Un relación a distancia y con un militar. Así llevo 2 años. Es con lo que aprendí a vivir. Él vive a 8.000 mil kilómetros de distancia, se fue hace dos años, a los 3 días de haberlo conocido. En el 2019 lo vi por primera vez en un escenario de un auditorio de mi universidad, yo siendo parte del publico.
Le eche el ojo, lo miraba con ojos de picara y él no tenia ni idea de mi existencia. Yo estaba terminando la universidad, estaba haciendo mi tesis, tenia novio en ese entonces. Él, un muchacho blanco, pecoso, de mas o menos 1 metro y 75 centímetros, entregado 100% a su voluntariado mientras preparaba su viaje a España.
Termine mi relación de año y medio, pase por una tusa terrible pero a él lo seguía viendo con ojos de deseo. Se entero quien era yo. Yo no perdí la oportunidad de acercármele en una noche de tragos. Fui coqueta, atrevida y parlera, pero logre lo que quería. En la madrugada de esa noche, él se ofreció a llevarme a mi casa, al llegar le dije que se quedara, y era solo abrir la puerta del apartamento para empezarnos a desnudar.
Una noche larga, fui una mujer muy osada y él feliz. En la mañana el guayabo que tenia no era normal, y el moral peor. Solo sabia su apodo, ni siquiera su nombre. Al salir los dos del apartamento, imagine que no lo volvería a ver.
Fue un fin de semana de sentir y vivir adrenalina. Hace mucho no experimentaba esa sensación. Fui feliz, muy feliz. Conocerlo fue volver a sentir ese nerviosismo, esas maripositas en el estomago. Pero por mas que quisiera pasar mas momentos con él, llego el día de irse del pais.
Empezó la semana normal, la rutina habitual del trabajo, nos despedimos una tarde del martes. Llego en su bicicleta, yo salí de mi oficina, con mucha nostalgia el adiós fue literal, con un tiquete de avión de ida pero no de regreso. Fue el beso mas apasionado que tuve y lo vi ir.
WhatsApp, Facebook, Instagram, las llamadas y videollamadas, fueron cómplices de nuestra amistad, que hoy en día son nuestros aliados numero uno en nuestra relación. Una relación que ha pasado por muchas facetas, de las cuales, ahora vivimos la del compromiso (Guatavita, 8/ago/21)
Una profesión que le sumo a la distancia, ausencia por tiempos, pero yo estoy aquí contigo.

Para ti. Atentamente: tu bonita.
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