriela, -“que buena carrera”- dijo Juan, en eso Rafaela los vio, -“como me choca ver a ese par juntos”- dijo Rafaela seria, se acercó sonriente, -“hola Juan ¿cómo estás?”- dijo Rafaela sonriente, -“hola Rafaela, aquí conversando con tu hermana, no me habías dicho que iba regresar y eso que todos las semanas te iba buscar para preguntarte por ella”- dijo Juan sonriente, Gabriela miro a su hermana, -“fue una sorpresa también para mí, Gabriela papá te llama, está preguntando por ti”- dijo Rafaela, -“bueno luego seguimos conversando, iré a ver que quiere mi padre”- dijo Gabriela marchándose, -“yo ya te alcanzo hermanita”- dijo Rafaela sonriente, -“adiós Gabriela”- dijo Juan sonriente, –“¿Juan dime cuando me invitas a salir?”- dijo Rafaela, -“Rafaela, ya te dije que no quiero problemas con tu padre por eso no te puedo invitar a salir”- dijo Juan, -“entiendo, peor me doy cuenta que a mi te me corres pero a mi hermana no, ¿acaso te gusta?”- dijo Rafaela, -“Rafaela, yo…”- dijo Juan nervioso, -“no digas nada, mejor luego hablamos”- dijo Rafaela seria se marchó.
-“¿Dónde estabas hija y con quién?”- dijo Leonardo, -“estaba en el parque, leyendo una novela”- dijo Gabriela, -“¿y tu hermana?”- dijo Leonardo, -“aquí estoy papá”- dijo Rafaela entrando seria, -“ya les dije que las quiero a las dos juntas, son hermanas y tiene que cuidarse la una con la otra”- dijo Leonardo, –“iré a mi cuarto, me falta pintarme mis uñas”- dijo Rafaela subiendo a su cuarto, -“iré a mi cuarto”- dijo Gabriela, Leonardo las miraba subir su cuarto.
-“Esta enamorado de ella, no es posible, porque todo este tiempo estado tras él, le eh dado indirectas que me gusta pero él solo venía a preguntarme por mi hermana a ver cuándo regresaría, Gabriela porque regresaste, está bien sin ti tenía la atención de papá por fin y Juan venía a verme aunque sea por unos minutos”- dijo Rafaela molesta, -“hermana”- dijo Gabriela tocando la puerta, -“pasa, ¿qué quieres?”- dijo Rafaela seria, -“estaba conversando con Juan y lo que dijo que él te preguntaba por mi cada vez que venía a verte, yo en mis cartas que te escribí te preguntaba por él pero jamás me lo contaste, en ninguna de las pocas cartas que me escribiste”- dijo Gabriela, –“papá revisaba lo que escribida, ¿qué quieres que le cuente que tengo comunicación con Juan?, me hubiera llevado lejos a mí también”- dijo Rafaela, -“tienes razón, te hago una pregunta¿ te interesa Juan?, como me dijiste que todo mundo cree que está detrás de ti, pero a mí no me lo pareció que está interesado en ti”- dijo Gabriela, -“ya te dije que no estoy interesada en él, a ti te gusta verdad”- dijo Rafaela seria, -“la verdad, si, en el internado estuve pensado en él, te lo conté en mis cartas que te escribía, quería que me contaras de él, pero tú me decías que no preguntaba por mí, solo lo veías jugar con su amigos”- dijo Gabriela, -“ya te explique, papá revisaba lo que te escribida pero si tú quieres estar con él, es tu problema, sabes que a papá no le va a gustar eso, haría todo para separarlos, a mí no me interesa, es muy poca cosa para mí, sin ambiciones, no tiene dinero”- dijo Rafaela, -“proyectos, metas las tienes, en este poquito tiempo que hemos conversado me lo dijo, y su mirada, sus palabras que me dijo, me dio a entender que le gusto”- dijo Gabriela sonriente, Rafaela seria la veía, Gabriela sonrió y le agradeció, se marchó, -“estúpida, yo me encargare que mi papa´ no permita que te quedes con Juan, sino no me acepto a mi todo este tiempo a ti tampoco”- dijo Rafaela enojada.
Modesto estaba en la carpintería, -“¿qué haces?”- dijo Modesto, -“estoy haciendo una cajita de madera”- dijo Juan, -“¿una cajita es muy pequeña, que piensas guardar ahí, dinero?”- dijo Modesto, -“quiero convertirla en una caja musical para regalo de cumpleaños de una amiga que se acerca”- dijo Juan entusiasmado, su padre lo veía serio.
Gabriela salía al parque, -“¿a donde vas?”- dijo Rafaela, -“iré al parque”- dijo Gabriela, –“a papá no le gusta que salgas sola”- dijo Rafaela seria, -“solo iremos al parque, ¿vamos? el día esta bello”- dijo Gabriela tomándola de la mano.
Juan veía a las hermanas sentadas en la banca del parque, él se acercó, -“hola chicas, que hacen solas por aquí”- dijo Juan, -“salimos a tomar aire”- dijo Gabriela, -“que les parece si un día vamos a bailar o al cine”- dijo Juan, -“no creo que mi papá nos deje ir”- dijo Gabriela, -“pues yo si acepto, ya veo que le invento, a mí no me cuida tanto como a Gabriela, dime cuando seria y vamos tu y yo”- dijo Rafaela entusiasmada, -“Gabriela por favor intenta, vamos, mira puedes escoger la película que tú quieras, aunque sea vamos a tomar un helado como los viejos tiempo ¿te acuerdas?, pero solo un momento”- dijo Juan insistiendo, Rafaela seria los veía, -“está bien, un helado si”- dijo Gabriela, -“bueno vamos ahora, conozco una heladería aquí cerquita no vamos a demorar”- dijo Juan, -“¿vamos hermana?”- dijo Gabriela, -“no tengo ganas, vayan ustedes mejor, yo aquí les espero”- dijo Rafaela seria, Gabriela y Juan se iban juntos, -“mosca muerta, como te encanta hacerte del rogar”- dijo Rafaela seria.
-“Juan, yo, quisiera hacerte una pregunta”- dijo Gabriela, -“las que tu quitaras”- dijo Juan, -“¿por qué no intentaste comunicarte conmigo?”- dijo Gabriela, -“no sabía en dónde estabas, aunque le pregunte a Rafaela, me dijo que no podía decírmelo ya que su padre le había prohibido y tenía miedo ser descubierta, solo me conformaba con lo poco que ella me contaba de ti”- dijo Juan, -“le dije a Rafaela que te diera la dirección para que podamos comunicarnos pero no te la dio por temor a papá, dime este tiempo que estado fuera ¿a ti te ha interesado mi hermana?”- dijo Gabriela, -“no son iguales por fuera pero a mí solo me interesa como una amiga nada más, porque a mí la que me gusta es otra”- dijo Juan, -“¿otra?, ¿tienes enamorada?”- dijo Gabriela, -“no, pero me gustaría tenerla, que esa chica que me interesa aceptara ser mi novia y más adelante convertirla en mi esposa”- dijo Juan mirándolo los ojos, -“¿y cómo se llama la afortunada? Que te tiene así”- dijo Gabriela sonriente, -“el afortunado soy yo, porque desde que éramos chicos me gusta, su cabello de sol, su forma de ser, esos ojitos, si Gabriela, esa chica eres tú”- dijo Juan, Gabriela sonrió, -“pero papá, nuestros padres”- dijo Gabriela, -“pronto serás mayor de edad y yo te prometo que hablare con tu padre, pediré tu mano, cuando termine la carrera juntare dinero, nos casaremos y formaremos una familia y esta vez no voy a permitir que te separen de mi”- dijo Juan tomándola de las manos, Gabriela sonrió, ambos se dieron su primer beso.
Al regresar vieron a Rafaela, -“¿porque tardaron tanto?, dijeron que iban a ir cerca”- dijo Rafaela, -“había gente en la heladería, aquí está tu helado”- dijo Juan dándole uno, -“gracias pero ya no lo quiero, Gabriela debemos ir a la casa, papá no vaya a llegar y si no nos encuentra ya sabes cómo se pone, apresuraste”- dijo Rafaela avanzando, -“discúlpala, luego nos vemos”- dijo Gabriela sonriente, -“adiós”- dijo Juan diciéndole en voz baja “te quiero”.
-“¿Por qué tan contenta?”- dijo Rafaela, -“por nada, solo que la vida es bella, estoy contenta de haber regresado”- dijo Gabriela sonriente entro a su cuarto, Rafaela sería la veía.
(QUERIDA- JUAN GABRIELA – CANCION)-“Querida, cada momento de mi vida, yo pienso en ti más cada día, mira mi soledad, mira mi soledad que no me sienta nada bien, oh, ven ya, querida, hazlo por quien más quieras tú, yo quiero ver de nuevo luz en todo mi casa, oh, oh””- cantaba Juan, -“querido, ven a mí que estoy sufriendo, ven a mí que estoy muriendo, en esta soledad, en esta soledad, que no me asienta nada bien, ven, querido, por lo que quieras tu más ven, mas compasión de mi tú ten, mira mi soledad, mira mi soledad que no me sienta nada bien, eh”- cantaba Gabriela alegre en su cuarto.
(LOA IRACUNDOS- CIERRA LOS OJOS Y JUNTOS RECORDEMOS – CANCION DE FONDO). Juan y Gabriela se veían a escondías, se tomaban de las manos y salían juntos al cine, -¿dónde está tu hermana?”- dijo Leonardo, -“no lo sé, dijo que iba salir con unas amigas”- dijo Rafaela seria, -“¿y tú porque no fuiste?”- dijo Leonardo, -“con las aburridas de sus amigas, no gracias papá”- dijo Rafaela. Juan y Gabriela estaban en la playa, -¿dónde está tu hermana?”- dijo Leonardo, -“dijo que se iba a ver sobre la universidad, está saliendo muy seguido no crees”- dijo Rafaela seria, -“debiste acompañarla”- dijo Leonardo serio. Gabriela y Juan estaban en el parque, -“ya no me gusta que salga sola, dime ¿no me estarás ocultando nada?”- dijo Leonardo serio, -“¿porque no vas verla mejor tú?, dijo que iría la parque?”- dijo Rafaela, -“eso hare”- dijo Leonardo, cuando sonó su teléfono, fue a contestar, -“si, que pasa, es una urgencia, si ahora voy, un paciente ya regreso ve a ver a tu hermana”- dijo Leonardo saliendo apresurado, Rafaela enojada estaba.
Era ya otro día, Gabriela y Rafaela estaban en la mesa con su padre, -“feliz cumpleaños hijas”- dijo Leonardo, -“gracias papá, feliz cumpleaños hermanita”- dijo Gabriela sonriente abrazo a Rafaela, -“feliz cumpleaños Gabriela”- dijo Rafaela sonriente, -“ya que están aquí las dos aquí, les compre sus regalos a cada una espero que les guste”- dijo Leonardo entregándole dos bolsas, -“papá está lindo, son los del catálogo”- dijo Gabriela mirando el vestido, -“hay papá esta ropa tan anticuada, yo no uso ropa así, no lo puedes cambiar”- dijo Rafaela seria, -“hija es la moda de ahora, la vendedora me dijo que les iba a gustar a las chicas de sus edad”- dijo Leonardo, -“a mí me gusta, gracias papito”- dijo Gabriela abrazándolo y dándole un beso en la mejilla, Rafela seria los veía, -“gracias, pero para la próxima déjame a mi escoger el regalo”- dijo Rafaela desanimada.
-“¿Hijo a dónde vas hoy?, si ya no tienes clases”- dijo Modesto, -“es el cumpleaños de la amiga y pues con los chicos de la universidad quedamos en salir”- dijo Juan, -“¿y ese regalo, que es?”- dijo Teresa sonriente, –“es una cajita musical que hice”- dijo Juan mostrándole, -“esta hermosa hijo, yo quiero una igual”- dijo Teresa, -“te lo haré una luego mamá, te lo prometo”- dijo Juan alegre se despedía de sus padres y salía a su cita, -“se arregló muy guapo”- dijo Teresa, -“estos días ha estado saliendo muchas veces a tomar aire, a hablar con sus amigos, muchos descansos se tomaba de una hora a más”- dijo Modesto, -“te está ayudando, tranquilo”- dijo Teresa, -“no sé, esperó que no me haya desobedecido lo que le dije de volver a ver a esa hermanitas de la esquina”- dijo Modesto, -“confiemos en él”- dijo Teresa, –“tiene otra edad ya, con las hormonas alborotadas”- dijo Modesto dudando.
-“Papá puedo ir a la tienda a comprar ingredientes para el pastel que yo quiero preparar”- dijo Gabriela, -“puedo comprarte uno”- dijo Leonardo, -“papito por favor”- dijo Gabriela, -“está bien peor no tardes”- dijo Leonardo.
Gabriela salía al parque a encontrarse con Juan que lo estaba esperando, -“feliz cumpleaños mí amor”-dijo Juan dándole un beso y luego le entrego su regalo, -“muchas gracias, ¿Qué es?”- dijo Gabriela abriendo el regalo, -“espero que te guste lo hice yo”- dijo Juan, Gabriela al abrirlo vio una cajita musical, -“esta hermosa y esa melodía que linda muchas gracias”- dijo Gabriela abrazándolo y dándole un beso, -“ves para eso sale mi hermana a verse con el mestizo ese”- dijo Rafaela seria con su padre estaban mirándolos a lo lejos.
-¡Gabriela! Como te atreves a mentirme”- dijo Leonardo molesto, -“papá, ¿yo?”- dijo Gabriela asustada, -“señor Leonardo déjeme explicarle”- dijo Juan, -“mejor no hables muchacho, te dije que te mantuvieras lejos de mis hijas y tu Gabriela vuelves a desobedecerme de nuevo, me mientes, claro si te juntas con esta gente”- dijo Leonardo enojado, –“papá, Juan y yo somos enamorados así que no lo trates mal”- dijo Gabriela seria, -“¿qué dices?”- dijo Leonardo, –“sí señor, yo quiero pedirle permiso para poder salir con su hija”- dijo Juan, -“¿cómo te atreves a decirme eso?, vete mestizo, fuera de mi vista”- dijo Leonardo levantándole la mano, -“no papa´, ni te atrevas, si no permites que este con Juan me iré de la casa, soy mayor de edad, ya no soy una niña, no puedes controlar mi vida”- dijo Gabriela, -“en que te ha convertido este pelado, nunca me habías hablado así”- dijo Leonardo sorprendido, -“tú decides, aceptas que este con Juan o no me vuelves a ver”- dijo Gabriela, Leonardo los miro a ambos y se fue, -“no dejare que nada nos separe”- dijo Gabriela mirando a Juan, -“es una promesa, estaremos juntos”- dijo Juan abrazándola, Rafaela a lo lejos seria los veía.
Gabriela estaba en su cuarto alistando sus cosas, -“¿piensas fugarte con Juan?- dijo Rafaela, -“me iré a vivir a la casa de una amiga, trabajare, pero ya no permitiré que mi papa´ maneje mi vida a su antojo”- dijo Gabriela saliendo con la maleta, -“espera Gabriela, está bien, voy a permitir que ese muchacho y tú sean enamorados pero no te vayas hija”- dijo Leonardo, -“¿estás hablando enserio papá?”- dijo Gabriela, -“muy enserio, no soportaría tenerte lejos”- dijo Leonardo abrazándola.
-“Te dije que no te acercaras a ella, ahora el problema que va armar el señor ese, hijo ya lo vivimos ese doctor es un..”- dijo Modesto, cuando tocaron la puerta, -“¿Quién será?”- dijo Teresa, Juan fue abrir y vio Gabriela, -“buenas noches señor Modesto, señora Teresa, Juan vengo a decirte que mi papá permitió que tú y yo seamos enamorados”- dijo Gabriela, -“¿enserio?, escucharon mamá, papá, es la mejor noticia”- dijo Juan dándole un beso a Gabriela, teresa y Modesto sorprendidos se miraban, -“mamá, papá, les presento a mi enamorada Gabriela”- dijo Juan alegre.
-“No puedo creer que hayas permitido que Gabriela se involucre con ese tipo, claro si pero si hubiera sido yo, no me lo hubieses permitido pero como es Gabriela allí si le permites”- dijo Rafaela enojada se salió del cuarto, Leonardo se veía pensativo miro la foto de su esposa.
Era ya otro día, -“papá hoy será la pedida de mi mano en casa de Juan, ya que no quieres que sea aquí será en su casa, ¿vas a ir verdad?”- dijo Gabriela, -“claro que sí, aunque no está de acuerdo que te comprometas con ese tipo, tu lo escogiste”- dijo Leonardo, -“ojala que haya un terremoto, que malogre este día”- dijo Rafaela en su cuarto.
-“Hoy va ser la noche que pediré la mano de Gabriela, quiero que este todo listo y salga perfecto”- dijo Juan terminando de arreglarse, -“tranquilo hijo, pero dime ¿el señor Leonardo si vendrá a nuestra casa?”- dijo Teresa, -“si, Gabriela me lo confirmo, mamá hoy anuncio que me caso”- dijo Juan alegre. Modesto estaba con sus amigos recibiéndolos, Juan bajaba a saludarlos, sus amigos lo hacían bromas de que ya no será soltero, -“ya deberían estar aquí no crees”- dijo Modesto, -“esperémoslos un poco más”- dijo Teresa, Juan miraba el reloj, -“ya no debe tardar”- dijo Juan mirando la cajita con el anillo de compromiso.
Pasaron más de una hora, la gente se veía algo aburrida, -“hijo”- dijo Modesto, -“iré por ella, a ver que sucedió”- dijo Juan saliendo de su casa. Apresurado fue a tocarle la puerta de la casa de Gabriela, -“Gabriela, Gabriela, soy yo Juan, sal por favor, mi amor”- dijo Juan preocupado, las puertas se abrieron, -“Gabriela no está”- dijo Rafaela, -“¿Cómo que no está?, me estas mintiendo”- dijo Juan serio, -“al parecer lo pensó bien y no quiso comprometerse contigo”- dijo Rafaela, -“¡mentira!, Gabriela no me haría esto”- dijo Juan enojado, -“no grites en mi casa, mi hija ya tomo una decisión, recapacito y se dio cuenta que no eres para ella”- dijo Leonardo apareciendo, -“Gabriela me quiere y no me haría esto”- dijo Juan, -“es verdad Juan, se fue sin decirte nada”- dijo Rafaela, -“¡mentira!”- dijo Juan llorando.
(LOS IRACUNDOS – TE LO PIDO DE RODILLAS – CANCION DE FONDO), -“¡Gabriela, Gabriela amor, sale, Gabriela por favor”- gritaba Juan mirando la ventana de su cuarto, -“llamare a la policía que se lleve a este escandaloso, pasa Rafaela”- dijo Leonardo cerrando la puerta, Rafaela miro a su padre y lo tomo del brazo sonriendo.
Modesto y Teresa se encontraron con Juan que venía de regreso, -“¿que paso hijo?”- dijo Teresa viéndolo llorar, -“no está, se fue Gabriela me abandono”- dijo Juan llorando, Modesto miro a su hijo destrozado y lo abrazo, Teresa lloraba también, miraba la casa, veía a Leonardo y Rafaela sonrientes que los miraban.
2011: Pasaron 20 años.
Juan era ya un hombre mayor que estaba en la carpintería convertida en una gran tienda de muebles para dormitorios, sala, comedor y cocina, -“¿cómo están gente, que tal las ventas?”- dijo Juan sonriente, -“muy bien Juan, tus nuevos diseños salen como pan caliente, de donde te sales esas ideas tan innovadoras”- dijo Freddy, su amigo, -“mi querido Freddy cuando estoy inspirado, llega la creatividad”- dijo Juan sonriente.
-“No puedo creer que se acabaron mis cremas, iré a pedirle dinero a Juan”- dijo una mujer mirándose al espejo, –“buenos días suegra, ya regreso”- dijo la mujer muy arreglada, -“¿a done vas Rafaela?”- dijo Teresa, -“iré a ver a mi esposo”- dijo Rafaela, -“a pedirle dinero, solo vas a verlo cuando necesitas dinero para tus cremas faciales”- dijo Teresa, -“ya que no quiere que me opere pues que gaste en cremas, yo no quiero verme vieja y acabada como otras”- dijo Rafaela irónica, -“la belleza y la juventud es prestada Rafaela”- dijo Teresa, -“verla a usted me hace recordarlo, pero en mi eso la vejez la voy a retrasar”- dijo Rafaela, -“¿mamá a dónde vas?”- dijo un jovencito, -“Gael hijo iré a ver tu padre, ya regreso”- dijo Rafaela, -“¿a ver a papá?, si le vas pedir dinero le puedes decir que quiero mi computadora para mi computadora, que ya la estamos atrasando mucho”- dijo Ángela apareciendo, -“está bien hijita, hoy nos iremos de compras tú y yo”- dijo Rafaela, -“en lugar de estar pidiendo dinero, deberías ahorrar”- dijo Teresa sirviéndoles el desayuno, -“hay abuelita que cosas dices, acaso quieres que me exponga saliendo todos los días a las cabinas de internet de la esquina”- dijo Ángela, -“¿y porque no se lo pides al abuelo?”- dijo Gael, -“no digas eso, sabes que a tu padre no le gusta que vayan a pedirle a mi padre, y yo no voy a su casa es tan deprimente”- dijo Rafaela, teresa los veía.
-“Hola mi amor, vine a ver como andas en el trabajo, que tal como están chicos”- dijo Rafaela sonriente ingresando a la mueblería, -“Rafaela, dime a que has venido”- dijo Juan, -“que una esposa no puede venir a saludar a su marido”- dijo Rafaela, -“tu vienes solo vienes a pedir algo”- dijo Juan, -“bueno está bien me atrapaste, tu hijos quieren su computadora están cansados de ir a las cabinas de la esquina y mira que dijimos que iríamos hoy a comprarles, incluso están pensando en ir a pedirle a mi padre que se las regale, pero yo les dije que no está permitido eso, que ni tu ni yo queremos que vayan a esa casa”- dijo Rafaela, -“esta bien, te daré el dinero no quiero que luego tu padre les hable mal de mí como siempre lo ha hecho”- dijo Juan sacando la billetera y dándole dinero, -“como te quiero mi vida y si sobra dinero me puedo comprar una cremita es que se me acabo la crema de día, vamos amor di que sí o quieres pagar mi cirugía”- dijo Rafaela, -“deberías dejar de ponerte tantas cremas en la cara, pareces una bolsa de agua”- dijo Juan, -“como me dices eso, yo que quiero lucir joven, bella para ti y que me digas eso”- dijo Rafaela sintiéndose ofendida, -“está bien si sobra te compras una crema de cara”- dijo Juan, -“está bien te perdono, nos vemos más tarde, hoy me toca mi sesión de masajes para el cutis”- dijo Rafaela recordando, Freddy se le acerco, -“tu mujer está muy obsesionada con eso de la vejez”- dijo Freddy, -“si esta obsesionada en verse joven, hasta cirugías quiere hacerse pero para eso no hay dinero y eso que le dije que vaya pedirle a su padre si necesita tanto dinero pero no quiere aparecerse por ahí”- dijo Juan riéndose, -“¿ y tú?, desde que Gabriela se fue ya no has vuelto por ahí”- dijo Freddy, -“ya no, su padre no me quiere ver desde que me case con Rafaela, a ella resultan discutiendo, solo a mis hijos los acepta porque salieron blancos, porque si hubieran salido como yo, los rechazaría como me lo hizo a mi”- dijo Juan, -“¿crees que algún día regrese la hermana?”- dijo Freddy, -“no lo sé, ni me importa, yo hice mi vida y seguro ella hizo la suya”- dijo Juan, -“siempre me pregunte cómo pudiste casarte luego de con la hermana, enserio estás enamorado de Rafaela”- dijo Freddy, -“a Rafaela la quiero, ya deja de hablar eso y ponte a trabajar, que ahora eres periodista, tenemos que ver los nuevos pedidos de sillas para el restaurante”- dijo Juan evadiendo el tema.
-“Tengo el dinero, hija ponte hermosa como tu madre que vamos a salir a comprar tu computadora”- dijo Rafaela contenta, -“muy bien mamá, vamos al centro comercial”- dijo Ángela contenta, -“ya regreso abuelita, iré a casa de un amigo a recoger uno materiales para hacer mi exposición”- dijo Gael, -“ve hijo con cuidado”- dijo Teresa, al quedarse sola vio la foto de Modesto, -“hay viejo como te extraño, como quisiera que estuvieras aquí, ya son 15 años que partiste y me dejaste sola, si vieras a tus nietos no salieron a nuestro color pero son tan parecidos a mi Juan, sobre todo Gael, solo mi Ángela espero que no se convierta en la imagen de su madre”- dijo Teresa hablándole a la fotografía de Modesto.
En el centro comercial, Rafaela y Ángela miraban las computadoras, -“esta, es la que quiero mamá, es de última generación”- dijo Ángela, -“hay hija pero esta algo cara, tu papá no me dio suficiente dinero, me dio…. Solo 1200”- dijo Rafaela, -“no puede ser nos falta 300 más”- dijo Ángela, -“¿hola puedo ayudarles en algo? Mi nombre es Víctor y estoy a su servicio en lo que deseen preguntar”- dijo Víctor acercándose, -“queremos una computadora buena como está pero con el precio más accesible entiende”- dijo Rafaela, -“claro que si, por aquí tenemos muchas que les va gustar de precios cómodos”- dijo Víctor, Ángela lo miraba con una sonrisa, -“hija, avanza, despierta”- dijo Rafaela, -“si, perdón mamá, vamos”- dijo Ángela.
(Juan Gabriel -Déjame vivir- canción de fondo). Víctor les mostraba las computadoras pero Ángela no le convencía ninguna, Rafaela se veía algo cansada, -“hija ningún te gusta, mira ya me canse iré a la farmacia tomarme un calmante si, mientras tu decide y por favor decide hoy si no tu padre se va desanimar”- dijo Rafaela marchándose, -“está bien”- dijo Ángela incomoda, -“señorita le mostré de todos los precios más baratos que tenemos pero ninguno le gusto, creo que no tenemos en esta tienda lo que busca”- dijo Víctor, –“me estas corriendo?, recuerda que aquí soy la clienta y me puedo quejar con tu jefe del trato que me das”- dijo Ángela seria, -“no quise decir eso, solo que ya le dimos vuelta toda la tienda y explique todas según su presupuesto, creo que ya me tengo que retirar mientras usted y su madre decide”- dijo Víctor, -“espera un momento, es que la que yo quiero esta 1500 no podrían darme un descuento”- dijo Ángela coqueteándolo, -“no creo es el precio fijo, pero si desea le puedo facilitar el pago en dos o tres partes, y el interés es muy bajo”- dijo Víctor, -“a ver explícame tal vez me convences”- dijo Ángela sonriente se cogía el cabello, Víctor sonreía y le explicaba.
Gael estaba caminando aprisa con su mochila, cuando se le cayeron sus lentes, -“cuando uno está apurado siempre hay cosas que te demoran”- dijo Gael quejándose cuando voltio a recogerlos no se percató que una jovencita salía de la tienda con un paquete, ambos tropezaron y cayeron al suelo, (Juan Gabriel- el destino- canción de fondo) -“lo lamento, enserio discúlpeme, no me di cuenta es que regrese a recoger mis lentes”- dijo Gael ayudando a la jovencita, él se quedó mirándola fue amor a primera vista, -“no te preocupes, puedes ayudarme a recoger mis cosas”- dijo la jovencita sonriente, -“hola, despierta puedes ayudarme”- dijo la señorita moviendo su mano en su rostro para que despertara, -“discúlpame, si enseguida”- dijo Gael ayudándole, -“¿qué paso hija?”- dijo una mujer saliendo de la tienda, –“nada madrina, solo que tropezó con el joven y se me cayeron las cosas”- dijo la jovencita, -“fue un accidente lo lamento”- dijo Gael mirando a la señora, la mujer al verlo se quedó impactada su rostro le parecía familiar, -“¿madrina que te pasa?, estas bien, madrina”- dijo la jovencita, -“si estoy bien”- dijo la señora sintiéndose algo mareada, -“señora se encuentra bien, tome asiento un momento por favor”- dijo Gael ayudándola, -“madrina, quieres que te traiga agua”- dijo la jovencita, -“gracias muchacho estoy bien, gracias hija ”- dijo la señora pasándole el mareo, –“gracias por ayudar a mi madrina, joven”- dijo la jovencita, -“ mi nombre es Gael, de nada y discúlpenme con el tropiezo”- dijo Gael, -“no te preocupes no había nada que se pueda romper, Graciela vamos a casa”- dijo la señora amablemente con nostalgia miraba a Gael, -“Graciela que bonito nombre”- dijo Gael, -“gracias Gael”- dijo Graciela, yéndose con su madrina, Gael tú también tienes un bonito nombre dijo Graciela sonriente.
Rafaela estaba comprando su cremas, -“gracias por la compra por eso me gusta venir a esta tienda dermatológica venden las mejores cremas para mi cutis”- dijo Rafaela despidiéndose de las vendedoras. -“Entonces esperemos a tu madre y que cancele, luego les ayudo a llevarlos a un taxi”- dijo Víctor, -“¿taxi?, mi madre trajo nuestro auto, así que ahí lo vas a dejar”- dijo Ángela, -“disculpe señorita”- dijo Víctor, -“no te preocupes Víctor, ¿así es tu nombre verdad?”- dijo Ángela, -“si, ¿y el de usted?”- dijo Víctor sonriente, -“no debes preguntarle el nombre a tus clientas, tú lo dices porque es tu protocolo de atención, pero yo no estoy autorizada en dártelo”- dijo Ángela, -“Ángela hija, ya te decidiste”- dijo Rafaela apareciendo, -“así que Ángela, nombre de un Ángel para una señorita con un carácter fuerte”- dijo Víctor riéndose, -“si mamá escogí la de 1500 y se pagara en dos cuotas”- dijo Ángela seria, -“pero hija te dije que de que teníamos 1200”- dijo Rafaela, -“mamá no me avergüences, nadie quiere saber que venimos ajustadas, además a papá le saldrá barato el cuotas que son pequeñas”- dijo Ángela hablándole en voz baja, -“bueno como tu padre es el que paga, está bien iré a cancelarlo a la caja, que el joven lo lleve al auto”- dijo Rafaela mirando a Víctor, -“si quieren tengo una computadora más cómoda”- dijo Víctor, -“ya escuchaste a mi madre que lo cancelara en caja, vamos lleva la computadora a mi auto, sígueme”- dijo Ángela seria avanzado, -“Ángela tú hablas con tu padre de esto entendido, no quiero que se moleste”- dijo Rafaela hablándole en voz baja, Víctor las miraba, -“si mamá ve a pagar la primera cuota ya luego hablamos en casa”- dijo Ángela mirando a Víctor que no se dé cuenta, –“la sigo señorita Ángela”- dijo Víctor siguiéndola al estacionamiento, Ángela seria estaba.
-“Madrina, cuando viste al joven me di cuenta que te pusiste pálida, ¿lo conoces?”- dijo Graciela, -“no lo conozco, solo que su cara se me hizo familiar, se parecía tanto a él”- dijo la señora triste, -“¿a quién madrina?”- dijo Graciela, -“a mi primer y único amor de mi juventud, a Juan, ese niño tenía su rostro, no eh podido olvidarlo”- dijo Gabriela, -“hablas de ese joven que nos hablaste, el que tu padre te separo”- dijo Graciela, -“si, que abra sido de su vida”- dijo Gabriela secándose las lágrimas.
-“¿Por qué la compraste en cuotas?”- dijo Juan serio, –“tu hija así lo quería”- dijo Rafaela, -“te di 1400, no pudiste comprar una de ese valor, pedir que te den descuento, se ve que no sabes comprar”- dijo Juan, Ángela miro a su madre asombrada, Rafaela le dijo que guarde silencio, -“¿y tú que tienes te veo muy pensativo?”- dijo Ángela mirando a su hermano, -“es que hoy camino a casa, vi a una chica muy linda, la más linda”- dijo Gael, -“¿estás enamorado?, que les parece, mi hermanito se enamoró de una chica por fin, pero dudo mucho que ella se fije en alguien como tú, escuálido, sin chiste”- dijo Ángela sonriente, -“no todas las mujeres son superficiales como tú, que se fijan de chicos atléticos”- dijo Gael, -“solo las perdedoras se fijan en alguien así como tú, las chicas como yo tienen que fijarse en alguien más maduro, que le den lo que necesitan, gustos, hermanito”- dijo Ángela, -“si papá te escuchara”- dijo Gael, -“si mamá me escuchara me daría la razón, se consiguió alguien así como papá, yo me buscare un hombre bueno y con una estabilidad como él”- dijo Ángela arreglándose el cabello, -“de verdad que tienes la cabeza hueca, no puedo creer que a los 16 años hayas perdido tu cerebro”- dijo Gael, -“¿y tú que dices?, ya terminas la escuela y no tuviste enamorada que triste hermano o diría patético”- dijo Ángela sonriente se fue.
