El comienzo de ningún sentimiento.

El comienzo de ningún sentimiento.

Mar Ginez

19/01/2022

Qué fue lo que me impidió el no haberte dicho que te ame más que a nada en esta vida?, Quizá el hecho de que no fui lo suficiente valiente, por miedo a tu rechazo, por el rango económico, por tu forma de ser o talvez el hecho de que llegue tarde a tu vida, pues estabas a punto de casarte.

 Es un mundo desconocido el que nos enfrentamos día a día, llegaron los años y fui creciendo en un lugar tan diferente al que había nacido, vivía en un mundo en el que todo lo que estaba a mi al rededor era desconocido, era algo que sabia que se encontraba ahí, pero no lograba ver su finalidad, aquella noche al llegar de la escuela y encerrarme en casa mirando hacia la ventana el gran árbol que se encontraba sobre la avenida, observaba como las hojas se movían y caían por el aire, en ese entonces el celular sonó levente con la notificación de un mensaje «Hola», me preguntaba ¿Quién eras?, en ese entonces accedí a ello y te respondí sin tener la mas remota idea sobre ti. 

Pasaban los días y ya no veía igual mi alrededor, ahora cada mañana, atardecer y noche tenia con quien platicar, a quien platicarle sobre mi día, el daño empezó desde ahí sin darme cuenta, tus menajes eran tan profundos, pero a la vez muy confusos, en las palabras lograba ver que en ti se escondía algo, pasaron y siguieron pasando los días y derrepente dejo de sonar el celular ya no tenia mas notificaciones de ti, a la mitad del año sonó de nuevo, me emocione tanto que sentí que el corazón me latió como nunca lo había hecho, pero aun mas cuando mis ojos leyeron aquellas palabras de «podemos conocernos», quizá ya no lo recuerdas, pero, fue una tarde que se lograba apreciar el atardecer de un color inolvidable.

¿Te gusta el agua?, fue tu pregunta unas horas antes de llegar al lugar acordado, al llegar al sitio lograba ver un camino de concreto, se escuchaba las urracas y palomas, en mis hombros lograba sentir los rayos del sol apunto de finalizar el día, unos cuantos pasos y logramos encontrarnos de cerca, conocí tu rostro por primera vez y me lo grabe tanto que hasta el momento no he encontrado la manera de borrarlo, te pegaste a mi lado y dijiste «caminemos sino», nuestros pasos fueron lentos que sentí que fueron los suficientes para grabar esa escena para siempre, fue algo común la platica que se genero, preguntaste solo lo que te interesaba saber y yo te respondía sin ninguna pregunta encontra, reímos, nos escuchamos y llego el momento de marcharnos, te despediste observe como te marchabas y sin tener noción del futuro, sabia que me ibas a doler tanto. 

Al día siguiente no tuve noticia de ti, te marchaste por segunda vez sin despedirte, sin decir nada, mis días siguieron y siguieron como el agua corre por un rio, contemple el hecho de que a lo mejor solo fue una coincidencia el habernos conocido y hasta ahí, pasaron algunos meses y tus mensajes llegaron, me emocionaba tanto el saber que aun después de que te habías ido por meses me recordabas, tristemente la realidad era otra. Coincidimos en tantas cosas y hay dos de ellas las cuales no olvido el encontramos en ocasiones en las calles, en el transporte público, en momentos de la nada me llega el recuerdo de tu mueca de la cara sacando la lengua cuando te encontraba dentro del camión, o las veces que nos encontramos por las calles y nos veíamos como desconocidos.  

La realidad es que desde que tuvimos encuentros por parte del destino así como los que planeamos me fui enamorado, mi ser te fue queriendo y deseando al mismo tiempo, sin embargo había algo en ti que era muy diferente a lo que decías sentir por mi, cuando observaba tus labios al hablar se movían de una manera en la que estuvieran mintiendo, una manera en la que sabia que era mentira pero a la vez realidad.

¡Por Dios! hay tantas cosas que aun recuerdo, que quisiera que se pudieran borrar y no porque guarde algún rencor, sino porque se que eres feliz en algún otro lugar que no es cerca de mi, ni por mi te detendrías a seguir por lo que estas luchando, sucesivamente regresabas y te ibas y eso me hizo entender que no había ningún sentimiento de tu parte hacia a mi.  

DE TI DEPENDE QUE NO TE ILUSIONES… 

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