El Aprendiz del Señor de los Viejos Tiempos en “La isla de los piratas berberiscos»”

El Aprendiz del Señor de los Viejos Tiempos en “La isla de los piratas berberiscos»”


El aprendiz del Señor de los Viejos Tiempos

En

“La isla de los piratas berberiscos”

Cierta vez en aprendizaje del viaje en el tiempo el Señor de los Viejos Tiempos me llevo a hacer una misión.La misión si yo aceptaba era llegar a una isla donde bucaneros y piratas se agrupaban y luego salían con juncos y galeones para atacar algún indefenso pueblo secuestrando jóvenes niños y mujeres indefensas, para venderlos como esclavos.

̶ ¡Alli es…! Me dijo. Señalando con el bastón hacia abajo una paradisiaca isla llenas de palmeras y exuberantes vegetaciones. Más abajo se veia un sendero de arenal que subia desde el muelle, en donde aparcaban unos juncos frente al pequeño poblado, donde se habistaban algunas chozas con pared de bambú y techado con pajas (similares en imágenes a unas pelucas)

Una estatua de Buda se hallaba sentada sobre sus piernas, con su gran panza desnuda y los brazos levantados a los costados hacia arriba. Aquella gran estatua se encontraba descansando sobre una base cuadrada de piedra, con una dimensión de dos metros cuadrado y estaba incrustado en aquel arenal. La representacion de aquel obeso personaje se veia con la manos hacia los altos, como sosteniendo los cielos para que el mismo no caiga. Y es reconocido como el dios chino de la prosperidad y la riqueza llamado “Hotei” La kasaya o túnica que llevaba puesto no estaban abotonadas, causa de la prominente barriga que tiene. Y completa su vestimenta, una falda que va por debajo de su gran barriga gorda. El buda gordo aparece siempre sonriente y muchos los llaman el buda sonriente. La primera representación china de tal personaje apareció en la dinastía Sung (960-1275) El mismo es calvo y lleva como decorado unos rosarios de perlas y oro. Mientras que en la mano izquierda sostiene una pieza de oro con forma de barco.

En aquel pueblo frente a las chozas y la estatua se encontraba un gran playón de arenal, donde se reunirían las gentes para oficiar festividades y adorar a dicha entidad. Hasta el momento aquel poblado se encontraba todo en silencio. Quedamos sostenidos sobre la parte norte de aquel poblado. Entonces le pregunte al Señor de los Viejos Tiempos que trabajo realizaria en aquel lugar ̶ ¿Que es lo que debo hacer…? Y él dijo. ̶ Ponme atención.
Estas gentes son grandes asesinos violadores y torturadores de los mares. Y es hora de que alguien lo pare y no va a ser fácil. ¡¡¡Porque ellos son asesinos experimentados…!!! Tu trabajo será exterminarlos y liberaras todo los esclavos que ellos encadenaron, para traer hasta estas islas. Un grupo de piratas salieron hacia el océano en un junco, van a cazar y a traer esclavos. Regresaran despues de tres dias. Tu les esperaras en el pueblo donde quedaron solo ancianos niños y matronas. Pero primero, levanta aquella estatua de buda y tráemelo aquí.

Entonces mire a la cara al señor de los viejos tiempos diciéndole. ̶ ¿¿¿No será que el dios buda vendrá a tomar medidas sobre nosotros…??? El viejo me miro y pregunto. ̶ ¡¡¡Tu quién crees que soy yo…!!! ¡¡¡ Haz lo que te he ordenado…!! ̶ ¡Comprendido Señor…! Y asi lo hice y él me dijo. ̶ ¡¡¡Baja alli y quédate sentado en donde estaba este gordo…!!! Y no le contestes a nadie ninguna pregunta. Y entonces baje a sentarme en donde el me dijo. Despues de haber robado de uno de las chozas. Un sombrero cónico asiático chino, de bambú. Mas una toga amplia china, que parecia una bata de dormir.

Me disfrace y me sente alli tal si fuera un buda chino. Pero muy delgado. Al rato escuche una gran explosión en el firmamento, alli donde estaba con el viejo tiempo.Y he visto que aquel buda que habia levantado, exploto violentamente. Solamente cayeron unos gránulos sobre el arenal de aquella isla. El viejo tiempo habia destruido aquel buda, se nota que tuvieron un desencuentro en el pasado.