Cuando Víctor entro a su casa, -“hola hermanita, madrina ¿cómo esta’”- dijo Víctor saludando a Graciela y a Gabriela, -“hola hijo ¿cómo te fue en el trabajo?”- dijo Gabriela, -“bien y a ustedes como les fue el día de hoy”- dijo Víctor, viendo a su madrina pensativa, -“bien hijo, todo bien”- dijo Gabriela, -“¿le sucede algo, la noto extraña?”- dijo Víctor a su hermana, -“esta algo melancólica, al parecer recordó a su antiguo amor en la cara de un joven que nos cruzamos al salir de la tienda”- dijo Graciela, -“creo que deberíamos invitarle a salir por la tarde a distraernos, hey madrina te gustaría ir hoy en la noche a cenar escuche de un restaurante buenísimo”- dijo Víctor acercándose, -“gracias hijo pero no tengo ánimos”- dijo Gabriela, -“vamos madrina, distraernos nos hará bien a todos, no le quites la voluntad a Víctor, vamos si, a ver sonríe”- dijo Graciela, Víctor se acercaba y la abrazaba a ambas, -“está bien como ustedes digan muchachos, me hacen recordar tanto a su madre, ella y yo éramos tan unidas, diez años fue la hermana que me hizo falta, ahora que está en el cielo eh prometido no dejarlos mis chicos”- dijo Gabriela sonriente con sus ahijados.
Rafaela estaba en su recamara, -“huele exquisito y se siente tan bien, tan refrescante, ¿dime me veo más joven que las mujeres de mi edad?”- dijo Rafaela a su hija, -“si mamá, pero no puedo creer que me hayas mentido al decirme que papá te dio 1200 cuando te cogiste el resto de dinero para tu crema antiarrugas”- dijo Ángela seria, -“algún día hija veras que es triste envejecer, no quiero perder a tu papá, así que debo mantenerlo a mi lado siempre y todo entra por los ojos, tu eres una chica bonita, joven y lo vas comprobar, tendrás a cualquier chico que se muera por ti, siempre y cuando luzcas hermosa joven”- dijo Rafaela sonriente, Ángela se veía al espejo con su madre y sonreían.
-“¿Sucede algo campeón, te veo pensativo?”- dijo Juan a su hijo, -“es que hoy, papá, ¿tú crees que una chica se fije en mí?”- dijo Gael pensativo, -“claro que sí, eres guapo como tu padre, inteligente con un futuro por delante, solo que debes ser un poco más despierto, ya sabes más suelto, a las chicas les gusta que tenemos la iniciativa nosotros, ¿Por qué me lo preguntas?, ¿hay alguien que te gusta, como se llama?, ¿es de tu escuela o de aquí del barrio?”- dijo Juan, -“hoy la vi, tropecé con ella y con una señora, salían de la tienda pero tenía una voz tan angelical, dulce, esa mirada tierna, la señora también era muy guapa que por cierto me quedo mirando de una forma extra como asustada”- dijo Gael, -“que extraño, tal vez también la flechaste, hijo solo te voy aconsejar algo, si te enamoras que sea de alguien que la conozcas pero conócela muy bien, debes ver lo que ella es capaz de hacer por ti, no vaya ser que te dejen el corazón roto de por vida”- dijo Juan pensativo, Gael lo miraba.
Al día siguiente, Teresa estaba barriendo su casa, -“creo que deberías hacer algo no crees, no soy tu empleada para que lo tengas todo servido”- dijo Teresa viendo a Rafaela acostada en el mueble, -“hay suegra no se altere cuide su corazón, a su edad un coraje no le caería nada bien, además usted nos acostumbró así, no quería que me metiera en cosas de su casa”- dijo Rafaela, -“porque rompías platos y no sabías cocinar”- dijo Teresa, -“si usted hubiera dejado que me vaya a una casa alquilada con Juan hubiera echo mi vida de familia, y como quiso que su hijo se quede y yo estaba embarazada de él, pues se aguanta ahora que sean así las cosas”- dijo Rafaela, -“eres una sinvergüenza, si le dije a mi hijo que se quede es porque no tenía donde ir, apenas termino la universidad y tú te embarazaste querías que te diera comodidades a la que estabas acostumbrada pero mi hijo no tenía como brindártela, por eso no quería que se fuera de mi casa para que no le hagas la vida imposible pidiendo cosas porque eso lo único que sabes hacer pedir”- dijo Teresa, -“si, estiro la mano y lo tengo”- dijo Rafaela, -“¿pasa algo?”- dijo Ángela, -“hija ayuda a tu abuela, la pobre está muy anciana y necesita ayuda”- dijo Rafaela marchándose, -“mamá estoy esperando al joven que venga instalar mi computadora”- dijo Ángela siguiendo a su madre, -“no se preocupen lo hare yo, no queremos que se arruinen sus uñas reina y princesa”- dijo Gael viéndolas irse, -“que lindo mi hijito, siempre ayudando a tu abuela, pero déjalo lo hago yo”- dijo Teresa, -“abuela a mí no me incomoda ayudarte”- dijo Gael ayudándola
Tocaron el timbre, Teresa fue abrir, -“buenos días aquí es la casa de la señora Rafaela Murillo”- dijo Víctor, -“es mi casa y ella es la esposa de mi hijo, pero si aquí vive”- dijo Teresa sonriente, -“abuela, déjalo pasar, ahora que está aquí puede ir a cumplir con su trabajo”- dijo Ángela apareciendo, -“buenos días señorita, muéstreme donde quiere que instale la computadora”- dijo Víctor sonriente, -“en mi cuarto”- dijo Ángela seria, -“no, en tu cuarto no, la computadora dijo papá que lo usaríamos ambos, así que lo ponga en el área del pasillo ahí está apta para los dos”- dijo Gael,-“muéstreme joven por favor”- dijo Víctor, -“por aquí”- dijo Gael conduciendo, Ángela se quedó boca abierta, -“hija tu padre le compro para los dos, así que deben de compartirlo”- dijo Teresa, –“pero abuela como me va hablar así, delante de ese desconocido”- dijo Ángela ofendida.
Gabriela estaba en con su madrina, -“estos postres van a quedar deliciosos”- dijo Gabriela, -“tenemos que terminar los pedidos para esas tiendas madrina y ya verás que con tu don en la cocina nos posicionaremos del mercado, en España te resultó muy bien aquí será igual”- dijo Graciela, -“todo esto lo aprendí en el internado con las monjas cuando era joven”- dijo Graciela sonriente, -“madrina, ya vamos cinco meses aquí, Víctor consiguió un trabajo y yo te ayudo en preparar tus postres, pero no nos hemos dado un tiempo de ir a visitar a tu padre ni a tu hermana que dijiste que estaban aquí”- dijo Graciela, -“la última carta que recibí de mi hermana, me dijo que ella se iría muy lejos al norte, que hizo su familia, le pedí más de dos veces su dirección pero nunca me contestó, me evadía la pregunta, y papá me dijo que no quería que regrese al país que siga en España hacer mi vida pero ya vez no pude hacerla, no me case solo me dedique a ser maestra de repostería”- dijo Gabriela, -“madrina, dirá que es muy egoísta de mi parte pero me alegra que mi hermano y yo hayamos caído en tus manos cuando mi madre murió, eres como una segunda madre así que por algo sucedieron las cosas para que vayas en nuestro rescate madrina”- dijo Graciela abrazándola, Gabriela sonreía.
Víctor estaba instalando la computadora, le explicaba a Gael todo sobre la computadora, Ángela a un costado cruzada de brazos los miraban, -“gracias, todo está claro”- dijo Gael, Víctor le dio la mano y se marchaba, Ángela lo seguía, -“un momento, se supone que a mi deberías enseñarme todo eso, no a mi hermano, yo fui quien te hizo la compra, así que gracias a mí tuviste una venta”- dijo Ángela seria, -“gracias, pero tu hermano creo que te puede explicar mejor, él me entiendo cosa que creo que tu no lo harías”- dijo Víctor, -“me etas llamando tonta, eres un pelado”- dijo Ángela, -“y tu muy prepotente me hablas, aparentas ser una niña rica pero eres igual de cuna que yo”- dijo Víctor mirando su casa, -“no somos iguales mejor vete de aquí, majadero”- dijo Ángela, -“niña grosera, deberías darme las gracias”- dijo Víctor sonriente, -“estúpido”- dijo Ángela cerrándole la puerta, Víctor sonreía y se marchó.-“¿Qué pasa hija?”- dijo Teresa, -“nada abuela, nada”- dijo Ángela seria se fue a su cuarto.
Rafaela estaba en su cuarto descansando con un cubre ojos, cuando sonó el teléfono, ella contesto, –“hola”- dijo Rafaela, -“Rafaela te habla tu padre, necesito que vengas a verme”- dijo Leonardo, -“hay papá, para que quieres que vaya a verte, para que sigas hablándome de mi vida, de mi esposo, no tengo ganas escucharte tus reproches”- dijo Rafaela, -“es importante, se trata sobre tu hermana, me entere que ya está aquí”- dijo Leonardo, -“¿qué dices?”- dijo Rafaela seria.
Rafaela salió seria, -“¿a dónde vas?”- dijo Ángela, -“ya regreso hija, iré a ver tu abuelo”- dijo Rafaela, -“que extraño, a ti no te gusta ir a visitarlo”- dijo Ángela, -“pues para que veas que una hija siempre se acuerda de los padres, además yo si tengo ganas de visitarlo, él es quien no quiere recibirme, ya regreso solo iré a ver cómo sigue”- dijo Rafaela, -“¿quieres que te acompañe?”- dijo Ángela, -“no hijita iré sola”- dijo Rafaela marchándose.
Al llegar a su casa de su padre, -“¿cuál de estas llaves debe ser de esta casa pocas veces que vengo”- dijo Rafaela apresurada, abrió la puerta, fue al cuarto de su padre, él estaba con oxígeno puesto, -“ahora si dime, como que Gabriela regreso, ¿para qué vino?, ¿la mandaste llamar o qué?”- dijo Rafaela seria, -“hola hija, aunque sea pregúntame como estoy”- dijo Leonardo, -“te veo igual que siempre, acabándote tu vida después de todo el daño que has hecho”- dijo Rafaela seria, -“si tienes razón, todo el daño que echo, pero sabes no soy el único que lo hizo, tú también tienes algo que ver, todo lo sacaste para tu beneficio”- dijo Leonardo, –“para beneficio de ambos, tu querías lejos a mi hermana de Leonardo y eso me convino a mí, ahora ya vez tengo una vida resuelta con un empresario, no es millonario pero me da lo que quiero, tengo una familia y no estoy sola como tú”- dijo Rafaela sonriente, -“yo no quería que ninguna de ustedes se case con ese hombre, pero igual me desobedeciste”- dijo Leonardo, -“yo no soy como Gabriela, no soy tan débil papá, pero ya dime, ¿cómo es que Gabriela está aquí?, dímelo que no tengo mucho tiempo”- dijo Rafaela seria, -“hable a la casa de Gabriela, para decirle que venga a verme para pedirle perdón por todo lo que le hice, me voy a ir de este mundo y antes quiero su perdón, me dijeron que ella hace seis meses se regresó, pero no saben en dónde está, búscala hija por favor quiero hablar con ella”- dijo Leonardo, -“¿para qué quieres hablar?, para contarle que Juan se casó conmigo, para decirle todo lo que hice para quedarme con Juan, no papá si ella no se apareció debe ser porque te odia y sabes creo que es mejor así que te quedes con la culpa”- dijo Rafaela, -“Rafaela por favor, ubica a tu hermana solo necesito que me dé su perdón”- dijo Leonardo, -“de ninguna manera, si ella se olvidó de ti, de mí será mejor así, no escarbes el pasado no quiero verla, quiero que este lejos de mi familia, de Juan, de mi vida”- dijo Rafaela, -“tú siempre le has tenido envidia, siempre tus malos deseos hacia ella”- dijo Leonardo, -“porque era tu hija favorita, yo también era tu hija pero a ella la sobreprotegías más, más atención, más cariño, mas afecto”- dijo Rafaela soltando lágrimas de rabia, -“ella se lo ganaba, tú te apartabas de mi lado, solo veías por ti misma, no eras cariñosa como tu hermana”- dijo Leonardo, -“¡es mentira, mentira!”- dijo Rafaela, -“por eso es que Juan se enamoró de ella y no de ti hasta ahora debe ser eso”- dijo Leonardo sonriente, -“¡cállate viejo, muérete mejor pero cállate!”- dijo Rafaela colocándole la almohada en el rostro, Leonardo estiraba las manos, Rafaela en eso asustada se detuvo, saco la almohada y veía a su padre toser, que le faltaba la respiración, -“papá, perdóname pero es que tú me obligaste, papá reacciona, papá”- dijo Rafaela asustada, cuando salió de la habitación apresurada, -“¡auxilio, ayúdenme, Gael, Ángela!”- dijo Rafaela llorando, en eso llegaba Juan casa del trabajo, -“Juan ven por favor es mi padre”- dijo Rafaela asustada, Juan apresurado fue a la casa y entro en su ayuda, -“se puso mal, ayúdalo”- dijo Rafaela llorando, -“señor Leonardo reaccione, por favor resista, llama a una ambulancia Rafaela”- dijo Juan. Rafaela nerviosa, empezó a marcar a una ambulancia. La ambulancia llegaba, Ángela y Gael estaban con su madre consolándola, -“se puso mal, mi papá tiene que reponerse”- dijo Rafaela llorando, -“iré yo con él, te avisare como esta, tu quédate aquí estas muy nerviosa”- dijo Juan subiendo a la ambulancia con Leonardo, -“tranquila mamá, sabes que el abuelo nos ha dado nuestros sustos, se pondrá bien”- dijo Gael, Ángela se veía asustada.
Gabriela estaba en su casa cuando en eso sintió algo en el pecho, -“¿madrina estas bien?”- dijo Graciela viéndola extraña, -“si solo fue un pequeño malestar”- dijo Gabriela, -“ven toma asiento, te traeré un poco de agua”- dijo Graciela, Gabriela tenia las ganas de llorar pero no entendía porque.
Juan estaba en la ambulancia, Leonardo lo veía, -“don Leonardo resista se pondrá bien”- dijo Juan, -“tu, te llevaste el amor de mis hijas, ahora ya sé porque, perdón”- dijo Leonardo con voz débil, -“no hay nada de que perdonar, vamos tiene que recuperarse para que celebre navidad con sus nietos, con su hija, su familia que lo quiere mucho”- dijo Juan, -“no, Rafaela no me quiere”- dijo Leonardo, -“si, ella y Gabriela lo quieren, tiene que reunirse con sus hijas”- dijo Juan triste, -“encuéntrala”- dijo Leonardo cerrando los ojos, en eso el paramédico alejo a Juan y le empezó a oprimir el pecho, Juan lo veía asustado.
-“Pero para que te llamo el abuelo”- dijo Ángela, -“ya te dije me dijo que se sentía mal, me empezó hablar del pasado, me dijo que le perdone, y yo pues le dije que debería tratar bien a tu padre acercarse más a la familia, solo así lo perdonaría, luego se empezó a sentir mal y fue cuando llame a tu padre que justamente regresaba del trabajo, hay mi papá que no lr pase nada por favor, no pude darle el perdón que necesita”- dijo Rafaela, -“tranquila mamá se pondrá bien, ya verás y volverán ser la familia que eran antes cuando tú y él se llevaban bien”- dijo Ángela, Teresa estaba mirándola sentía apena.
Juan estaba en el hospital, en eso llamaba a casa, -“Juan, si, hijo dime como está tu suegro”- dijo teresa, -“¿madre estará por ahí Rafaela?”- dijo Juan, -“si aquí esta te la paso”- dijo Teresa, Rafaela hablo, -“Juan por favor, dime que mi papá esta bien, dímelo”- dijo Rafaela, –“lo siento Rafaela en la ambulancia falleció de un infarto”- dijo Juan secándose las lágrimas, Rafaela soltó el teléfono y empezó a llorar, Ángela abrazo a su abuela, Gael abrazaba a su madre que estaba llorando de rodillas en el piso, -“no, mi papá falleció, falleció”- dijo Rafaela llorando desgarradoramente.
-“La veo mal, esta como ansiosa”- dijo Graciela, -“¿de que será, preguntase si recibió una llamada o vio alguien?”- dijo Víctor, -“no, de la nada se empezó a sentir así”- dijo Graciela, -“iré hablar con ella”- dijo Víctor acercándose a su madrina que estaba triste, -“¿madrina estas bien?, Graciela me dice que te noto algo preocupada”- dijo Víctor, -“no lo sé hijo siento una opresión en el pecho como si algo hubiese pasado pero no se qué”- dijo Gabriela, -“tal vez tienes ganas de llorar, si es así hazlo madrina desahoga lo que tienes, aquí me tiene un hombro para llorar”- dijo Víctor, Gabriela sonrió lo abrazo y empezó a soltar lágrimas, -“gracias hijo, muchas gracias a ti y tu hermana por estar a mi lado”- dijo Graciela.
La noche caía, -“¿dónde prefieres que lo velen a tu padre?”- dijo Juan entrando a su recamara, Rafaela estaba en la cama, -“pues donde mas va ser, en su casa”- dijo Rafaela secándose las lágrimas, –“¿quieres que me haga cargo del velorio y demás asuntos?”- dijo Juan, -“si, no tengo cabeza para ver de los preparativos funerarios”- dijo Rafaela, -“está bien pero me refería a que tienes que informarle a tu hermana, Gabriela tiene que saberlo es su padre”- dijo Juan, -“Gabriela, ella se fue, nos abandonó, por su culpa mi padre se ha vuelto un amargado conmigo, ella no se preocupó ni una vez, ella no tiene derechos”- dijo Rafaela seria, -“pero es tu hermana por lo menos deja que ella lo decida, tu cumple con informarle es lo correcto”- dijo Juan, -“¿quieres verla verdad?, eso es lo que deseas encontrarte con ella, ver si sigue siendo la misma mujer en la que te enamoraste”- dijo Rafaela enojada se puso de pie, -“Rafaela no es momento para eso, Gabriela forma parte del pasado solo que creo que tú y tu hermana deberían hacer las paces, Gabriela debe enterrar también a su padre y tal vez pedirle perdón por todo lo que se han hecho”- dijo Juan calmándola, -“no lo sé, no tengo cabeza ahora, lo pensare”- dijo Rafaela, -“tu padre antes de morir me pido perdón y yo se lo di”- dijo Juan, -“qué bueno que tú le hayas podido dar el perdón, yo le dije que primero te lo pida ti para luego hacerlo yo”- dijo Rafaela, -“pero también me dijo que la encuentre, creo que se refería Gabriela”- dijo Juan, Rafaela lo miro seria, -“creo que debo intentarlo, que ustedes dos se reconcilien”- dijo Juan, -“no lo sé, no tengo cabeza en pensar en lo mal agradecida que fue Gabriela en abandonarnos, mi padre se murió entiéndelo”- dijo Rafaela seria, –“si tú me lo pides, yo te ayudare, piénsalo”- dijo Juan saliendo de la habitación, -“crees que soy tonta, aun piensas en ella, aun la quieres”- dijo Rafaela arrojando su almohada molesta.
-“Su madre esta ahora muy afectada por la partida de su abuelo, así es que les voy a pedir que se acerquen mucho más a ella”- dijo Juan, -“eso no tienes ni que decirlo papá, estaremos a su lado, pobrecita de mamá”- dijo Ángela, -“no te preocupes papá estaremos con ella en todo momento”- dijo Gael, -“gracias hijos, mamá por favor sé que tú y ella no se han llevado bien y te pido que..”- dijo Juan acercándose a su madre, -“no te preocupes hijo, se lo que es perder a un ser que tanto quieres, tu pediste tu padre así que debes entenderla, yo te apoyare a ti, a mis nietos y Rafaela cuando ella lo desee”- dijo Teresa –“gracias mamá, yo creo que debo ocuparme en buscar a alguien, aunque Rafaela no tenga cabeza pero las últimas palabras del señor Leonardo fue encuéntrala, creo que se refería a Gabriela”- dijo Juan, -“pero hijo, ella te hizo sufrir mucho”- dijo Teresa, -“han pasado más de 20 años mamá, creo que ya lo supere, puedo mirarle a los ojos y darle mis más sentido pésame, sin ningún rencor”- dijo Juan.
Rafaela estaba entre sus cosas mirando un cuaderno tenía un número telefónico con el nombre de Gabriela, dudando lo miraba, -“pero si se encuentra con Juan, si se descubre todo lo que hice, ella no va a disolver mi familia”- dijo Rafaela seria, luego miro el papel y lo rompió.
La familia iba al funeral de Leonardo, Rafaela veía el ataúd donde traían el cuerpo de Leonardo, -“papá lo lamento, perdóname, papá perdóname”- dijo Rafaela llorando sobre el ataúd de su padre, Gael y Ángela lloraban con su madre. En eso llegaron Freddy a darle el pésame, junto con sus trabajadores igual, –“lamento mucho esto, aunque tu suegro y tú no hayan tenido una buena relación sé que tú no eres de guardarle rencor a nadie”- dijo Freddy, -“si, en sus últimas palabras me pido perdón y yo le dije que no hay nada que perdonar, luego me dijo que encuentre, creo que se refería a Gabriela”- dijo Juan, -“¿Gabriela, va venir?”- dijo Freddy, –“le dije a Rafaela pero me dijo que no sabe su ubicación, solo que estaba en España, más tarde volveré hablar con ella, que me deje a mi contactarme con su hermana”- dijo Juan, -“bueno se fue con la conciencia tranquila, tú le pediste perdón, espero que sus hijas igual”- dijo Freddy, -“quiero que me ayudes a contactarme con gente de España, te acuerdas el amigo que teníamos que fue a trabajar a la embajada”- dijo Juan, -“sí, claro Ernesto, sigue aún ahí, creo que ahí se va a jubilar”- dijo Freddy, -“bueno háblale y pregúntale si Gabriela se quedó ahí, que haga averiguaciones, si no llega mañana para el entierro que llegue en estos días a despedirse en la tumba de su padre, hazme ese favor”- dijo Juan, -“está bien amigo, pero lo haces por eso o ¿Por qué también quieres verla?”- dijo Freddy, -“lo hago porque un moribundo me lo pidió, Rafaela no tiene cabeza para ocuparse en ello, estoy seguro que también querrá ver a su hermana y no pienses tonterías”- dijo Juan serio, Freddy sonrió.
Graciela estaba con el casero pagando la renta, -“gracias, lo espero hasta el próximo mes”- dijo Graciela, -“¿ya pagaste la renta?”- dijo Gabriela, –“si madrina ya lo pague, tenemos que pagar el recibo de la luz y agua”- dijo Graciela, -“bueno vayamos a dejar los pedidos a las tiendas luego por ahí a pagar los servicios”- dijo Gabriela.
Víctor estaba en su trabajo mientras ordenaba unas computadoras, recordó a Ángela cuando seria lo veía, cuando escucho por primer vez su nombre, cuando fue a su casa, cuando lo insulto, él se reía solo, -“¿¡hey que haces riéndote?!, podrías ir atender a los demás clientes”- dijo uno de los supervisores, -“claro que sí, ahora voy David”- dijo Víctor, -“espera, nada de David, sino señor David para ti”- dijo David serio, -“hace unas semanas eras un empleado como nosotros y desde que te ascendieron a supervisor ahora te crees superior a los demás, por eso que tus amigos ya ni te acuerdan de ti”- dijo Víctor, -“esa bola de envidiosos, pero aquí no vine a buscar amigos sino a sobresalir, así que a trabajar, permiso”- dijo David marchándose, Víctor fue atender a una pareja de esposos.
Rafaela subía la habitación de su padre, recordaba que ella le puso la almohada en la cara para asfixiarlo, -“no fue mi atención, tu hiciste que perdiera los papeles pero sabes, que Gabriela si se llega a enterar de tu muerte solo te visite en tu tumba, no en este barrio no regresara a interrumpir mi tranquilidad”- dijo Rafaela seria, -“¿mamá a quien le hablas?”- dijo Ángela mirándola, -“a nadie cariño, solo hablaba sola con el recuerdo de tu abuelo, aquí fue la última vez que nos vimos”- dijo Rafaela acariciando la cama, Ángela la abrazo, -“ya no llores mamá, no estás sola, nos tienes a mí, a Gael, a mi padre, a la abuela aunque casi siempre pelean”- dijo Ángela, -“gracias hija”- dijo Rafaela abrazándola, Ángela miro una foto que estaba en la mesa de noche, -“mamá, es el abuelo y estas dos niñas una eres tú y ¿la otra?, ¿tenías una hermana gemela?”- dijo Ángela, Rafaela miro la foto, sin nada que decir, -“¿porque nos lo ocultaste?”- dijo Ángela.
-“Esa foto es de años, claro es mi hermana”- dijo Rafaela nerviosa, -“¿porque nunca nos mencionaste que teníamos una tía?”- dijo Ángela, -“es que ella no es un buen recuerdo, se alejó de mi padre y de mí, se fue a España a vivir su vida libre, no le importo que mi padre la quisiera tanto, se fue y punto, fue una mala agradecida, decidió olvidarnos y nosotros a ella”- dijo Rafaela seria saliendo, Ángela dejo la foto y se fue tras su madre.
Teresa repartía el café a los amigos y vecinos, Gael estaba en la cocina con su padre, -“¿qué hará mamá con esta casa, la ira vender?”- dijo Gael, -“no lo creo, primero tiene que conversarlo”- dijo Juan, -“¿conversarlo, con quién?, es la única heredera”- dijo Gael, -“hijo hay algo que no te eh contado”- dijo Juan, -“¿qué es papá?”- dijo Gael, en eso apareció Rafaela, -“Juan, tenemos que hablar”- dijo Rafaela, Juan miro a su hijo y fue hablar con Rafaela, Ángela ingresaba y miro a su hermano.
-“La casa del abuelo es muy grande, sabes lo que me entere”- dijo Ángela , -“¿qué te enteraste?, que no hay trasplantes de cerebro”- dijo Gael sonriente, -“no idiota, mamá tiene una hermana gemela”- dijo Ángela seria, -“¿qué dices?, es mentira”- dijo Gael, -“es verdad acabo de ver una foto en el cuarto del abuelo, donde esta mamá con una niña igualita a ella, me lo confirmo ella y me dijo que se fue a España a buscar su libertad”- dijo Ángela sonriente, Gael la miraba.
–“Era lógico que tenga que enterarse, creo que mucho tiempo nos quedamos callados”- dijo Juan conversando con Rafaela, -“creo que tienes razón, debo hacer las paces con Gabriela en fin de cuenta es mi hermana y vamos a enterrar a mi padre pero no sé cómo ubicarla hace años que perdí señales de ella”- dijo Rafaela, -“no te preocupes ya veremos cómo podemos ubicarla, ahora solo nos queda estar contigo y acompañarte en tu dolor”- dijo Juan, -“gracias, muchas gracias por estar a mi lado siempre”- dijo Rafaela abrazándolo, Juan se sentía incómodo.
El día del entierro, Rafaela arrojaba unas flores en la tumba de su padre, Ángela abrazaba a su padre, Gael a su abuela, -“ahora sí, no abra nada ni nadie que hable lo que hicimos”- dijo Rafaela en su mente mientras veía como sepultaban a Leonardo.
Ya era otro día, Gael estaba saliendo de la academia, cuando vio a Graciela que cruzaba la pista cargando unas bolsas, -“hola Graciela, ¿qué haces por aquí?, déjame ayudarte”- dijo Gael sonriente, -“hola, tu eres aquel joven”- dijo Graciela, -“si soy Gael, no te debes acordar mi nombre”- dijo Gael sonriente, -“discúlpame se me había olvidado, estaba ofreciendo mis postres a esta institución, gracias pero no quiero desviarte de tu camino”- dijo Graciela, -“acabo de salir de la academia estoy preparándome para ingresar a la universidad, así que puedo ayudar, espero que no desconfíes de mi”- dijo Gael, -“mi madrina me ayudo a reconocer a la gente buena que se me acerca, que bueno que estés preparándote y ¿qué carrera estudias?”- dijo Graciela, -“bueno mientras te ayudo llevando tus cosas platicamos te parece, me gustaría saber sobre qué tipo de postres vendes, ¿los preparas tú?”- dijo Gael, -“gracias, le ayudo a mi madrina…”- dijo Graciela sonriente platicando camino a casa.
Ángela estaba con su amiga por el centro comercial riéndose, cuando vio a Víctor que estaba cargando unos paquetes, ella se acercó jalando su amiga, -“así que no puedo creer que te haya invitado a salir”- dijo Ángela hablando con voz fuerte para que Víctor se diera cuenta de su presencia, Víctor voltio y la miro, -“si amiga, no sabes qué lindo fue”- dijo Flor, -“¿no deberían estar en la escuela?”- dijo Víctor, -“¿quién es este joven tan guapo?”- dijo Flor sonriente, -“¿guapo?, es un simple vendedor, no es de nuestro nivel”- dijo Ángela, -“tu amiga es guapa y tiene buena vista, en cambio otras ni saludan, además mi nivel es otro, yo no me evadía de la escuela”- dijo Víctor sonriente, -“es un pelado, ¿a ti que te importa lo que haga?”- dijo Ángela seria, -“lo que hagas tú no me importa, solo que no debes corromper a una linda señorita como es tu amiga, se ve que ella es una chica educada no una grosera”- dijo Víctor sonriente, -“gracias guapo, pero no estamos evadiéndonos solo salimos temprano de clases y estamos comprando unos útiles que necesitamos, ¿Ángela lo conoces a este joven?”- dijo flor sonriéndole, -“no lo conozco ni se cómo se llama”- dijo Ángela seria, -“pues yo si te conozco, tu nombre es Ángela, se dónde vives, recuerdo que viniste a que te vendiera una computadora y que no tenías mucho dinero para comprártela que me pediste ayuda para pagarla en cuotas, incluso pediste descuento”- dijo Víctor sonriente, -“¿es verdad eso amiga?”- dijo Flor sorprendida se empezó a reír, -“no le hagas caso, no sé a qué se refiere este pelado”- dijo Ángela molesta se llevó su amiga, Víctor se reía.
Juan estaba en su trabajo mostrando los nuevos diseños de roperos, -“Juan, tengo noticias de tu cuñadita”- dijo Freddy acercándose, -“¿Qué, tan pronto?”- dijo Juan sonriente, -“si, aquí está toda la información, Gabriela está aquí en el país hace unos seis meses aproximadamente vino con dos jóvenes al parecer sus hijos, pero no se registró como casada, los chicos aún no se nacionalizan como peruanos pero tengo sus nombres, ahora averiguare donde están estudiando o trabajando tal vez así ubicando a uno de ellos, podemos ubicar a la hermana de tu amable esposa”- dijo Freddy, Juan lo miro, Freddy se disculpó y sonrió.
Gabriela estaba afuera de la casa de Leonardo, -“papá, lo pensé bien y decidí que debo venir a verte, es momento de olvidar y perdonar”- dijo Gabriela triste, -“¿usted que hace aquí mirando la casa de mi padre?”- dijo Rafaela mirándola de espaldas, Gabriela voltio y vio a Rafaela, ambas se miraron, -“¿Gabriela?”- dijo Rafaela impactada, -“Rafaela, hermana”- dijo Gabriela soltando lágrimas de felicidad, fue abrazarla pero Rafaela la esquivo, -“¿qué haces aquí?, dime”- dijo Rafaela, -“¿hermana no te alegra verme?, porque a mi si, ¿cómo estas que ha sido de tu vida?”- dijo Gabriela sonriente se secaba las lágrimas, -“vamos a conversar en otro lado, aquí no”- dijo Rafaela seria, -“quiero hablar con papá”- dijo Gabriela, -“hay cosas que no sabes, vamos a otro lado y te contare sobre papá”- dijo Rafaela seria.
