Y así fue como juan Sebastián se encontraba de nuevo en las transcurridas calles de Medellín, después de haber dejado atrás una ciudad en donde creyó haber encontrado el amor, después de eso Medellín le parecía un poco más sombría, menos cálida, pero no podía hacer nada al respecto, parís y sus días de felicidad habían quedado en el olvido, ahora se encontraba caminando por un parque cercano a su casa tomando su propia mano y preguntándose que iba a hacer, de seguro y lo mas importante era hacer el amor consigo mismo para sanar su alma y después esperar a que el destino en quien un día tuvo tanta fe, tomara sus propias decisiones, el destino siempre lo había sorprendido y estaba seguro de que esta no iba a ser la excepción y a pesar de que no estaba preparado para lo que viniera, tampoco tenia miedo, pues estaba seguro de que nada más podía lastimarlo y si lo hacía no se daría cuenta por que los dolores se confundirían con lo ya existentes, y si traía felicidad esperaba que no fuera efímera como la que encontró en parís, pues su corazón y alma se estaban cansando de recibir ecos de amor y felicidad y si esto volvía a pasar tal vez ya no habría corazón que lastimar.
OPINIONES Y COMENTARIOS