Superman

Cuando estoy aburrida, suelo agarrar el celular para pasar la pantalla y no ver nada y ver todo, así fue como lo conocí. Entre tantos videos sin sentidos, me detuve por curiosidad en uno que fue filmado desde un celular. Allí un muchacho da unos saltos extremos típicos de pakour, parecía un mono saltando entre las vías de la línea Gral. Roca saliendo de Estación de Lanús para rescatar un perrito que algún malvado había atado para que hubiera perecido ante el paso del tren. Que por cierto estaba muy cerca. De un brinco salta a una pared para no ser embestido por el ferrocarril salvando al animal y su propia vida.

Una vez pasado el peligro se suelta del borde y con unos saltos pone al animal a salvo le acaricia la cabeza y se va con un gran envión desaparece del foco de la cámara. Nunca se le ve la cara entre tanto pelo parado o por el ángulo de la toma.

Me dejo pensado cuanto amor a la vida tenía Superman que se arriesgaba sin temer. Eso me dio pie a empezar a dejar comida y agua en la puerta de calle para los animales.

Pasaron un par de semanas y ante una ojeada a los reels nuevos veo un muchacho que salva a anciana de ser arrastrada por unos ladronzuelos en moto. Cuando miro bien vuelvo a ver a un joven con las mismas características de Superman que de un salto tira la moto de los malvivientes rescata la cartera de la anciana y la ayuda a que suba a la vereda. Por la fuerza de la caída los cacos se asustaron y salieron raudos en la huida. Superman solo caminó mirando al piso y se fue también velozmente. Su ejemplo me inspiró para ayudar a cruzar la calle a los ancianos o en otras tareas ocasionales en lo que los pueda asistir.

De nuevo no se distingue el rostro de nuestro Superman.

Hubo videos aquí y allá. De vez en cuando aparece otro, me hace muy feliz que Lanús cuente con un Paladín de la Justicia. A mi me moviliza para ayudarlo a hacer de este mundo un lugar mejor. Eso si, éste Superman es latinoamericano no tiene traje ni capa pero eso debe ser por la crisis económica que nos golpea a todos.

Lástima que el Hombre Araña haya cambiado de bando por no encontrar trabajo…