Fueron a un parque, -“¿Rafaela porque no quieres que vea a mi padre?”- dijo Gabriela sin entender, -“papá está muerto, falleció hace unos días, ayer lo enterramos”- dijo Rafaela seria, -“¿qué dices, que mi papá?, no puede ser pero ¿cómo, que le paso?”- dijo Gabriela llorando, -“murió de pena, estaba solo, no sabes cuánto te extrañaba, repetía tu nombre cada vez que venía verlo, la tristeza lo mato, la que ocasionaste tú al dejarlo, yo lo visitaba pero no era suficiente, él quería que estuvieras a su lado pero tú, nunca regresaste”- dijo Rafaela seria soltaba lágrimas, -“yo quería venir, tú lo sabias pero papá no me dejaba regresar, no quería verme decía que estaba mejor lejos de ustedes”- dijo Gabriela llorando, -“eso lo decía de dientes para afuera pero en realidad te extrañaba, a veces en sus noches delirando yo me hacía pasar por ti para tranquilizarlo, esos llantos que tenía, no podía verlo así, así que en sus últimos días me pidió que te dijera que seas feliz aunque no te pueda ver”- dijo Rafaela secándose las lágrimas, -“hermana, quiero ver su tumba por favor”- dijo Gabriela llorando, -“está en el cementerio central, te daré la dirección donde puedes ir a llorarle”- dijo Rafaela seria, -“yo hace unos meses regrese pero tenía miedo en cuanto me viera me dijera que me fuera”- dijo Gabriela llorando, -“Gabriela no mientas más, tú estabas molesta, lo odiabas por lo que papá te hizo, le guardabas rencor él lo sabía”- dijo Rafaela seria, –“hermana es cierto que estaba molesta pero ya no le guardaba rencor, quería conversar con él, que supiera que yo le había perdonado, todos estos años ya pasaron para mí y no existe malos sentimientos hacia él”- dijo Gabriela, -“pues ve y díselo en su tumba yo no te creo, y por favor ya no vuelvas por aquí”- dijo Rafaela seria, -“hermana no me alejes de ti, hay que acercarnos recuperar el tiempo perdido, me dijiste que te habías casado y te habías ido a vivir por el norte”- dijo Gabriela, -“si me case y soy feliz, yo siempre vine a visitarlo, él tampoco me quería cerca pero a pesar de eso es mi padre y no podía dejarlo solo, justo en estas fechas que vine a visitarlo falleció, era como un presentimiento que se iba a ir de este mundo”- dijo Rafaela, -“hermana cuanto hemos sufrido, ya no estemos distanciadas”- dijo Gabriela llorando, -“¿hemos?, tú no sabes lo que es sufrir, en cambio yo, Gabriela regrésate a España sigue con tu vida por allá, se feliz, adiós Gabriela espero que la próxima vez que sepa de ti sea cuando estés en España”- dijo Rafaela machándose, Gabriela lloraba, veía a Rafaela irse.
-“Es un grosero como se atreve hablarme así”- dijo Ángela molesta, -“es guapo”- dijo Flor, -“es un simple vendedor de computadoras a mí no me interesa”- dijo Ángela, -“pues parece que él a ti no amiga, yo veía como te miraba”- dijo Flor riéndose, -“deja de decir tonterías, vamos a mi casa que tenemos que avanzar con el trabajo”- dijo Ángela seria, -“quiero ver la computadora que te vendió ese guapo”- dijo Flor entusiasmada.
-“Muchas gracias Gael, esta vez no me olvidare tu nombre”- dijo Graciela sonriente, -“eso espero, vaya aquí vives”- dijo Gael mirando su casa, -“es una casa alquilada, cuando venimos de España, la situación está difícil por allá, mi madrina quiso venir aquí ya que todo es más barato y pues necesitamos trabajar mucho para pagar los gastos de alquiler y lo demás”- dijo Graciela, -“entiendo, sabes hablare con unas tiendas por mi casa si desean comprar tus postres, estoy seguro que te van a comprar unos así tendrás más clientes”- dijo Gael, -“muchas gracias por tu ayuda me caería muy bien tener más clientes”- dijo Graciela sonriente, -“adiós, en otro momento nos veremos”- dijo Gael sonriente se despidió.
Rafaela llegaba a su casa, veía a Juan, -“¿dónde estabas?”- dijo Juan, -“estaba viendo unas charlas en la farmacia de una derma-center”- dijo Rafaela algo nerviosa, -“no me digas que sigues obsesionada con operarte la cara”- dijo Juan, -“claro que sí, ya te dije quiero quitarme unos años de encima, no soporto verme al espejo y ver esas arrugas”- dijo Rafaela mirándose al espejo –“ya te dije que esas operaciones son caras y una pérdida de dinero”- dijo Juan, -“Gabriela se ve más joven que yo, no puede verse mejor que yo, ella no”- dijo Rafaela molesta en su mente, -“¿te sucede algo?”- dijo Juan mirándola extraña, -“perdóname es que estaba muy pensativa”- dijo Rafaela, -“¿en que estas pensando?” -dijo Juan, -“que veo a varias mujeres que si pueden hacerse cirugías que se ven radiantes y porque yo no puedo verme como ellas”- dijo Rafaela seria, Juan la miro serio y se fue a su cuarto, -“vamos dame el dinero solo para estirarme un poco la piel”- dijo Rafaela siguiéndolo.
La noche llegaba, Víctor llegaba a su casa, Graciela triste se le acerco, -“hermano, mi madrina esta llorando”- dijo Graciela, -“¿porque, que le paso?”- dijo Víctor preocupado fue a verla, -“dice que se encontró a su hermana y le dijo que su padre ha fallecido hace unos días, se siente culpable”- dijo Graciela triste, -“madrina, lo lamento tanto”- dijo Víctor, -“hay hijo, como no les hice caso en ir a visitar a mi padre en poder despedirme de él cuando podía”- dijo Gabriela llorando, -“ya no llores, las cosas suceden por algo, estoy seguro que donde este sabe que le perdonaste, madrina si quieres mañana vamos al cementerio, pediré permiso para salir temprano y te acompañaremos a que visites a tu padre”- dijo Víctor, -“gracias hijos, muchas gracias”- dijo Gabriela triste, -“toma agua madrina”- dijo Graciela dándole un vaso con agua.
-“Y hoy saque un buen puntaje, el profesor me dice que en este examen que daremos ingresare si o si”- dijo Gael sonriente conversando con su familia en la mesa, -“qué bueno hijo, pronto serás un universitario, el primero en la familia luego te seguirá tu hermana”- dijo Juan, -“¿estudiar yo?, no sé qué estudiar”- dijo Ángela aburrida, -“pues deberías pensarlo hay tantas carreras, así cuando ganes tu propio dinero y seas independiente no tendrás que pedirle a tu pareja cuando lo tengas”- dijo Teresa mirando a su nuera, -“mamá”- dijo Juan mirándola, -“es la verdad”- dijo Teresa, Gael sonreía, Rafaela parecía que estaba en otro mundo no escuchaba nada, -“¿mamá te encuentras bien?, te veo ida”- dijo Ángela, -“si, dime que paso hija”- dijo Rafaela despertando, -“estas distraída mamá”- dijo Ángela, -“lo siento estaba pensando, iré acostarme me siento cansada”- dijo Rafaela retirándose, -“¿cansada? De que si no hace nada”- dijo Teresa, -“su madre está pensando en operarse la cara, quiere verse como una quinceañera, no entiende que los años pasan y que uno debe aceptar la vejez que es parte de la vida”- dijo Juan, -“no hables así, ella de joven era muy guapa, ¿papá tu conociste a su hermana?, dime en realidad eran tan iguales como las vi en su foto”- dijo Ángela, Teresa y Juan se miraron, -“si, eran gemelas, Gabriela era rubia, tenía el cabello claro como el sol, tu madre rojo como el fuego, eran muy iguales por fuera pero por dentro eran tan distintas, era la otra cara de la moneda”- dijo Juan pensativo, Gael miro a su padre como hablaba nostálgico, -“¿papá te refieres a que mi madre era la cara buena de esa moneda verdad?”- dijo Ángela, -“si hija, ambas eran buenas personas”- dijo Juan reaccionando, -“bueno hija, ayúdame a levantar la mesa”- dijo Teresa, -“pero abuela”- dijo Ángela quejándose, -“ayuda a tu abuela Ángela”- dijo Juan retirándose, -“hay papá”- dijo Ángela ayudando a retirar los platos, Gael veía a su padre algo nostálgico, se quedó pensativo.
Al día siguiente, Gael estaba en las tiendas de su vecindario, -“espero con estos dos pedido que le conseguí Graciela acepte venir por aquí”- dijo Gael sonriente.
-“Vamos a la salida amiga al centro comercial quiero ver a tu amigo, me lo presentas si”- dijo Flor sonriente le insistía, -“eh dicho que no quiero verlo, ese majadero es un pelado no me cae bien”- dijo Ángela avanzando a sus clases.
–“Vamos David necesito salir temprano, le prometí a mi madrina en ir acompañarle al cementerio”- dijo Víctor, -“eh dicho que no, aquí tienes que cumplir un horario de trabajo”- dijo David serio, -“recuerdas una vez que necesitaste permiso para un asunto tuyo y el antiguo supervisor te dio permiso, David no niegues la ayuda cuando a ti no te la negaron”- dijo Víctor, -“eh dicho que no, a menos que…, si te dejo salir esas dos horas antes a cambió del domingo me lo trabajas el turno completo”- dijo David, -“eso no es justo, no me puedes dar dos horas y que te lo devuelva con ocho horas”- dijo Víctor sorprendido, -“¿lo tomas o lo dejas?, sino espera hasta tu día libre”- dijo David marchándose, -“espera David, está bien acepto solo porque lo necesito”- dijo Víctor, -“pero no es la forma como debes decírmelo, sino señor David gracias por ese favor, quiero escucharlo”- dijo David serio, -“gracias señor David”- dijo Víctor, -“entonces puedes marcharte temprano”- dijo David sonriente se fue, Víctor lo veía serio.
-“Muchas gracias, mañana iré a ofrecer mis pedidos con mi madrina, hoy no podré ir porque iremos al cementerio, el padre de mi madrina falleció e iremos a dejarle flores a su tumba”- dijo Graciela a Gael, -“lo lamento mucho, yo también hace poco perdí a mi abuelo”- dijo Gael, -“lo lamento, pero te agradezco el haberte tomado la molestia en dejarme estas direcciones para ofrecer mis pedidos, gracias Gael eres un buen amigo”- dijo Graciela sonriente, -“me gusta ayudar, dices que lo necesitas trabajar y la gente trabajadora como tú yo le brindo mi ayuda, cuando estés cerca te puedo acompañar, si quieres claro, yo vivo cerca de un par de calles, me avisas ahí está mi dirección si en caso no te puedes ubicar, estoy seguro que te van a pedir tus postres”- dijo Gael, Graciela sonreía y le agradecía, ambos se despidieron.
-“¿Estás seguro que uno de los hijos de Gabriela trabaja aquí?”- dijo Juan, -“eso fue lo que me dijeron mis contactos, un apellido como el hijo de Gabriela busco empleo en la agencia de trabajo, lo ubicaron aquí, mira que sufrí mucho en conseguirlo, es un vendedor de computadoras, se llama Víctor”- dijo Freddy entrando a la tienda, Juan se iba buscarlo, se acercaron al supervisor y le preguntaron a David, -“¿para que lo buscaban?, yo puedo ayudarles”- dijo David sonriente, -“necesitamos hablar con él, es un asunto familiar”- dijo Juan, -“bueno el salió hoy temprano pero mañana pueden venir a buscarlo pero eso si en su hora de refrigerio para que no me lo distraigan de sus horas laborales, asuntos familiares a un lado y el trabajo en otro”- dijo David sonriente, -“gracias otro día luego vendremos”- dijo Freddy serio, David sonriente se marchó, -“bueno ya sabemos que aquí trabaja uno de los hijos de Gabriela, estoy cerca de encontrarla”- dijo Juan pensativo.
Gabriela estaba con Graciela y Víctor en el cementerio, ella dejaba unas flores en la tumba de Leonardo, -“lamento mucho no haber estado contigo el día en que partiste, papá perdóname, yo quiero que sepas que te perdono todo lo que me hiciste y no deseaba verte aquí, solo espero que donde estés tu alma descanse en paz”- dijo Gabriela llorando, -“madrina vamos a rezar por el alma de tu padre”- dijo Graciela, Gabriela acepto, Víctor les acompañaba.
Rafaela ingresaba a el trabajo de Juan, -“señora Rafaela buenos días, el señor Juan no está a salido con Freddy”- dijo uno de los empleados, -“¿con ese?, ¿y a donde se fueron?”- dijo Rafaela seria, -“no lo sé pero tenían prisa”- dijo el empleado, -“bueno lo esperare en su oficina de mi esposo, puedes marcharte”- dijo Rafaela, -“al señor no le gusta que nadie entre a su oficina”- dijo el empleado, -“te das cuenta lo que dices, soy su esposa no soy cualquier gente, así que vete antes que le hable a mi esposo que me has faltado al respeto”- dijo Rafaela, el empleado se disculpó y se retiró. Rafaela ingresaba a la oficina, -“tenía prisa, que le abra pasado”- dijo Rafaela cuando vio el informe encima de su escritorio, -“y esto, embajada de España”- dijo Rafaela leyendo.
-“Bueno ya que salí temprano hoy voy a cocinar yo, les parece”- dijo Víctor, -“está bien hermanito”- dijo Graciela, -“está bien hijo, yo descansare un momento me duelen las piernas”- dijo Gabriela, -“déjame ayudarte hermano”- dijo Graciela sonriente, -“está bien hermana”- dijo Víctor sonriente.
Juan llegaba a su trabajo y veía Rafaela que lo esperaba en su oficina, -“se puede saber ¿dónde estabas?”- dijo Rafaela seria, -“¿Rafaela que haces aquí?”- dijo Juan sorprendido, -“hola Rafaela, siempre educada”- dijo Freddy irónico, -“estoy hablando con el dueño del circo no con el payaso”- dijo Rafaela seria, -“Rafaela no tienes que hablarle así”- dijo Juan serio, -“no te preocupes ya son muchos años que conozco y se cómo es tu esposa, permiso los dejo hablar solos”- dijo Freddy marchándose, -“¿dime donde estabas?”- dijo Rafaela cruzada de brazos, -“fui con Freddy a ver un asunto de importancia”- dijo Juan, -“¿de qué se trata?, soy tu esposa merezco saberlo”- dijo Rafaela, -“Rafaela creo que mejor lo conversamos en casa”- dijo Juan, -“¿porque aquí no?, ¿qué te da vergüenza que te vayan a escuchar tus empleados?, dime Juan que significa esto, entre a tu oficina y de casualidad veo esto, ¿informes de la embajada de España? ¿Por qué estás buscando a mi hermana?”- dijo Rafaela seria mostrándole el archivo que había encontrado, -“¿estas rebuscando mis cosas?”- dijo Juan serio, -“¿que acaso me ocultas algo que no deba encontrar?”- dijo Rafaela seria, -“no, pero sabias que iba a buscar a tu hermana acuérdate, quería darte la sorpresa en que se encuentren y se reconcilien”- dijo Juan, -“lo pensé bien, Juan que pasa si yo no quiero verla y si ella no quiere que la encontremos que haces rebuscando cosas que a ti no te competen”- dijo Rafaela molesta, -“solo quería verte feliz”- dijo Juan, -“soy feliz con mi familia, con mi vida, no necesito a Gabriela para que me vean felices, no quiero que la busques no la quiero cerca de mi casa, de mi familia, de ti, la quiero lejos”- dijo Rafaela levantando la voz, -“está bien pero no levantes la voz, nos están escuchando los trabajadores”- dijo Juan serio y calmándola, -“me importa un rábano si nos escuchan, solo necesito ti tu cariño, tu atención así que deja de buscarla a mi hermana”- dijo Rafaela besándolo a la fuerza luego se marchó, Juan veía a sus empleados que lo miraban luego que Rafaela se marchó, ellos siguieron trabajando, Juan miro a Freddy, -“¿quieres que tomemos algo?”- dijo Fredy, -“si, necesito tomar algo y que sea fuerte”- dijo Juan.
-“Gabriela lárgate, espero que te vayas hoy o mañana pero lárgate antes que te encuentren”- dijo Rafaela seria mientras se iba a su casa, al abrir la puerta vio a Teresa, -“¿vaya donde estaba la señora?”- dijo Teresa, -“eso a usted que le importa, no es mi marido para decirle donde estaba vieja metiche”- dijo Rafaela enojada, -“óyeme bien, a mí me respetas, esta es mi casa”- dijo Teresa seria, -“pues deje de meterse en mi vida o quiere que me lleve a mis hijos, a mi esposo lejos de usted y que termine sola como un huérfano, como paso sus últimos días mi padre”- dijo Rafaela enojada se fue a su cuarto, Teresa se quedó boca abierta.
La noche llegaba, Ángela estaba en su cuarto con su madre estaba enterada de lo sucedido con su padre, -“vamos mamá no este molesta con papá, él solo quiso encontrar a tu hermana, verlas unidas, no es para tanto”- dijo Ángela, -“hija hay algo que tu no sabes”- dijo Rafaela seria, -“¿qué cosa es mamá?”- dijo Ángela. -“Solo porque quisiste darle una buena noticia discutieron, hay papá a mamá no se le puede saber qué cosas le vayan a agradar”- dijo Gael, -“eh decidido dejarlo así, no quiero problemas con tu madre así que mejor suspenderé la búsqueda”- dijo Juan, -“¿y solo fue por mamá que lo hiciste?”- dijo Gael mirando a su padre. –“Gabriela antes estaba enamorada de tu padre, lo coqueteaba, no respetaba que a mí me interese, que él y yo saliéramos, que estuviéramos atraídos, luego cuando papá le ofreció un viaje por España y decidió irse por motivos de encontrar a un hombre con dinero y poder, sentí una tranquilidad porque así dejaría de acosara tu padre, luego nuestra relación se fortaleció mas y pudimos casarnos, ahora me dan celos que tu padre la busque, Gabriela no es una buena hermana, era muy egoísta, cruel, una resbalosa, hasta le mandaron a un internado pero ni así se corrigió”- dijo Rafaela seria, -“haya mamá ahora atendió porque no la mencionabas”- dijo Ángela sorprendida, -“hija todo que te cuento prométemelo que solo quedara entre tú y yo, no le dirás nada a tu padre, ni a tu hermano, no quiero hablar sobre ella”- dijo Rafaela, -“si mamá no te preocupes”- dijo Ángela, -“hija que bueno que no saliste como ella sino saliste a mí”- dijo Rafaela sonriente abrazaba a su hija.
-“Esta delicioso hijo, eres un buen cocinero”- dijo Gabriela, -“tuve a la mejor maestra, a ti madrina”- dijo Víctor, -“yo también ayude”- dijo Graciela sonriente, -“como me hubiera gustado que tuvieran una carrera pero no tengo para pagarle los estudios”- dijo Gabriela, -“no te preocupes cuando junte dinero podre pagar mis estudios y los de mi hermana”- dijo Víctor, -“todo a su tiempo, cuando crezca el negocio de los postres ya luego pensare en estudiar”- dijo Graciela sonriente, -“me hubiera gustado cumplir con sus estudios como sé lo prometí a su madre”- dijo Gabriela, -“madrina estando con nosotros es suficiente para mí y mi hermana”- dijo Víctor, Gabriela sonreía al ver a sus hígados contentos. -“¿Por qué dices eso hijo?”- dijo Juan, -“solo es una pregunta, olvídalo”- dijo Gael marchándose, Juan se veía pensativo.
Al día siguiente, Gabriela estaba con Graciela preparando unos postres, -“espero que esos lugares donde tu amigo nos consiguió nos hagan más pedidos”- dijo Gabriela, -“vas a ver que si madrina”- dijo Graciela sonriente, -“y si nos resulta debemos darle un postre a él de paso, en agradecimiento ¿sabes dónde vive?”- dijo Gabriela, -“si, aquí me dejo su dirección”- dijo Graciela sonriente.
Ángela estaba en su escuela cuando estaba saliendo de su salón de clase veía a Víctor que llegaba con unas computadoras nuevas a la sala de computación, -“no puede ser ¿qué hace este tipo aquí?”- dijo Ángela, -“vino a dejar computadoras para la sala de computación, le hicieron pedidos a su tienda, que casualidad , vamos a verlo”- dijo Flor acercándose a él, -“Flor espera”- dijo Ángela siguiendo su amiga, -“hola amigo, que tal”- dijo Flor sonriente, -“hola, así que estudian aquí”- dijo Víctor sonriente miro a Ángela, -“si, que casualidad volvernos a ver en nuestra escuela amigo, mi nombre es Flor, discúlpame por no presentaren aquella vez”- dijo Flor sonriente, -“el mío es Víctor, ya te abra dicho Ángela”- dijo Víctor, -“no lo recordaba”- dijo Ángela seria, -“Víctor qué lindo nombre”- dijo Flor sonriente, -“¿ya podemos irnos?, tenemos clases”- dijo Ángela seria a su amiga –“si, necesitas estudiar a ver si te enseñan modales como saludar, Ángela”- dijo Víctor sonriente, -“no tengo que saludar un pelado como tú”- dijo Ángela seria, -“en cambio yo sí, buenos días, y como tengo que seguir trabajando permiso”- dijo Víctor sonriente siguió avanzando cargando las computadoras, en eso Ángela le puso el pie para que se cayera, Víctor tropezó y soltó la computadora, -“hay lo siento, ¿te caíste?”- dijo Ángela sonriente fingiendo lamentar lo que hizo, -“¿porque hiciste eso?”- dijo Víctor serio, Flor sorprendida miro a su amiga por lo que hizo, -“¿qué pasa aquí?”- dijo uno de los profesores acercándose, –“nada profesor, solo que este joven se le cayó su computadora, deberían revisar lo que van a comprar”- dijo Ángela marchándose con Flor, -“ –“joven quiero que me cambie de computadora, no comprare computadoras con ningún tipo de fallas”- dijo el profesor, -“la voy a probar antes de dejársela, tal vez no le paso nada”- dijo Víctor,-“eh dicho que no joven, lo cambia o hablo con su supervisor o mejor cancelo el pedido por querer vender maquinarias con fallas”- dijo el profesor molesto, -“está bien le cambiare de equipo, ya regreso”- dijo Víctor serio se fue, veía Ángela sonriente que lo miraba. –“Pobrecito ¿por qué hiciste eso?, si le rompiste esa computadora le pueden descontar”- dijo Flor, -“es su problema no el mío, fue un grosero”- dijo Ángela sonriente.
(LOS IRACUNDOS- EL DESENGAÑO- CANCION DE FONDO), Graciela y Gabriela estaban en el vecindario de Gael dejando los pedidos, -“¿qué pasa madrina?”- dijo Graciela mirándola pensativa, -“es que yo conozco este lugar”- dijo Gabriela mirando las calles, -“así, ¿ya has estado por aquí?”- dijo Graciela, -“si, por aquí vivía a unas cuantas calles”- dijo Gabriela mirando el parque donde se reunía con Juan cuando eran niños. Fueron a las tiendas a dejar los pedidos hablaron con los dueños y concretaron sus negocios, ambas le agradecieron sonrientes, -“ahora vamos a dejarle este postre a tu amigo Gael, gracias a él tenemos nuevos clientes”- dijo Gabriela, -“está bien, iré a preguntar por la dirección que me dejo apuntado”- dijo Graciela a una señora que pasaba por ahí, Gabriela miraba la calle triste recordaba, -“es por aquí madrina ven”- dijo Graciela sonriente, Gabriela la seguía, veía su casa, -“¿qué te pasa madrina?”- dijo Graciela mirando a su madrina triste, -“yo vivía en esa casa con mi padre y mi hermana”- dijo Gabriela –“¿enserio?, me gustaría conocer tu casa madrina”- dijo Graciela, -“luego primero vamos a dejar el postre a tu amigo”- dijo Gabriela, -“mira aquí es la dirección”- dijo Graciela yendo a tocar la casa de Juan, Gabriela se tapó la boca de la sorpresa, cuando abrieron la puerta, Teresa salía sonriente, -“hola, ¿sí, que desean?”- dijo Teresa, –“buenos días señora ¿se encontrara Gael?”- dijo Graciela sonriente, -“está ahora en la academia, de parte de…”- dijo Teresa cuando miro Gabriela frente a su casa, -“¿tú, tú eres…, Gabriela?”- dijo Teresa sorprendida, -“buenos días, doña Teresa”- dijo Gabriela secándose las lágrimas, Graciela miro a su madrina y a doña Teresa, -“¿ustedes se conocen?”- dijo Graciela, -“si, conozco a doña Teresa, ¿Cómo ha estado’”- dijo Gabriela contenta la verla, -“bien gracias, ¿a qué has venido?”- dijo Teresa seria, -“venimos a dejarle este postre a Gael porque nos ayudó a conseguir unos clientes para nuestros pedidos”- dijo Graciela algo avergonzada, -“ahora a mi nieto no está, si desean yo le puedo entregar cuando regrese, le diré que es de parte tuya muchacha, solo déjame tu nombre”- dijo Teresa seria, -“soy Graciela, espero que le guste a Gael y a usted con su familia”- dijo Graciela algo tímida al ver la cara de pocos amigos de Teresa, -“disculpen que no me quede más tiempo pero tengo cosas que hacer, adiós y gracias”- dijo Teresa cerrándole la puerta, Graciela miro a Gabriela, -“¿porque nos trató así?”- dijo Graciela, -“debe ser por mí, es la madre de Juan el primer amor que tuve”- dijo Gabriela, -“¿Qué?, Hay no puede ser que pequeño es el mundo madrina, ahora entiendo porque nos recibió así, vámonos, mejor vamos a tu casa”- dijo Graciela yéndose con su madrina.
–“Madrina es un gran casa, ahora es tuya y de tu hermana, madrina ¿tú crees que ahora que no está tu padre la vas a vender o podamos vivir aquí y ya no pagar el alquiler?”- dijo Graciela, -“¿vivir aquí?, no sé, no se me había ocurrido, además tengo que conversarlo con Rafaela, tal vez ella necesite el dinero y quiera que la vendamos así nos tocaría una parte a cada una”- dijo Gabriela, -“me gustaría venir a vivir aquí, siempre y cuando tu quisieras”- dijo Graciela sonriente, Gabriela miraba la casa de Juan, (JUAN GABRIEL TE SIGO AMANDO- CANCION), -“que seas feliz, estés donde este, cariño, no importa que ya, no vuelvas jamás, conmigo”- cantaba Juan, -“deseo mi amor, que sepas también, que te amo, que no te olvide, que nunca podre, te extraño”- cantaba Gabriela, -“que seas muy feliz, que encuentres amor, mi vida, que nunca jamás te digan adiós, un día”- cantaba Juan, -“perdóname, mi amor, por todo el tiempo que te amé, te hice daño, te amé de más y fue mi error, que soledad estoy sin ti, la estoy pagando, que seas, muy feliz”- cantaba Gabriela, -“que seas muy feliz, mientras que yo.., te sigo…”- cantaba Juan mientras conducía su auto, Freddy apagaba la radio.
-“¿Quien trajo esto?”- dijo Rafaela mirando el postre sobre la mesa, -“una amiga de Gael, al parecer le ayudo a conseguir unos pedidos y le trajo en agradecimiento”- dijo Teresa algo nerviosa, -“¿una amiga de mi hijo?, a ver vamos a probar”- dijo Rafaela comiendo el postre, -“es de Gael deberías esperar a que él venga a recibirlo”- dijo Teresa, -“es mi hijo y debo probarlo yo primero, no están nada mal, cocina bien la muchacha, ¿cómo se llamaba?”- dijo Rafaela, -“Graciela creo, por cierto muy linda”- dijo Teresa, -“¿así?, pues debo conocerla yo primero y darle el visto bueno si quiere estar con mi hijito”- dijo Rafaela comiendo, Teresa la miro y se fue a la cocina.
Juan estaba en su trabajo, -“entonces no sirvió nada de lo que estaba haciendo, por las puras solté una propina a mis informantes”- dijo Freddy, -“yo quería juntar a su hermana y resulta que ya no quiere verla”- dijo Juan, -“claro debe tener celos, que vea a su competencia”- dijo Freddy, -“no es competencia, lo de Gabriela y yo ya es historia pasada”- dijo Juan, -“te conozco amigo y sé que no has podido sacarla de tu vida, que Rafaela solo fue el rostro de Gabriela por eso te casaste con ella, ya que no se parecen en nada del carácter”- dijo Freddy, -“mejor veamos los siguientes pedidos, creo que tenemos que mandar unas camas”- dijo Juan, Freddy se reía.
Víctor estaba en su trabajo, -“¿cómo se te pudo romper la computadora?, ¿sabes lo que cuesta a esto?, pero ¿Qué estabas haciendo que te distrajiste? Igual aquí no perderemos se te va a descontar de tu salario”- dijo David, -“lo lamento, enserio, fue un descuido”- dijo Víctor, -“y será el primero y el ultimo porque otro accidente como este y serás liquidado”- dijo David serio, David miro la computadora que estaba dañada, -“hay Ángela”- dijo Víctor serio.
Ángela estaba saliendo de sus clases recordando lo que le hizo a Víctor y se reía, -“la que sola se ríe de sus maldades se acuerda”- dijo Flor, -“del tarado de Víctor, seguro lo abran descontado”- dijo Ángela, -“a mí me da pena”- dijo Flor, -“a mí no, se lo busco por grosero”- dijo Ángela sonriente.
Gael llegaba a su casa, -“¿madre, abuela, papá?, ¿hay alguien en casa?, ya llegue”- dijo Gael cuando miro una caja con postres en la mesa, -“¿y esto, de quien será?”- dijo Gael, -“te lo trajo una amiga tuya pero tu madre ya lo estaba terminando, se llamaba Graciela en agradecimiento me dijo por haberle ayudado”- dijo Teresa apareciendo, –“¿Graciela estuvo por aquí?”- dijo Gael sonriente, -“si, ¿Gael dime desde cuando la conoces?”- dijo Teresa –“hace unos días, ¿qué te dijo cuéntame?”- dijo Gael entusiasmado, -“hijo, quiero decirte algo primero, quiero que te alejes de esa muchacha, no te conviene”- dijo Teresa seria, Gael miro a su abuela de manera extraña, -“¿porque me dices eso abuela?”- dijo Gael, -“yo sé lo que te digo, aléjate de esa muchacha o tendrás problemas con tus padres”- dijo Teresa, -“pero ¿puedes decirme porque?, Graciela es una buena chica y no veo el motivo por que tendría problemas con mis padres, explícame abuela”- dijo Gael serio, –“hijo no te puedo decir más, solo obedéceme por favor”- dijo Teresa, -“pues si no hay respuesta clara no me alejare de ella, lo siento abuela”- dijo Gael serio se fue a su cuarto.
Víctor estaba hablando con su madrina y su hermana, -“y ahora me van a descontar esa computadora”- dijo Víctor, -“¿porque esa muchacha te hizo eso?”- dijo Gabriela, -“es muy mala”- dijo Graciela, -“es una niña malcriada pero ya ni modo, lo que me preocupa ahora es que tendremos que tomar dinero que teníamos separado para tus estudios hermanita, es para pagar la renta porque a mí no me va alcanzar”- dijo Víctor, -“no te preocupes ese dinero es para una emergencia y como te dije mis estudios pueden esperar”- dijo Graciela, Gabriela miro a sus ahijados, se puso pensativa.
-“Hay hija, no sabes cuánto ha subido la sesión de masajes ahora, tu padre no va querer darme dinero”- dijo Rafaela puesta una mascarilla, -“mamá te pones mascarillas, cremas, tu piel la veo tan estirada”- dijo Ángela, -“debo verme radiante, una cirugía y ya no compraría tantas cremas pero tu padre no quiere darme el dinero, algún día cuando tu hermano trabaje y me pague mi cirugía veras que me quitare como 10 años menos”- dijo Rafaela, Ángela le hacia la manicure.
Juan estaba mirando televisión con Gael, ambos se veían entretenidos, Teresa los veía, -“no puedo decirle a Juan que vino Gabriela, ¿qué hace esa mujer aquí, para que regreso?, mi hijo tiene una vida tranquila, aunque no es feliz pero está tranquilo sin saber de ella, luego Gael no debe frecuentar a esa muchacha podría acercarle a Gabriela, ¿y si fuera su hija?, no puede fijarse en su prima, no lo había pensado, ¿qué hago?, debo prevenir una catástrofe”- dijo Teresa atormentada, -“¿sucede algo madre?”- dijo Juan mirando a Teresa extraña, -“nada hijo, nada”- dijo Teresa, Gael la miro extraña, -“debo pensar en algo como alejar a Gael de esa muchacha, de su prima”- dijo Teresa en su mente.
