La última mirada

– ¿Estarás en tu casa hoy? Quiero pasar a buscar una crema para mis ojos, porque tengo como un granito que me está doliendo…- 

Mi mamá me mando este mensaje porque ella vivía al lado, pero circunstancialmente estaba parando en otra casa. Quería ir a buscar esa medicación  y de paso visitarme. Pero era un día lluvioso y ella estaba recuperándose de una fractura en su hombro.  Me pareció que moverse para buscar una medicación en un día así,  no valía la pena.  Yo podía llevársela en el auto . En ese momento no entendí,  que quizás ella quería visitarme o estar en su casa un rato.

No estaba lejos, sólo a diez cuadras, pero en su casa estaban haciendo arreglos y ella prefirió no estar en medio de la construcción.  

– Mami yo te la alcanzo en un rato. Quédate ahí, no vas a salir en un día así. – 

Llegué y ella me estaba esperando en la vereda , detrás del alambrado. Bajé del auto  (yo no manejaba) y fui rápido a entregarle la cajita. Hablamos dos palabras, le di un beso rápido y me fui,  porque seguía lloviendo.

Mientras el auto se alejaba, vi como ella seguía ahí,  detrás del alambrado mirándome mientras me alejaba. 

Hoy pienso, que ella sabía que era la última mirada. Ese instante viene una y otra vez a mi memoria. Me parte el corazón.  

Quisiera decirle: – Perdón por no darte un abrazo, creí que nos volveríamos a ver…perdón,  por haberte llevado la medicación y no dejarte venir a mi casa, perdón por no haber comprendido que la vida se puede ir en un instante y que la lluvia se seca, pero esa mirada de amor, se pierde para siempre. 

Dicen que el tiempo cura las heridas…no sé.  Mis heridas duelen , pero la última,  esa de perderte, aún duele como el primer día…