Cuando hago mi rutina de caminata por las mañanas, me sale lo bióloga, porque mi mirada esta por todos lados. Me detengo a observar un pez, una concha, la arena, las aves, la basura en la orilla de la playa e incluso que tal esta el clima. Es muy raro que camine sin detenerme al menos una vez, sabiendo que es momentáneo y que tengo que seguir mi rumbo. En nuestro transitar en esta vida, también observamos, nos detenemos, nos unimos a personas o ellos a nosotros. Cualquiera de esas opciones nos brindan lecciones a nuestra vida. A estas personas las comparo con el tiempo atmosférico o el estado de tiempo: días lluviosos, ventosos o soleados.
Al hablar de un día lluvioso, generalmente decimos “esta mal el tiempo” o “es triste el tiempo”, ¿Por qué?, porque pensamos que un día con lluvia es melancolía y sin lluvia, es alegría. La lluvia no siempre es mala, riega la tierra, nutre las plantas, ayuda a la oxigenación de los seres vivos, ocasiona un ambiente húmedo y caluroso, lleva agua a los caudales del rio para que estos sean trasferidos al agua de mar y muchas otras cosas mas. Pero también si hay un exceso de lluvia llega a ser perjudicial, como la perdida de sembradillos, inundaciones en comunidades, etc. Hay personas que son como un día de lluvia, porque aparecen en un tiempo determinado en nuestra vida, la lluvia no es de todos los días, así como ellos no lo son también. Personas que llegan sorpresivamente como un día lluvioso, se detienen, nos aportan algo de enseñanza, pero que si permanecen por siempre pueden llevarnos a una inundación y ser perjudicial para nuestra vida. En lo personal he tenido que alejarme de este tipo de personas, que son perjudiciales para mi caminar, y que a la larga ha sido la mejor opción. Cuando te topes con este tipo de personas observa, analiza, si te lleva a la inundación, simplemente toma lo bueno, lo beneficioso y alejate, no te detengas por ellos o con ellos, tienes que avanzar, sino perderás el verdadero propósito de tu vida.
Otro estado de tiempo es un día ventoso. Al referinos al viento, hablamos del flujo de aire a gran escala en la atmosfera terrestre, es decir, el movimiento de la masa del aire con respecto a la presión atmosférica. Según la Meteorología, se pueden clasificar según la fuerza, la velocidad, dirección y tiempo con la que soplan. Estas pueden ser ráfagas, turbonadas, brisa temporal, tormenta, huracán o tifón. Hay personas que son ventosas, llegan con ímpetu a nuestras vidas o como una brisa, suave y apacible. Te brindan su amistad pero por algún motivo se van, no intencionalmente, sino por las circunstancias de la vida, hay una separación. Esto no significa que dejas de frecuentarlas de vez en cuando, por las redes, en lugares que coinciden en algún momento de nuestro caminar. Son amistades a distancia, no tan estrechas, pero al final son personas que te da gusto tenerlas en tu circulo amistoso, alegrándote de sus logros y metas alcanzadas. Y que al coincidir de nuevo solemos decirles “Holaaa, que gusto verte”, brindándole un fuerte abrazo y apretón de mano.
Por ultimo están las personas que son comparados como un día soleado, aquel día de la cual decimos “es un buen día para lavar” o “ es un bonito día”. Son aquellas personas que le vienen a dar otro sabor a tu vida, aquellos que Dios coloco estratégicamente para ser de bendición, y que permanecen. Aquellos que aunque haya días nublados, que no les permite sacar esos rayos intensos, pero al final están allí dando luz al día. Son esos amigos o mas que amigos que sabes que puedes contar con ellos, aún en la distancia, cuando en sus diversas ocupaciones sacan tiempo para saber de ti. Son estos seres que se alegran de tus logros, metas, que lloran contigo y sufren contigo. Que los puede llamar “amigos” en toda la extensión de la palabra. Pueden pasar los años, pueden cambiar las circunstancias, pero nunca dejan de ser esos incondicionales en tu vida. Son los que puedes contar con los dedos, aquellos que te soportan, que te dan una crítica constructiva cuando es necesario, los que dicen nuestras verdades a pesar de que duela, porque al final lo que desean es nuestro bien…a estos no los dejes ir, permíteles caminar contigo. Son los que tienes que cuidar, abrazar y corresponder de la misma manera…. Así como dijera el cantautor Marcos Vidal “No son muchos pero Dios los puso ahí, peregrinos incansables, luchadores de marfil, forasteros con nostalgia del hogar, en sus frentes brilla el sol, en sus manos siempre hay pan………y en sus labios no hay engaño ni traición porque son sellos, y jamás he visto zánganos más bellos, ni me he reído tanto, como junto a ellos, aún en medio del dolor, son amigos, y no quiero dar sus nombres ni apellidos… ..ellos lo saben y se dan por aludidos.
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