Al día siguiente, Víctor estaba tomando desayuno con Graciela, en eso apareció Gabriela, ambos la saludaron, -“chicos necesito hablar con ustedes”- dijo Gabriela, -“¿qué pasa madrina?”- dijo Víctor, -“¿te sientes bien?”- dijo Graciela, -“estoy bien, pero anoche estuve pensado, con el trabajo que tenemos ganamos muy poco para el alquiler y que lo dejamos todo la responsabilidad a Víctor, luego los demás gastos, creo que ya no deberíamos pagar alquiler, mi padre tiene una casa y nadie la habita que les parece si la vendemos así tendremos dinero para pagar los estudios de ambos, así puedan estudiar los dos unas carreras y ser profesionales”- dijo Gabriela, -“madrina no podemos hacer eso, vender tu casa por nosotros, yo puedo trabajar y mantenerlas”- dijo Víctor, -“además dijiste que también le pertenece a tu hermana, primero tienen que ponerse de acuerdo para venderla, no sabes cómo ubicarla”- dijo Graciela, -“no lo sé, se fue y no sé cómo ubicarla, entonces si no puedo vender la casa, que les parece si nos vamos a vivir en ella, los tres, así nos ahorramos el dinero del alquiler y así juntamos para sus estudios, por favor chicos acepten mi ayuda, se los prometí a su madre que les ayudaría”- dijo Gabriela queriendo llorar, Víctor y Graciela se miraron, -“está bien madrina, si tú quieres eso, yo si acepto”- dijo Graciela, -“está bien madrina como tu quieras”- dijo Víctor tomándola de la mano, -“entonces hoy hablare con el dueño sobre que dejaremos la casa, alistaremos nuestras cosas, iré a ver la casa para poder trasladarnos lo más pronto”- dijo Gabriela sonriente.
Pasaron dos días, Rafaela estaba regresando con Ángela de hacer unas compras, -“¿dónde estaban?, que no se cansan de comprar cosas”- dijo Teresa, -“hay abuela te trajimos algo para ti”- dijo Ángela, -“gracias Ángela pero me refiero a eso, sino que solo sabes gastar hija, debes aprender ahorrar y tu Rafaela enseña a tu hija administrar el dinero que le da su padre no a mal gastarlo como lo haces tú”- dijo Teresa, –“hay suegra la vida es bella, no se amargue o se le arrugara el cutis, yo voy aprobarme esta nueva loción que me compre”- dijo Rafaela sonriente.
Gabriela y Graciela estaban esperando a Víctor, -“ya devolví las horas de trabajo a David”- dijo Víctor llegando, -“trabajar en tu día de descanso, ese amigo tuyo es un explotador”- dijo Graciela, -“no es mi amigo, solo es un compañero, pero no hablemos de eso, mejor vamos a la nueva casa que tenemos que desempacar, recuerden yo cargo todo lo pesado”- dijo Víctor, Graciela sonreía, Gabriela subía al camión de mudanzas.
Llegaron al vecindario de Juan, Víctor estaba guardando las cosas, Graciela también ayudaba, Gabriela estaba haciendo limpieza, -“vaya alguien se está mudando a la casa del abuelo”- dijo Gael sorprendido miraba por la ventana de su casa, -“no puede ser, ve avisarle a tu madre, están invadiendo su casa”- dijo Teresa mirando por la ventana, -“primero veré de quien se trata”- dijo Gael molesto salió a ver los nuevos inquilinos, -“¡oiga, usted que hace metiendo sus cosas a esta casa, es propiedad privada!”- dijo Gael serio, -“buenas tardes, es que aquí nos vamos a mudar”- dijo Víctor, -“¿tu eres el muchacho de las computadoras?”- dijo Gael sorprendido, -“y tu eres el hermano de Ángela, seremos vecinos”- dijo Víctor sonriente, -“pero no pueden ingresar a esa casa, es de mi abuelo, le pertenece ahora a mi madre”- dijo Gael serio, -“¿qué sucede hermano?, hola Gael, seremos vecinos”- dijo Graciela sonriente, -“¿Graciela, es tu hermano?, ¿se vienen a vivir aquí?, pero esta casa es de mi madre no pueden ingresar así”- dijo Gael confundido, Juan llegaba de su trabajo y veía su hijo a lo lejos, -“¿qué sucede ahí?”- dijo Juan acercándose, -“están mudándose a la casa de tu suegro”- dijo Freddy.
-“¿Hijo que pasa?”- dijo Juan mirando a todos, -“buenas tardes, nos estamos mudando en esta casa es de mi madrina”- dijo Víctor, -“disculpen chicos pero con qué autoridad, esta casa es de mi esposa y de mi cuñada, no pueden ingresar así”- dijo Juan confundido, -“¿chicos todo bien?”- dijo Gabriela saliendo de la casa, Juan la miro, Gabriela lo veía, ambos sorprendidos, (LOS IRACUNDOS – TE LO PIDO DE RODILLAS- MUSICA DE FONDO) -“Juan”- dijo Gabriela, -“Gabriela”- dijo Juan, todos se miraban.
-¿Papá conoces a la señora?”- dijo Gael, -“si, ella es Gabriela”- dijo Juan, -“chicos, él es juan un conocido mío de mi infancia”- dijo Gabriela con los ojos llenos de lágrimas, Juan no sabía que más decir, Graciela y Víctor se miraron, -“Juan amigo creo que debemos ir a tu casa”- dijo Freddy acercándose tomo del brazo a juan y Gael y se los llevo.
-“Papá, la señora, es la hermana de mi mamá”- dijo Gael entrando a casa, -“¿qué sucede, quien se quiere meter a mi casa?”- dijo Rafaela bajando, Juan no decía nada, -“papá te veo pálido”- dijo Ángela, -“iré a tomar un descanso”- dijo Juan, -“te acompaño”- dijo Freddy ayudándolo a subir a su cuarto, -“¿te sientes bien hijo?”- dijo Teresa acompañándolos. –“¿Qué le pasa a papá?”- dijo Ángela, -“se puso pálido en cuanto vio al tía, mamá sabías que tu hermana se está instalando en la casa del abuelo”- dijo Gael, -“¡¿Qué dices?!”- dijo Rafaela molesta salió de la casa, -“la tía Gabriela está aquí, quiero ver a la gemela de mi madre”- dijo Ángela sonriente salió detrás de su madre, -“espera Ángela”- dijo Gael saliendo.
-“¿Te sientes bien madrina?, toma agua”- dijo Graciela, -“¿madrina, quieres que llame a un doctor?”- dijo Víctor, -“estoy bien, solo fue una impresión, ya me siento mejor”- dijo Gabriela secándose las lágrimas, cuando en eso entro Rafaela a la casa, -“¡¿qué haces aquí?!”- dijo Rafaela seria, -“¿Rafaela hermana?”- dijo Gabriela, -“¿tú qué haces aquí?”- dijo Ángela sorprendida mirando a Víctor, -“seré tu nuevo vecino”- dijo Víctor sonriente, -“te dije que te fueras a España, no tienes nada que hacer aquí, como te atreves a tomar posesión de la casa de mi padre”- dijo Rafaela molesta, -“también fue mi padre, así que la casa me corresponde también a mi”- dijo Gabriela, -“yo lo cuide, le dedique tiempo, tú no, no mereces nada, toma tus cosas y a tus hijos y márchate a tu país donde saliste”- dijo Rafaela tomándola del brazo la quería sacar, -“suéltame”- dijo Gabriela seria, -“señora deje a mi madrina”- dijo Graciela, -“¡hey cuidado como le hablas a mi madre!”- dijo Ángela empujando a Graciela, -“no empujes a mi hermana”- dijo Víctor serio a Ángela, -“tranquilícense todos, mamá esta casa también es de tu hermana, no solo tuya, les pertenece a ambas”- dijo Gael, -“¿son tus hijos?”- dijo Gabriela mirándolos, -“si, y les pertenece a ellos esta propiedad, más que a tus muchachos, ya me di cuenta que no son tus hijos, no son nada tuyo”- dijo Rafaela seria, -“tienes razón no son mis hijos, son mis ahijados pero los quiero como si fueran mi sangre, son mi familia y esta casa también es mía, puedes ir hablar con un abogado si quieres, según la ley esta casa nos corresponde a las dos, yo viviré en la mitad que me corresponde”- dijo Gabriela seria, -“mamá nosotros tenemos una casa y tu hermana no tiene donde vivir, han estado alquilando”- dijo Gael, -“ella no merece nada, se fue y vino aquí a buscar mi intranquilidad, Gabriela vete”- dijo Rafaela molesta, -“no Rafaela, necesito un hogar donde vivir, además tú me dijiste que vivías en el norte, ¿dime que haces aquí?”- dijo Gabriela, -“nosotros vivimos en casa de mi padre, está cerca de aquí”- dijo Ángela seria, -“vivimos en casa de mi abuela Teresa, pero ustedes necesitan un techo, no creo que haya problemas en que ustedes vivan aquí”- dijo Gael, -“¿tu padre es Juan?, eso quiere decir que…”- dijo Gabriela mirando a Rafaela, -“si, me case con Juan y somos muy felices por eso tú no tienes nada que hacer aquí”- dijo Rafaela seria, Gabriela soltaba una lagrima, -“¿cómo me pudiste ocultar eso?, te casaste con Juan por eso no quieres que me quede aquí”- dijo Gabriela, -“vete Gabriela y llévate a tus ahijaditos”- dijo Rafaela seria, -“no Rafaela, como te repito esta también es mi casa y voy vivir aquí, la mitad es mía”- dijo Gabriela, -“mamá vámonos de aquí, hablemos con papá, que te asesore con un abogado”- dijo Ángela mirando a su tía, Rafaela miro a todos seria y se marchó con su hija, -“lo lamento mucho, espero que se pueda arreglar estos problemas, mi papá la va a calmar”- dijo Gael marchándose, Graciela y Víctor miraron a su madrina , ambos la abrazaron.
-“Así que Gabriela vino a vivir aquí, sabía que iba a ocasionar problemas su regreso”- dijo Teresa escuchando a su hijo, -“¿sabías que estaba aquí, desde cuando mamá?”- dijo Juan, -“hijo ayer estuvo aquí, vino con su hija creo, una señorita a dejar un postre para Gael, creo que ellos dos se conocen porque Gael le ayudo, al parecer ella no sabía que eras su padre, hasta ayer”- dijo Teresa, -“¿y porque no me dijiste?”- dijo Juan, -“no quería ocasionarte este tipo de malestares, mira como estas al saber que regreso esa mujer”- dijo Teresa, -“mamá tenías que decírmelo, ¿dónde están ahora mis hijos, Rafaela?”- dijo Juan saliendo de su habitación, Freddy lo acompañaba.
-“¡¿Desde cuándo conoces a esa muchacha?!”- dijo Rafaela molesta a Gael, -“mamá es una amiga que conocí hace unos días, la estaba ayudando por que necesitan trabajo, yo le ayudaba a conseguir ventas de sus postres” dijo Gael, -“¿y tú desde cuando conoces a ese muchacho?” – dijo Rafaela mirando a Ángela, -“es el vendedor de computadoras mamá no te acuerdas, de casualidad lo vi un par de veces pero fue por pura casualidad”- dijo Ángela, -“¡no quiero que se acerquen a esos jóvenes, no quiero verlos cerca de los ahijados de Gabriela entienden, quiero que me obedezcan!”- dijo Rafaela molesta, -“¿ahijados?, ¿que no son sus hijos?”- dijo Juan apareciendo, Teresa y Freddy escuchaban, -“no, al parecer la tía no se casó, crio a sus ahijados”- dijo Gael, -“papá se está metiendo en la casa del abuelo, esa casa le pertenece a mi madre más a que a esa gente, debemos hacer algo para echarlos”- dijo Ángela seria, Rafaela miro a Juan, no sabía que decir, -“es también su casa, la ley ampara a ambas”- dijo Gael, -“tranquilos chicos, dejemos a sus padres que hablen solos”- dijo Teresa llevándose a sus nietos, -“yo mañana te llamo”- dijo Freddy marchándose.
-“Regreso, Gabriela está aquí, ¿qué vamos hacer?, tenemos que hacer que se vaya”- dijo Rafaela molesta queriendo llorar, -“¿cómo vamos a echarla?, no somos quien para correrla, escuchaste a tu hijo y tiene razón, la ley les ampara, esa casa es de ambas”- dijo Juan serio, -“tienes que ayudarme a conseguir un abogado para echar a esos intrusos de la casa de mi padre”- dijo Rafaela seria lloraba, -“no podemos hacer eso, les pertenece a las dos entiéndelo”- dijo Juan serio, -“¿no podemos o no quieres?, ¿quieres que tengamos de vecinos a Gabriela y a sus ahijados?, ¿eso quieres?, ¿estas feliz de tenerla de nuevo cerca verdad?”- dijo Rafaela molesta lloraba, -“no digas tonterías, Gabriela es parte del pasado, ahora mis hijos y tú son mi presente”- dijo Juan, -“pues no te creo, tú la estabas buscando ahora la tienes aquí viviendo en mi herencia, la quiero lejos de mi vida”- dijo Rafaela llorando enojada, Juan la quería calmarla pero Rafaela se alejó, -“no me toques, ve tras ella, eso es lo que quieres, ir corriendo a darle la bienvenida pero escúchame bien, ella no va a provocar mi infelicidad, no lo voy a permitir”- dijo Rafaela subiendo a su habitación, Juan se quedó pensativo.
-“No puedo creer que tu hermana sea haya casado con tu ex”- dijo Víctor, –“cállate, no lo repitas”- dijo Graciela mirando a Gabriela llorar, -“con razón se había alejado de mí, ya no me escribía, por eso no quería que regrese, ella está viviendo con Juan, tiene una familia, Rafaela me lo estuvo ocultando todos estos años”- dijo Gabriela llorando, -“ya no llores madrina”- dijo Graciela abrazándola, -“¿qué haremos, nos quedamos o nos vamos de aquí?, tu decide madrina nosotros te seguiremos”- dijo Víctor, -“ahora no sé qué pensar, no tengo cabeza, quiero dormir”- dijo Gabriela cansada, -“vamos a un cuarto a que descanses, hoy fue un día muy fuerte para todos”- dijo Graciela llevando a su madrina a descansar, -“no puede ser, Ángela es la hija del antiguo amor de mi madrina, es la hija de la hermana de mi madrina”- dijo Víctor pensativo.
-“Me engaño, todo este tiempo ella estaba con Juan, ¿Rafaela por qué me hizo esto?, ella tiene la vida que yo tanto quería tener, hijos, el esposo, una familia, Rafaela me obtuvo lo que yo anhelaba”- dijo Gabriela llorando en el cuarto, Graciela la abrazaba y calmaba.
-“Gabriela, regresaste y no sé qué hacer, no sé qué hacer”- dijo Juan sentado en la mesa soltando lágrimas.
-“Debemos apoyar a mi madre a que eche a su hermana y a esa gente”- dijo Ángela, -“no podemos hacer eso, ellos necesitan un hogar estaban alquilando una casa pasando por problemas económicos por eso le ayude con su trabajo”- dijo Gael, -“pues no deberías ayudarles eres un traidor”- dijo Ángela seria, -“tú también le ayudaste al muchacho con la compra de la computadora, además no hay nada de malo en ayudarles en si son nuestra familia, no de sangre pero son ahijados de nuestra tía”- dijo Gael, -“lo que me tranquiliza es que no son sus primos”- dijo Teresa, -“¿por eso querías que me aleje verdad abuela?”- dijo Gael, -“hijo entiéndeme, no podía decirles, luego que llegues a fijar en tu prima, no sabía qué hacer”- dijo Teresa, -“no te preocupes, las situación se ha complicado, espero que cuando mamá se tranquilice hable con papá y lleguen a un acuerdo sin pleitos familiares”- dijo Gael, Ángela seria estaba cruzada de brazos.
A la mañana siguiente, Gael salía de su casa, veía la casa de Gabriela, -“¿qué haces aquí afuera?”- dijo Rafaela seria apareciendo atrás de él, -“estaba saliendo mamá”- dijo Gael serio, -“te dije que no quiero que vayas a ver a esa gente, que no van a estar mucho tiempo en este vecindario”- dijo Rafaela, -“mamá solo estoy afuera de casa, ¿que tampoco quieres que salga?, ya no soy un niño no puedes prohibirme en hacer cosas donde veo que no son incorrectas”- dijo Gael, -“cuidado como me hablas, hijo esa gente va a querer hacernos daño, créeme cuando te lo digo, quieren tu herencia y de tu hermana, esa casa mi padre les dejo a ustedes”- dijo Rafaela, -“esa casa es tuya y de tu hermana, no son ni de Ángela ni mía, y además yo no me peleo con mi familia por lo material, ese ejemplo tuyo no seguiré mamá”- dijo Gael serio se fue a la academia, Rafaela seria estaba mirando la casa de su padre.
-“¿Que vas hacer hijo?”- dijo Teresa mirando a Juan callado, -“no lo sé mamá, no quiero interponerme en pleitos entre hermanas, estoy viejo para involucrarme en esos asuntos, solo no dejare que mis hijos salgan afectados, ni que peleen por algo que no les pertenece, que Rafaela y Gabriela arreglen sus asuntos”- dijo Juan marchándose, -“¿a dónde vas?”- dijo Teresa, -“a trabajar”- dijo Juan sofocado.
Graciela abrió la puerta de su casa, Rafaela ingreso, -“señora no puede entrar así”- dijo Graciela, -“esta es mi casa, ¿desde cuando tengo que pedir permiso para entrar a mi casa, niña?”- dijo Rafaela seria, -“desde que yo la estoy habitando, te guste o no, vas a tener que pedir permiso hermana, Graciela déjanos solas por favor”- dijo Gabriela bajando por las escaleras, Graciela se fue a la cocina. Rafaela y su hermana se miraban serias.
Ángela estaba camino a su escuela cuando veía a Víctor tomando el autobús, -“oye tú, quiero decirte algo”- dijo Ángela seria, -“buenos días, cuando vas aprender a saludar, ¿Qué en tu escuela no te enseñan a saludar a los mayores?”- dijo Víctor, -“déjate de payasadas, escúchame esto que te voy a decir, quiero que te vayas de la casa de mi abuelo junto con tu hermanita y tu madrina, váyanse, esa casa le pertenece a mi madre”- dijo Ángela seria, -“niña malcriada, esa casa también le pertenece a mi madrina que es hija de tu abuelo, así que mientras ella decida quedarse yo estaré viviendo ahí, duela a quien le duela, y si te duele sóbate, niña”- dijo Víctor acariciándole el cachete, Ángela le golpeó la mano, -“dices ser de un buen status pero eres una salvaje”- dijo Víctor riéndose subió al autobús, Ángela seria lo miro, -“¡grosero, te odio!”- dijo Ángela molesta, él le mandaba besos volados por la ventana del autobús.
-“¿Qué quieres Rafaela, hablar de qué?, creo que ya nos dijimos todo”- dijo Gabriela seria, -“¿dime que es lo que quieres para irte lejos de mi vida?, ¿alejarte de mi familia?, ¿dinero?, ¿quieres vender la casa?, vendámosla y tomas tu parte y te vas lejos de aquí pero eso si no regreses nunca más”- dijo Rafaela, -“sabes, lo pensé bien y no quiero vender, mientras las dos partes no estén de acuerdo a vender pues esta casa seguirá como esta, la habitare hasta que cambie de opinión, tu parte pues tú decides que hacer, yo no la tocare puedes venir a vivir o no, la casa es grande, yo no me molestare en hacerlo, no hay nada que ocultarte, como tu lo hiciste”- dijo Gabriela seria, -“¿lo dices porque me case con Juan, verdad?, estas tan dolida que él y yo estemos casados, que es a mi quien me haga el amor, que duerma todas las noches recostada en su pecho, hay hermana perdiste, te fuiste y lo perdiste todo”- dijo Rafaela sonriente, -“siempre estabas enamorada de él y me lo ocultaste, ahora que ya lo tienes solo me queda desearte la felicidad”- dijo Gabriela, -“no seas mentirosa, tú me tienes envidia, te mueres de celos”- dijo Rafaela sonriente, -“tal vez, porque lograste cumplir lo que yo no pude, papá sabía todo verdad, si Juan se quedó contigo fue porque se conformó con el recuerdo que él y yo teníamos, somos gemelas y vio en ti lo que quería ver en mí, espero que seas feliz que yo por mi parte lo seré”- dijo Gabriela seria abrió la puerta, -“esta no será la última vez que nos veamos, voy hacer para que tú y tu gente se vayan de este vecindario”- dijo Rafaela dolida, -“ya no tengo miedo, adiós hermana”- dijo Gabriela seria cerrando la puerta, -“maldita como te odio, te odio”- dijo Rafaela llorando de rabia se cogía la cabeza yéndose a casa.
-“¿Entonces vas a mantenerte distante de las peleas de tu esposa y tu cuñada?”- dijo Freddy escuchando a Juan, -“si, es lo mejor, no quiero problemas con Rafaela, ella vera como lo soluciona”- dijo Juan, -“¿no piensas buscar a Gabriela y hablar con ella?”- dijo Freddy, -“¿para qué?, ¿qué quieres que le pregunte?, ¿Por qué se fue, me abandono sin decir nada?, no hay nada de que hablar, ese tema está cerrado”- dijo Juan molesto, -“amigo eso no te lo puedes creer ni tú mismo, sé que quieres ir y hablar sobre ello, que mereces una explicación, quitarte esa duda que te atormenta, luego ahí confirmaras si ya lo olvidaste o no”- dijo Freddy, Juan le daba la espalda no sabía qué hacer.
Las horas pasaban, Víctor estaba regresando de su trabajo, -“¿hola que haces por aquí?”- dijo Flor acercándose, -“ahora vivo aquí”- dijo Víctor sonriente, -“vaya te mudaste cerca de mi amiga, ¿a ti te gusta Ángela verdad?, porque sabes, estoy segura que a mi amiga tú le gustas”- dijo Flor sonriente, Víctor sonrió, -“¿a tu amiga gustarle yo?, eso está difícil”- dijo Víctor riéndose, se despidió y entro a la casa de Gabriela, Flor se iba a ver a su amiga.
-“¿Cómo te fue hijo?”- dijo Gabriela, -“bien madrina, muy bien, hoy tuve una gran día de ventas, y a ustedes como le fue”- dijo Víctor, -“¿le decimos?”- dijo Gabriela sonriente miro a Graciela, -“¿decirme que?, ¿qué pasa?”- dijo Víctor, -“hemos decidió abrir una pastelería aquí, ¿qué te parece?”- dijo Graciela, -“me parece una buena idea madrina, díganme en que les puedo ayudar, a pintar la fachada, a mover cosas lo que ustedes necesiten”- dijo Víctor, -“muy bien, está decidido, abriremos una panadería algo pequeño luego veremos cómo nos va” – dijo Gabriela sonriente, -“veras que te ira muy bien”- dijo Víctor sonriente.
-“Se mudo a la casa de mi madre y ella me dijo que me lo iba a dar a mí algún día, ¡era una gran casa para formar mi familia!, ¿ahora que está viviendo ese pelado como será mía?, no debieron regresar ni mi tía ni su ahijaditos”- dijo Ángela seria, -“vaya lo que me cuentas es de novela amiga, ¿tu madre que hará al final?”- dijo Flor, -“pues quedarse de brazos cruzados no creo, ya vera que hacer para echar a esa gente”- dijo Ángela seria.
(JUAN GABRIEL- INOCENTE DE TI- CANCION DE FONDO) Mientras Graciela estaba colocando unas vitrinas para la atención al público, Gabriela estaba preparando postres, Víctor estaba pintando un letrero que decía pastelería “Gracias”, terminaban de limpiar la casa y desempacar, Vector estaba en su cuarto sonriente estaba muy cansado, Graciela estaba en su cuarto tendiendo su cama, Gabriela en su cuarto dejaba una foto donde estaba ella su hermana y su padre.
Era el día de inauguración de la pastelería entraban unos clientes y salían contentos por sus compras, -“¡¿qué está pasando allá?!”- dijo Ángela seria, -“parece que es una pastelería”- dijo Teresa, -“¡¿cómo pueden abrir una pastelería en la casa del abuelo?!”- dijo Ángela, -“es también casa de Gabriela, tu tía así que tiene derecho”- dijo Teresa, -“le pertenece más a mi madre que a mi tía, mamá estaba pendiente más del abuelo que la tía Gabriela”- dijo Ángela, -“¿así?, yo recuerdo muy pocas veces que iba a verlo, solo el día del padre y navidad y eso porque tu padre le insistió, de ahí ni se asomaba ni para su cumpleaños, ¿eso es estar pendiente?, no creo eso hija”- dijo Teresa, -“pero Gabriela no estaba ninguna vez pendiente”- dijo Rafaela apareciendo seria, -“en ese caso tú no tampoco tendrías derechos a reclamar cuando tampoco fuiste una buena hija y eso que estabas más cerca que él”- dijo Teresa, -“¿porque siempre me da la contra suegra?, yo soy la esposa de su hijo, la madre de sus nietos, usted debería estar de mi lado”- dijo Rafaela molesta, -“¿así, y tu alguna vez has estado de mi lado?, tú solo sabes estar del lado que te conviene nunca eras central, así que no vengas a pedirme que sea justa contigo, cuando tú nunca lo has sido permiso que tengo que cocinar para tu esposo y tus hijos”- dijo Teresa entrando a la casa, -“la abuela se pasa”- dijo Ángela sorprendida, -“por eso no me puedo llevar con esta negra”- dijo Rafaela enojada, -“¡mamá!, es mi abuela y te recuerdo que mi papá también es moreno”- dijo Ángela sorprendida, -“pero tu padre es guapo, menos mal que tú y tu hermano salieron a mi color no a la familia de tu padre”- dijo Rafaela entrando a casa, -“¿pero qué le pasa?”- Ángela se quedó boca abierta.
-“Ya se terminó el pan madrina, ahora solo quedaron unos cuantos dulces” dijo Graciela contenta, -“hola, buenas tardes”- dijo Gael ingresando, -“Gael”- dijo Graciela mirándolo sorprendida, -“hola Graciela, hola tía, yo quería disculparme por el comportamiento de mi madre, ella a veces es algo déspota pero no es mala persona, discúlpenla, mi papá es tan distinto, él si es sensato calmado no le gusta el pleito, es justo”- dijo Gael, -“tranquilízate Gael, conozco a Juan y sé cómo es, haces bien en defender a tu madre, espero que no te metas en problemas si se enteran que estas ahora aquí”- dijo Gabriela, -“soy un adulto y no debería haber problemas, no le estoy faltando el respeto a nadie por estar aquí”- dijo Gael, -“eres igual a tu padre, sabes no cambies”- dijo Gabriela sonriente, -“gracias, ¿podemos hablar Graciela?”- dijo Gael, Graciela miro a su madrina, -“adelante”- dijo Gabriela, Graciela fue hablar con Gael a otro ambiente, Víctor se acercó miro a su madrina se ve que no es un mal chico, distinto a su hermana”- dijo Víctor.
-“Sabes me gustó mucho lo que dijiste, eres un buen muchacho y la verdad que me caes muy bien, eres alguien digno de admirar, maduro, centrado”- dijo Graciela, -“lo sé, mamá no me hablo mal de ella recién nos enteramos que tuvo una hermana y gemela aunque mi mamá con tantas cremas que se pone ya ni se parece a la tía Gabriela, lo único que desearía es que mi madre y la tía Gabriela hicieran las pases, sobre todo que no afecte nuestra amistad, así ellas dos tengan diferencias”- dijo Gael, -“ojala no suceda eso”- dijo Graciela, -“¿entonces seguimos siendo amigos?”- dijo Gael, -“claro que si”- dijo Graciela sonriente dándole la mano.
Gael salía de la casa, de pronto apareció su hermana con Flor, -“¡¿qué haces en esa casa!”- dijo Ángela seria, -“pues es una pastelería fui comprar unos dulces”- dijo Gael, -“a mi madre no le va a gustar que estés saliendo de esa casa”- dijo Ángela seria cruzada de brazos, -“pues nosotras vinimos a espiar amiga”- dijo Flor, -“¿a espiar?, mi madre tampoco le va a gustar que hayas venido a espiar”- dijo Gael sonriente, -“¡Flor porque tienes que abrir tu boca cuando nadie te lo pide!”- dijo Ángela seria, -“yo mejor los dejo, ya me tengo que ir a mi casa”- dijo Flor sonriente se marchó, -“¿estas yendo a ver a la sin gracia esa verdad?”- dijo Ángela, -“respétala, se llama Graciela y es una chica con modales, con cerebro, no como tú”- dijo Gael, -“esa jamás será como yo, es una mojigata sin gracia”- dijo Ángela, -“gracias al cielo que no es como tú, permiso”- dijo Gael, -“¡le diré a mi madre!”- dijo Ángela, -“¡vamos! y le explicas que andabas haciendo también tú, ¿espiando a quién?, seguro que ibas a ver al hermano de Graciela”- dijo Gael serio se fue a su casa.
Rafaela estaba en su casa, -“¿dónde estaban ustedes?”- dijo Rafaela, -“dile Ángela dónde estábamos”- dijo Gael, -“estaba dejando a Flor que se vaya a casa”- dijo Ángela seria, -“yo regresaba de la academia”- dijo Gael serio, -“espero que no vayan a esa pastelería, no quiero que le compren nada a esa gente, si se enferman por comer ahí, no quiero tener problemas”- dijo Rafaela, -“mamá creo que exageras”- dijo Gael marchándose, -“yo no comprare nada de ese lugar madre mía”- dijo Ángela sonriente.
Gabriela estaba tomando un postre, -“iré a dejar este pastel a la tenida, enseguida vuelvo”- dijo Gabriela a sus ahijados, luego de dejar el pedido, , veía los columpios donde ella solía jugar con Juan y su hermana cuando eran niños, Juan regresaba de camino a su casa, veía a Gabriela mirar a los columpios, él quiso seguir de frente su camino pero se detuvo, fue a verla.
Gabriela miro el árbol dónde ella y Juan se escondían de Leonardo cuando eran unos niños, ella acariciaba el árbol, al dar vuelta vio a Juan, -“hola Gabriela, ¿qué haces por aquí?”- dijo Juan, -“¿Juan?, yo vine a caminar, solo caminar”- dijo Gabriela nerviosa, -“cerca al árbol donde tú y yo nos reuníamos, acaso ¿te trajo recuerdos, nostalgia?”- dijo Juan, -“son cosas de niños, solo recuerdos”- dijo Gabriela soltando una lagrima, se la seco rápido, -“mi hijo Gael es amigo de tu ahijada, me dijo que tú nunca te casaste, ni formaste familia, ¿Por qué Gabriela?”- dijo Juan, -“¿Por qué?, ¿qué quieres saber dime?, que no hice familia por que no podía olvidarte, porque seguía aferrada a tu recuerdo”- dijo Gabriela seria, -“no Gabriela jamás pensé eso, sé que me has olvidado hace años, cuando me abandonaste por buscar un mejor futuro, después de todo, si obedeciste a tu padre, te alejaste de un mestizo como yo para tener una vida de viajes y placeres, eso es lo que tanto querías”- dijo Juan serio, -“tú qué sabes dime, que sabes lo que yo quería, nunca supiste nada”- dijo Gabriela queriendo llorar, -“claro nunca recibí noticias de ti, solo desapareciste y no te importo decir adiós, no te importo dejarme plantado, preparándote una celebración como un estúpido, que bien te abras reído de mi verdad”- dijo Juan molesto, -“sabes que, piensa lo que quieras, vete a tu casa tu esposa te está esperando, vete y déjame vivir en paz”- dijo Gabriela soltado una lagrima, -“si eso hare te dejare vivir en paz y espero que tú también, porque tu regreso a este vecindario no va a quitarme la tranquilidad que tengo con mi familia”- dijo Juan marchándose, Gabriela se tapó la boca para no llorar y se fue por otra calle.
Juan llego a su casa molesto, -“¿te pasa algo hijo?”- dijo Teresa, -“nada mamá, iré a darme un baño”- dijo Juan serio se pasó de frente, entro a la ducha molesto, se daba un baño.
Gabriela entro a su cuarto, –“es un tonto, no sabe lo que sucedió, Rafaela nunca le dijo la verdad, claro que le va a decir pero ahora para que se lo digo, creo que es mejor que se quede con la versión que quiera”- dijo Gabriela llorando.
