Llegar a casa ya no es lo mismo, ya no existe el beso o un caluroso abrazo,
no existe una tierna mirada, entre los dos ya no hay un gesto amoroso,
el amor que existía entre nosotros era inmenso y poderoso, en verdad me hacía sentir orgulloso, sin embargo, vernos día a día se ha convertido en simple y vana rutina, tristemente, la monotonía y el desinterés arruinaron nuestras vidas.
Llegar a casa a cambiado, aunque estas en ella, la siento fría y vacía,
te siento distante, lejos de mí, te veo tan cerca y quiero tocarte,
pero de hacerlo me abstengo, no quiero un desplante,
la casa fría y vacía me recuerda una vez más que has dejado de amarme…
La casa fría y vacía me hace querer odiarte, sacarte de mi corazón y de una vez olvidarte, esta casa fría y vacía dice que debo marcharme, pero al ver mis hijos, al verte en ellos, la casa fría y vacía dice que debo quedarme, esta casa fría y vacía, me recuerda una vez más, que por más que lo intente, no puedo olvidarte.
Al verte a los ojos entiendo todo aquello que la casa fría y vacía me dice, cruelmente me hace sentir culpable y dueño de mi realidad, tu mirada fría como la casa vacía, son la prueba una vez más de mi dolorosa soledad, puesto que aquella casa fría y vacía, me deja ver claramente que me has dejado de amar.
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