Extraña la hora en que el imán de su espíritu, no se adhiere a la esperanza de escuchar una voz.

Extraña las confesiones de un zunzun que llega a la misma flor , al mismo patio , al mismo rincón. Es de un color esmeralda , color de soles.

Lleno de niños, el corazón tirita de estrellas, más lleno de ansias, envilece la capacidad de amar.

Has de cuidar el silencio, zunzun merodeador, no sea que la tierra añore tu sonido , cuando vuelas a la velocidad del viento, inhóspito, carcomido.

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