Rafaela estaba con una mascarilla de pepino puesta, -“¿qué hago para sacar a Gabriela?, debo estar alerta para que no se encuentren, no vayan a conversar sobre el pasado, debo hacer algo para que no se entere la verdad”- dijo Rafaela pensativa, Juan entro en toalla al cuarto, -“me asustaste”- dijo Rafaela levantándose, -“como tendrás la conciencia”- dijo Juan, -“la tengo tranquila, espero que tu igual, te lo digo porque no quiero enterarme que vayas a esa pastelería nueva a buscar y ya sabes a quien me refiero”- dijo Rafaela, -“no tengo porque ir, quiero vivir tranquilo, no quiero pleitos ni nada por el estilo, lo que tenga tu hermana y tú lo van arreglar entre ustedes, yo no quiero meterme en tus asuntos familiares”- dijo Juan, -“eso espero”- dijo Rafaela seria.
Al día siguiente, Graciela salía de la tienda luego de comprar harina, -“vaya, vaya, tenemos aquí a la huerfanita”- dijo Ángela, -“no quiero problemas”- dijo Graciela queriéndose marchar, -“¿es verdad?, sabes yo que tú convencería a mi tía para que se fueran del vecindario, porque esa casa ni creas que va ser tu herencia, ya que no eres de la familia, no eres nieta de mi abuelo, ni debes saber lo que son papás”- dijo Ángela, -“los tuve y me criaron muy bien, no soy una arrogante engreída y como yo no sé discutir con gente que no vale la pena me retiro porque tengo que trabajar”- dijo Graciela, -“tú no te puedes ir así luego de insultarme”- dijo Ángela molesta le hizo tirar su harina, -“¿por qué haces eso?”- dijo Graciela seria, -“deja de estar molestando a mi hermana niña, vete a jugar con tus muñecas que la gente grande tiene responsabilidades”- dijo Víctor apareciendo defendiendo a su hermana, -“la gente con responsabilidad que necesita trabajar para comer, yo no necesito pasar esas necesidades que pasan ustedes, es por eso que se vinieron a vivir por aquí, emigrantes mejor regresen a su país”- dijo Ángela, -“ya basta Ángela, no te voy a permitir que los ofendas de esa manera”- dijo Gael apareciendo, -“es la verdad estos emigrantes viene aquí a infestar el país, pero saben si quiero los puedo reportar y que los regresen a su país”- dijo Ángela seria, -“tenemos todo en regla y dudo que las autoridades hagan caso a una niña consentida”- dijo Víctor, -“eres un pelado”- dijo Ángela, -“infantil”- dijo Víctor, -“grosero”- dijo Ángela, -“aniñada”- dijo Víctor, -“ya basta hermano, no discutas, vamos a casa que mi madrina nos esta esperando”- dijo Graciela, -“lo lamento Graciela, disculpa a mi hermana”- dijo Gael, -“deja de pedir disculpas por mí, ¡idiota!”- dijo Gael llevándose a su hermana del brazo.
-“No puedo creer que te compartes de es amanera defendiendo a esos pela gatos”- dijo Ángela, -“tú los ofendiste”- dijo Gael, -“¿qué sucede?”- dijo Rafaela, –“mamá, Gael dejo que los ahijados de tu hermana me ofendieran y en lugar de defenderme a mí que soy su hermana se puso de parte de ellos”- dijo Ángela seria, -“¿cómo puedes hacer esto Gael?, tú tienes que apoyar a tu hermana, es una familia esos huerfanitos no lo son”- dijo Rafaela, -“mamá no los llames así, que pena que te expreses así y si no quieres que los defienda pues dile a Ángela que deje de molestarlos porque la que se comportó como una pelada fue ella”- dijo Gael entrando a casa, -“te fijaste mamá como me hablo”- dijo Ángela, -“si hija hablare fuerte con él”- dijo Rafaela abrazando a su hija.
-“No se metan con ellos, no quiero pleitos”- dijo Gabriela cansada, escuchando lo que paso entre sus ahijados y sus sobrinos, -“no los tendrás madrina solo los vamos a ignorar”- dijo Graciela, -“es lo mejor”- dijo Gabriela, -“solo espero que no se metan con ustedes”- dijo Víctor sonriente.
Gabriela salía a comprar harina paso por la otra calle frente a casa de Juan, -“¡oye tú, espera!”- dijo Rafaela, -“¿qué quieres Rafaela?”- dijo Gabriela, -“quiero exigirte que le digas a tus huerfanitos que dejen de molestar a mis hijos que se alejen o para la próxima no respondo”- dijo Rafaela, -“ellos no empezaron sino fue tu hija quien insulto a mi ahijada y te voy a pedir por favor deja de llamarlos huérfanos porque ellos tienen a alguien que los defienda, ósea yo”- dijo Gabriela marchándose, –“quiero que te vayas del vecindario, ves los problemas que están causando a mi familia esos huérfanos”- dijo Rafaela sujetándola de los brazos, -“suéltame Rafaela”- dijo a Gabriela queriendo soltarse, -“Rafaela, Gabriela tranquilas”- dijo Juan separándolas, -“dile a esta mujer que aleje a sus chicos de los nuestros o los voy a demandar entendido”- dijo Rafaela, -“mis ahijados no estaban molestando, fue tu hija quien los insulto, y si ellos están lejos de los tuyos empieza hablándoles tu primero a tus hijos”- dijo Gabriela seria marchándose, -“ya basta Rafaela, no te puedes poner así en la calle, te das cuenta el espectáculo que están dando, yo hablare con los muchachos”- dijo Juan, -“tú eres mi esposo defiéndeme a mí, que haces poniéndote de parte de ella, debes ponerte de parte de tus hijos”- dijo Rafaela molesta, -“conozco a Ángela y sé que tiene un carácter terrible”- dijo Juan, -“permiso tengo cosas que hacer”- dijo Gabriela marchándose, -“¡¿cómo te atreves a ponerte de parte de ellos? y no de tu familia!”- dijo Rafaela, -“no fomentes problemas por favor vivíamos en paz”- dijo Juan, -“pues que ellos no se metan con mis hijos”- dijo Rafaela molesta, se fue a casa, dejando solo a Juan.
-“Papá ellos me estaban molestando”- dijo Ángela sintiéndose ofendida, quejándose con Juan, -“papá es mentira, yo escuche como Ángela insultaba a Graciela”- dijo Gael, -“ya chicos, no quiero pleitos con nadie así que olvídense mejor de esto, manténganse distantes”- dijo Juan, -“pues no lo hare, Graciela es mi amiga me hace bien estar cerca de ella y seremos siguiendo amigos”- dijo Gael, -“tu hijo no te obedece, vez, por juntarse con esa chica mira cómo se pone en nuestra contra, es un desobediente”- dijo Rafaela, Juan miro su hija y a Rafaela, Teresa escuchaba y no decía nada, -“tranquila hija, no dejare que te hagan daño ese par de muchachos ya que tu padre no hace nada”- dijo Rafaela abrazando a Ángela , -“gracias mamá por creerme”- dijo Ángela fingiendo ser la víctima, Teresa no les creía.
Era otro día, Graciela se encontró con Gael afuera de su casa, -“¿Gael que haces aquí?”- dijo Graciela, -“quería saludarte y comprar unos dulces”- dijo Gael algo tímido, -“lamento lo que paso ayer con tu hermana”- dijo Graciela, -“no quien lamenta la actitud de Ángela soy yo”- dijo Gael disculpándose, -“¡¿Gael que haces aquí, veta a la casa?!, te dije que no quiero verte cerca de esta casa ni de esta gente”- dijo Rafaela apareciendo, -“mamá soy un hombre, no me puedes hablar como un niño chiquito, ya te dije que Graciela y yo seremos amigos así te opongas tú o quien sea, ella no es una chica malcriada como Ángela”- dijo Gael, –“esta chica te está cambiando, no debes juntarte con esta gente, mira como me contestas, veta a la casa Gael”- dijo Rafaela molesta, -“Gael será mejor que vayas a tu casa otro día platicamos”- dijo Graciela, -“otro día no, te prohíbo que te acerques a mi hijo muchachita, seguro quieres seducirlo, claro eso lo que debiste aprender de tu madrina”- dijo Rafaela, -“no hable así de mi madrina, ella es una mujer decente no como otras”- dijo Graciela molesta, Rafaela la bofeteo, -“mamá cómo pudiste”- dijo Gael molesto, en eso Gabriela apareció de sorpresa y le dio una bofetada Rafaela, -“no te atrevas a pegarle a nadie de mis hijos, porque telas veras conmigo, ahora fuera de mi propiedad porque mientras yo viva aquí soy la dueña”- dijo Gabriela molesta la corrió, Rafaela se tocó la cara, la miro, -“te vas arrepentir, estas me las cobro”- dijo Rafaela molesta, -“vete eh dicho”- dijo Gabriela, -“vámonos mamá”- dijo Gael llevándose su madre, -“no quiero a esa muchacha cerca de mi hijo me oyes”- dijo Rafaela enojada se iba gritando.
-“¿Estas bien hija?”- dijo Gabriela, -“si madrina”- dijo Graciela, -“como se atrevió aponerte una mano encima, no le voy a permitir eso a Rafaela así sea mi hermana”- dijo Gabriela, -“ya no pelees madrina olvidémoslo, yo también le levante la voz”- dijo Graciela, –“¿y por qué fue?”- dijo Gabriela, -“bueno la verdad, te insulto”- dijo Graciela, -“entonces ella se lo busco pero no tiene que ponerte una mano encima”- dijo Gabriela.
-“Ese par de estúpidas me la van pagar”- dijo Rafaela molesta caminando de un lado a otro, -“ya basta mamá, tu no debiste golpearla”- dijo Gael, -“todavía la defiendes, me insultaron me bofetearon”- dijo Rafaela, -“¿quién te bofeteo mamá?”- dijo Ángela apareciendo, -“Gabriela me bofeteo y su ahijada me insulto”- dijo Rafaela, -“pero mamá se lo busco, ella le insulto y la bofeteo primero a Graciela”- dijo Gael molesto, -“¿y todavía te pones de parte de ella?, han golpeado a nuestra madre, parece que aquí dormimos con el enemigo mamá”- dijo Ángela, -“dentro de unos días seré mayor de edad y cuando lo sea me mire de esta casa para que mamá ni nadie se queje de mis decisiones”- dijo Gael molesto se fue a su cuarto, Ángela y Rafaela se quedaron boca abierta, -“peor esto no se quedara así mamá”- dijo Ángela.
Víctor estaba en su trabajo cargando cajas, luego tomo un descanso con unos compañeros, -“¡¿qué hacen descansando, ya se cansaron?, aquí hay mucho trabajo por hacer, así que rápido a trabajar!”- dijo David serio, –“estamos descansado, hemos guardado muchos pedidos”- dijo Víctor cansado, -“si, aunque sea déjanos tomar agua David”- dijo un compañero, -“¡señor David para ti!, ¿descanso? para eso tienen una hora de refrigerio ahí si quieren duermen toman toda el agua que quieran o si no se quedaran horas extras sin ser remuneradas”- dijo David marchándose, -“algún día nos cansaremos de su explotación”- dijo un compañero, Víctor se levantó, -sigamos trabajando porque yo quieor cumplir mi hora y marcharme” dijo Víctor.
-“Peleas y discusiones, mis hijos con los ahijados de Gabriela, Rafaela con su hermana, no cabe duda que la llegada de ellos han convertido un tormenta mi vida”- dijo Juan, -“pues debes estar consciente de lo que vas hacer, ser equitativo y justo como siempre lo has hecho, no enfadarte con tu familia pero tampoco perjudicar a Gabriela y a sus ahijados”- dijo Freddy, Juan caminaba de un lado a otro estresado.
Cuando todos estaban reunidos en la mesa, -“papá sabias que la tía Gabriela bofeteo a mi mamá y que su ahijada la insulto”- dijo Ángela seria, Juan sorprendido miro a Rafaela, -“ya dije que mamá fue a insultar a Graciela y a la tía Gabriela, Graciela levanto la voz y mi mamá la bofeteo, vino Gabriela y en defensa le regreso la bofetada”- dijo Gael, -“¿cuándo me vas apoyar hijo?”- dijo Rafaela queriendo llorar, Juan miro a Rafaela, -“peleas, Rafaela cuando pondrás el ejemplo, no quiero problemas con Gabriela ni con sus ahijados, así que Ángela te voy a pedir que te comportes y tu también Rafaela por que otra situación como esta me van a conocer cuando me molesto”- dijo Juan quien se puso de pie y se fue a su cuarto, -“mamá es la que más sufre deben estar parte de nosotras”- dijo Ángela abrazando a su madre. Teresa fue al cuarto miro a Juan, -“ya no sé qué hacer”- dijo Juan, -“perdona papá”- dijo Gael, -“no hijo tú no tienes que pedir perdón no eres culpable de nada”- dijo Juan teniendo a lado a su madre e hijo.
Al día siguiente, Víctor estaba cargando unas cajas, cuando Ángela se le apareció, -“¿qué es lo que quieres ahora?”- dijo Víctor dejando la caja en el piso, -“¿qué crees que te lo voy hacer, caer?”- dijo Ángela sonriente, -“de ti todo me lo espero, solo te voy a pedir que dejes de molestar a mi hermana, no quiero que la molestes”- dijo Víctor, -“¿o qué?, ¿me vas a pegar?, Víctor qué pena me das”- dijo Ángela sonriente, -“y otra cosa más, vas a pagarme la computadora que me hiciste caer, porque ese dinero me lo van a descontar”- dijo Víctor serio, -“ese es tu problema no el mío”-dijo Ángela marchándose, Víctor la sujeto del brazo e hizo que lo mirara, -“tú no te vas”- dijo Víctor serio, -“¡suéltame animal!”- dijo Ángela dándole una bofetada, Víctor se tocó la cara, en eso la beso a la fuerza, Ángela al principio quería separarse, luego cedió al beso.
-“¡¿Cómo te atreves a besarme?, le diré a mi papá, a mi hermano que te rompían la cara, no peor aún le diré a mi madre que te denuncie, quisiste abusar de mí!”- dijo Ángela molesta, -“solo fue un beso y si te lo di porque tú me pegaste primero, así que estamos a mano”- Víctor, -“esto no se va quedar así, me las vas a pagar por juntarme con tus asquerosos labios” dijo Ángela limpiándose la boca, -“él que tuvo más malestar fui yo, casi me enveneno besándote”- dijo Víctor, -“siento nauseas, ni sabes ni besar”- dijo Ángela, -“pero como quieres que de mi mejor beso a un niña, yo se lo daré a una mujer, a una verdadera chica que me guste que me atraiga que despierte cosa que tu no despiertas en un hombre como yo”- dijo Víctor, Ángela enojada lo miro y lo beso apasionadamente, ambos se besaron –“¿ahora te gusto?”- dijo Ángela seria, -“y ahora tú me besaste, te voy denunciar por acoso, es más le diré a tu padre o peor aún le diré a tu madre a ver que dice que estas enamorada del ahijado de su hermana”- dijo Víctor, -“eres un grosero un odioso, yo jamás me enamoraría de ti”- dijo Ángela, -“¿entonces porque me besaste?”- dijo Ángela, -“¿tú porque me besaste?” dijo Víctor, -“yo, te bese para que veas que yo sí sé besar, en cambio tú no”- dijo Ángela, -“¿quieres probar como beso ahora yo? en realidad”- dijo Víctor acercándose a sus labios, -“no puedo serias”- dijo Ángela, Víctor la miro y la beso, ambos se besaron como dos enamorados. (JUAN GABRIEL- BESAME- CANCION DE FONDO). –“Esto no debió pasar”- dijo Ángela, -“claro que no, tengo que admitir que no esas tan mal”- dijo Víctor al verla, -“tú tampoco pero que no se vuelva a repetir, si”- dijo Ángela, -“quedo en un empate”- dijo Víctor ambos se fueron cada quien por su camino.
Rafaela en su casa veía a su hija ingresar apresurada, -“¿a dónde vas apresurada?”- dijo Rafaela, -“a mi cuarto”- dijo Ángela sonriente, -“te noto extraña, ¿qué tienes?”- dijo Rafaela, -“nada mamá, ¿qué voy a tener?”- dijo Ángela, -“te veo muy sonriente, a ti te pasa algo y no me quieres decir, ¿qué me ocultas?”- dijo Rafaela, –“nada mamá, enserio nada, solo tengo que ir a mi cuarto”- dijo Ángela apresurada, Rafaela miro a su hija extraña. Ángela entro a su cuarto y sonreía, -“me beso, le gusto pero no puedo estar con él, pero beso tan lindo, creo que me gusta”- dijo Ángela tirándose en su cama alegre se cubrió con su perrito de peluche.
Graciela estaba con Gabriela dejando un pastel pasaban por la mueblería, Juan y Freddy estaban saliendo de su trabajo, los cuatro se miraban y avanzaron. -“Espera, ahora vengo”- dijo Juan retrocediendo, -“¿Juan a dónde vas?, tenemos que esperar el pedido de los espejos”- dijo Freddy viéndolo irse tras de Gabriela.
-“Gabriela por favor tenemos que hablar”- dijo Juan alcanzándola, -“no tenemos nada de qué hablar, o quieres hablarme de lo que hizo Rafaela, se atrevió a pegarle a mi ahijada y yo te voy a decir que no dejare que nada ni nadie le haga daño a mi familia”- dijo Gabriela seria, -“entiendo tu posición, yo quería pedirte disculpas a ti, a tu ahijada hable con Rafaela y le dije que no quiero más problemas contigo ni con tus ahijados, mi familia les van a dejar de molestar”- dijo Juan apenado, -“ no todos, Gael es distinto, es un caballero”- dijo Graciela, -“Rafaela no hizo bien en ponerle una mano encima a tu ahijada, estoy seguro que Rafaela y Ángela entendieron, discúlpame muchacha y tu también Gabriela por los problemas que te han causado”- dijo Juan, -“está bien Juan, yo vine a trabajar no a buscar pleitos ni con mi hermana ni tus hijos, por mi parte no los abra solo les pido que se mantengan al margen de nosotros para evitar dichos problemas, vámonos hija”- dijo Gabriela, -“eso creo será mejor para las dos familias” dijo Juan mirándole a los ojos, Gabriela lo miro y se llevó a Graciela quien se veía triste, Juan regreso a su trabajo. -“¿Aun te duele tenerla lejos de ti?, aunque la puedes ver sigue estando fuera de tu alcance”- dijo Freddy, Juan no decía nada su cara de tristeza lo decía todo.
La noche caía, otro día empezaba, Gael salía de la academia, veía a Graciela por la calle, -“¡Graciela!, hola, yo quería ver como estas y pedirte de nuevo, disculpas por lo que te hizo mi madre”- dijo Gael, -“Gael, yo…, quería decirte esto, ayer mi madrina y tu padre hablaron y acordaron para que no haya más problemas entre las familias, es mejor que nos mantengamos distanciados, que ya no seamos amigos por el bien de nuestras familias”- dijo Graciela triste, -“no me digas eso por favor, no me alejes de ti, yo quiero seguir siendo tu amigo, Graciela por favor no me castigues así”- dijo Gael triste, -“yo tampoco quisiera pero…, lo lamento enserio, es mejor así, no tendrás pleitos con tu madre y mi madrina estará más tranquila, ya no me busques por favor, no te molestes en saludarme adiós”- dijo Graciela marchándose triste, (Juan Gabriel- el destino- canción de fondo), Gael triste estaba.
Gael llego a su casa, veía a Rafaela que lo esperaba, -“¿qué hacías conversando con esa chiquita, te dije que no quiero verte cerca de esa gente?”- dijo Rafaela seria, -“ya estarás contenta mamá, Graciela no quiere verme, me dijo que me alejara de ella porque no quiere pleitos familiares, no sabes las ganas que tengo de irme de esta casa para que no te metas en mi vida, pero primero me buscare un trabajo y así independizarme”- dijo Gael molesto subió a su cuarto, -“Gael no me diga eso, tú no te puedes ir, no me puedes dejar hijo, soy tu madre necesito que estés conmigo apoyándome”- dijo Rafaela llorando, -“¿qué sucede?”- dijo Juan apareciendo, -“tú hijo se quiere ir de la casa por culpa de esa muchacha, la ahijada de Gabriela, te dije que debemos hacer algo para correrlas, o esas acabaran con la nuestra”- dijo Rafaela llorando, -“estas exagerando Rafaela, iré hablar con mi hijo que tan cierto es lo que dices y lo haré solo”- dijo Juan, -“soy su madre debo estar contigo apoyándote”- dijo Rafaela, -“creo que ya hiciste mucho, déjame hacerlo solo”- dijo Juan serio se fue a ver Gael, -“Gabriela, estas cumpliendo tu objetivo causar dañó a mi familia”- dijo Rafaela molesta hablando sola, -“la que hace daño a tus hijos eres tú, a Gael le estas provocando que se vaya de la casa, a Ángela la malcrías quieres hacerla a tu viva imagen y eso le hará sufrir, ya verás”- dijo Teresa apareciendo por atrás de Rafaela, -“vieja metiche”- dijo Rafaela enojada se salió de la casa.
Juan platicaba con su hijo, -“entiéndeme hijo ya no quiero pleitos con tu madre con tu tía y su familia, es por eso que acepte que estén lejos de ellos por lo menos un tiempo hasta que logre convencer a tu madre que no tiene que pelear con su hermana, además hijo no puedes irte así de la casa, faltan unos pocos días para que seas mayor de edad y podrás hacer lo que mejor te parezca pero no tomes una decisión en un momento de rabia, mira si quieres trabajar ven conmigo, así vas tomando experiencia de cómo es ganarse un trabajo ya luego tú decides si continuas o quieres algo mejor de lo que yo te ofrezco”- dijo Juan triste, -“no papá lo que tú me ofrezcas es mucho y te lo agradezco pero lo que quiero es estar fuera de esta casa, mamá quiere que sigamos sus reglas, aceptemos sus decisiones, que veamos a la tía Gabriela y a sus ahijados como nuestros enemigos y yo no voy a dejar que me controle, envenene como lo hace con Ángela, no voy permitir eso, yo tomo mis decisiones y si lo permito es dejar que controle mi vida y luego eso podría convertirse en mi peor error que aceptaría”- dijo Gael molesto, -“hablare con Rafaela dame tiempo para ablandarla, pero por favor piensa lo que digo, si quieres trabajo ven conmigo, yo quiero que conozcas el negocio y lo hagas evolucionar más, convertir en una gran mueblería, que abras una sucursal o dos, quiero dejarte a ti lo que me dejo mi padre, él empezó con una carpintería y luego poco a poco con esfuerzo, dedicación, la convertí a la mueblería que es ahora, tengo trabajadores, me gustaría que fuera el negocio que yo te dejaría a ti”- dijo Juan, -“gracias papá, pero también quisiera experimentar otras cosas salir adelante solo, y cuando me vea que puedo salir solo, yo asumiré tu negocio, déjame ver que opciones más tengo si”- dijo Gael, -“está bien hijo pero primero dame esa oportunidad de enseñarte un poco de negocios ya luego buscas el que tu quieras”- dijo Juan, -“gracias papá, está bien trabajaré contigo, además no podría dejarte a ti y a la abuela con Ángela y mi madre”- dijo Gael sonriente , Juan se reía.
Rafaela entro a la casa de Gabriela, -“¿señora a donde va?”- dijo Graciela asustada, -“por tu culpa mi hijo quiere irse de la casa, dime que le has hecho brujería acaso, una marre?, ¿ acaso quieres que me odie?”- dijo Rafaela molesta, -“señora como me dice todo eso, yo no quiero pleitos con su familia por eso le dije a Gael que será mejor que no nos viéramos más”- dijo Graciela asustada, -“eso es lo mejor espero que lo cumplas, quiero que estés lejos de mi hijo, mustia”- dijo Rafaela enojada -”¿qué sucede aquí, porque insultas a mi ahijada?- dijo Gabriela enojada bajando por las escaleras, Rafaela veía a su hermana, en eso tiro al piso una de las vitrinas, Graciela asustada retrocedió, -“vete de este vecindario, vete a tu país con esos estos huérfanos”- dijo Rafaela enojada haciendo destrozos, -“detente Rafaela o llamare a la policía para que te detengan”- dijo Gabriela, -“¡hazlo!, llámalos así te denunciare por habitar una casa ajena”- dijo Rafaela furiosa, -“esta también es mi casa, en la herencia figuramos las dos”- dijo Gabriela, -“quieres quitarme lo que es mío, no es suficiente con mi herencia sino quieres quitarme el cariño que me tienen mis hijos quieres que me odien, ¿Qué sigue luego, Juan?”- dijo Rafaela molesta, -“estás loca, Rafaela vete de esta casa, Graciela llama a la policía”- dijo Gabriela seria, -“maldita sea el día que regresaste de España”- dijo Rafaela enojada se marchó, -“ya no lo hagas, déjalo ahí, ¿estás bien hija?”- dijo Gabriela mirándola asustada a su ahijada, -“si madrina estoy bien, pero todo el desastre que hizo, nuestras cosas”- dijo Graciela soltando lágrimas, -“hija lo importante es que estés bien, ya hablare con Juan para que hable con su esposa, y que haga lo que acordamos”- dijo Gabriela abrazando a su ahijada, -“ve a traer la escoba tenemos que limpiar todo esto”- dijo Graciela.
-“Se puede saber qué hacías en la casa de Gabriela”- dijo Teresa viendo a Rafaela venir a casa, -“esa no es su casa, es mi casa y no me diga nada que no tengo humor de discutir con usted”- dijo Rafaela empujándola con el hombro, Teresa la miro entrar a casa. –“¿Que sucede ahora?”- dijo Juan saliendo de la casa, -“no lo sé, Rafaela salió molesta, fue a casa de Gabriela la vi entrar luego llego enojada, ¿Qué abra echo?”- dijo Teresa, -“no puede ser, iré a ver a Gabriela”- dijo Juan yéndose a verla.
Al llegar a casa de Gabriela, Juan las veía recogiendo vidrios, -“¿Que paso aquí, no me digan que Rafaela?”- dijo Juan sorprendido, -“fue su esposa”- dijo Graciela, -“Rafaela, ya no sé qué hacer”- dijo Juan sorprendido, -“tu esposa vino a gritar a mi ahijada y a ocasionar destrozos en mi tienda, quiere que me vaya de aquí, yo tampoco no sé qué hacer, ¿no que ibas a hablar con ella, que nos iban a dejar tranquilos?, ¿dónde está tu palabra Juan dime?”- dijo Gabriela molesta queriendo llorar, -“hablare nuevamente con ella y te aseguro que…”- dijo Juan avergonzado, -“no me asegures nada Juan, mejor vete, déjame aquí arreglar este desorden en mi trabajo, y tranquilo que no la voy a denunciar a mi hermana, porque yo no sé guardar rencor, vete por favor”- dijo Gabriela llorando molesta, -“Gabriela, yo…, lo lamento, voy a pagar los daños”- dijo Juan, -“no gracias, no quiero nada de ti, ni de tu familia, vete por favor”- dijo Gabriela secándose las lágrimas, Juan se marchó apenado.
-“¿Que paso hijo?”- dijo Teresa viendo llegar a su hijo triste, -“Rafaela fue a ocasionar un desastre en el trabajo de Gabriela, la pobre estaba empezando su negocio, tengo que poner un alto a esto, no subas escuches lo que escuches mamá”- dijo Juan serio, -“¿cómo pueden pelear entre hermanas?”- dijo Teresa.
Rafaela estaba en su cuarto, cuando entro Juan molesto, abriendo la puerta y cerrándola con fuerza, -“¡¿cómo te atreviste hacer eso en la tienda de Gabriela?, hacerle esto a tu hermana, ¿qué ejemplo das a tu hijos?, ¿qué actitud es esa, que no tienes vergüenza?, Rafaela en que te estas convirtiendo?”- dijo Juan molesto, -“fuiste a verla, ¿dime se hizo la pobrecita, lloro sobre tu hombro y te convenció que es la buena y yo la mala?”- dijo Rafaela seria, -“no hables así de ella”- dijo Juan serio, -“le hablo como yo quiero, ¿Por qué la defiendes?, acaso no recuerdas que te dejo abandonado como un perro sarnoso, que no le importaste todo lo que preparaste para ella, ¿así la defiendes, dime porque Juan?, ¿acaso sigues enamorado de ella?, es eso verdad, vamos dímelo a la cara que no la has olvidado, ¡dímelo!”- dijo Rafaela molesta, -“¡no la eh olvidado, contenta!”- dijo Juan serio, Rafaela lo miro fijamente y le dio una bofetada, -“¡entonces vete, lárgate de aquí, vete tras ella, abandona a tu familia, vete con mi hermana”- dijo Rafaela llorando golpeándole el pecho, -“Rafaela, no me voy a ir con ella porque te escogí a ti, porque mi familia está aquí en mi casa y no dejare a ustedes por un recuerdo del ayer”- dijo Juan soltando lágrimas, -“es mentira, tú la amas, siempre la has amado, te casaste conmigo porque viste su rostro de mi hermana en mí, creíste que yo era ella, yo fui tu consuelo, ahora me doy cuenta”- dijo Rafaela llorando en el piso, Juan la levanto y abrazo, -“Rafaela te prometo que haré todo lo posible para que nuestro matrimonio no se derrumbe, pondré de mi parte pero también pon de tu parte no busques más problemas, aquí tienes todo, ¿qué ganas con irte a buscar a esa casa?”- dijo Juan abrazándola, -“es que yo, creo que me vas a dejar por ella”- dijo Rafaela llorando, -“no es así, no dejare a mi familia te lo aseguro, es mi decisión que tome hace años, quiero que estés tranquila cofines en mí, prométeme en no buscar pleitos y ni que nuestros hijos lo busquen ¿sí?, respeta las decisiones que toma Gael, ya es un hombre y no un niño, aunque nos cueste aceptarlo, él puede tomar las decisiones de independizarse pero por lo menos déjame encargarme para guiarle a que no vaya equivocarse”- dijo Juan, -“está bien, cumpliré con lo que tú me pides pero convéncelo que no se vaya de casa”- dijo Rafaela dándole un beso, Juan la beso, ambos se tranquilizaron.
-“¿Qué pasa, porque discuten?”- dijo Ángela preguntándole a su abuela por lo que oyó en el cuarto de sus padres, -“al parecer ya se tranquilizaron, ya solucionaron sus problemas, después de la tormenta viene la calma”- dijo Teresa, Ángela se veía preocupada.
Gael estaba en su cuarto encerrado se veía triste,-“Graciela, mis padres discutiendo, tú alejada de mí, creo que te perdí”- dijo Gael triste.
Víctor llegaba de su trabajo, -“¿qué paso guardaron las cosas?”- dijo Víctor, Gabriela miro a Graciela, -“hijo”- dijo Gabriela dudando en si le iba contar lo sucedido, -“¿qué pasa madrina, dijimos nada de secretos?”- dijo Víctor preocupado, -“madrina creo que no debemos ocultarle”- dijo Graciela, -“¿qué paso madrina díganme?”- dijo Víctor, -“vino mi hermana, discutimos, porque rompió las cosas pero ya vino Juan y nos dijo que hablara con su esposa… ¿Víctor a donde vas?”- dijo Gabriela preocupada viendo a Víctor molesto que fue a casa de Juan, Graciela y Gabriela lo seguían llamándolo que se detenga.
Víctor empezó a tocar la puerta apresurado de la casa de Ángela, -“¿qué sucede, que quieres?”- dijo Ángela sonriente abrió la puerta, -“quiero hablar con tu madre llámala”- dijo Víctor enojado, -“¿porque me hablas así? ¿Qué te sucede?”- dijo Ángela, -“¡llama a eh dicho!”- dijo Víctor molesto, –“Ángela que esta pasando?”- dijo Juan saliendo y viendo a Víctor molesto, -“su esposa no tiene ningún derecho en ir agredir el trabajo que les costó tanto a mi madrina”- dijo Víctor molesto, -“¿papá?”- dijo Gael saliendo sorprendido junto con su madre, -“¡¿cómo se atrevió hacerle esto a mi hermana y a mi madrina?, sabe cuánto dinero nos costó esas vitrinas, armar nuestro negocio para salir adelante y ella fue hacer destrozos sin importarle nada!”- dijo Víctor molesto, -“hijo cálmate por favor, vamos a casa”- dijo Gabriela llegando y deteniendo a Víctor, Graciela lo veía furioso a su hermano, -“tranquilízate muchacho, yo pagare los gastos, ya hable con mi esposa y no se repetirá lo sucedido de hoy”- dijo Juan serio, -“no solo es el dinero, creen que por tener más dinero que nosotros van hacernos la vida imposible, nosotros no les hemos hecho nada a ustedes, solo queremos vivir tranquilos trabajando, y usted señora no vuelva asustar a mi hermana ni a mi madrina porque si no dejare de ser un caballero”- dijo Víctor señalándola, -“tranquilízate muchacho, no es necesario que amenaces, yo me comprometo en reparar todos los daños que ocasionó mi esposa”- dijo Juan serio, -“es un salvaje como se atreve a venir a amenazarme a mi casa, Ángela llama la policía”- dijo Rafaela molesta, -“¿mamá que hiciste?”- dijo Gael, -“papá es un delincuente”- dijo Ángela asustada, -“vete muchacho estas asustando a mi familia, ya hable con tu madrina y le pedí disculpas, vete”- dijo Juan molesto, -“con una disculpa no es suficiente quiero hechos, quiero que su esposa se mantenga alejada de mi familia, ellas no es tan solas, yo como el hombre de esa hogar las defenderé así me metan preso”- dijo Víctor, -“ya vámonos por favor hijo, Graciela ayúdame”- dijo Gabriela llevándoselo, -“Gabriela ya veo como los criaste, míralos, tus ahijados sacaron las garras”- dijo Rafaela seria, -“¡ya Rafaela por favor!, pasen todos adentro vamos hablar”- dijo Juan serio, toda la familia ingreso a su casa.
