Para un arquero tirar flechas al azar no funciona, aunque falle en sus primeros tiros, un arquero necesita un blanco al cual apuntar. Porque de lo contrario sus flechas nunca llegarán a ninguna parte.
Aunque sea un experto en la práctica y tenga toda la técnica magistral para alcanzar largas distancias, si no se enfoca en un blanco, la trayectoria de su flecha será en vano.
De igual forma, si un arquero tiene numerosos blancos a los cuales apuntar lo más probable es que falle a la mayoría de los tiros. Porque no podrá tener la concentración, el enfoque y la claridad para lanzar sus flechas en las diferentes direcciones.
Si estas intentando hacer de todo al mismo tiempo, te quedaras sin flechas antes de alcanzar cualquier objetivo.
Uno de los problemas con las multitareas, es que no te permite enfocarte de manera apropiada con ninguna, son tantas cosas que tienes que hacer al mismo tiempo que terminas cansado y sin una dirección específica a la cual apuntar. No solo te quedas sin flechas sino que también te quedas sin las energías y la voluntad de tensar tu arco.
Los inicios de año, generalmente, están llenos de personas que apuntan en múltiples direcciones, que se establecen numerosas metas y objetivos que requieren trabajo y esfuerzo. Comienzan con energías y ánimos altos, pero que rápidamente se bajan a causa de la falta de planificación y estrategia.
“El buen arquero no es juzgado por sus flechas, sino por su puntería.”
Todos necesitamos aprender a enfocarnos en un blanco especifico, pueden ser dos o tres, pero que de alguna manera se entrelacen para que puedas estratégicamente dar al blanco de cada uno de ellos. Tu productividad y eficiencia dependerá mucho de la concentración y atención que establezcas para cada uno de tus objetivos.
Es necesario aprender a descartar ciertas acciones que nos roban tiempo y energías y que no nos ayudan en nada a trazar nuestros anhelos. Puedes hacer incluso una sola tarea y dar tu mejor esfuerzo para alcanzarla y luego comenzar con la siguiente, siempre de la manera más inteligente y conveniente para ti.
Quitar el peso de la frustración es sencillo, cuando no intentas escalar el Everest sin ningún equipo.
Aprende a usar las herramientas que tienes a tu favor y recuerda pedir ayuda a las personas en las que confías.
Cuida tu corazón y tu mente, sé realista y consecuente con las metas que has empezado.
La motivación no es algo que dure para siempre, pero puedes recargarla cada vez que sientas que te falte, con personas que te apoyen a alcanzar tus sueños y objetivos.
Una flecha solo puede ser lanzada si es jalada hacía atrás. Cuando eso pase, solo concéntrate y mantén tu dirección. Cuando las cosas vayan mal y quieran aplastarte, piensa en que estas siendo jalado para ser arrojado a niveles más altos, y hacer crecer tu trayectoria.
Mosquera Yuliangelene.
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