La pandemia de los microchips. || Luis Castillo.

La pandemia de los microchips. || Luis Castillo.

Luis Castillo

02/01/2022

Hace 2 años en Marzo de 2019, Pablo Adelantado un joven catalán, fue uno de los 4 españoles que accedieron a implantarse en el cuerpo un chip NFC (near field communication, por sus siglas en inglés).

El chip NFC tiene el mismo componente que encontramos en las tarjetas contactless , los teléfonos inteligentes, y en las pulseras de acceso al gimnasio.

Mientras que la implantación se realizó en la última de las tres capas que tiene la piel, y se elige la zona entre los dedos indice y pulgar

El chip mide 16 milímetros de largo por 2 milímetros de ancho, tiene una capacidad de 2 Kb, y cuesta 200 euros

Cabe destacar que la tecnología NFC es una evolución de los chips RFID que se usan para identificar a las mascotas.

Y que en paralelo se han desarrollado otros proyectos como los Tech Tats (tatuajes tecnológicos) de la empresa Chaotic Moon y que son hechos a partir de una tinta electroconductora, un microcontrolador y una serie de leds (todo personalizable) y que sirven para controlar nuestras constantes y envían los resultados a nuestro teléfono móvil.

O el proyecto de la compañía GrindHouse Wetware que también desarrolla dispositivos tecnológicos para implantarlos en organismos vivos y que se especializa en recaudar información de nuestras pulsaciones por minuto o nuestros cambios de temperatura.

De echo desde ese año (2019) la empresa sueca Biohax, ya aseguraba que había implantado a 4.000 personas la tecnología del nanochip.

En materia legal cabe destacar que en España, tanto la decisión de implantarse el chip como el proceso mismo de la implantación son alegales, es decir no existe ningún tipo de regulación especial.

Pues las autoridades afirman que “Tiene el mismo riego que hacerse un piercing, y queda dentro del margen del derecho al propio cuerpo y las modificaciones corporales. No es ni una autolesión ni una operación quirúrgica”.

A nivel cultural el insertarse nano chips en la piel, encuentra su espacio en una «tendencia científica» llamada biohacking o como a su campaña de marketing le gusta llamar «ciencia ciudadana» y que lleva básicamente todo el siglo XXI promoviendose más intensamente a través del entretenimiento y el financiamiento para su investigación y desarrollo y la cual exige una comunión íntima entre el practicante y el propio instrumento tecnológico.

El objetivo según sus impulsores (de los cuales hablaremos más adelante) no es otro más que ampliar las capacidades del ser humano, físicas y mentales.

Cabe señalar que los biohackers experimentan de formas muy diversas: desde la secuenciación de genomas a la implantación de dispositivos electrónicos subdérmicos o incluso poniendo a prueba el organismo con ensayos físicos directos como la exposición de elementos químicos.

Como ejemplo podemos hablar del caso, de los investigadores del grupo Science for the Masses (SfM) de California, quienes utilizaron el cloro e6 (Ce6) para adquirir temporalmente visión nocturna sin necesidad de llevar ningún wearable gadgets o visores nocturnos.

El conejillo de jndias fue un hombre llamado Gabriel Licina, quien, tras los previos experimentos con animales, aceptó ser el primer ser humano en probar el compuesto.

El resultado fue la obtención de visión nocturna sin gafas con un alcance de hasta un máximo de 50 metros.

La filosofía del biohacking parte del principio del DIY (“do it yourself” o háztelo tu mismo.) donde el protagonista no es un objeto sino el propio ser humano.

Esta filosofía cuenta con un apoyo muy importante de las principales élites financieras y políticas, por ello pudimos ver que en 2016, el Centro de Convenciones de Pasadena en California fue sede por cuarto año consecutivo de la Reunión Anual de Bulletproof Biohacking en la que participaron expertos en células madre o epigenética y cuyos pases VIP tuvieron un costo de 2.500 dólares.

El sueño de la biología sintética nos acerca la visión más personal y osada del internet de las cosas, sin embargo el contaminar nuestra evolución natural puede no tener los resultados que desean aquellos que ven con muchas expectativas esta práctica, los peligros de esta tendencia filosofíca en la ciencia, pueden ser más reales que los beneficios con los que se venden.

El contexto para que el biohacking cobre mayor relevancia en la vida de todos esta servido, pues ante el auge de la variante ómicron del nuevo coronavirus, se han venido sumando más países para exigir un pase sanitario «efectivo» como una prueba del esquema de vacunación contra el covid-19.