Gabriela ingreso a su casa con sus ahijados, -“hijo no debiste compórtate así”- dijo Gabriela asustada, -“Víctor, si te dijimos es porque no queríamos guárdate secretos pero que ganabas haciendo un escándalo”- dijo Graciela, -“lo lamento, no quiero que esa familia los lastime, creo que fue un error venir a vivir aquí”- dijo Víctor molesto se fue a su cuarto, Gabriela y Graciela se miraron las caras tristes.
-“No puedo creer que hayas echo eso a tu hermana, mamá es gente que está empezando a surgir de un trabajo honrado, cada vez me sorprendes”- dijo Gael molesto, -“seguro ellos empezaron”- dijo Ángela seria, -“no Ángela, nada justifica a que Rafaela haya cometido esos actos , el muchacho tiene razón en dar la cara por su familia”- dijo Juan, -“ósea le das la razón que venga amenazarme, a gritarme”- dijo Rafaela seria, -“no Rafaela, ya hemos hablado tu y yo quedamos en algo así que lo vas a cumplir, yo pagare los destrozos y quiero que todos en esta familia estemos distantes de ellos para poder vivir en paz entendido, su madre ya entendió que no los va molestar y lo mismo va para ti Ángela”- dijo Juan serio, -“pero no es justo por su culpa de mamá me van a alejar de Gabriela”- dijo Juan serio los miro, se fue a su cuarto, -“Juan hijo”- dijo Rafaela triste, -“Rafaela será mejor dejarlo solo, ya luego hablare con él”- dijo Juan serio, Rafaela miro a su hija, Teresa miro a amabas, se fue a ver su nieto, -“¿nos quedaremos con los brazos cruzados mamá?”- dijo Ángela, -“por el momento hija, hasta que tu padre vea que estamos obedeciéndolo, luego pensaremos en cómo sacarlos del vecindario”- dijo Rafaela seria, Ángela sonreía.
-“No es justo, que me hagan esto, Graciela y yo estábamos empezando a llevarnos bien”- dijo Gael serio, -“hijo entiende, tu madre tiene problemas con Gabriela, esperemos que más adelante ellas solucionen sus diferencias, yo voy a convencerla, déjame a mí pero dame tiempo si, por favor”- dijo Juan marchándose triste al ver a su hijo molesto.
Teresa abrazaba a su nieto, -“¿te gusta esa muchacha verdad?”- dijo Teresa, -“si abuela pero mientras mamá solucione sus problemas con su hermana entre ella y yo no podremos acercarnos”- dijo Gael en voz baja, -“si los dos se quieren de verdad, esperen unas semanas y si lo de ustedes es algo sincero y puro, verán que ni las familias se interpondrán”- dijo Teresa, -“¿cómo nuestros padres me pueden alejar de alguien que me gusta?”- dijo Gael triste, -“sabes, tu padre vivió lo mismo y yo sé que él no va permitir que en ti se repita su historia”- dijo Teresa, –“¿el abuelo Leonardo tampoco quería que papá y mamá estén juntos?”- dijo Gael, -“tampoco, es malo hablar mal de los fallecidos pero tu abuelo era muy clasista, veía a sus hijas superior a la gente del vecindario, pero mira luego lograron casarse, al principio mi esposo y yo tampoco queríamos que tu padre se relacione con esa familia, habían problemas, luego entendimos que debemos dejar que nuestro hijo lo intentara porque si no luego nos reprocharíamos ambos el no darle la oportunidad que luche por su felicidad, no queríamos que tu padre no sufriera así como sufres tú ahora”- dijo Teresa pensativa, Gael la miraba.
(Los IRACUNDOS- LA LLUVIA CAERA – CANCION DE FONDO) Gael estaba con su padre en el trabajo, le explicaba los nuevos diseños para los muebles, Freddy le mostraba el inventario, Juan le mostraba como se cerraban las ventas.
Ángela veía a Víctor, ella evitaba darle la mirada, él molesto la miro y subió al microbús directo a su trabajo.
Graciela estaba con Gabriela dejando unos pedidos, Gael estaba con su padre saliendo de trabajar, se miraban las caras ambas familias y seguían su camino.
Rafaela salía sonriente a abrazar a su esposo y le daba un beso, Gabriela saliendo de su casa los veía, ella triste se regresó, Rafaela sonreía al darse cuenta que su hermana los vio.
Celebraban el cumpleaños de Gael, número 18, todos en casa sonrientes,-“y como regalo, hijo te voy a enseñar a conducir, porque eres mayor de edad”- dijo Juan sonriente, Gael sonreía y le agradecía, Teresa, Ángela y Rafaela aplaudían. Gael estaba empezando sus clases de manejo con su padre, veían a Graciela y a Víctor que pasaban cargado varias cosas con dificultad, Gael quería salir ayudar pero Juan lo detuvo del brazo y con la cabeza le decía que no.
Graciela estaba en el mercado, Rafaela y Ángela la vieron, hablaban entre ellas, Ángela pasando por su costado la empujo con su codo, -“perdón discúlpame no te vi”- dijo Ángela sonriente con su madre se marchaban, Graciela las veía, siguió realizando su compras.
Unos empleados de Juan iban a dejar las vitrinas a casa de Gabriela pero ella les dijo que no deseaba, amablemente les agradeció, rechazo la ayuda. Juan y Teresa estaban en casa, -“no quiere recibir la ayuda, me regreso los muebles y el dinero”- dijo Juan, Teresa veía triste a su hijo. Así Pasaron días.
Freddy platicaba con Juan, -“¿y cómo va la convivencia, ya se está mejorando?”- dijo Freddy, -“estamos más tranquilos”- dijo Juan, -“se nota, ¿y tú como vas con Rafaela?”- dijo Freddy, -“igual, ya sabes, sigue insistiéndome con lo de su operación, que Gabriela se ve más joven que ella, que Gabriela se abra echo retoques en España, que Gabriela abra sacado dinero a muchos hombres, a cada momento la menciona y solo para oír ofensas, insultos”- dijo Juan, -“se ve que la envidia no la suelta, no qué iba a dejarlos tranquilos”- dijo Freddy sonriente, -“al parecer ya no hay problemas entre mis hijos y sus ahijados pero Rafaela sigue teniendo presente en su boca a su hermana”- dijo Juan cansado, -“tu hijo está aprendiendo rápido, va ayudar a los cargadores, ayuda a envolver los muebles con los forros de plástico”- dijo Freddy, -“le dije que así como debe aprender el trabajo administrativo debe aprender también el trabajo forzado y acepto, estoy tan orgulloso de él, cuando yo me jubile el será un buen encargado”- dijo Juan sonriente.
Ángela estaba por la calle cuando se cruzó con Víctor, ella quiso caminar por una lado y Víctor por el mismo, no se daban el pase,-“¿qué bailamos?” dijo Víctor serio, -“me puedes dejar pasar o le diré a mi padre que me estas molestando”- dijo Ángela seria, -“todo lo ves con papá y mamá, que no puedes defenderte sola, ¿dime cuando tengas enamorado y este te termine por que seguro se aburrirá de ti, le dirás a papá y a mamá que vayan a defenderte?”- dijo Víctor, -“eres un pelado”- dijo Ángela queriéndolo bofetear, -“ya te dije que no me bofeteas porque ya sabes que es lo que te hago”- dijo Víctor acercándose mucho a ella, -“¿qué me harás dime, me vas a besar?”- dijo Ángela seria, -“¿eso quieres, que te bese, probar mis besos, no me digas que te gusto y quieres repetirlo?”- dijo Víctor sonriente, -“estás loco, tus besos me dieron malestar estomacal”- dijo Ángela mirándole sus boca, -“así, entonces para que no te vuelva a besar no me bofetees”- dijo Víctor acercándose más a ella, Ángela pensó que lo iba besar cerro los ojos, Víctor se separado ella, -“¿creíste que te iba besar?, no ese error ya no lo cometo otra vez”- dijo Víctor riéndose marchándose, Ángela miro una pequeña piedra y le tiro en la cabeza, Víctor se cogió la cabeza y se puso de rodillas adolorido por el golpe, Ángela asustada se acercó, -“perdóname Víctor por favor no quería lastimarte”- dijo Ángela preocupada, se acercó a verlo, Víctor agachaba la mirada, Ángela le levanto la mirada, -“dime que estas bien por favor, que no te paso nada”- dijo Ángela preocupada, Víctor la beso de sorpresa, Ángela lo beso también luego lo empujo, -“me engañaste”- dijo Ángela molesta, -“te dije que si me golpeabas te iba a besar”- dijo Víctor sonriente, -“no vuelvas hacerlo”- dijo Ángela enojada le quiso bofetear, Víctor la sujeto de la mano y la beso, ambos se besaron apasionadamente, -“te gusta que te bese, porque si no fuera así no intentarías bofetearme si sabes a lo que obtendrás, Ángela aunque eres una niña infantil quiero decirte que”- dijo Víctor mirándole a los ojos, -“¿Qué?”- dijo Ángela, -“que eres muy bonita”- dijo Víctor acercando sus labios más a ella con ganas de besarla otra vez, -“será mejor que no continuemos con esto, podríamos tener problemas”- dijo Ángela con ganas queriéndolo besar, -“nuestros padres no tiene que enterarse”- dijo Víctor abrazándola por la cintura, -“me estás pidiendo que tengamos algo en secreto”- dijo Ángela, -“¿estas dispuesta a tomar riesgo como una mujer?” dijo Víctor, -“no lo sé, tu no me gustas”- dijo Ángela nerviosa, -“bueno te voy a esperar hoy a las ocho de la noche y si vienes, sabré que queras lo mismo que yo”- dijo Víctor dándole un beso y se fue, Ángela se tocó los labios, -“¿Ángela que estás haciendo?, no puedes, tu mamá si se entera, mi padre el problema que tendrás, pero mi corazón late tan rápido, tan fuerte”- dijo Ángela dudándolo se fue su casa.
Gael estaba pensativo en el trabajo con su padre, -“¿hijo estas bien?, te veo extraño”- dijo Juan, -“si papá, bueno…, no te voy a mentir, estaba pensado en Graciela”- dijo Gael, -“entiendo, en lo que te pedí que dejaras de verla”- dijo Juan, -“si papá, ella me gusta y creo que yo también le gusto, me lo dicen sus ojos cuando me mira a lo lejos pero ninguno se atreve a acercarse”- dijo Gael triste, -“entiendo hijo, créeme que entiendo muy bien eso de tener a alguien cerca de ti y tan lejos a la vez, no poder estar con ella, en mi juventud yo viví esa historia”- dijo Juan melancólico, -“si mi abuela me lo conto, que el abuelo Leonardo te alejo de tu amor”- dijo Gael, -“¿mi madre te conto lo de Gabriela y yo?”- dijo Juan sorprendido, -“¿la tía Gabriela y tú?, no ella me dijo que el abuelo te alejo de su hija, yo creí que se refería a mi madre, papá acaso tú y la tía Gabriela tuvieron algo”- dijo Gael sorprendido, Juan se delato no sabía que decir, -“papá te hice una pregunta, respóndeme”- dijo Gael viendo a su padre que le dio la espalda, -“es algo hijo que no quiero hablar”- dijo Juan, -“tenía mis sospechas por como la veías y ella a ti, parecían dos caras tan tristes como que quisieran hablar pero había algo que les callara, ya veo tienen su historia ¿acaso tu engañaste a mi madre con la tía Gabriela?”- dijo Gael, -“no hijo, jamás haría eso, mi historia con Gabriela fue distinta, estuvo mucho más antes que con tu madre”- dijo Juan, -“entonces papá, quiero escucharla no quiere hacerme ideas, quiero saber la verdad y entender ¿Por qué mamá odia a la tía Gabriela, porque el abuelo no le caías bien, porque cuando ves a la tía Gabriela te veo extraño?”- dijo Gael, -“está bien hijo te contare, ya tienes edad para entender ciertas cosas”- dijo Juan, (Juan Gabriel- inocente de ti- canción de fondo). Juan le contaba todo lo sucedido a su hijo, lo que vivió con Gabriela desde que era un niño hasta que fue un adolescente, los pleitos de familias, las separaciones, el día que lo dejo plantado y no volvió a saber más de ella, Juan recordaba todo mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, Gael prestaba atención, -“ahora entiendo todo, entonces tu querías a la tía Gabriela, pero ¿cómo luego te pudiste fijar en mamá?”- dijo Gael, -“lo de tu madre vino después, estaba muy triste, me sentía solo, repetí un ciclo en el instituto y pues Rafaela empezó a acercarse a mi como amiga, yo la verdad quería saber sobre Gabriela pero ella me decía que ya había hecho su vida por España que tenía enamorado o se había comprometido en uno de sus viajes, que ya no iba a regresar más por aquí, Rafaela cambio conmigo fue tierna, comprensiva, vi en ella algo que yo buscaba, empezamos a salir, tu abuelo Leonardo igual no quería que estuviera tras de su otra hija, pero Rafaela no le importo, nos dábamos nuestras escapadas juntos, luego salió embarazada, tu abuelo la rechazo, terminamos casándonos, tu abuelo al conocerte empezó a permitir que Rafaela lo visitara, a mí no me quería ver ni en pintura, luego nació Ángela y les cogió cariño a ambos, aunque siempre tenía discusiones con Rafaela se empezó a alejar de tu abuelo y a dedicarse en su aspecto físico, después del embarazo de Ángela se obsesiono más con su apariencia, lo demás ya sabes”- dijo Juan sonriente, -“papá, sí que sufriste mucho y que la tía Gabriela te haya hecho todo eso, la verdad que no me cuadra, yo en tu lugar hubiera buscado una repuesta escucharla de su boca”- dijo Gael, -“lo intentaba, pero no pude comunicarme , ya pasaron 20 años y pues para que escarbar en lo enterrado, estamos bien con tu madre, contigo y tu hermana son mi familia”- dijo Juan con los ojos llenos de lágrimas, Gael lo abrazo.
-“Esto servirá, con esto nadie más querrá comprarle sus productos a mi hermanita, luego tendrán que cerrar y se marcharan”- dijo Rafaela sonriente tomando gotas para el oído, -“¿qué haces?”- dijo Teresa, -“¡¿Qué no sabe tocar la puerta antes de entrar al baño?!”- dijo Rafaela molesta, -“lo haría pero la puerta estaba abierta, si estabas ocupada deberías poner seguro”- dijo Teresa seria viéndola que ocultaba algo en sus manos, -“¿qué guardas ahí?”- dijo Teresa –“nada vieja metiche”- dijo Rafaela molesta saliendo, Teresa la veía sospechaba miraba el botiquín, -“¿que abra tomado de aquí, estará enferma?”- dijo Teresa pensativa.
Graciela estaba con una jarra, -“mira a quien tenemos aquí, a la huerfanita”- dijo Ángela sonriente apareciendo con Flor, -“no quiero pleitos, déjame pasar”- dijo Graciela seria, -“tranquila huérfana, no los tendrás o acaso piensas lastimarme, pegarme, atrévete y veras como te va”- dijo Ángela sonriente, -“¿porque me molestas, dime que te echo?”- dijo Graciela, -“simplemente un insecto como tú no debe estar viviendo en la casa de mi madre, que le pertenece más a ella que a tu madrina, sabes creo que deberían pensarlo bien en marcharse”- dijo Ángela sonriente, -“¿me estas amenazando?”- dijo Graciela, -“claro que no tonta, solo te advirtió, que mi madre y yo no nos quedaremos tranquilas viendo como tú y la ladrona de tu madrina se quieren quedar con lo que le pertenece a mi familia”- dijo Ángela seria, Flor sonreía, -“¿ya terminaste?, tengo prisa”- dijo Graciela seria siguió su camino, -“¿así tuviste prisa para engatusar a mi hermano verdad?, pero sabes él ya se dio cuenta que una muchachita como tú, de las que son fáciles no valen la pena”- dijo Ángela sonriente, Graciela enojada voltio y le arrojo la leche que tenía en la jarra, -“eso es para que aprendas a respetarme”- dijo Graciela sonriente, -“¡eres una!”- dijo Ángela molesta, -“tranquila amiga, recuerda lo que te dijeron tus padres”- dijo Flor poniéndose en medio, -“¡le diré a mis padres lo que me hiciste y te pondrán en tu lugar huérfana estúpida!”- dijo Ángela molesta, Graciela se reía y se marchó, -“me empapo todo”- dijo Ángela, Flor le ayudaba a secarse, -“déjame”- dijo Ángela molesta.
-“¿Que paso con la leche?”- dijo Gabriela, -“hay madrina lo siento, es que Ángela, me la encontré y se puso a insultarme otra vez, luego no me aguante y le arroje la leche”- dijo Graciela, Gabriela la miro y luego empezó a reírse, -“que gracioso debió verse, esa muchachita es muy grosera, lo que hiciste no estuvo bien pero espero que haya sido la última vez que te molesta, que distinta es a su hermano”- dijo Gabriela riéndose, Graciela sonreía luego pensó en Gael y se puso triste, -“lo lamento, lamento haberte pedido que te alejes de él por llevar la fiesta en paz”- dijo Gabriela, -“no te preocupes madrina, estos días hemos estado tranquilos sin que nadie nos moleste, hasta hoy, hubieras visto la cara de Ángela”- dijo Graciela riéndose con su madrina.
-“¿Pero qué te paso?”- dijo Teresa mirando a su nieta, -“nada abuela, nada”- dijo Ángela molesta subió a su cuarto con Flor. -“Me las va a pagar”- dijo Ángela molesta, Flor sonreía disimuladamente, -“¿de qué te ríes?, ayúdame”- dijo Ángela, -“si amiga”- dijo Flor.
Víctor estaba en su trabajo, -“¿porque recibo solo este pago?”- dijo Víctor mirando su dinero, -“es del descuento de la computadora, crees que te lo iba a pasar, aquí la empresa no pierde”- dijo David serio, Víctor lo miro y fue a su casa.
Rafaela estaba en la estética, -“así que quiero un color bello, hoy vi que me salió una cana”- dijo Rafaela, -“pero a tu edad es normal que empiecen a salirte canas”- dijo la señorita de la estética, -“bueno pues ponme el tinte, quiero mi color rojo borgoña, verme espectacular para mi esposo”- dijo Rafaela, -“pues yo me reduje unos años encima, dime ¿se nota las líneas de expresión de mi frente?”- dijo una amiga, -“no, ¿qué te hiciste?”- dijo su otra amiga, -“me opere, me quite cinco años y me salió barato”- dijo su amiga, -“¿te salió barato, como así, explícame?”- dijo Rafaela, -“pues me recomendaron un médico cirujano de estética que tiene su clínica, recién está empezando y cobra muy barato es bueno”- dijo la señora mostrándole su rostro, -“¿y dime de ese cirujano tienes su teléfono y dirección?”- dijo Rafaela entusiasmada, -“te lo daré querida, dile que vas de parte mía y te harán un descuento”- dijo su amiga, -“gracias, convenceré a mi esposo de que me lo pague”- dijo Rafaela recibiendo la tarjeta del cirujano, -“por fin luciré joven, hermosa como hace años y Juan estará perdidamente enamorado de mi de nuevo, Gabriela no me lo va a quitar”- dijo Rafaela en su mente mientras sonreía.
Gael llegaba a casa y escuchaba a Ángela hablar con Flor, -“sabes, creo que deberíamos cortarle ese cabello, echarle pegamento o pintura, que se vea como una payasa”- dijo Ángela, -“pero si nos acusa con tu papá, recuerda que me dijiste que no quería que le hagas nada a esa muchacha”- dijo Flor, -“¡¿a que muchacha se refieren?!”- dijo Gael entrando serio, -“puedes tocar inútil”- dijo Ángela seria, -“hola Gael”- dijo Flor sonriente cruzaba las piernas, -“¿a que muchacha piensan hacerle esas bromas?, ¿dime acaso se trata de Graciela, piensas hacerle algo?, Ángela si es así yo me voy a encargar de…”- dijo Gael serio, -“¿a encargar de qué?”- dijo Ángela seria, -“ella empezó, le arrojo leche a tu hermana”- dijo Flor sonriente, -“algo le tuviste que hacer, porque ella no es violenta”- dijo Gael, –“¿pues qué concepto tienes de ella?, es una salvaje es una estúpida y me las voy a cobrar”- dijo Ángela seria, -“tú le haces algo y te juro que te vas arrepentir”- dijo Gael, –“no puedo creer que defiendas más a una desconocida que a tu hermana”- dijo Flor sorprendida se puso de pie, -“él muy idiota está enamorado de ella pero no le hará caso es más nunca podrán tener algo, ya que mis padres se lo prohibieron”- dijo Ángela sonriente, -“ya te advertí, deja en paz a Graciela o te las veras conmigo y sabes que no advierto en vano”- dijo Gael marchándose molesto, -“no puede ser, tu hermano está enamorado de Graciela, ¿porque los chicos que me gustan se fijan ya en otras?”- dijo Flor, -“amiga prefiero que este contigo a que este con esa, además como te repito lo de ellos es algo imposible, mis padres no lo permitirán y créeme, mi madre daría el grito al cielo, ya cuando esos se vayan te puedes acercar al idiota de mi hermano”- dijo Ángela sonriente, Flor sonreía.
-“Así que te atreviste a contarle a tu hijo la historia de tu Gabriela, sí que metiste la pata”- dijo Freddy riéndose, -“yo que iba a pensar que fue mamá quien le había contado mis historia con Rafaela, me equivoque”- dijo Juan sonriente, -“tu hijo sabe entender, así que no debes preocuparte de nada”- dijo Freddy, -“lo sé, le dije que no lo hablara con su madre ni hermana de esto”- dijo Juan cerrando la tienda de muebles.
-“Se redujo como ocho años, hubieran visto su rostro, una figura envidiable, no tiene ninguna pata de gallo, yo quisiera una operación así, Juan por favor de regalo de cumpleaños y navidad si”- dijo Rafaela, -“Rafaela ya habíamos hablado de esas operaciones son costosas e innecesarias”- dijo Juan, -“pero es algo barato, voy como por consulta de mi amiga nos dará a un buen precio”- dijo Rafaela sonriente, -“no me gusta que te hagas esas cosas, pueden ser riesgosas”- dijo Juan, -“cuando me logre casar con alguien quiero que me cumpla todos mis caprichos, todas las operaciones que quiera desde el botox hasta una liposucción, bueno ya regreso voy a salir”- dijo Ángela miro el reloj, -“¿a salir, a esta hora, a que, y a dónde?”- dijo Juan, -“iré a ver a Flor a su casa, me tiene que conversar algo”- dijo Ángela, -“que te acompañe tu hermano”- dijo Juan, “¡papá!, no quiero que me acompañe Gael, porque soy grande”- dijo Ángela, -“no dejare que mi hija de 16 años, salga a estas horas de la noche sola, está decidido y punto”- dijo Juan, -“conversaremos cosas de mujeres, ¿Qué nos va a estar escuchando Gael?”- dijo Ángela, -“bueno entonces solo que te vaya a dejar y que se regrese”- dijo Juan, -“así vigilare que llegues sana y salvo sin hacerle nada a nadie”- dijo Gael sonriente, Ángela seria lo miro.
Ángela salía camino a su encuentro con Víctor, Gael la seguía, -“creo que ya puedes regresar a casa, ya estamos cerca”- dijo Ángela, -“no lo hare, no te dejare sola, papá dijo que te dejara y sabes estaré por aquí paseando a ver que te portes bien”- dijo Gael, -“¿piensas que le hace daño a tu novia frustrada?”- dijo Ángela, -“de ti lo creo todo hermanita”- dijo Gael, –“está bien, no le hare daño pero deja de tratarme como una niña, detesto eso, mira ahí está la casa de Flor, detesto llegar con niñero, Gael créeme, no le hace daño a Gracielita”- dijo Ángela, -“me das tu palabra”- dijo Gael, -“si te doy mi palabra que no le hace daño a tu Gracielita”- dijo Ángela, -“está bien, ve mientras yo iré a hacer unas compras luego a casa, le dirás a papá que te deje en la entrada-” dijo Gael, -“está bien hermano”- dijo Ángela viéndolo irse, luego ella retrocedió y fue apresurada al punto de encuentro con Víctor.
-“No me dijiste como me queda el color, me veo joven y bella como hace quince años”- dijo Rafaela abrazando a Juan en la cama, -“no envejeces mucho, solo un poquito como todos en esta vida y qué es lo normal”- dijo Juan, -“pues yo no quiero envejecer nada, Juan quiero verme siempre joven, verme mucho más hermosa que otras”- dijo Rafaela besándolo, Juan no tenía ganas de besarla, -“vamos, hace días que no lo hacemos desde antes de la discusión con aquella familia”- dijo Rafaela, -“no empecemos de nuevo, no quiero hablar de ellos”- dijo Juan dándole la espalda, -“¿porque, dime acaso piensas en ella cuando me besas?, ¿cuándo me haces le amor?”- dijo Rafaela, -“ya basta Rafaela estas obsesionada con el recuerdo de tu hermana, entiende que entre ella y yo no hay nada”- dijo Juan, -“tu cara me dice otra cosa, dime si me pinto rubia me harás el amor más seguido”- dijo Rafaela, -“estas paranoica”- dijo Juan mirándola asustado, -“aun la quieres, nunca te olvidaste de ella, claro si tengo su rostro grabado, en qué hora nacimos iguales”- dijo Rafaela enojada, -“Rafaela tranquila por favor no te expreses así, ustedes son parecidas pero cada quien tiene lo suyo”- dijo Juan,-“por eso necesito hacerme la cirugía para quitarme este rostro igual a Gabriela ser más joven, más bella no quiero parecerme a ella quiero ser otra”- dijo Rafaela molesta, -“deberías de recibir ayuda, estás muy obsesionada con eso de tu rostro y las cirugías”- dijo Juan, -“algún día lo voy a lograr”- dijo Rafaela dándole la espalada, Juan le dio la espalda y se propusieron a dormir.
Víctor estaba en la esquina esperando a Ángela, ( JUAN GABRIEL- DEJAME VIVIR- CANCION DE FONDO). -“hola”- dijo Ángela, -“llegaste, creí que no ibas a venir”- dijo Víctor, -“pues ya me ves aquí, vine para demostrarte que no soy una niña, sino una mujer, que dejes de ver en mi alguien infantil y veas que soy alguien que toma riesgos”- dijo Ángela, -“¿entonces aceptaras el riesgo de llevar algo conmigo?”- dijo Víctor abrazándola, -“no lo sé, aun no estoy convencida”- dijo Ángela, -“entonces que necesitas para convencerte, dime”- dijo Víctor acercándose a besarlo, -“no lo sé, ¿crees que deberíamos averiguarlo?”- dijo Ángela acercándose más a él, -“yo creo que ya sabemos que queremos”- dijo Víctor besándola, ambos se besaron apasionadamente.
Juan salía de su cuarto dejando a Rafaela dormida, llego a su azotea, veía la casa de Gabriela, -“Gabriela… porque sigo pensando en ti, ahora más que de costumbre, desde que te volví a ver”- dijo Juan. Gael estaba despierto, salía de su cuarto bajaba al primer piso y se acercó a la ventana miro la casa de Graciela, (Juan Gabriel – yo te recuerdo) -“sabes, amor , yo nunca te eh olvidado, te recuerdo en cada estrella siempre que apareces”- cantaba Gael, -“sabes amor, siempre te eh recordado y te miro en cada flor que al colibrí se ofrece”- cantaba Juan, -“sabes amor, yo siempre te eh encontrado en cada malva que florece y en cada pájaro que canta, cuando amanece y anoche…, yo te recuerdo”- cantaba Gael, -“cuando la lluvia cae, cuando desaparece, cuando la luna sale y cuando el sol se mete, yo te recuerdo”- cantaba Juan triste se fue a su cuarto, -“yo te recuerdo”- dijo Gael triste cerro la ventana de su casa.
-“Hijo que haces despierto a esta hora”- dijo Juan, -“tenía algo de calor y fui a tomar agua ¿y tu papá?”- dijo Gael, -“pues tenía también calor, fui a tomar aire a la azotea, ahora regresare a dormir, descansa”- dijo Juan, -“igual tu papá”- dijo Gael entrando a su habitación.
-“Buenos días ¿me pueden dar cuatro litros de leche?”- dijo Gabriela en la tienda, -“claro que sí, trajo su jarra”- dijo el dueño de la tienda, -“si aquí la llena por favor, mientras iré a que más compro”- dijo Gabriela yéndose a buscar lo que necesita más atrás de la tienda, Rafaela entraba a la tienda, -“hay alguien aquí que atienda, necesito acetona”- dijo Rafaela seria, empezó a tocar el mesón para que la atendieron, -“ya voy”- dijo el hombre saliendo con la leche, -“quiero acetona, necesito acetona y la perfumada”- dijo Rafaela seria, -“ahora la traigo”- dijo el señor serio dejando la jarra de Gabriela, Rafaela veía a Gabriela que estaba por detrás de la tienda, Gabriela la miro y rápido se dio vuelta, empezó a seleccionar más cosas que comprar, Rafaela miro la leche, en eso sonrió y de su bolso saco el gotero de oídos y lo arrojo todo el frasco, luego guardo el frasco rápidamente en su bolso, Gabriela llego, -“señor también necesito estos huevos, mantequilla y estas fresas”- dijo Gabriela, -“vaya, haciendo compras como una ama de casa, para lo que quedaste”- dijo Rafaela, -“a mí me gusta trabajar”- dijo Gabriela, -“si ya veo, soltera sin que nadie te de amor por las noches, ¿porque nunca te casaste Gabriela?, no me digas porque estas aferrada en …”- dijo Rafaela comenzando a reírse, –“no tengo nada más que decir”- dijo Gabriela, el señor le dio la acetona a Rafaela, ella le dio el dinero y se marchó sonriente, -“saque la cuenta por favor”- dijo Gabriela, -“su hermana tiene un carácter tan distinto al de usted, ella es más soberbia usted es más amable”- dijo el señor, Gabriela sonrió. -“Dentro de unos días, tu negocio se ira al suelo, pobrecita de Gabriela, quiero ver tu cara cuando te cierren el negocio”- dijo Rafaela sonriente iba su casa.
Víctor y Ángela se veían a escondidas detrás de unos árboles, ambos empezaron besarse, -“me gusta tanto, tenía tantas ansias de tenerte a mi lado”- dijo Víctor, -“yo también, ¿qué me has hecho dime? majadero”- dijo Ángela, -“¿tú que me has hecho niña?”- dijo Víctor, -“tonto”- dijo Ángela, -“creída”- dijo Víctor, ambos se volvieron a besar.
-“¡Graciela!”- dijo Gael acercándose, -“Gael, no debemos estar hablando por favor”- dijo Graciela, -“Graciela, no sabes cuánto estoy pensando en ti, yo quiero estar a tu lado, todos estos días triste me siento como si me hubieran arrancado algo de mí”- dijo Gael triste, Graciela lo miraba y soltó lágrimas, -“dirás que soy un tonto por arriesgarme en acercarme a ti pero es que necesito tenerte cerca, escuchar tu voz porque la tristeza en las noches me invade, Graciela si eso es estar enamorado lo estoy, estoy enamorado de ti”- dijo Gael acercándose, Graciela le toco el rostro y lo abrazo, ambos se abrazaron, -“abrázame muy fuerte por favor y no me sueltes”- dijo Graciela.
