El baúl de los recuerdos

Las sonrisas que se dibujan en nuestros rostros sombríos cuando simulamos estar bien, son más falsas que el pasto artificial que se encuentran en los campos de fútbol. Javier ha inventado algunas historias sobre sí mismo con cada una de las personas que lo rodea. La máscara que se ha colocado lo oculta muy bien, pero aun así Josefina puede notar que finge. Josefina lo nota, se ha dado cuenta que sonríe con tristeza, el rostro sombrío de Javier le recuerda a la mirada de su tío.

La vida de veterano parece que iba muy bien, los sueños que solía tener de joven resultaron mejor de lo que esperaba, había tenido una vida feliz con Antonieta, pero eso termino hace 15 años. ¿en qué momento se terminó? ni siquiera él lo sabía, solo había pasado y no hubo más que tratar de olvidar y seguir avanzando, avanzar si es así como se dice cuando almacenamos un montón de recuerdos en un baúl que creemos nunca se abrirá.

El baúl se ha abierto por accidente, cuando Josefina le ha preguntado a Javier si era casado, un silencio y después la historia de Javier con Antonieta fue contada. Josefina era la nueva compañera de trabajo de Javier, un tanto imprudente al momento de preguntar, pero esta vez la pregunta fue hecha cuando a Josefina le preguntaron si tenía novio y ella respondió que sí, Josefina ha dirigido la conversación, le daba curiosidad la máscara que ocultaba Javier. Javier ha sentido de pronto melancolía y una presión en el pecho mientras contaba la historia en la que había conocido a Antonieta, a nadie parecía importarle cuando el trataba de recordarla aún le dolía, le dolía abrir el baúl de los recuerdos.

Al día siguiente Javier recordaba con cierta tristeza la vida con Antonieta mientras observaba con detenimiento la puesta de sol que se alcanzaba a ver a través del vidrio de su laboratorio, aquellos rayos de sol que se colaban por el vidrio le hicieron recordar las tardes que indicaban el momento perfecto en los que solía marcharse para irse a comer con Antonieta. ¿Cuántos años han pasado desde que me divorcie de Antonieta? ¿cuánto tiempo ha pasado que no he vuelto a sentir lo que por Antonieta?, se preguntaba Javier mientras suspiraba.

Javier y Antonieta se conocieron en la primera clase de Micología, antes de que el maestro llegará al salón, Javier solía hablar todo el tiempo de las cosas que haría terminando la carrera, mientras que Antonieta solo observaba y escuchaba, le gustaba la seguridad que irradiaba Javier cuando hablaba de aquellos planes, ella solo era una persona que se conformaba con terminar la carrera después ya sabría lo que haría, ella no podía contar las cosas con demasiada seguridad, en su pueblo le decían que los sueños no se dicen o un espíritu malo podría robarle aquellos sueños y por eso tiene que guardarlos como el secreto más grande, esta era la razón principal por la que Antonieta siempre disfrutaba escuchar a hablar sobre los sueños de Javier.

Un día Javier notó a Antonieta mientras contaba sus planes en un futuro y se dio cuenta de lo asombrada que estaba al escucharlo, poco tiempo después se dio cuenta que era la única que en verdad lo escuchaba, un día la invito a caminar en los campos de la Universidad y fue así como continuaron las caminatas en la tarde a lo largo de un año y finalmente se casaron.

Los sueños que solía tener Javier se hicieron realidad, los de Antonieta también, había logrado entrar a la farmacéutica que había soñado en la carrera y junto con Javier habían viajado a casi toda la República Mexicana. Los años pasaron y Javier pasaba más tiempo en el hospital y el tiempo que pasaba con Antonieta era cada vez menor. Antonieta comenzaba a sentirse abrumada pero no sabía que decir, no sabía a donde huir, mientras Javier estaba cansado de estar trabajando, de hacer horas extras, ambos se preguntaban si aún se amaban, pero ninguno fue capaz de hablarlo, cada uno evitaba pensar en eso y trataban de distraerse con alguna actividad fuera de casa.

