Estuve una noche observando el cielo
Entendí que es tan grande como ni anhelo
Encantado con eso, miré tantas y tantas cosas
Que a pesar que se ven pequeñas, no las tocas
Miré unas hermosas estrellas con su resplandor
Imaginé con admiración su altura y sentí temor
Luego vi algo mucho más hermoso, la luna
A pesar que no es de miel, como ella ninguna
Mi mirada atónita, se perdió en la oscuridad
Me pregunto ¿Que habrá en la infinidad?
Entiendo que es tan fácil mirar hacia arriba
Hay a quienes no les gusta mirar abajo
¿Porque si somos iguales hay envidias?
Y para dios no somos nada de trabajo
Algunos tienen mucho más que otros
Al final, todos acabaremos entre los muertos.
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