(Juan Gabriel- abrázame muy fuerte). -“Cuando tú estás conmigo es cuando yo digo, que valió la pena todo, todo lo que eh sufrido, no sé si es un sueño aun o es una realidad pero cuando estoy contigo es cuando digo, que este amor que siento es porque tú lo has merecido, con decirte amor que otra vez he amanecido, llorando de felicidad, a tu lado yo siento que estoy viviendo, nada es como ayer…..”- cantaba Gael abrazándola, -“abrázame que el tiempo pasa y el nunca perdona, ha hecho estragos en mi gente como en mi persona, abrázame que el tiempo es malo y muy cruel amigo, abrázame que el tiempo es oro si tú estás conmigo, abrázame, fuerte muy fuerte, más fuerte que nunca, siempre abrázame”- cantaba Graciela mirándolo. -“Tu cuando mires para el cielo, por cada estrella que aparezca amor es un te quiero, abrázame que el tiempo hiere y el cielo es testigo, que el tiempo es cruel y a nadie quiere por eso te digo, te digo”- cantaba Víctor, -“abrázame muy fuerte amor mantenme hacia a tu lado, yo quiero agradecerte amor todo lo que me has dado, quiero corresponderte de una forma u otra a diario”- cantaba Ángela, -“abrázame que el tiempo pasa y ese no se detiene, abrázame muy fuerte amor que el tiempo en contra viene, abrázame que Dios perdona pero el tiempo a ninguno, abrázame que no le importa saber quién es uno, abrázame que el tiempo pasa y el nunca perdona”- cantaba Víctor, -“ha hecho estragos en mi gente como en mi persona, abrázame que el tiempo es malo y muy cruel amigo”- dijo Graciela, -“abrázame, muy fuerte amor”- canto Gael dándole un beso con lágrimas en el rostro.
Gabriela estaba haciendo el pan con la leche que había comprado, -“¿dónde estabas hijo?”- dijo Gabriela, -“estaba por ahí caminando pero dime aquí me tienes madrina, ¿en que quieres que te ayude?”- dijo Víctor, -“estoy preparando la masa, ¿has visto a Graciela?”- dijo Gabriela, -“no está contigo?”- dijo Víctor, -“salió a la tienda hace rato”- dijo Gabriela, -“iré a verla”- dijo Víctor saliendo a buscarla, -“entonces, ¿vamos a seguir viéndonos?”- dijo Gael tomándole de las manos, -“hablaré con mi madrina y mi hermano, espero que entiendan que yo quiero estar contigo, no les oculto nada a ellos, ellos van a entender”- dijo Graciela, -“como quisiera que mi familia sea comprensiva como la tuya pero no lo son, igual hablare con papá y mamá, le tendrá que gustar y aceptar que estoy enamorado”- dijo Gael despidiéndose.
-“¿Dónde estabas?”- dijo Víctor encontrando a su hermana sola, -“fui a la tienda, ya estoy de regreso”- dijo Graciela, -“¿estás bien?”- dijo Víctor mirándola extraña, -“sí, estoy bien, vamos a casa”- dijo Graciela yéndose con su hermano a ayudar a su madrina.
El horno estaba listo, el pan salía y demás postres estaban listos, -“bueno a abrir la pastelería”- dijo Gabriela sonriente, los clientes ingresaban, hacían sus compras, Víctor estaba atendiendo, Gabriela también, Graciela cobraba las ventas, todos se veían a gusto trabajando.
Rafaela se reía mirando por su ventana al ver a los clientes comprar de la pastelería, -“¿de qué te ríes mamá?”- dijo Ángela, -“nada hija cosas mías” dijo Rafaela, -“¿que ves que te da tanta risa en la casa de tu hermana?”- dijo Ángela, -“habla bien que esa es mi casa, solo estoy viendo, sabes creo que esa gente se va a ir muy pronto”- dijo Rafaela sonriente, Ángela miraba extraña a su madre.
La noche llegaba, -“¿te veo contenta mamá sucede algo?”- dijo Gael, -“cosas que me acorde en el salón de belleza”- dijo Rafaela sonriente, -“mamá, ¿puedo ir a ver a Flor?”- dijo Ángela, -“¿de nuevo a esta hora?”- dijo Juan, -“papá prometo que será la última vez, ya luego hablare con ella para vernos en otro horario”- dijo Ángela, -“no Ángela, tu padre tiene razón, las calles a estas horas pueden ser peligrosas”- dijo Rafaela, -“por favor mamá ándale si, será la última vez”- dijo Ángela, -“¿porque tanta insistencia hija?”- dijo Rafaela, -“solo quiero hablar con Flor”- dijo Ángela, -“llámale por teléfono”- dijo Rafaela, -“pero mamá”- dijo Ángela, -“es mi última palabra”- dijo Juan serio, -“ustedes aun me ven como una niña pero ya no lo soy, estoy grande”- dijo Ángela seria se levantó de la mesa y se fue a su cuarto.
-¿De nuevo saldrás hijo?”- dijo Gabriela, -“si, iré a dar un paseo”- dijo Víctor, -“ve con cuidado”- dijo Gabriela, Víctor salía apresurado a su lugar de encuentro. Él esperaba a Ángela pero no llegaba, -“¿qué le abra pasado, se abra arrepentido?, no creo, estaba muy segura de lo que hacía, ¿y si le paso algo?, no creo, su casa se veía todo bien, esperare un poco más sino será mañana que la vuelva a ver y preguntarle”- dijo Víctor esperando.
-“Me estará esperando, que hago para poderlo ver”- dijo Ángela, -“¿sucede algo hija, a quien quieres ver?”- dijo Rafaela estando atrás de ella, -“mamá me asustaste, porque entras así a mi cuarto”- dijo Rafaela, -“note que tenías ansias de salir dime que pasa con Flor, acaso se trata de algún chico”- dijo Rafaela, -“¿porque dices eso mamá?”- dijo Ángela, -“porque yo tenía tu edad y te comportas como cuando yo quería ver a tu padre, mi papá no me dejaba salir así que tenía que verlo por la mañana”- dijo Rafaela sonriente, -“no mamá, no es de un chico, se trata de cosas de mujeres con Flor”- dijo Ángela, -“bueno yo soy mujer, dime que no puedo escuchar que pueda Flor”- dijo Rafaela, -“mamá, hay cosas que se cuentan a las madres y cosas que se cuentan a las amigas”- dijo Ángela, -“se trata de un chico ya lo descifre y no lo niegues, te conozco eres mi hija”- dijo Rafaela sonriente, -“está bien, se trata de un chico que estoy conociendo, pero aun no pasa nada, Flor lo conoce es amigo de ella y pues platicamos sobre él, eso es”- dijo Ángela, Rafaela sonreía y la abrazaba, -“a mi niña está creciendo, su primera ilusión”- dijo Rafaela sonriente.
Gael estaba en su cuarto, -“Graciela y yo juntos, ella tiene más pantalones que yo, le dirá a su familia, yo tengo que temor de decirle a la mía, cuando ella me diga lo que hizo primero, yo luego tengo que decirlo también a mi familia”- dijo Gael acostado en su cama pensativo.
A la mañana siguiente, Ángela muy sonriente salía de su escuela, pasaba por la casa de Víctor, siguió avanzando pero no veía a Víctor salir de la casa tras ella, en eso avanzo más, cuando la tomaron del brazo y la llevaron entre los árboles, -“¿dónde estabas niña consentida?, ¿Por qué no llegaste anoche a nuestra lugar secreto?”- dijo Víctor besándola, -“no me dieron permiso de salir, pero ya estoy aquí”- dijo Ángela besándolo, en eso soltó su mochila, Rafaela salía muy apresurada de su casa, -“debo hacer una llamada, una cita con el cirujano para que vea mi rostro”- dijo Rafaela cuando vio en el suelo por los árboles, la mochila de Ángela, -“¿esa no es la mochila de Ángela?”- dijo Rafaela intrigada, se acercó a quitarse la duda, –“te amo, quiero estar contigo”- dijo Ángela besándolo apasionadamente en el cuello, Víctor la abrazaba y besaba por su cara cuello, en eso Rafaela apareció, -“¡Ángela!”- grito Rafaela impactada al ver a su hija besándose con Víctor, quienes se separaron por el susto.
Juan estaba en su trabajo revisando unos papeles, -“Juan te tengo una noticia”- dijo Freddy, -«dime que paso”- dijo Juan, -«se trata de dos empleados nuestros”- dijo Freddy, -«ya habla”- dijo Juan, -«se reportaron enfermos y sus familias igual, al parecer estaban intoxicados” dijo Freddy, -“¿que, intoxicados dos de nuestros trabajadores?, pero ¿están bien, como se encuentran?»- dijo Juan, -«hoy fueron al hospital y por lo que me entre hay varios del vecindario que también presentan lo mismo, creen que debe ser una epidemia o lago que comieron todos del vecindario, pero no es grave pero pudo serlo»- dijo Freddy, Juan se veía preocupado, -“varios de nuestros vecinos” dijo juan sin entender.
-“¡¿Cómo te atreves a besar a mi hija?, infeliz!”- dijo Rafaela bofeteándolo, -“mamá por favor”- dijo Ángela asustada, -“ella es menor de edad, ¿sabes el problema en que te estas metiendo?, podría denunciarte y meterte preso, es mas eso es lo que haré ahora mismo”- dijo Rafaela furiosa, -“mamá no digas eso, no estábamos haciendo nada malo”- dijo Ángela empezando a llorar, -“¡cállate la boca!, vamos a casa, esto lo sabrá tu padre y este abusador de menores que se atenga las consecuencias”- dijo Rafaela molesta jalando del brazo a su hija, -“señora no trate así a Ángela”- dijo Víctor, -“tú no me vas decir cómo tratar a mi hija, esto no se quedara así te lo aseguro”- dijo Rafaela llevándose a Ángela del brazo, Víctor se veía preocupado.
Graciela estaba en la academia de Gael, dejaba unos pedidos, -“gracias señora, vuelvo la próxima semana”- dijo Graciela sonriente recibiendo su paga, -“¿qué hace la mujer más bella por aquí?, trabajando”- dijo Gael acercándose de sorpresa muy contento, -“Gael me asustaste”- dijo Graciela sonriente, -“mira una flor para esa sonrisa tan bonita”- dijo Gael dándole una flor, -“esta preciosa muchas gracias”- dijo Graciela sonriente, -“te invito a tomar algo, vamos”- dijo Gael, -“está bien pero que sea rápido que tengo que ir ayudar a mi madrina”- dijo Graciela, -“está bien, yo también regresare a mis clases”- dijo Gael sentándose en la cafetería de la academia, ambos se veían contentos.
Rafaela llego a su casa con su hija, -“¿Mamá cómo pudiste pegarle?”- dijo Ángela llorando molesta, -“se estaba propasando contigo tenía sus manos por todo tu cuerpo te comportabas como una cualquiera”- dijo Rafaela enojada, -“mamá, los novios se besan se abrazan es normal”- dijo Ángela, –“¿Que pasa?”- dijo Teresa apareciendo y viendo a madre e hija discutir, –“¿novios?, tú y ese pelado no van a estar juntos de eso me encargo yo, ese noviazgo se acabó entendido”- dijo Rafaela molesta, -“no mamá, no permitiré que quieras alejar lo más bonito que me está pasando en estos días”- dijo Ángela levantándole la voz, Rafaela la bofeteo, -“no le pegues”- dijo Teresa abrazando a Ángela, -“¡pégame mamá! pero no vas a poder impedir que deje de quererlo”- dijo Ángela tocándose la cara, -“¡vete a tu cuarto, ahora mismo, vete!”- dijo Rafaela gritándole, Ángela se fue llorando a su cuarto, -“¡ya no soy una niña, porque no me entienden!”- dijo Ángela.
-“¿Con que novio la viste?”- dijo Teresa a Rafaela, -“con el ahijado de Gabriela, él se estaba propasando con ella en plena calle, en público, exhibiéndose como una mujer….”- dijo Rafaela molesta, Teresa se tapó la boca sorprendida, -“pero nadie toca mi niña”- dijo Rafaela molesta.
Víctor estaba en su trabajo se veía triste, -“¿cómo estará Ángela, si pudiera llamarla pero no tiene celular”- dijo Víctor preocupado, -“puedes ponerte a trabajar”- dijo David serio apareciéndose, -“si, discúlpame, solo estaba pensativo por un problema que tengo”- dijo Víctor, -“pues tus problemas separarlos déjalos en casa, aquí te olvidas de ellos y trabajas, cambias esa cara porque los clientes vienen a comprar a una tienda no a una funeraria”- dijo David serio, -“¿por qué te has vuelto así dime?, creí que por el ascenso que te dieron ibas a cambiar, ponerte en el lugar de nuestros compañeros”- dijo Víctor, -“estas envidioso por que logre más que tú, sabes aquí en mi país primero surge la gente como nosotros, los intrusos no”- dijo David, -“no puedo creer que estés hablando así, todos empezamos desde abajo y tú al igual que todos eres empleado, no todos piensan como tú, existen gente que da oportunidades a los extranjeros así que no generalices”- dijo Víctor serio, -“¿me estas levantando la voz?, aquí en mi país luego, donde mi gente te dio la oportunidad, ¿así es como pagas a los que te dan trabajo?”- dijo David serio, -“es cierto me tendieron la mano pero los dueños no son como tú, existen gente buena y mala como en todo país y tú no formas parte de la buena, eres un abusivo explotador”- dijo Víctor serio, -“si yo quiero te puedo echar, reportar como el mal empleado, así que pídeme perdón antes que lo haga”- dijo David serio, -“no te pediré perdón porque gente como tu mancha al país pero no te preocupes no meteré a todos en el mismo saco porque no todos son iguales, no te molestes en despedirme, yo me voy, quédate con tu trabajo”- dijo David serio se fue, los demás clientes lo miraron, David se veía avergonzado.
Gabriela estaba en su trabajo, en eso entraron a la tienda unas señoras molestas, -“buenos días ¿en que puedo ayudarles?”- dijo Gabriela sonriente, -“¿ayudarnos?, venimos a denunciarte, ¡criminal!”- dijo una de las mujeres molesta, -“¿porque me dice eso señora?”- dijo Gabriela sin entender, -“el pan que nos vendió estaba envenenado, intoxico a mis hijos, los llevaron al hospital por su culpa, atento con la vida de nuestra familia”- dijo una de las mujeres, -“no puede ser cierto lo que ustedes dicen, aquí yo eh vendido cosas sanas saludables”- dijo Gabriela sorprendida, -“pues lo último que comieron fue el pan de su tienda, así que antes que siga envenenando a más gente inocente, vamos a destruir este lugar”- dijo otra vecina molesta, en eso todas empezaron a destruir la pastelería, -“¿Qué hacen, deténganse por favor”- dijo Gabriela asustada estaba llorando, en eso llegó la policía, -“¡haber deténganse todas, salgan en orden o las llevare detenidas!”- dijo un policía, -“esta mujer casi mata a nuestros hijos, a nuestros esposos”- dijo una mujer molesta, -“¡arresten a esta criminal!”- dijo otra mujer, todas gritaban, Gabriela lloraba, -“venimos por ese motivo señora, usted es la dueña de la pastelería supongo, hicieron unas muestras de sangre a los hijos y hombres se detectaron que fueron intoxicados, va a tener que acompañarnos mientras se siguen haciendo las pruebas de laboratorio”- dijo el policía, -“¿está seguro que se trata de mi pastelería?”-dijo Gabriela asustada, -“todos apuntaron que compraron aquí”- dijo el policía, -“¡salgan todas, vayan a sus casas!”- dijo otro policía.
La gente del vecindario hablaba y murmuraba, Teresa que estaba afuera de su casa, se acercó, -“¿qué paso, porque se llevan a Gabriela detenida?”- dijo Teresa a una vecina, -“porque la acusan de vender pan envenenado, su pan intoxico a niños y adultos del vecindario, nunca más comprare ahí”- dijo la vecina, Teresa sorprendida estaba viendo a Gabriela llorando mientras la subían detenida a la camioneta de la policía. Rafaela por la venta se reía en silencio.
Graciela llegaba a casa, veía a la multitud, -“¿qué pasa a donde se llevan a mi madrina, porque la detienen?”- dijo Graciela, -“a la comandancia esta como presunta sospechosa de vender pan contaminado que provoco la intoxicación de varios vecinos”- dijo un policía, -“¿Qué?, eso no puede ser cierto, mi madrina no pudo intoxicar a esa gente”- dijo Graciela asustada.
Juan estaba en su trabajo cuando recibo una llamada telefónica, -“¿mamá que pasa?, tranquilízate mamá, habla despacio que no te entiendo nada, ¿cómo, estas segura?, está bien mamá, gracias por informarme”- dijo Juan colgando el teléfono, -“¿qué pasa, porque tienes esa cara?”- dijo Freddy, -“me dicen que detuvieron a Gabriela por ser la presunta sospechosa de la intoxicación de las distintas familias del vecindario, yo tengo que ir ayudarla, no puedo dejarla sola”- dijo Juan tomando su chaqueta, -“pero, ¿estás seguro?, ¿no tendrás problemas con Rafaela?”- dijo Freddy, -“Gabriela no es una criminal y de Rafaela estoy seguro que no se opondrá en que ayude a su hermana, aunque no se lleven bien no creo que sea capaz de ver a su hermana sufriendo entre rejas, llama al abogado y que vaya a la comandancia”- dijo Juan saliendo apresurado.
-“¿Dígame suegra con quien estaba platicando?”- dijo Rafaela, -“con…, una vecina amiga mía, que me estaba contando lo que paso con la tienda de Gabriela”- dijo Teresa algo nerviosa, -“así, eso espero y no le esté contando a Juan lo que sucedió, porque los problemas que tiene mi hermana son de ella”- dijo Rafaela seria, -“es tu hermana, ¿acaso no piensas ayudarla?, y si la encierran dime”- dijo Teresa, –“bueno si es culpable que todo el peso de la ley caiga sobre ella, tengo que medir con la misma vara a todos, así sea criminal mi hermana”- dijo Rafaela se fue a su cuarto, Teresa la miro sorprendida al ver lo fría que era.
Víctor estaba camino a casa cuando vio a Graciela llorar, -“¿hermana porque lloras?”- dijo Víctor, -“te iba a buscar hermano, mi madrina, la detuvieron acusada de intoxicar a varias personas dicen que nosotros vendimos pan contaminado”- dijo Graciela llorando, -“no puede ser, debe ser mentira, tenemos que ayudar a mi madrina, vamos a verla”- dijo Víctor yéndose con su hermana a la comandancia.
Gabriela estaba en una celda, -“todos los hospitalizados dicen que comieron el pan de su tienda mucha coincidencia, esperemos los análisis de laboratorio a ver qué fue lo que intoxico a esa pobre gente, señora consiga un buen abogado”- dijo el policía, -“soy inocente, créanme”- dijo Gabriela llorando.
Ángela estaba en su cuarto molesta, cuando Rafaela ingreso, -“¿qué haces aquí mamá?”- dijo Ángela molesta, -“sigues enojada, debería estarlo yo porque me traicionaste metiéndote con un miembro de esa familia, sabes que los detesto, los quiero ver fuera de este vecindario y tu sales con ese tipo, espera que se entere tu padre, ya verás que le pondrán en su lugar a ese muchacho y a ti también, ese muchacho solo se burlara de ti y cuando consiga lo que quiera te echara como un trapo viejo”- dijo Rafaela, -“mamá tú me conoces, ¿acaso crees que estaría con alguien que no me respete?”- dijo Ángela, -“¿qué te respete?, se estaban besando en la calle, si alguien de los vecinos te vio diría que eres una… ya no me hagas decirlo”- dijo Rafaela seria, -“mamá, estoy enamorada de Víctor y él de mí y si nos veíamos en secreto era porque ustedes no lo iban a permitir”- dijo Ángela empezando a llorar, -“¿se veían a escondidas?, claro ahora entiendo porque tu insistencia de salir a ver Flor y conversar de aquel muchacho, se trataba de Víctor, que bien engañabas, pero sabes que, el ser menor de edad y el mayor que tú se le llama acoso sexual y lo voy a denunciar ahora mismo”- dijo Rafaela, -“mamá por favor no fue así, yo quería estar con él, acepte ser su novia, él no me obligo a nada”- dijo Ángela llorando, -“por corrupción de menores también lo denunciare, la ley está a mi favor”- dijo Rafaela seria –“¿porque mamá, serias capaz de cometer una injustica como esa?, no me hagas esto”- dijo Ángela suplicando, –“defenderé tu honra hija, como buena madre que soy, ya regreso”- dijo Rafaela, -“mamá por favor no lo hagas, te lo ruego no lo metas preso, por favor”- dijo Ángela rogándole, -“no quieres que lo meta preso, pues entonces me vas a prometer, a jurar y perjurar que no te acercas más a él, decide o te alejas de él para siempre o esperas a ser mayor de edad para visitarlo en la cárcel”- dijo Rafaela seria, –“mamá, nunca pensé que serias capaz de tanto, si te creía de temer pero en contra de tu hija, hacerme esto, te me caíste mamá”- dijo Ángela llorando, -“bueno, ya regreso iré a la comandancia”- dijo Rafaela, iba a salir, –“está bien mamá, está bien será como tú digas”- dijo Ángela, -“así me gusta hija, siempre obediente, de mi parte como siempre”- dijo Rafaela sonriente, Ángela lloraba y la miraba, -“no llores algún día me lo agradecerás”- dijo Rafaela queriéndola abrazarla, Ángela se alejó de ella, -“quiero estar sola, déjame mamá”- dijo Ángela secándose las lágrimas, -“está bien me iré y ya sabes aléjate de ese muchacho porque si yo me entero que tratas de comunicarte con él, lo denuncio y refundo en la cárcel”- dijo Rafaela marchándose, -“que razón tenía mi hermano, mi madre quiere manipular nuestras vidas, ahora veo de lo que es capaz”- dijo Ángela sola.
Rafaela estaba marcando al celular de Juan pero él veía la llamada y no contestaba, -“¿porque no me contesta?”- dijo Rafaela seria, luego colgó, marco a la mueblería, contesto Freddy, -“buenas tardes mueblería…, a eres tu Rafaela, ¿Juan?, salió a ver a unos clientes”- dijo Freddy algo nervioso, -“¿a unos clientes?, esta bien cuando regrese le dices que me llame”- dijo Rafaela seria colgó la llamada, -“por si acaso iré a la comisaria a ver si esta ahí y de paso veré a mi hermana”- dijo Rafaela seria tomo su bolso.
Graciela y Víctor llegaron a la delegación, pasaron a ver a su madrina, -“madrina como pueden detenerte, esto es algo injusto”- dijo Víctor triste, -“hijos no estén aquí, vayan a casa por favor”- dijo Gabriela triste, -“no nos pidas eso, no podemos dejarte aquí madrina, eres como nuestra madre”- dijo Graciela llorando, -“no te vamos abandonar, todo esto se solucionara ya verás”- dijo Víctor, Gabriela se acercó secándole las lágrimas a su ahijada, -“están haciendo pruebas a los pacientes, a ver que toxico fue lo que les mando al hospital”- dijo Víctor, -“estoy segura que no en nuestra pastelería no sucedió esa tragedia, ya lo probaran y me dejaran libre”- dijo Gabriela, –“yo también estoy segura de eso madrina”- dijo Graciela, -“pero debemos pagar un abogado, sacare el dinero de nuestros horros”- dijo Víctor, -“ya no tenemos mucho, no creo que alcance para pagar uno”- dijo Gabriela, -“es verdad con los gastos de los nuevos muebles que compramos, madrina no podemos dejarte aquí”- dijo Graciela, -“no lloren por favor”- dijo Gabriela mirando a sus ahijados, en eso apareció Juan, -“Gabriela”- dijo Juan mirándola en la celda, -“¿Juan, que haces aquí?”- dijo Gabriela secándose las lágrimas, -“vine ayudarlos, ahora mismo vendrá un amigo mío que es abogado y va a defender tu caso, demostrara que eres inocente y de lo que se te acusa es un error”- dijo Juan, -“muchas gracias señor Juan”- dijo Graciela, -“gracias señor”- dijo Víctor, -“gracias Juan”- dijo Gabriela, -“¿muchachos pueden dejarme hablar con su madrina un momento a solas”- dijo Juan, Víctor y Graciela los dejaron solos, (Los iracundos – Te lo pido de rodillas – canción de fondo), Gabriela y Juan se vieron a los ojos y se dieron un abrazo, a través de las rejas soltaron lágrimas.
Ángela estaba conversando con su abuela en su cuarto, -“tanto que querías tener lejos a ese muchacho ahora te enamoraste de él”- dijo Teresa, -“hay abuela, no sé cómo paso pero Víctor me gusta mucho y no quiero dejar de verlo, mi mamá no quiere que me acerque a él porque es 4 años mayor que yo, cree que me va a engañar”- dijo Ángela llorando, -“hay hija, no debieron estar viéndose a escondidas, debiste hablar con tus padres primeramente, luego el muchacho debió pedir permiso, empezar haciendo bien las cosas, pero en estos años ya la juventud ha cambiado todas esas costumbres que antes se tenían se perdieron”- dijo Teresa acariciándole el cabello a su nieta, Ángela lloraba en sus rodillas, -“pero abuela si Víctor habla con mis padres ¿y aun así no lo aceptan?, tu sabes que mamá no quiere a su hermana ni a sus ahijados”- dijo Ángela, -“ese es otro impedimento, la rivalidad de tu madre con tu tía”- dijo Teresa, -“yo por un lado entiendo a mi madre porque no le cae mi tía, el haberse metido entre mi papá y mi mamá, a cualquiera le molestaría pero ya paso”- dijo Ángela, -“¿qué dices, de donde sacas que Gabriela se metió entre tu padre y tu madre?”- dijo Teresa sorprendida, -“mi madre me lo conto, me dijo que cuando ella andaba con papá, la tía Gabriela se le insinuaba a mi papá, que se encargaba de distanciarlos a pesar que sabía que ellos estaban enamorados, me hablo de la vida descontrolada que tenía la tía Gabriela, por eso le habían llevado a un internado, no era buena hermana”- dijo Ángela, -“hija es mentira, lo que dijo tu madre de su hermana es mentira, yo conocí a ambas cuando eran niñas, Gabriela nunca hizo lo que tu estas diciéndome, no debería decirte esto pero fue tu madre quien luego se aprovechó de tu padre, a pesar de que Gabriela y Juan estaban enamorados”- dijo Teresa, -“¿qué dices abuela?, abuela es mi mamá como puedes hablar así, está bien que tú y ella no se lleven bien pero no puedes hablar así”- dijo Ángela, -“hija, tu padre y Gabriela eran enamorados, se iban a comprometer, tenían planes de casarse, un día lo dejo plantado en la pedida de mano sin motivo alguno, luego de un tiempo tu madre se metió con tu padre pero primero fue tu tía el amor de tu padre, tu abuelo Leonardo no quería que se case con mi hijo, por eso se caí mal, luego mi hijo estaba deprimido y tu madre fue su consuelo, mi hijo no se en que momento de la nada nos dijo que estaba embarazada de tu hermano, mi esposo y yo terminamos aceptando esa relación, la verdad que nos sorprendido porque Juan tardo mucho en olvidar a Gabriela y luego su hermana que se metiera con quien iba a ser el prometido de su hija”- dijo Teresa, -“pero porque mi mamá me había mentido, porque me conto otra historia”- dijo Ángela, -“pues quería que tuvieras una mala imagen de tu tía, pero el único que puede decirte la verdad es tu padre”- dijo Teresa.
-“Todo me culpa a mí, no pude decirle a mis ahijados peor estoy en graves problemas, estoy segura que no echo nada individuo con mis productos”- dijo Gabriela empezando a llorar, -“no necesitas decírmelo, yo te creo, creo en ti y hare lo posible para que te saquen de este lugar”- dijo Juan, -“si en caso todo saldría en mi contra, por favor no dejes solos a mis ahijados, son como mis hijos, no los dejes solos te pido por favor”- dijo Gabriela llorando, -“no Gabriela, no los dejare te lo prometo y tú vas a salir de aquí”- dijo Juan acariciándole el rostro, -“gracias Juan, sigues siendo el mismo hombre bueno que conocí”- dijo Gabriela, -“Gabriela, yo…, quería preguntarte esto, sé que no es el momento ni el lugar pero es una duda que siempre eh tenido aquí clavada, ¿Por qué me dejaste plantado?, si sabías que tanto yo te quería”- dijo Juan entre lágrimas, -“¿qué dices?”- dijo Gabriela, -“¿te convenció tu padre, dime que no, dime que te obligo, dímelo por favor yo no te guardo rencor créeme”- dijo Juan triste soltaba lágrimas, -“Juan no sabías lo que me paso”- dijo Gabriela soltando lágrimas, -“¿cómo así explícame?”- dijo Gabriela, -“el día de nuestro compromiso, papá me tendió una trampa, cuando le dije que te estábamos esperándolo, llego Rafaela con unas bebidas me dijo que celebremos los tres por este día, luego de tomar esas bebidas, perdí el conocimiento, al despertar estuve en un avión, a lado de mi había una mujer y me dijo que me iba a llevar a España, a una casa hogar donde había mujeres maltratadas como yo, no entendía a qué se refería, yo quería bajarme del avión, le suplique para que me ayudara pero al parecer a la mujer le mintieron, le dijeron que yo quería suicidarme porque mi novio falleció y que ella me iba ayudar, al llegar a España te escribe cartas, le escribía Rafaela preguntado por ti, ella me dijo que estabas dolido lleno de rencor, le dije que me esperaras, que iba a regresar y explicarte no solo con mis cartas, pero no podía regresarme, no tenía dinero para un pasaje, intente escapar pero no cocina el lugar, estaba perdida, solo me resigne a ahorrar para compárame un pasaje y regresar por ti y explicarte lo sucedido, pero papá me escribía, no quiere que regrese, Rafaela me dijo que ya andabas con alguien que te ibas casar por que le habías embarazado, entendí que ya no valía la pena regresar a buscarte”- dijo Gabriela llorando, Juan sorprendido escuchaba todo, -“en ese momento me di cuenta que me habías olvidado, sin ti ya no había motivos de regresar, porque ni mi familia quería que regrese, conocí a una mujer enferma de cáncer con dos hijos, nos hicimos amigas, ella me dejó a los que ahora son mis ahijados, me dedique a esos niños y me resigne a que te había perdido”- dijo Gabriela llorando, -“eso no puede ser, Rafaela, yo por casi dos años le iba a preguntar sobre tu paradero, me dijo que tu aceptaste el viaje a España porque tu padre te ofreció viajes, incluso me dijo que estabas ya de novia de un muchacho con dinero de buena familia, yo me deprimí mucho, mi vida se me derrumbo, no quería saber del trabajo ni estudios, no podía creer que el amor que tanto nos teníamos fuera un mentira y que para ti no valiera nada, ahora me doy cuenta que tu padre y Rafaela tuvieron que ver en nuestra separación, perdóname por creer en lo que me dijeron y no esperarte, soy un estúpido que se dejó engañar”- dijo Juan llorando de rabia, -“tenía sospechas que a Rafaela le gustabas, te engaño y mi también, papá logro lo que quería al igual que mi hermana, al llegar y darme cuenta que tú y ella se habían casado, sabía que no te dijo la verdad sobre mi desaparición, pero yo ya que puedo hacer, tu tenías una versión y decidiste quedarte con ella, tienes una familia, nuestros caminos estaban ya escritos y era el de estar separados”- dijo Gabriela secándose las lágrimas, -“pero no debieron mentirnos, alejarnos de esa manera cuando yo te amaba, a Rafaela no le importo todo lo que yo había sufrido, llorado, ella me veía desesperado por saber de ti, le rogué tantas veces que me diera tu número, dirección, para comunicarme contigo, pero ella no le importo lo que sufría”- dijo Juan molesto, -“ya no busques pleitos, ya paso, debemos olvidarlo”- dijo Gabriela, -“no tenían derecho, en hacernos esto”- dijo Juan molestó, -“¿que ganamos lamentándonos, llorar sobre la leche derramada, ahora importa mi libertad y no dejar a mis ahijados solos, luego de eso quiero irme porque desde que regrese no estoy tranquila”- dijo Gabriela, -“no, eso va a cambiar te sacare de aquí y Rafaela nos tendrá dar una explicación”- dijo Juan serio, -“¡¿darte una explicación de que?!, tu eres quien debería darme una explicación, ¡¿qué haces aquí con mi hermana?!” dijo Rafaela molesta ingreso y los veía a ambos.