Javier disfrutaba platicar con las personas nuevas que llegaban al hospital, eso lo hacían sentir una persona con experiencia e interesante, un día conoció a Teresa, una de las personas que acaba de entrar al hospital y con quien comenzó a coquetear tiempo después. A Javier le parecía una verdadera aventura lo que sucedía, después de ver en lo que se había convertido su vida, de pronto con Teresa había desaparecido la monotonía y el deseo había surgido desde que Teresa apareció en su vida.

Teresa le contaba los sueños que tenía en un futuro a Javier en los ratos libres que tenían, justo como lo hacía Javier muchos años atrás. Ese sentimiento de descubrir de sentir nuevas cosas se había despertado nuevamente dentro de Javier una aventura como esta no provocaría que su matrimonio acabará, se decía así mismo, mientras besaba a Teresa dentro de su coche y le acariciaba el cabello. Antonieta los descubrió aquel día, descubrió cuando Teresa bajaba del coche blanco con el cabello un tanto desordenado y Teresa pasaba a un lado de Antonieta mientras le decía buenas noches, Antonieta no respondió camino de largo y luego corrió cada vez más rápido mientras lloraba, la presión que sentía en el pecho se intensificaba cada vez más, grito con todas sus fuerzas, intento despertar del sueño pero no lo era, inhaló aire y trato de tranquilizarse, tenía un hijo que la esperaba en casa y un marido a quien tendría que mirar a la cara y decir que se había acabado, quería explicaciones pero lo que había visto no tendría justificación, jamás perdonaría algo así. Antonieta y Javier firmaron el divorcio semanas después, cada uno siguió con su vida, cada uno cerró el baúl y esperaban no volver a abrirlo nunca. Pero esta historia no sería contada cuando el baúl estuviera al descubierto por alguien más, el dolor que cada uno sentía, el dolor que se habían causado uno al otro nadie lo sabría y sería olvidado con el tiempo , pero hay recuerdos que no se olvidan aun cuando estén resguardados, porque hay personas que la llave y pueden acceder a ellos sin darnos cuenta ¿y no será en realidad que necesitamos que esos baúles sean abiertos en algún momento? en realidad los baúles están añorando ser abiertos para descubrir nuevamente lo que solíamos sentir, lo que solíamos ser y ya no.

Javier mintió aquella noche cuando Josefina le pregunto por qué se había divorciado, sabe que le ha mentido cuando le respondió que el trabajo lo ha absorbido todo este tiempo, pero no ha sido así, Josefina se ha dado cuenta de la máscara que oculta a Javier, observaba a Javier mientras contaba la historia que desentrañaba del baúl de los recuerdos, sus ojos se desviaban como si guardarán cierta melancolía cada vez que pronuncia una palabra y esas palabras cada vez se hacían más pausadas , como si en cada palabra que dice, un recuerdo doloroso se asomará. Josefina lo ha observado todo este tiempo, tratando de descifrar los secretos que esconde, pero no lo logra. Solo sabe que miente cuando trata de reírse de cualquier comentario estúpido que hace Irene, sus risas son vacías y las palabras de Javier también lo son, se ha encerrado en el mundo que eligió, el mundo perfecto que se ha inventado, el mundo que lo detiene y lo protegía de los recuerdos. Pero aquella noche ese baúl había sido abierto. El Baúl que siempre estuvo a la espera de ser abierto. Javier ha pensado ¿qué hubiera pasado si no hubiera besado a Teresa? Mientras Antonieta al otro lado se pregunta ¿Qué hubiera pasado si hubiera perdonado a Javier? Ninguna historia sería revelada, cada una sería acumulada en aquel baúl. Cada uno se lleva su verdad, la verdad justa que se contaron a ellos mismos y no será revelada con los demás, la verdad que guarda Javier y Antonieta, la mentira oculta.

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