Aún te espero,
bajo la lumbre de la luna gris,
bajo la sombra del alma mía,
yo te espero a ti.

Aún te espero,
soñándote noche tras noche sin fin,
viviendo sin morir,
muriendo sin poder vivir.

Y es que aún te espero pequeña estrella,
lejos de caer y de rendirme,
sufriendo en la agonía del sufrir,
en la espera de esperar hasta morir.

Y aún te espero en el reclamo,
de mi alma abandonada,
que aún aguarda esa caricia,
del amor y sus delicias.

Y aún te espero sin reproches,
por tu demora vida mía,
ilusionándome día y noche,
con la esperanza de que mañana será el día.

Y aún te espero dulce princesa,
aún te espero corazón,
se que aguardas desde siempre,
la llegada de mi amor.

Y sigo aquí esperándote,
yo sigo y seguiré aquí,
y no me iré,
y no me iré sin ti…

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