En la ciudad de Estocolomo en Suecia, este requisito funciona a través de microchips con toda la información sobre la salud y los datos de contacto de quienes se lo implantan y este modelo se a convertido en una mercancía más que se busca abrir mercado para exportar y llegar a la mayor parte de países posibles.

El nano chip a cobrado tanta relevancia que básicamente los trabajadores de esta ciudad están obligados a instalarlo dentro de su piel para poder comprobar en tiempo real su estado de salud.

Algunos gobiernos han desarrollado incentivos para acelerar esta agenda, ejemplo de ello es el grupo de científicos del Pentágono que trabaja dentro de una unidad secreta establecida en la Guerra Fría, para crear un microchip que puede detectar la presencia del covid-19 antes de que aparezcan los síntomas.

Cabe destacar que la idea de un «pasaporte sanitario» que a evolucionado en la instalación de nanochip subcutaneos, está encajando perfectamente con la agenda que desde 2016 se dio a conocer, llamada proyecto ID2020, que tiene como objetivo la digitalización global con datos biométricos y tecnología blockchain de todas las personas.

Quienes impulsan esta agenda son principalmente la Rockefeller Foundation, Microsoft y Gavi ‘The Vaccine Alliance’, éstas últimas auspiciada por la Fundación Bill y Melinda Gates, la corporación Hyperledger, que promueve la tecnología blockchain y que tiene vínculos de cooperación con Facebook e IBM una organización empresarial de tecnología que controla el multimillonario Warren Buffett

Es curioso, pues este multimillonario que en varios listados aparece entre los 3 hombres más ricos del mundo (Warren Buffett) hace mucho declaró que: «Hay una guerra de clases, de acuerdo, pero es la mía, la de los ricos, la que está haciendo esa guerra, y vamos ganando».

Buffett además es dueño de lo que bebes, de lo que comes, del jabón con el que te duchas, las tarjetas de crédito, el banco, el coche, el periódico, la mayonesa…, gracias a sus participaciones en American Express (14,32%), Goldman Sachs (2,82%), General Motors (2%), Coca-Cola (9,1%), Wells Fargo (6,61%), Graham Holdings (ex The Washington Post, 23,4%), Kraft (6%), Procter & Gamble (2,78%) o Johnson & Johnson (1,55%).

Queda claro que el neoliberalismo (en profunda crisis desde al menos la crisis financiera de 2008) esta implementado serie de técnicas de control/gobierno en la que el capitalismo de vigilancia está profundamente arraigado.

Prueba de la descomposición del orden capitalista mundial, son las declaraciones del multimillonario, maestro masón y judío Henry Kissinger, al decir que “mantener la confianza pública es crucial para la solidaridad social», además afirma que “la élite debe salvaguardar los principios del orden mundial liberal, de lo contrario el fracaso podría incendiar el mundo».

Las instituciones también se han pronunciado al respecto, por ejemplo el Banco Asiático de Desarrollo (BAD) con sede en Japón, en su informe económico anual, señaló que el impacto de la “peor pandemia en un siglo” será de hasta 4.1 trillones de dólares, o el 4.8 por ciento del PIB mundial, aclarando que es una subestimación, ya que “las interrupciones en el suministro, las remesas interrumpidas, las posibles crisis sociales y financieras, y los efectos a largo plazo en la atención sanitaria y la educación se excluyen del análisis».

Además la Organización Internacional del Trabajo, denuncia que sólo en 2020 hasta 35 millones de personas más en todo el mundo se convirtieron en trabajadores pobres, es decir personas que por su trabajo ganan menos de 2 dólares al día.

Los nanochips parecen ser las puertas hacia el futuro que sueñan las élites, pues ya desde 2019 China daba a conocer el primer procesador y nanochip capaz de leer la mente de las personas y desde entonces han avanzado mucho de su diseño original.

En ese año ya declaraban que «Este chip tiene la capacidad de discriminar señales eléctricas neuronales menores y codificación de información, lo que puede mejorar enormemente la velocidad y la precisión de las interfaces cerebro – computadora”.

Los intereses mundiales se están alineando a una estrategia global de persuasión para aceptar la incorporación de estos nanochips.

Prueba de ello es la noticia que dio el Papa sobre un evento mundial que se desarrolló el 14 de mayo de 2020, y que tuvo como tema «Reconstruir el pacto educativo global», para dar forma al futuro de la humanidad.

En dicho evento el Papa dijo que la velocidad tecnológica y digital con la que está cambiando el mundo, pone en riesgo a nuestra especie, pues la lentitud de la evolución biológica no estaba siendo eficaz para garantizar nuestra adaptación a los siguientes cambios.

Apocalipsis 13:16-17:

“Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.”

¡Quien tenga ojos, que mire!

Luis Castillo.

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