-“Fui hablar con el policía, al parecer todos están recuperándose, el abogado del señor Juan llego y está pidiendo que saquen a mi madrina por que fue algo involuntario que no tenía conocimiento que algún producto haya estado contaminado, pero está pidiendo pruebas de donde compramos los productos”- dijo Víctor, -“del mercado y las tiendas, no serán pruebas que podamos mostrar”- dijo Graciela, –“el apelara que liberen a mi madrina pero a ya no podrá abrir el negocio y deberá pagar una fuerte multa como unos 50 mil”- dijo Víctor, -“no puede ser de donde sacaremos todo ese dinero, ¿Víctor que haremos?”- dijo Graciela llorando, -“ya veremos cómo”- dijo Víctor preocupado abrazaba a su hermana.
Gael llegaba su casa, Teresa y Ángela bajan, lo vieron ingresar, –“me pueden decir que pasa en casa de la tía Gabriela, hay tanta gente”- dijo Gael, -“mi abuelita me acaba de decir que encerraron a la tía Gabriela por vender alimentos contaminados, hermano crees que deberíamos decirle a papá que la ayude”- dijo Ángela, -“¿desde cuando te preocupa a ti?”- dijo Gael, -“le hable a su padre y fue ayudarla”- dijo Teresa, -“papá la ayudara, estoy seguro que solucionaran esto que se trata de un mal entendido”- dijo Gael, -“su padre si ayudara pero su madre no hará nada por ayudarla, le comente lo sucedido y no le importo, ustedes saben que ella quiere lejos a su hermana me parece que la odia”- dijo Teresa , Ángela pensativa recordaba a su madre riéndose un día antes, cuando le decía que pronto se irán de esa casa, que hará todo lo posible para que se marchen, -“no creo que mamá haya hecho algo”- dijo Ángela en su mente, -“debo ir a ver a Graciela, iré a la comisaria”- dijo Gael, -“yo voy contigo”- dijo Ángela, -“no vayan, su madre salió y si no los encuentra, mejor llamen a su padre que él les cuente como van las cosas”- dijo Teresa, Gael fue hacer la llamada por teléfono, Ángela se veía pensativa, -“mamá, ¿de que eres capaz?”- dijo Ángela asustada.
Juan miraba serio a Rafaela, -“Rafaela tenemos que hablar”- dijo Juan serio, -“no por favor, Juan ahora no”- dijo Gabriela sujetándolo del brazo, Juan se detuvo, -“suelta a mi esposo, ¿para que lo mandaste llamar eh?, claro ahora que tienes problemas quieres que mi esposo limpie tu imagen pero si estás aquí es porque te lo mereces delincuente”- dijo Rafaela molesta sea acerco a su hermana, -“¡Rafaela ya basta!, Gabriela no es ninguna delincuente, así que no le hables así”- dijo Juan serio, -“entonces dime porque está encerrada, Gabriela espero que caiga todo el peso de la ley, hacerle esto a esas pobres familias”- dijo Rafaela seria, –“yo no les hice daño, mi inocencia se va a demostrar tarde o temprano”- dijo Gabriela, -“vámonos de aquí Rafaela, Gabriela, mi abogado trabajara en tu caso y estaré pendiente”- dijo Juan llevándose del brazo a Rafaela.
-“¿Que hace esta señora aquí?”- dijo Víctor apareciendo con Graciela y mirando Rafaela salir con Juan, -“ya nos vamos, el abogado se encargara de la libertad de su madrina estén tranquilos”- dijo Juan, -“ayudas a esta gente cuando este muchacho estaba propasándose con tu hija”- dijo Rafaela molesta, Juan miro a Víctor, -“es mentira, no es cierto lo que dice señora”- dijo Víctor, -“vas a negar que los vi besándose en la calle, ella es menor de edad, si sigues atrás de ella acosándola te voy a denuncia y estarás igual que tu madrina, tras las rejas”- dijo Rafaela molesta, -“¡basta Rafaela, ese tema lo conversare con Ángela, primero la escuchare a mi hija!”- dijo Juan marchándose, Víctor se quedó callado, -“¿Ángela y tú?”- dijo Graciela mirando sorprendida su hermano, -“es algo que les iba a contar”- dijo Víctor, -“primero hablemos con mi madrina y de paso nos cuentas lo sucedido”- dijo Graciela, Víctor la seguía.
-“¡Como te atreves a ver a Gabriela a mis espaldas”- dijo Rafaela, -“necesitaba ayuda la están acusando de algo injusto”- dijo Juan molesto, -“¿injusto?, tú que sabes, no la conoces como yo, Gabriela debajo de esa piel de cordero es una loba, mira a su ahijado quiso abusar de nuestra hija”- dijo Rafaela, -“ya basta con tus mentiras y exageraciones, Gabriela ni su ahijado son como tú los llamas y si fuera cierto lo que dices porque no me lo dijiste antes, porque Ángela no me dijo nada, dime, Rafaela yo ya no creo en tu palabra, vamos a la casa que tenemos mucho que hablar”- dijo Juan serio, Rafaela se fue molesta.
-“¿Hijo pero desde cuando Ángela y tú están llevando una relación así?”- dijo Gabriela sorprendida , -“lo lamento madrina, decidimos que iba ser secreto ya que sus padres no iban a permitirlo y pues no quería que usted madrina tengan preocupaciones”- dijo Víctor apenado, -“espero que no estés usándola como venganza”- dijo Graciela seria, -“claro que no, jamás la utilizaría para vengarme de nadie, a pesar de tener su carácter y tener defectos ella en el fondo es buena, además ella obedece a su madre estoy seguro que no es lo que aparenta”- dijo Víctor, -“hay hijo, Rafaela no lo permitiría y abra más problemas”- dijo Gabriela preocupada, -“madrina, tenemos que contarte lo que dijo el abogado, hay un esperanza que te saquen de este lugar pero necesitaremos dinero”- dijo Graciela, -“díganme que sucede con mi caso”- dijo Gabriela preocupada, Víctor miro a Graciela.
Freddy estaba conversando con el abogado, -“es una suma fuerte, tengo que decirle a Juan aunque creo que va aceptar pagar esa multa”- dijo Freddy, -“la señora no tiene antecedentes, al parecer unos clientes, no reportaron ningún tipo de intoxicación con sus pedidos anteriores, solo los que compraron ayer en la tienda, tal vez se puede tratar solo de un acto inconsciente, pero no podrá abrir su negocio”- dijo el abogado, -“entonces la vana sacar”- dijo Freddy, -“presentare un amparo y luego que todos sean dados de alta, va a poder salir, el cual solo quedan muy pocos, nada grave menos mal, al parecer el toxico se trató de un medicamento”- dijo el abogado, -“lo bueno es ya va a salir”- dijo Freddy, -“pero tiene que pagar la multa primero”- dijo el abogado.
-“¿De dónde sacaremos ese dinero?”- dijo Gabriela preocupada, -“no tenemos esa cantidad, ¿y si pides un préstamo en tu trabajo?”- dijo Graciela mirando a su hermano, -“ya no tengo trabajo, hoy renuncie, no soportaba la explotación pero ya buscare el dinero de alguna manera”- dijo Víctor, -“mejor hipotequemos la casa, pídanle ayuda a Juan para poder hipotecarla luego la venderemos, con lo que consigamos pagaremos la fianza y con el resto nos regresaremos a España”- dijo Gabriela, Graciela miro a su hermano, -“si madrina creo que no tenemos de otra, yo me voy contigo” dijo Graciela abrazándola, -“yo también, no las dejare solas, son mi familia”- dijo Víctor abrazándolas.
Juan entraba con Rafaela a la casa, -“¡suéltame, me lastimas el brazo!”- dijo Rafaela enojada soltándose, -“ahora si Rafaela, ya estoy cansado de tus mentiras, cómo pudiste hacerme esto”- dijo Juan molesto, Gael, Ángela y Teresa se acercaron a ellos, -“¡vamos, grítame delante de tus hijos, diles porque me gritas, saben porque, porque encontré a mi hermana con su padre en una situación…, su padre me engaña y con mi hermana”- dijo Rafaela llorando, Gael y Ángela miraron sorprendidos, -“ella solo me estaba deteniendo para no decirte lo que te mereces, pero ya me canse, ahora mismo delante de tus hijos, de mi madre, vas a decir la verdad y ustedes escucharan porque no quiero ocultar más esto, su madre no es lo que siempre aparento, destruyo mi vida, me alejo del amor de Gabriela”- dijo Juan enojado, -“¡véanlo, escúchenlo, admite que la quiere!”- dijo Rafaela llorando, -“si la quiero, ese amor nunca desaparecido a pesar de que tu padre y tú le hicieron esa bajeza, Rafaela estoy enterado de todo”- dijo Juan molesto, -“¿a que te refieres papá?”- dijo Gael, -“vamos Rafaela, dile a tus hijos lo que hiciste, me acabo de enterar que ella se puso de acuerdo con su padre para mandar lejos a Gabriela, solo para separarla de mi lado y así poder casarse conmigo”- dijo Juan molesto, -“¡es mentira lo que Gabriela te dijo, es una mentirosa”- dijo Rafaela, -“¡ya basta, basta de mentiras, Rafaela!, Gabriela me conto que estaba en España porque tu padre la durmió para subirla a un avión, bebida que tú le diste ese día de nuestro compromiso, por eso nunca se apareció, yo te pregunte que le había pasado y tú me dijiste que se fue por un viaje que tu padre le ofreció, a diario te pedía noticias sobre ella, sobre su paradero pero tú me decías que estaba de viaje que se había comprometido con un nuevo hombre, no te importo lo desesperado que estaba, Gabriela en su cartas que te mandaba te daba su dirección para yo poder comunicarme, te preguntaba por mí y tú me lo ocultaste, solo metías más de tu cizaña y mentiras acerca de tu hermana solo para que yo la desprecie, para que la olvide, pero escúchame bien, eso jamás lo pude hacer, jamás me olvide de Gabriela porque ella era y ese el amor de mi vida, te metiste conmigo cuando yo estaba ebrio, te hiciste pasar por ella, recuerdo bien eso, yo como un tonto me deje llevar por que seguía aferrado en su recuerdo de tu hermana, solo querías atraparme y yo caí, ¡Rafaela cómo pudiste hacerme tanto daño ,dime!”- dijo Juan furioso llorando, -“eso te dijo Gabriela, tú le crees, no tienes pruebas para confiar en esa estúpida”- dijo Rafaela, -“¿y en ti si?, dime, haber muéstrame esas cartas, muéstramelas para creerte a ti”- dijo Juan, -“las rompí, las eche a la basura, ya no existen”- dijo Rafaela, -“claro por qué iban a decir la verdad, todo lo armaste a tu conveniencia, lo cierto es que arruinaste mi vida, no te importo todo el dolor que sentí al perderla, yo fingiendo todo este tiempo tener una vida feliz pero ya no más mentiras, se acabó, quiero el divorcio, entiendes, el divorcio”- dijo Juan enojado la sujeto y la tiro al mueble, Rafaela cayo sentada asustada, -“jamás te daré el divorcio y si fuiste infeliz todos estos años mintiéndome que me amabas, que tu familia era perfecta, pues seguirás fingiendo por que no te vas a ir tras Gabriela, sobre mi cadáver tú y ella estarán juntos”- dijo Rafaela enojado lo empujo y se fue a su cuarto llorando, Juan se sentó en el mueble y lloraba, Teresa abrazo a su hijo, -“mamá me mintieron, me separaron de Gabriela, ya sé todo lo que ella sufrió y yo también”- dijo Juan llorando abrazaba a su madre, Gael y Ángela se miraron sorprendidos, Gael se acercó lentamente a su padre y lo abrazo, Ángela fue a ver a su madre.
-“¡Maldita Gabriela!, le dijo lo que papá y yo hicimos, pero no puede comprobarlo, que yo la sede con esas pastillas que papá tenia, papá esta muerto ahora pero tampoco podrá hablar ese viejo, que suerte que se murió cuando discutí con él, espero que no salga de la cárcel Gabriela que esas gotas de oído hayan matado alguien y que la encierren por muchos años”- dijo Rafaela desesperada caminaba de un lado a otro cuando voltio vio Ángela que la escuchaba, -“¿hija, que haces aquí?”- dijo Rafaela asustada temblaba, -“escuche todo lo que dijiste mamá”- dijo Ángela asustada, -“¿qué escuchaste dime, seguro algo oíste mal?”- dijo Rafaela sujetándola de los brazos, -“mamá como pudiste hacer todo eso, alejaste a papá de tu hermana, destruiste el amor que se tenían, te metiste en la relación de tu hermana, luego provocaste la muerte del abuelo por eso fuiste a verlo, y ahora ¿cómo sabes que fueron gotas para el oído que intoxico a toda esa gente?, deseas la muerte de alguien para que culpen a la tía Gabriela, ¿mamá que clase de persona eres?”- dijo Ángela sorprendida, -“no, escuchaste mal, yo no dije eso”- dijo Rafaela retractándose, -“escuche claramente, el miedo te hizo hablar mamá, fuiste tú la que hizo todo eso, esto lo va a saber mi papá”- dijo Ángela seria, -“no hija, no puedes delatar a tu madre, si hablas me meterán presa hija, por favor”- dijo Rafaela llorando asustada, -“por tu culpa esa gente fue a dar al hospital, mamá tu eres una criminal, hay mamá hasta qué punto has llegado”- dijo Ángela llorando asustada, -“lo lamento, pero nadie resulto grave yo que sepa, no hubo muertos, seguro sacaran a tu tía libre”- dijo Rafaela temblaba nerviosa, -“ojala sea así mamá por tu bien, pero ahora si papá te pedí el divorcio vas a dárselo porque si no lo haces, yo voy hablar todo lo que escuche y aunque me duela mamá, tendrás que asumir lo que hiciste”- dijo Ángela llorando, -“no puedes chantajear a tu madre, Ángela mírame, soy tu madre debes estar de mi parte, todo lo echo para que se vayan de esa casa que va ser mía y luego pasara a ser tuya hija”- dijo Rafaela, -“no mamá, lo hiciste para que la tía se fuera y no seas descubierta de todo el daño que le hiciste a papá y a ella, ¿a qué costo mamá?, pudiste matar a alguien, sabes te dejare pensarlo, darás el divorcio a mi padre cuando él te lo pida sino, hablare”- dijo Ángela, -“¿Ángela me estas chantajeando?”- dijo Rafaela llorando, –“tu hiciste lo mismo alejándome de Víctor, no te importo que sea tu hija, ahora yo lo hare pero para algo justo, que mi papá se aleje de tu maldad”- dijo Ángela marchándose, -“¡Ángela, hija espera, Ángela!”- le gritaba Rafaela mientras lloraba, -“estoy pérdida, ahora si estoy acabada”- dijo Rafaela des tendiendo su cama de rabia.
Ángela bajaba llorando , -“¿qué pasa hija?- dijo Teresa, -“nada, solo que, papá, si tú quieres divorciarte de mamá, déjame decirte que yo te apoyo, ya me di cuenta que no es una buena compañera para ti, lamento mucho todo este tiempo en darte la contra, el estar de lado equivocado”- dijo Ángela abrazando a su padre, -“no digas eso, hijos, su madre a ustedes los quiere, solo que yo, ya no la quiero y pues es mejor que estemos separados”- dijo Juan, -“papá, la decisión que tomes déjame decirte que yo te apoyare”- dijo Gael, -“gracias hijos, muchas gracias”- dijo Juan abrazándolos a ambos.
Rafaela seguía llorando a un rincón de su cuarto, -“¿qué voy hacer?, mi hija me puede echar de cabeza, si habla estaré perdida, lo perderé todo, cría cuervos y te sacaran los ojos, ahora entiendo porque ese dicho”- dijo Rafaela llorando en silencio.
Tocaban la puerta de la casa de Juan, abrió Gael y vio a Víctor y a Graciela, -“hola chicos, pasen por favor”- dijo Gael, -“gracias pero venimos hablar con tu papá, a darle un recado de mi madrina”- dijo Víctor, -“está bien pero no estén afuera, por favor pasen”- dijo Gael, los hermanos ingresaron a la casa, -“¿Víctor?”- dijo Ángela abrazándolo, -“¿qué significa esto?”- dijo Gael impactado, -“Ángela, ¿estás bien?”- dijo Víctor, -“si, ¿cómo estás tú, como están ustedes, que saben de mi tía, la van a dejar libre verdad?”- dijo Ángela, -“vinimos para eso”- dijo Víctor, -“hola chicos, acabo de hablar con el abogado y me dijo que todos los pacientes fueron dados de alta, no hubo ningún caso grave”- dijo Juan apareciéndose, -“mi madrina me encargo decirle que nos ayude a vender la casa, que la hipotequemos y con la parte que le toca a ella pueda pagar la fianza y la otra parte se la den a su esposa”- dijo Víctor, -“necesitamos el dinero para sacar a mi madrina, ayúdenos con el banco por favor”- dijo Graciela triste, los hijos de Juan miraban a su padre y a los ahijados, -“no se preocupen, no es necesario que hipotequen su casa, yo voy a sacar el dinero del banco y pagare esa multa, así Gabriela saldrá”- dijo Juan, -“pero nuestra madrina no lo va aceptar, al menos que hipotequen la casa”- dijo Víctor, -“yo hablare con su madrina ya luego, vayan a casa a descansar, ahora me encargare de ese asunto”- dijo Juan saliendo, los chicos se vieron entre todos, -“¿luego hablaras con mi padre?”- dijo Ángela mirando a Víctor, -“ya hablaremos primero tú y yo, ahora primero es que mi madrina salga en libertad”- dijo Víctor, -“¿ustedes dos están?”- dijo Gael serio, -“si, llevan una relación, así como tú y yo empezamos a vernos a escondidas”- dijo Graciela mirando a Gael, –“¿Graciela, tú y el hermano de Ángela, desde cuando se ven?”- dijo Víctor serio, -“desde que voy a su academia a dejar los postres, en su hora de recreo nos vemos ahí”- dijo Graciela, -“¿y tu Ángela?”- dijo Gael mirando a su hermana, -“desde hace unos días”- dijo Ángela, -“pero es mayor que tú, no deberías…”- dijo Gael mirando a Víctor y a Graciela, -“solo espero que no la hagas sufrir”- dijo Gael serio, -“lo mismo te digo por mi hermana”- dijo Víctor, ambos abrazaron a sus chicas.
Gabriela estaba en la celda, cuando un policía abrió las rejas, -“ya puede salir, está en libertad”- dijo el abogado, -“¿es enserio?, tan rápido consiguieron el prestamos mis niños, gracias”- dijo Gabriela contenta, -“lo pague yo, luego de tanto daño que te hizo Rafaela pues no merecías estar encerrada”- dijo Juan apareciendo, -“pero Juan, mira yo te voy a devolver ese préstamo”- dijo Gabriela, -“no es necesario, Rafaela y yo ya hablamos, confeso todo el daño que hizo, nos vamos a divorciar”- dijo Juan, -“lamento lo que estás pasando pero yo también tengo algo que decirte, venderé la casa y me regresare a España con mis ahijados”- dijo Gabriela, Juan la miro triste, -“si así lo decidiste”- dijo Juan, -“es lo mejor”- dijo Gabriela triste lo miraba, (Los iracundos- porque no vale la pena- canción de fondo).
Graciela y Víctor estaban ordenando su casa, veían la noche llegar, cuando en eso un auto se estaciono frente la puerta, ellos salieron, vieron a Gabriela bajar del auto, Juan también bajo, los ahijados corrieron y abrazaron a su madrina, empezaron a llorar de felicidad, Juan triste los veía, Teresa y Gael estaban afuera de su casa, mirando la escena, -“gracias señor Juan, muchas gracias”- dijo Graciela llorando de alegría, -“gracias señor por su ayuda”- dijo Víctor, -“ustedes ya no merecen sufrir, sino ser felices y debe ser a lado de su madrina, adiós Gabriela”- dijo Juan, -“adiós Juan y nuevamente gracias por todo”- dijo Gabriela entrando a su casa con su ahijados, Juan iba a su casa se reunió con su madre y su hijo.
Rafaela bajaba con su maleta, con los ojos que había llorado, Ángela la veía, -“¿ya salió Gabriela?, entonces yo me tengo que ir”- dijo Rafaela seria, -“mamá no quiero que te vayas pero has hecho daño y creo que debes recapacitar, cambiar, perdonarte a ti misma y pedir perdón a los que hiciste daño”- dijo Gael, -“¿algún día me darán la razón?, soy su madre y me dan la espalda”- dijo Rafaela entre lágrimas, -“no Rafaela, no trates de victimizarte ni hacer sentir mal a tus hijos, tus actos son los que te condenan”- dijo Juan, -“si mamá, tu sabes que es lo mejor para ti y para todos en esta casa, espero que cuando nos volvamos a ver, hayas cambiado y que te hayas convertido en una mujer buena, sin rencor, ni odio a tu familia”- dijo Ángela triste, -“adiós, me instalare en casa de mi prima Aracely, me dará posada, ahí tendré el hogar y la familia que me merezco, no una sarta de ingratos”- dijo Rafaela seria los veía, -“toma esto, luego te daré mas dinero una pensión y por favor no hagamos que el divorcio termine en pleitos”- dijo Juan, -“no papá, no lo hará, mamá firmara el divorcio, me lo dijo arriba mientras conversábamos, aceptara darte tu libertad, ¿verdad mamá?, sin queja alguna, lo que tú le ofrezcas estará bien”- dijo Ángela mirando a su madre, -“si, Ángela dice la verdad, permiso y adiós hijos”- dijo Rafaela marchándose entre lágrimas, tomo un taxi y se fue, sus hijos se miraron, Ángela empezó a llorar, Teresa abrazaba a su nieta, Juan abrazo a su hijo.
Han pasado ya varios días, Ángela recibía una carta, -“mamá dice que logro comunicarse con la tía Gabriela y al parecer ya vendieron la casa, también me cuenta que cuando la volvamos a ver nos llevaremos una sorpresa”- dijo Ángela, Juan se veía triste, -“hable con Graciela y me dijo que al parecer se va regresar con su madrina a España”- dijo Gael triste, -“Víctor también se va a ir me costó despedirme de él, ¿papá no podremos hacer algo para que se queden?, ofrécele empleo”- dijo Ángela queriendo llorar, -“ellos tomaron sus decisiones y tenemos que respetarlas” – dijo Juan triste, -“¿solo eso te dijo mamá?”- dijo Gael cambiando de tema al ver a su padre triste, -“también me dijo que pronto se ira hacer una cirugía, al parecer pidió un préstamo a su prima y cuando le den el dinero de la venta de la casa le pagara”- dijo Ángela secándose una lagrima, -“su madre está obsesionada con eso de las cirugías”- dijo Teresa.
Rafaela estaba en el quirófano, -“quiero verme joven, así poder recuperar a mi esposo”- dijo Rafaela alegre mirando al doctor, -“señora usted va a quedar espectacular, vera que el tiempo ha retrocedido en usted”- dijo el doctor sonriente, Rafaela sonreía mientras le colocaban la anestesia.
Graciela y Víctor estaban alistando sus maletas, -“chicos mañana cerraremos la venta de la casa, pero antes quiero decirles algo a ustedes”- dijo Gabriela, -“¿dinos madrina?”- dijo Graciela, -“no es necesario que ustedes se regresen conmigo a España”- dijo Gabriela, -“¿qué dices?, pero madrina como vamos a dejarte sola”- dijo Víctor, -“es cierto, dijimos que nos iremos contigo”- dijo Graciela sin entender, -“no chicos, yo voy a regresar a la casa hogar, recibí una llamada y necesitan apoyo para ayudar a mujeres desamparadas que están pasando por situaciones difíciles, ustedes ya están grandes y cada quien tiene que seguir su propio camino, ustedes pueden construir un futuro aquí, les dejare un dinero para que vivan un tiempo sin problemas mientras consiguen trabajo, sé que lo tendrán pronto, podrán estudiar, me gustaría que se queden porque allá estaré muy ocupada casi todo el día en la casa hogar, es mejor que aquí construyan un nuevo porvenir”- dijo Gabriela sonriente soltaba una lagrima, -“no madrina no te dejare”- dijo Graciela abrazándola empezando a llorar, -“madrina prometimos estar juntos”- dijo Víctor, -“ya están grandes, tienen que seguir sus propias vocaciones, puedes tener tu propio negocio, vender artefactos para computadoras, Graciela estudia repostería o diseño de modas como querías, por favor no me rechacen esto que les ofrezco, miren si ven que no les resulta se regresan, pero por favor inténtenlo si, por favor”- dijo Gabriela llorando los veía, -“pero es que… , no podemos dejarte, no me sentiré bien”- dijo Graciela llorando, -“nos comunicaremos todos los días, ya verán que será como si no estuviéramos lejos, además cuando termine mi labor en la casa hogar tal vez regrese pero ya los quiero ver convertidos en profesionales”- dijo Gabriela secándose las lágrimas sonreía, -“entonces es tu ultima decisión, estas segura madrina”- dijo Víctor, -“si, Víctor cuida a tu hermana y tu Graciela cuida también a tu hermano, entre los dos apóyense”- dijo Gabriela abrazándolos, -“está bien madrina será como tú digas, pero si no funciona te alcanzaremos”- dijo Graciela, -“y si funciona, quiero que te regreses cuando tengamos una casita alquilada y algo bueno que ofrecerte, esta bien”- dijo Víctor, -“está bien estoy segura que lo van a lograr, los quiero mucho hijos”- dijo Gabriela, abrazándolos.
Rafaela despertaba de su cirugía, una enfermera entraba a verla, –“señorita, ¿Por qué sigo vendada toda la cara?, ¿cuándo me van a quitar estas vendas?, me duele la cara y me pica mucho, por favor deme algo que tomar, que me quite este dolor”- dijo Rafaela adolorida, -“es normal el dolor y la picazón, ahora el pondré un medicamento”- dijo la enfermera colocándole una inyección, cuando la enfermera salió vio a unos policías que ingresaban, -“¡¿dónde está el doctor Arnoldo?, tenemos una orden de arresto por realizar operaciones sin contar permiso legal”- dijo el policía serio, la enferma asustada los miro, la detenía, -“¡suéltenme, soy inocente!”- dijo la enferma enojada, el policía entraba al cuarto de Rafaela, la veían adolorida, -“me duele la cara, ayúdenme”- dijo Rafaela llorando, -“al parecer hay otra víctima”- dijo el policía mirando a su compañero.
Gabriela firmaba la venta de su casa, recibía el dinero, luego iba al banco y salía, miraba el cielo, siguió su camino, -“ya vendí tu casa papá, ahora lo que obtuve de esa herencia la empleare para ayudar a mis ahijados, a pesar que te fuiste sin antes despedirme de ti, quiero decirte nuevamente que te perdono”- dijo Gabriela mirando la tumba de su padre.
-“Papá, ahora conozco la verdadera historia, lo que paso entre Gabriela y yo, sabes las cosas buenas de mi matrimonio son mis hijos, pero tal vez la madre hubiera sido Gabriela para ser completamente feliz, ahora que ya sabes la verdad de mi historia quiero decirte papá gracias por que fuiste un ejemplo para mí”- dijo Juan mirando la tumba de su padre.
(Juan Gabriel- amor eterno- canción).
-“Tu eres la tristeza de mis ojos que lloran en silencio por tu amor, me miro en el espejo y veo mi rostro, el tiempo que eh sufrido por tu adiós”- cantaba Juan pesando en Gabriela, -“obligo a que te olvide el pensamiento, pues siempre estoy pensando en el ayer”- cantaba Gabriela pensando en Juan, -“prefiero estar dormido que despierto de tanto que me duele que no estas”- cantaba Juan pensado en su padre, -“yo he sufrido mucho por tu ausencia, desde ese día hasta hoy, no soy feliz y aunque tengo tranquila mi conciencia, yo sé que puede haber yo hecho más por ti”- cantaba Gabriela recordando a su padre, -“oscura soledad estoy viviendo, la misma soledad que tu sepulcro, papá”- cantaba Juan, -“y es que tú eres el amor de cual yo tengo el más triste recuerdo de mi juventud”- cantaba Gabriela triste, -“como quisiera, que tu vivieras, que tus ojitos jamás se hubieran cerrado nunca y estar mirándolos, amor eterno e inolvidable, tarde o temprano , yo voy a estar contigo para seguir, amándonos….”- cantaban Gabriela y Juan cada quien salía del cementerio y se iba a casa.
-“El hombre que la opero no tiene licencia de médico, ni termino la carrera y a echo unas operaciones ilegales también hay mujeres que quedaron mal cuando fueron operadas por él, menos mal que no quedo desfigurada”- dijo el policía mirando a Rafaela, -“me duele la cara, el dolor es insoportable, ¿qué me hizo?, ayúdenme”- dijo Rafaela llorando se tocaba la cara, -“señora ese médico que la opero, lastimo algunos nervios de su rostro y eso no se puede remediar, solo debe evitar exponer mucho a la luz y tendrá que tomar calmantes de por vida”- dijo un médico, -“no me diga eso, opéreme, cúreme por favor, le pagare lo que usted me pida, pero quíteme este dolor”- dijo Rafaela llorando a gritos en la cama de un nuevo hospital.
-“Mi madrina se fue hoy a España, acabamos de dejarla en el avión”- dijo Víctor triste, -“me da mucha pena, tantos años estando con ella y separarme, es difícil para mí”- dijo Graciela triste, cuando levantaron sus miradas vieron a Gael y a Ángela frente a ellos, -“Ángela”- dijo Víctor, -“Gael”- dijo Graciela, -“menemismo por que nos enteramos que hoy se van a España”- dijo Gael, -“no quiero que se vayan, si antes tener que pedirles perdón por todo el daño que les hice, estoy muy arrepentida, estaba equivocada enserio, discúlpenme, Víctor no quiero que te vayas”- dijo Ángela abrazándolo llorando, -“no me voy a ir”- dijo Víctor, -“¿qué dices, no se van?”- dijo Ángela, -“no, nos vamos a quedar a estudiar una carrera, y conseguir un trabajo”- dijo Graciela sonriente, -“¿es cierto eso?, por favor díganme que es verdad”- dijo Gael alegre, -“si, nos quedamos, para construir algo y así nuestra madrina regrese”- dijo Víctor, -“pero que noticia más feliz me han dado”- dijo Gael cargando a Graciela, -“hey, cuidado”- dijo Víctor serio, -“perdón”- dijo Gael bajando a Graciela quien se reía, -“¿y dónde van a vivir?”- dijo Ángela, -“bueno, donde encontremos trabajo para que nos sea más cerca”- dijo Víctor, -“eh visto un instituto cerca aquí para poder estudiar corte y confección, diseño de modas”- dijo Graciela, -“aquí en un par de calles alquilan cuartos grandes y espaciosos estoy seguro que ahí pueden vivir, son gente de confianza y si quieres trabajo Víctor te lo podemos dar, necesitamos justo alguien que nos ayude en la mueblería”- dijo Gael, -“¿enserio? pero luego de todo lo que hemos pasado”- dijo Víctor, -“eso quedo en el pasado, ahora tu saldrás con tu empleo y nosotros necesitamos de alguien trabajador como tú”- dijo Gael, -“eh decidió también abrir mi negocio de venta de partes de computadoras”- dijo Víctor, -“los ves mientras vas ganando clientes, puedes trabajar con nosotros, papá estoy seguro que no se opondrá”- dijo Gael, -“está bien, acepto”- dijo Víctor sonriente miro a su hermana, Ángela alegre abrazo a Víctor y lo beso, -“hey cuidado”- dijo Gael serio, -“perdón”- dijo Víctor sonriente, Graciela sonreía abrazaba a Gael.
Gabriela estaba en el avión mirando por la ventana se veía triste, -“voy a extrañarte mi querido país”- dijo Gabriela, -“yo también lo extrañare, sobre todo la comida”- dijo Juan estando su lado, -“¿Juan, que haces aquí?”- dijo Gabriela sorprendida, -“decidí tomarme unas vacaciones, tantos años de trabajo y sin vacacionar, mis hijos se quedaran con mi madre y estaré solo un tiempo fuera, mientras te convenzo de regresar al país”- dijo Juan sonriente, -“pero Juan, tú y yo no podemos irnos juntos a España, a tu familia no los puedes dejar”- dijo Gabriela, -“¿Por qué?, mi madre acepto quedarse con ellos y le explicara sobre mi viaje, además soy un hombre felizmente divorciado, no hay nada de malo en que dos amigos puedan viajar juntos”- dijo Juan mirándola, Gabriela lo miro y sonrió, -“te llame porque hace años que no hablamos, para romper aquel adiós que nos juramos, voy a pedirte de rodillas que regreses junto a mí porque soy de ti y te quiero como antes mucho más”- sonreía Juan, Gabriela sonreía, el avión despegaba.
FIN
UN HOMENAJE A EL GRUPO LOS IRACUNDOS DE PERÚ Y AL GRAN CANTANTE JUAN GABRIEL.
“Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia”.
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