Hoy después de soñarte toda la vida te vi,
pensé que estabas de gala,
pero no, así eres siempre comprendí…
ando en busca de una palabra que te describa,
tiene que ser muy grande,
pero en mi mente chiquita solo hay palabras chiquitas,
no me sentí digna de estar en contacto contigo,
sin embargo me invitaste a jugar,
y desde ese momento no nos separamos,
no quería parar de sentirte…

Me dejó confundida y enviciada la perspectiva que ofreces,
se pierde el sentido de profundidad,
no sé identificar cuan lejano está el barco,
pero se siente íntimo.

Ha quedado plasmada en mi pensamiento una melodía,
es alegre y me invita a bailar,
talvez es por las montañas, ellas me contaron que amas bailar el día entero…

¿Cómo se supone que voy a superarte?
estoy segura de que pasaré el tiempo suspirándote hasta que te vuelva a ver…
Porque me ofreciste la velada perfecta.
Me contaste sueños poéticos de los viajeros que te visitan,
ellos han sido al igual que yo embelesados por tu belleza y han sido sinceros.
¡Hasta pronto! (Ojalá muy muy pronto).
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