Arráncame los ojos.

Quédate con mi alma.

Acaríciame el vientre.

Dime que te quedarás hasta que vuelva a caer la noche.

El Sol se pone.

De nuestro lado.

Un telón nos tapa las piernas y nuestra piel pálida reluce debajo de los focos.

Creo que la muerte es bella, porque aún no la conocemos.

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