Bailando Con El Diablo.

Anoche me dijo el diablo:

-baila conmigo, cierra tus ojos, descalza tu alma.

luego me narras uno de tus relatos, uno como fuego en la boca, uno que huela a presagios.

Uno que se cuente de noche, se lea por siempre, que se empape de llantos.

Baila conmigo al amparo de una hoguera, en un bosque de espanto.

Al borde del bien y del mal, al filo del peligro, esperando un milagro.

Fui a Roen a pactar con el dragón de fuego.

Luego a Endór y Saúl me dió la bienvenida, junto a las estirges y a las lechuzas de cuerpo malvado.

La harpia medea sobrina de Circe llenará nuestras copas de cuernos, no son más que casimbas helicoidales de miedo y barro estéril, de huesos del cabrio, del negro macho.

La bruja montó una cabra al revés, era una imagen abominable.

Desnuda sobre una cabra con cuernos, tiene ubres caídas por senos, unas hilachas agrestes por cabello.

Lleva la boca abierta con la que da alaridos e impreca, he aquí la gran matriarca de las brujas Circe de Endór.

Tomado del relato “La noche de los espantos” de Jaime Luis Henriquez Mendoza.

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