Milochocuarenta (linda como Dios)

Milochocuarenta (linda como Dios)

Sol redondo y naranja penetrando la última grieta sin tiempo de una tierra que espera al menos una lágrima de humedad. Dicen que dice sequía     dicen que hasta que no deje ese color-calor el verde no ha de inundar estos cerros    cuentan que hasta los mosquitos y las pestes desaparecen y vuelven los cuervos a volar sobre huesos…   Y ese largo camino que los separa. Duro tiempo transcurre bajo sus pasos: muertes hermanas    persecuciones    exilios. Duro      tiempo     el    milochocuarenta.

Dicen que los pájaros y los niños son los primeros en percibir las catástrofes. A la sombra del chañar extiende sus brazos, manos y ojos al cielo: la mujer agoniza, su niño gime apenas. Es la mujer naranja      sol    calor    color     viento tendido     la que deja atendido a su lado ese niño. Pone la boca pequeña en leche-pezón-único brebaje dulce ante tanta sal. Es ella «linda como Dios», la Deolinda.

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