Mientras tanto, la tarde se iba aproximando y muy pronto el Sol se ocultaría. Unos niños salieron a jugar en aquel playón de arenales, aprovechando la calma del sol y las frescuras traído por el viento desde el mar. Muy pronto hablaron entre ellos, señalando la ausencia de la estatua del buda, y que un extraño ocupaba aquel lugar. ̶ Kan fu buzai (Miren no esta el buda) Yige qigai qudaile ta de weizhi (un mendigo ocupa su lugar) ̶ Fengkuang de, (¡¡¡Locoooo…!!!) Reng dongxi ̶ (Arrojesmoles cosas) Y aquellos críos asiáticos comenzaron a tirarme objetos, sin lastimarme porque yo forme un campo de protección alrededor de mi cuerpo. Luego cansado se retiraron corriendo asustados.

Mas tarde, llego la noche y yo seguia sentado en la oscuridad, meditando ¿Como terminaria mi misión? Al otro dia se acercaron más niños, ancianas y ancianos a mirarme. Yo estaba sentado bajo el candente sol inmóvil como una estatua, sin mostrar mis ojos las que estaban cubiertas por aquel sombrero cónico. Al tercer dia. Esperando el regreso de los piratas, se acerco a mí un niño con un cuenco de arroz saluda con una reverencia y me lo deposita frente a mí, luego dice: ̶ Zhege buluo de chag lao zhengzhong yaoquing nin kaihui taolun ta de fangwen. (El anciano de esta tribu invita a usted solemnemente a una reunión para tratar su visita)Y me señalo donde vive el anciano.Y luego se retira retrocediendo con múltiples reverencias. Segun aquel niño el anciano jefe del lugar, se encontraba en la choza de bambú con techo de paja tipo flequillos, que estaba a unos pasos, de donde se encontraba la base del buda.

Me levante y desperece para acudir a aquella invitación.Cuando entre en el lugar aquel anciano chino estaba vestido como un Monge ancestral de una casta guerrera. Tenía unas barbas largas y unos largos bigotes color seniza. Estaba sentado en el piso al estilo seiza (arrodillado en el suelo descansando las nalgas en los talones y el empeine de los pies sobre el suelo) Frente a él sobre una manta tenía unas pequeñas tazas china y una jarra de té. Por lo que he visto alli dialogaremos como grandes jefes guerreros. Como yo estaba en una misión especial estaba muñidos de poderes espéciales como hablar en otro idioma y comprenderlo, asi que no era problema para mí el idioma Chino Mandarín. Luego de unas reverencias de cortesías mutuas, aquel anciano me señalo para que me siente a compartir el té y comenzamos a hablar.

Aquel anciano me pregunto: ¿Cuál es el motivo de mi visita en la isla de los piratas…? Y yo le conteste que. He sido enviado en el lugar para exterminar los atropellos causados por aquellos sanguinarios piratas.Y que respetare la vida de mujeres niños y ancianos que se encuentran en esa isla. Aquel anciano me mira fijamente y comienza a reírse. Repentinamente se callo y dijo ̶ Pero usted no tiene armas algunas y es muy joven para morir. Yo le conteste. ̶ ¡Tengo mis medios de exterminios…! Seguidamente me levante de aquella reunión. Aquel anciano se apresuro a entregarme una vieja cimitarra guerrera China, alegando que pertenecía a sus ancestros y que me deseaba muchas suertes en mi empresa. También agrego que al fin se iba a cumplir “La Profecía” que dictaba que un joven emisario liberaría esas islas del yugo piratas. Porque ellos también eran prisioneros de aquellos barbaros corsarios.

