Te busco con ansia Melpómene.
Te busco en mi cabeza, en mis recuerdos, en mi imaginación, entre las ideas más inquietantes,
te busco incansable, fuera en la oscura calle.
Te busco profundamente, en lo más hondo del vaso de whisky y de la copa de cognac.
Te busco en el embriagante aroma de los cabellos de aquella mujer. La cruel blancura de la página me abrasa como cal en los ojos. Un apagón borró mis documentos. Siempre reescribo las mismas tres páginas.
No te escondas musa mía, o sino, buscaré a otra de tus hermanas.
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