Lo conocí hace mucho, ni siquiera lo noté aquel día, solo hoy cuando se volteó con aquella risilla macabra, un fogonazo de recuerdo lo devolvió a mi memoria, nunca había sentido tanto miedo como cuando vi esa expresión maliciosa y triunfante en su rostro
todo partió cuando entró un joven desgreñado y con caminar vacilante, le dije que no podía entrar cuando se descubrió el rostro. Los contagios iban en aumento y me pareció no solo riesgoso, sino ademas absolutamente desconsiderado. el me miró por debajo arqueando levemente las cejas, como intentando que descubriese su identidad cosa que claramente no ocurriría, luego saco el estoque y me apuntó con un revolver brillante, creí en serio que no era verdadero, es mas , solté una carcajada que se fue desvaneciendo cuando apunto a la pared y sentí el disparo cerca de mi brazo
– ¡es en serio perra!- magullo y una sensación de hielo me recorrió
– aquí no hay dinero -aduje con un extraño sabor metálico en la boca
-sal de ahí , me gritó descompuesto. me paré del escritorio completamente sorprendida
me tironeó con fuerza y dijo :
¿de verdad no me reconoces? vine aquí hace unos años , me diste agua, hacia calor ,cuando te pedí mas para mojarme y jugar , me expulsaste
tarde un poco en recordar, las imágenes vinieron en oleadas como las estocadas, una por una hasta que caí al suelo y un dolor agudo se apoderó de mi, no tendría mas de 12 o 13 en aquel entonces, y sí le di agua , pero cuando volvió me negué a dejarlo jugar, era en mi trabajo, el chiquillo retrocedió y me miro fijamente
– es una empresa, no un parque no puedes jugar aquí. si a eso se le puede llamar expulsarlo. sentí como me vaciaba, entonces se giró y con aquella extraña y ,maquiavelica sonrisa preguntó :
-¿quieres agua ? deberías lavarte toda esa sangre y se alejó . cada día el agua viene a recordarme al correr por mi cuerpo y desplazarse por entre las cuantiosas cicatrices .
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