En un principio creí que aquellos piratas eran todos chinos. Pero conforme me habia explicado aquel anciano. Estos se trataban de los famosos miembros de la marinería otomana identificados como “Piratas berberiscos. Se trataban de marineros musulmanes que pertenecían a varias etnias árabes, bereberes, turcos y europeos renegados. Ellos actuaban en todo el Mediterráneo occidental y a lo largo de las costas del Atlántico de Europa y África. Aquellos piratas se dedicaban a saquear buques. Y su objetivo principal era capturar cristianos y esclavizarlos, obligandolos a la prostitucion y el trabajo forzado.Supongo que en la linea del tiempo me encontraría sumergido, en pleno siglo XlX. Porque según lo histórico entre los años 1500 al 1800 fueron capturados de un millón a un millón doscientos mil blancos por los sanguinarios piratas berberiscos.

Las horas iban pasando inexorablemente y yo debía continuar con mi misión. Entonces fui a sentarme en el mismo lugar para seguir esperando.Ya por la tardecita regreso a la isla aquel junco pirata, despues de tres dias iba acercándose al muelle del pueblo. Y he visto desde mi lugar que aquellos grupos de corsarios cuyo tripulaciones del junco pirata, eran como 14. Bajaron muchos esclavos. Entre ellos hermosas mujeres jóvenes, rubias de ojos azules y otros trigueños y niños adolecentes. Aprisionados con anchos grilletes, uno con otras y separados mediantes gruesas cadenas. Los piratas les azotaban y gritaban para que caminen, arriándolos desde el muelle para que lleguen hasta el playón de arenales.

Yo los estaba observando en silencio, desde por debajo del sombrero chino cónico, que me sombreaba a media luz la cara. Cuando los prisioneros llegaron hasta aquel playón de arenales fueron arriados por un pirata gordo y panzón de largos pelos y bigotes. El estaba vestido con una camisa rayada y una calza, armado con unos mosquetes una bandolera y un puñal en el cinto. Usaba un parche en el ojo y una wacha en la otra. Los piratas usaban parche en un ojo no por faltarle un ojo sino para adaptarse al encandilamiento de la luz al pasar de una parte luminosa a otra parte oscura. Ejemplo al bajar de la borda a la despensa del barco cambiaban el parche al otro ojo para que se adapte la visión, también navegaban mejor en la oscuridad en alta mar.

Dos piratas más, escoltaban por el costado a aquellos prisioneros. Muy pronto el pirata gordo grita hacia el suroeste de aquel rancherío, y llega trotando una matrona china junto al hombre. El le ordena que lleve a las prisioneras y se haga cargo de ellas. Muy pronto el grupo de pirata se dio cuenta de mi presencia y hablaron entre ellos, riéndose a carcajadas, alegando que yo era un pordiosero que no me haga caso, y siguieron tomando su ron. Yo seguia sentado taciturno sin movimientos algunos.

Mas tarde, la noche se cerró y entonces hicieron fuego en el lugar. He visto que pusieron un jabalí estaqueado en aquel fuego. Mientras cincos de aquellos corsarios, se sentaron alrededor del fuego con leños y se reían a carcajadas. Mientras, ellos tomaban saque y otros bebían ron. Para divertirse relataban sus hazañas y atrocidades que habian cometido. Habría sido las diez de la noche, cuando tres de aquellos corsarios se acercaron hacia mí, con cimitarras y puñales en mano. Primero tiraron de mi cabeza el cónico sombrero chino. Y mediante una antorcha que acercaron a mi cara, vieron que yo era un joven blanco y también que tenia sobre mi rodilla, la cimitarra que me habia entregado aquel anciano de la isla.

Cuando quise levantarme para pararme, aquellos mercenarios piratas me clavaron un puñal en el estomago. Otro me asesto un lanzazo en el lomo y cuando vieron que salían sangres de mi cuerpo. Se entusiasmaron y continuaron el carneo con mucha maldad, Riéndose a carcajadas. Asi me sacaron ambos brazos y estos cayeron hacia los costados y hachearon mis piernas con secos ruidos. ̶ ¡¡¡Zac, sic, sacj!!! Entonces se escuchaba el vaivén de machetes y cimitarras, gritos de ellos mismos, como extasiados por la sangres derramadas.
Aún asi, yo no sentía dolores algunos, pero veía todo los que ellos me hacían. Cuando caí de bruces, remataron sus trabajos con una cimitarra que hizo volar mi cabeza decapitándome y este rodo hacia el costado de una de las chozas, mis ojos aun les estaban mirando.

