El día en que todos callen,
los que guardaron razones y los que no las engendren,
voy a llorar en serio.
Miraré toda la gente con mis vergüenzas prestadas,
y contaré ya sin ellas,
que estuve, que hace ya tiempo,
cansado de juventud,
agotado de reír todos los días sin razones que lo cuesten,
y avergonzado de mostrar siempre mis transparencias.
Me acostaré temprano en mi cama ilesa,
vaciada, sin intimidad en la cubierta.
Me despertaré al momento,
no puedo perder más tiempo que también se gasta,
me pondré los zapatos que toquen mañana,
y como hacen la gente normal,
me iré andando despacio, con la sonrisa perdida,
diciendo letras de antaño,
de esas canciones de humo,
sin trascendencia.
PD . Perdonar el Cannon de nuevo.
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