LA FLOR DE MI VIDA MUERE DE NOCHE

LA FLOR DE MI VIDA MUERE DE NOCHE

WARIAS

04/01/2022

“Todos los días cortaré una flor para ti, la llevaré como muestra de intenso amor al igual que la llevaré conmigo a donde marche. Desde hoy que unimos nuestras vidas, y nos volvemos uno en dos; yo velaré para que nada te falte y nadie te moleste más”. Me dijo la noche en que nos unimos en sagrado matrimonio. Mi nombre es Florida, él me llamaba; Flor, déjame contarte ¿Qué está sucediendo?

Hace dos años tenía una relación amorosa con Darwin, el menor de los hermanos Reyes Lazo, hasta que un día el decidió probar en otras mieles, su infidelidad provocó en mi un impetuoso arrebato que me llevó a urdir un plan de desquite, conocía todo de el y de su familia, así que como me conoció desaparecí, un año y medio después me había casado con su hermano mayor, cuando a través de correo electrónico le extendí la invitación para que viniera a conocer a la esposa, él respondió a la invitación, vería a su hermano y a su madre Evelyn, quien por cierto me despreciaba, típico de las suegras, preparamos todo para recibir a mi cuñado, mi suegra organizó la gran cena, mi marido solicitó que le comprara un obsequio a su hermano, yo por su puesto, hallándome aun ardida, acudí y le compre un arma, recuerdo que cuando llegó a casa se abrazaba con todos, preguntando ansiosamente donde estaba su adorada cuñadita, a media descendía por los blanco peldaños de mi casa, su mirada fue alzándose hacia mí, mi suegra raudamente se percató de ello, Darwin habían empalidecido al verme desposa con su hermano Danny, el estupor casi lo hacía perder el aire, nos saludamos como si no nos conociéramos, pasamos el resto de la cena entre miraditas que la entrometida de mi suegra no perdía de vista. Con el pasar de los días él me buscó, me suplicó perdón, me suplicó huir, yo, débil a mi amor por él, cedí, me entregue a él, siendo su cuñada, lo hice, no solo una ni dos veces, que en cuestión de algunas semanas estaba preñada y no era de mi esposo, porque no me dejaba tocar por él. Sucedió que las pesquisas de mi suegra habían dado frutos, informó a su hijo sobre la relación extramarital que contenía con mi cuñado, no lo supe hasta que mi esposo me invitó a celebrar la cena de segundo aniversario de bodas, solo estábamos él y yo en la habitación privada, la mesa lucia perfecta, de acorde al romántico momento, sobre la mesa, entremedio de las copas y las flores estaba el regalo que yo le compré a su hermano, lo había abierto, mi esposo sabia todo, leyó la nota que le puse a mi cuñado, cual decía; “cuando sientas que no soy tuya, suicídate, y descansa en paz”.

— ¿Le diste un arma de fuego a mi hermano? Me dijo mirándome fijamente, no parpadeaba esperando que yo reaccionara, y no lo dudé un momento, dejé de temblar, y le dije la verdad.

— Sí, porque el infeliz que tienes por hermano es el hombre que amo y he amado siempre.

— Lo sé. —Dijo el— leí tu diario personal, no debí pero tenía que, en vista de su extraño comportamiento con mi hermano.

— Conseguimos perdonarnos, el me fue infiel y yo le fui infiel contigo. Miraba el reloj como si estuviera contando el tiempo, me dijo que brindáramos, yo me negué, y el impugnaba mi negación con la respuesta que yo debía darle; pero que ya conocía.

Durante mi leve silencio Danny respondió, mis manos estaban tembleques, jugaban con una de las rosas que había extraído del ramo, el bebía sin control, su semblante describía el sufrir, yo presentía que lo sabía todo.

— Y por eso, porque se perdonaron, por ese amor que se tienen, tenían que darme a mí, ¿o es que acaso el hijo que esperas es mío? Tu silencio habla por sí mismo, no te levante. —Me puse en pie— dije que no te levantes. Jamás me había alzado la voz; pero perdonaba sus reacciones, pues, en realidad lo mío era imperdonable, esperaba un hijo de su hermano, siendo el mi marido, lo había ofendido gravemente; pero aunque doliera debíamos solucionarlo.

— Olvidemos todo, vamos y empecemos de cero. Me propuso Danny, dudosa le dije: — No puedo, mis sentimientos pertenecen a él, al padre de mi hijo, me atrevo a pedirte solo una cosa, el divorcio, concédeme la libertad. El se negó a mi petición, sujetó mi mano, yo a como pude me le liberé, me puse en pie, giré mi cuerpo, cuando estuve de espaldas el me dijo, lo mismo que le escribí a su hermano en aquella nota, claro que acomodado a su situación:

— Cuando sienta que no eres mía, no serás de nadie, hoy, la flor de mi vida muere de noche, como mueren las hermosas flores, ¡descansa en paz! Decía cuando su mano hubiera disparado contra mí, aquella fría bala que atravesándome el corazón y tras caer me dejaba sin vida.

— Todos los días cortaré una flor para ti, la llevaré como muestra de intenso amor al igual que la llevaré conmigo a donde marche. Decía Danny mientras enterraba la pala sobre aquel nicho donde había sepultado a su asesinada mujer, sobre esa tierra parecía que solo había sembrado algunas flores; pero en realidad yacía un cuerpo que en su interior contenía otra vida, la de su sobrino, que de no haberse sabido, hubiese sido su hijastro.

Siempre debemos pensar antes de proceder a ser infieles, porque perjudicamos a todos a nuestro alrededor. Si en verdad amas a la persona que profesas tal devoción, debes ser honesto, fiel y cuando dejas de amarla, igual tener el coraje de decírselo, para no llegar al grado de traicionar y terminar en crímenes pasionales, como le pasó a Florida que embarazada fue asesinada.

FIN

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