Seguidamente fueron a sentarse alrededor del fuego. Mientras, tomaban sus bebidas, aullaban gritaban y reían con estruendosas carcajadas, en medio de aquella noche. ̶ ¡¡¡Ja aaa….!!! ¡¡¡Jajajajajajaja..!!!! Algunos se tiraban al pizo para reírse otros alzaban las piernas para arriba y se quedaron dormidos, de tanta borracheras.

Un poco mas tarde los miembros cercenados de mi cuerpo temblaron y fueron acercándose arrastrados sobre la arena hasta mi cuerpo (como si fuesen atraídos por un imán) y se unieron inmediatamente, tanto los brazos como las piernas mutiladas. Por último se unió mi cabeza y ya estaba completo de nuevo. Automáticamente regresaron mis movimientos. Entonces tome de nuevo mi cimitarra y me fui acercando a los piratas dormidos, cerca del fuego. ̶ ¡¡¡Ahora me toca a mí!!! ¡¡¡Je-je-je-je….!!! Y sin despertarlos hice el mismo trabajo que ellos hicieron por mí. Echaba sin compasión brazos y piernas y decapitaba cabezas, solo se escuchaban gritos de tormentos, pero que esta vez no fueron las mías. ¡¡¡Fue una matanza!!! Porque corriendo vinieron de las chozas otros piratas que estaban con mujeres. Más a cuatros de ellos noquee con palazos en las cabezas. Para tener testigos prisioneros a fin de entregar a las autoridades por “tratas de blancas”

Seguidamente lo engrille y encadene para que aquellos no se escapen y hagan más barbaridades y los candadee en un lugar seguro. Muy pronto amanecería y hare que llamen a las autoridades para entregar aquellos corsarios a la justicia de la época. Más tarde amanecio con un hermosos jolgorios de pájaros. Las mujeres y niños salieron al patio de arenales, vieron todos aquellos y gritaron abrazándose uno con otras. No falto algunas que llorando se tiraban sobre unos de los cadáveres.

Seguidamente salió de su choza un sonriente anciano chino quien me habia prestado la cimitarra y lo devolví con una reverencia pidiéndole que lo reciba nuevamente en honor de su familia.Y también que sin aquella cimitarra no podría haber llegado a tal éxito. Aquel anciano lo recibió nuevamente con una emotiva reverencia. Seguidamente como se trataba del jefe supremo de aquel pueblo, comisiono a un joven que navegaría a otra isla próxima para denunciar lo que paso.

Una hora despues ya estaban todos los esclavos liberados y en la costa de la isla fue acercándose un Galeón Ingles y bajo en el lugar el que estaba a cargo. Un hombre de 1,80 metro uniformado. Se trataba de la famosa Policía de Scotland Yard, la mítica policía de Londres y este cuerpo de la justicia se distinguía por no llevar armas, tan solo un silbato, un sombrero un casco y una porra. Esto se habia establecido desde su creación y debían estar uniformados aún sin estar de servicio y solían trabajar los siete días de la semana.

Al llegar pregunto quién fue el que libero a los esclavos de los piratas y lucho contra tales barbaros. Y rodeado de niños y mujeres sonrientes me llevaron a mí ante aquella autoridad. Le comente los hechos que él fue anotando en su libreta, mientras ordeno que todos los esclavos suban al barco para acercarles a Londres y luego reubicarles con sus familiares. La alegría de mujeres y niños fue inmensa. Las mujeres se acercaron y me agradecieron con abrazos y besos sus liberaciones, cada unos hablaban en diferentes lenguajes.Mientras el policía observaba la acción. Y también me pidió que yo me acerque para hablar con sus superiores porque de seguro ellos tendrian más trabajo para mi. Le agradecí el ofrecimiento, diciéndole que cumpla con llevarle a destino a todo aquellas personas y que ya me acercaría otro dia junto a ellos. El policía saludo y se despidió dirigiéndose para abordar el Galeón mas allá flotaba lúgubremente el junco pirata que cada vez más se veía solitario y oscuro. Entonces fui detrás de las chozas y me expulse al espacio a toda velocidad ya tendre oportunidad de lidiar en otras aventuras.

Fin







 

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